Ciudadanos uruguayos en situación de calle
Emiliano y Rosario:
Los escuché en la mañana de ayer cuando daban su opinión sobre el tema de los uruguayos que viven en situación de calle.
Creo que una problemática tan compleja sólo puede ser pensada colectivamente, por eso envío mi aporte.
Ustedes manejaban ayer una de las dimensiones para pensar el problema que es que la desocupación está en un dígito bajo, yo sugiero sumar a la reflexión que buena parte de los salarios de los uruguayos con poca calificación es inferior a $10.000, tuvo amplia difusión por los medios cuando el conflicto de trabajadores de supermercados que una cajera, ganaba unos $6.000, no hay alquileres medianamente dignos por menos de la totalidad de ese ingreso.
Sumemos la dificultad de conseguir una garantía de alquiler con un salario así, muchas veces la solución social de vivienda para este nivel de ingresos implica trabajar en la construcción de las viviendas para "aumentar el compromiso".
Yo me pregunto a qué persona de ingresos altos se le pide, mucho menos exige que construya su casa con sus propias manos, sin embargo a estos uruguayos se les pide que sumen a sus ocho o diez horas diarias de trabajo, las horas de construcción, uruguayos que por los ingresos que cobran no pueden pagar ayudas para el cuidado de sus niños o para las tareas cotidianas del hogar, tengo la sensación que se les exige siempre a los mismos ganarse todo con el sudor permanente de sus frentes, y esto tiene que ver y está reflejado también en el "valor" que atribuimos a las diferentes ocupaciones, o sea por qué vale una hora de trabajo $30 y otra $8.000.
Aún así muchos uruguayos han construido con un enorme esfuerzo sus viviendas, FUCVAM es una prueba viviente de esto.
Pensemos en el costo de una pensión y en las condiciones edilicias y de calidad de vida de éstas.
Por otro lado, sumando aristas para pensar: ¿cuántas mujeres que sufren violencia doméstica no pueden salir de esa trampa mortal por no contar con recursos para una vivienda digna?
¿Cuántos jóvenes conviven aún con sus padres porque no tienen chance de alquilar, por los costos o por no obtener la garantía?
Creo que son muchos, a veces demasiados, los costos que enfrentan algunos uruguayos para no estar en situación de calle, quizá otros no lograron ser tan heroicos y sucumbieron, se quebraron, por motivos que deberíamos investigar a través de conocer sus historias de vida, y hoy mueren de frío en la calle.
La internación compulsiva sería, tal vez una opción, pero no llamemos a eso refugio, eso es encarcelamiento ya que no sólo hay que llevarlos compulsivamente sino además retenerlos allí compulsivamente.
De todos modos la palabra refugio me aterra, ¿por qué habría refugiados en un país de tres millones, sin guerra, sin terremoto, sin tsunami y con desocupación por debajo de un dígito?
El derecho a la vivienda es un derecho constitucional del que muchos ciudadanos uruguayos no están gozando, creo que debemos pensar todos seriamente en esto...
Afectuosamente. Mariela