Entrevistas

La Biblioteca Nacional digitalizará todas las fichas de la institución

La Biblioteca Nacional digitalizará todas las fichas de la institución

En diálogo con En Perspectiva, el director de la Biblioteca Nacional, Carlos Liscano, confirmó que esa institución digitalizará todas las fichas de las que dispone, aunque esto no implica que se haga lo mismo con los libros. "Estamos haciendo una licitación para digitalizarlas todas de una sola vez", informó. Además, dijo que "en estos días vamos a firmar un convenio con el correo nacional para inaugurar el préstamo a distancia por primera vez en casi 200 años". En este sentido, dijo que la Biblioteca Nacional "cubre con el estímulo de la lectura" a las escuelas de contexto crítico de Montevideo, así como a las escuelas rurales del interior. El jerarca opinó que todo el proceso de digitalización de las fichas se trata de "un paso muy importante".


(emitido a las 7.42 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Ayer, el director de la Biblioteca Nacional, Carlos Liscano, anunció la digitalización y puesta online de la totalidad de los índices de esa institución.

¿De qué se trata exactamente? ¿Cómo ha sido este proceso? Vamos a conversarlo con él en los próximos minutos.

¿Podemos explicar qué es lo que se ofrece a partir de esta novedad?

CARLOS LISCANO:
Primero, hoy 26 de mayo es el día del libro, como ustedes lo han anunciado. Se ha mencionado brevemente que la primera biblioteca pública fue creada por iniciativa de Larrañaga en 1815 y se inauguró en el 16 con el entusiasmo de Artigas, 15 años de la Constitución, 15 años del Estado uruguayo, de la institución más antigua del país. Llegamos al siglo XXI y estamos haciendo un simposio sobre los desafíos en la Biblioteca Nacional. Lo que hoy vamos a tratar de poner en marcha y de presentar al público es un trabajo que comenzó en diciembre de 2009, en el que se firmó un convenio entre el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) y la Universidad de la República (UdelaR) para instalar el programa LET. Nosotros somos subsidiarios de la UdelaR, que a su vez tiene un contrato firmado con una empresa multinacional. Durante todo el 2010 se trabajó para enviar las bases de datos a Chile; primero lo procesamos nosotros y luego lo enviamos a Chile. En abril y mayo de este año han venido los técnicos chilenos a dar cursos a nuestros técnicos, los bibliotecólogos de la Biblioteca Nacional. Ahora tenemos una base parcial de datos online. Esto quiere decir que se puede ver desde las ceibalitas o en cualquier lugar del mundo. Es el catálogo que tenemos y hoy pensamos presentarlo en público. Digo "pensamos" porque siempre hay problemas técnicos de último momento...

EC – ...Por las dudas toma algunos recaudos y no lo anuncia con bombos y platillos.

CL – Sí. Los informáticos están instalando desde las siete de la mañana porque lo vamos a presentar en la sala Vaz Ferreira, que está en el sótano. Sé que anoche a las ocho de la noche el plan estaba resuelto pero faltaban cosas prácticas. Este es un paso muy importante. El Estado uruguayo, el MEC y la Biblioteca Nacional han invertido mucho dinero, esfuerzo, trabajo e inteligencia, tanto por parte de los técnicos de la Biblioteca Nacional, de [...], de la UdelaR –destacadamente la ingeniera Ida Holz, que acaba de jubilarse–. Es una necesidad, una exigencia...

EC – ...¿Cuál es la ventaja de la digitalización de los archivos de los ficheros de la Biblioteca Nacional? No estamos hablando solamente de que la Biblioteca Nacional se pone a tono con las nuevas tecnologías. No es un tema de moda sino que es un tema de utilidad. ¿Podemos ir por ese lado?

CL – Sí, pero los libros no van a estar digitalizados...

EC – ...Bueno, esa es un precisión que vale la pena hacer antes de seguir: no es la digitalización de los libros sino de los ficheros.

CL – Sí, de los ficheros de literatura uruguaya en primer lugar. Estamos desde el año 1990 hasta el 2009. Si alguien entra a la página de internet www.bibna.gub.uy se va a encontrar con muchos archivos, documentos históricos y colecciones de fotos. Seguimos digitalizando y los vamos a poner allí, pero por ejemplo tenemos todo el siglo XIX para digitalizar. De momento, lo accesible son los catálogos. Esto está en relación con lo que ustedes estaban hablando recién: dónde hay librerías, dónde no hay. Yo conozco algún departamento como Artigas, por ejemplo, donde no hay ninguna librería, o en algunos casos son papelerías combinadas con librerías, como decían los oyentes. Uruguay tiene varias y diferentes realidades. Desde 2009, la Biblioteca Nacional tiene por ley la tarea de coordinar todas las bibliotecas municipales del país. Son casi 250...

EC – ...No sé si los oyentes conocen el dato de que la Biblioteca Nacional coordina a todas las bibliotecas municipales.

CL – Sí, es una ley del 2009. Es una tarea grata pero no fácil. La Biblioteca no es una institución muy poderosa en cuanto a recursos humanos...

EC – ...Más bien todo lo contrario. Desde hace años se ha caracterizado por la precariedad.

