Escribanos permanecen con causa abierta ante OEA
Desde la Asociación de Escribanos del Uruguay aclaran que la causa sigue abierta en el organismo internacional y que la negativa del organismo es las medidas causales y no al estudio de la denuncia.
"No implica eso que sea un rechazo al estudio de la denuncia, ni que esa resolución de la no interposición de la medida cautelar no sea revisada, porque los procuradores están recavando la prueba, que a veces no es inmediato", dijo Castro a El Espectador.
Por otra parte, además de lo que transcurre en la OEA, los escribanos siguen haciendo gestiones ante el gobierno para lograr posponer el ingreso al Fonasa hasta julio de 2012.
De hecho, los escribanos se reunieron en los últimos días con el ministro de Salud Pública, Daniel Olesker, para realizar este planteo.
"A los efectos de pedir una prórroga de un año para poder sentarnos a negociar y ver cuáles serían las posibilidades de este proyecto que se había planteado a los ministerios involucrados el año pasado por parte del gremio. El ministro recibió nuestra propuesta, lo iba a trasladar, esta entrevista tuvo lugar el martes de la semana pasada y todavía no hemos tenido noticias", explicó Castro.
Los profesionales no se niegan a aportar al Fonasa, pero reclaman conservar los servicios que tienen actualmente en el Sistema Notarial de Salud.
Los escribanos elaboraron un proyecto -que el Gobierno no atendió-, donde se propone mantener su servicio de salud, pero también tributar al Fonasa lo que corresponde sin contraprestación alguna.
Proponen, además del aporte del 3% sobre el arancel de honorarios que hoy aportan para su sistema, pagar una alícuota adicional del 1,5% de los afiliados que no tienen hijos menores de 18 años a su cargo ni mayores discapacitados, del 3% para los afiliados que sí los tienen y del 2% del cónyuge o concubino a su cargo.
Son casi 10.000 las personas que están involucradas en esto porque el Sistema Notarial de Salud incluye a escribanos públicos que ejercen la profesión, empleados de los escribanos cuando no revistan la calidad de cónyuges del patrón y cónyuges de escribano que en forma personal y habitual colaboren con éste en las tareas propias de su profesión.
También incluye al personal de las asociaciones gremiales de afiliados con personería jurídica, empleados de la Caja Notarial que desempeñen tareas administrativas y jubilados de la Caja Notarial.
Los escribanos sostienen que se opta por destruir un sistema que funciona satisfactoriamente y que se autofinancia sin recibir recursos del Estado ni de otra fuente de carácter privado que no sea el aporte de los afiliados.
En su momento la escribana Teresa Gnazzo señaló que, sin embargo, se mantienen de manera permanente o de manera transitoria, diversos sistemas de salud de colectivos que el Parlamento ha decidido, por diferentes razones, que continúen con sus respectivas "coberturas de salud propias".
Es este el caso de los colectivos de Ministerio de Defensa, Ministerio del Interior, CARU, trabajadores de la Industria Tabacalera, OSE, Ancap, BHU, ANV, entre otros.
Hoy, el Sistema Notarial de Salud provee a sus usuarios una asistencia de salud integral, que dispone de moderna tecnología, actualizada para la realización de diagnósticos y tratamiento de todas las patologías.
Este sistema, que se surgió en 1960, es administrado por la Caja Notarial, que tiene convenio con el Hospital Británico para los servicios y un sistema propio de médicos de cabecera.