CL – Sí. Lo que me interesa destacar es que el mismo día en que tratamos de ponernos a tono con el siglo XXI, la Biblioteca Nacional cubre las escuelas de contexto crítico de Montevideo con el estímulo a la lectura y por regiones a las escuelas rurales del país. Desde hoy hasta fin de año vamos a visitar 98 escuelas rurales. Mandamos funcionarios que llevan libros, que estimulan a los maestros y les enseñan cómo estimular la lectura de los niños. Les llevamos libros y se da ese encuentro. Esta es una red de trabajo donde participa Anep, el Ejército Nacional, Ancap. Enfrentamos dos realidades: por un lado, la realidad tecnológica. Por otro, esto de cubrir todo el territorio nacional. Siempre que vamos por ahí nos critican. A mí y a todos los directores anteriores. Se dice que la Biblioteca Nacional, de Nacional tiene el nombre solamente, porque es una biblioteca montevideana. Es cierto, es una crítica bien hecha y hay que aceptarla. Pero también hacemos otro tipo de tareas. Una vez por año hacemos un concurso entre los niños de las escuelas rurales y a los ganadores los traemos tres días a Montevideo. Es un momento maravilloso, porque niños que nunca salieron del campo llegan a Montevideo. En la entrega de premios del año pasado estuvo el presidente. Otra tarea que hacemos es apoyar a los institutos de formación docente en general –el Instituto Normal, el Instituto de Formación Docente– con conferencias y exposiciones. En este momento estamos tratando de donar colecciones de diarios antiguos porque donde se forman profesores de historia fuera de Montevideo, a veces terminan los cursos y nunca tuvieron acceso a la prensa periódica del siglo XIX o principios del siglo XX. Nosotros les entregamos esos periódicos que tenemos triplicados, cuadruplicados, microfilmados, de manera que los docentes puedan enviar a los alumnos a la biblioteca a hacer investigaciones originales de la prensa antigua.

EC – En ese cuadro de servicios y de líneas de trabajo que tiene la Biblioteca Nacional y que tal vez no son de conocimiento de toda la gente, ¿cómo juega esto de la digitalización de los catálogos?

CL – Esto es poner un pie en el siglo XXI. Hoy por ejemplo tendremos una charla del director de las colecciones digitales de la Biblioteca Nacional de Francia, que nos viene a explicar qué es lo que han hecho los franceses. Porque en esto de la digitalización no hay soluciones únicas sino que hay políticas que cada país y cada biblioteca nacional lleva adelante.

EC – Usted mencionaba la actividad que desarrolla la Biblioteca Nacional en coordinación con las bibliotecas municipales de todo el país y con las escuelas rurales. Desde todo el territorio vía internet va a ser posible ir accediendo al catálogo de la Biblioteca Nacional progresivamente, porque no está todo completo.

CL – Sí. Tenemos una tarea de educación muy grande para...

EC – ...¿De qué sirve que, por ejemplo, desde Paysandú se pueda acceder al catálogo de la Biblioteca Nacional?

CL – El resultado práctico puede ser que en estos días vamos a firmar un convenio con el correo nacional para inaugurar por primera vez en casi 200 años el préstamo a distancia. Eso significa que de un catálogo limitado, no de todo el acervo de la biblioteca, para todos los departamentos excepto Montevideo, la biblioteca va a prestar libros de ese catálogo a docentes en general de todas las ramas, estudiantes de institutos de formación docente y la biblioteca corre con lo costos de envío y reenvío. Esto ya lo hemos probado y hemos hecho una experiencia piloto. Podemos mandar vía correo nacional, que en este aspecto es una maravilla, un libro a una escuela rural de Artigas y llega a las 72 horas. La persona que lo recibe (una maestra) luego lo devuelve y el correo lo trae. Esto sigue siendo un intento de cubrir todo el territorio nacional.

EC – A partir de este proceso de digitalización de los catálogos, ¿qué va a pasar con esos grandes ficheros de madera que forman parte del paisaje de la Biblioteca Nacional apenas uno entra? ¿van a desaparecer?

CL – No creo porque son parte del mobiliario y del paisaje. Pero no quiero entrar en este asunto, vamos a entendernos. La gran duda de todo lo digital es cuánto dura eso, porque se sabe que el papel dura 1.000 años...

EC – ...Bueno, el papel también se deteriora. Y como el papel o el cartón de estas fichas se usa tanto también se deteriora.

CL – Claro. En este momento vamos a digitalizar todas las fichas. Estamos haciendo una licitación para digitalizarlas todas de una sola vez. Pero insisto en que en nuestra corta vida hemos pasado por muchos soportes: desde el gran disquete, aquel plano que parecía un plato, otros disquetes, CD, DVD, video, y todo en muy poco tiempo. Nadie sabe cuánto va a durar un DVD pero sí sabemos cuánto dura el papel. Le voy a poner un ejemplo: cuando cerraron Chernobyl tenían que dejar las indicaciones para que dentro de 1.000 años fuera abierto Chernobyl. La discusión, que no fue sencilla y que fue muy seria, es en qué soporte se dejaban esas indicaciones. Esto no es una leyenda sino un problema técnico que se discute entre los técnicos en el mundo. Lo dejaron en todos los soportes, pero el último era papel.

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