De inmediato se realizó la autopsia judicial y se dio cuenta al juez competente. Los padres del bebé están emplazados y esta tarde tuvo lugar la primera audiencia judicial.

La Justicia está investigando al núcleo familiar, en el que se habían registrado incidentes por violencia doméstica. El padre tenía restricciones de acercarse al hogar por esta causa.

Según detalló Medina Ramos, el lactante padecía una desnutrición aguda del primer trimestre, con peso muy por debajo de los percentiles previstos para esa edad.

Los demás hermanos son asistidos a esta hora por el Ministerio de Desarrollo Social.

La madre le dijo a la Policía que le dio de mamar a las 4 de la mañana y las 7, cuando se despertó, lo encontró muerto. Medina Ramos dijo que el bebé carecía de apoyo alimenticio y el último control médico que se hizo fue el 23 de mayo, 13 días después de haber nacido. Si bien tenía certificado de nacimiento emitido por la partera, dado que nació en el hospital de Bella Unión, no estaba anotado en el Registro Civil.

La madre fue detenida, luego fue liberada e incluso concurrió al sepelio del bebé. Por estas horas, mientras la Justicia investiga la muerte del niño, el Mides se está encargando de atender a sus hermanos y comprobar si también padecen de desnutrición.

En la tarde de este jueves El Espectador dialogó con Ana Conti, coordinadora territorial del Mides en Bella Unión, quien explicó las condiciones en las que se encontraba el bebé: ""El certificado de defunción, firmado por el forense del Hospital de Bella Unión, dice que murió por asfixia mecánica; por haber tragado un vómito. Y consta que está desnutrido. Es un bebé de dos meses que estaba siendo controlado por Salud Pública, que te diré que en Bella Unión trabaja muy bien. Lo que consta en el informe de Salud Pública es que tenía bajo peso, después aumentó 150 gramos, y, al siguiente control, la madre no lo llevó. Entonces desde Salud Pública la fueron a buscar y le dieron fecha para junio".

La historia del bebé era compleja. Tenía un padre, ausente, denunciado por violencia doméstica y que tenía prohibición a acercarse a menos de 300 metros del hogar. Una madre con algún retraso mental, según dijo Conti a El Espectador. El Mides estuvo haciendo relevamiento en el barrio Las Piedras –frente al tristemente célebre Las Láminas-, pero ella ya no estaba ahí, se había mudado al barrio Tres Fronteras. Conti contó a El Espectador sobre el trabajo social del ministerio en la zona:

"Con el Mides visitamos en ese barrio casa por casa, y trabajamos con las 600 y pico de familias. Se construyeron 53 baños, se hizo un trabajo social, etc. Cuando sucede esto (la muerte del bebé) yo busco en el censo de ese barrio. Ella en ese momento la madre no vivía en ese barrio, se mudó posteriormente. Hace un tiempo que vive en Las Piedras, en nuestro censo de Las Piedras nosotros no la captamos. Generalmente las familias de mayor vulnerabilidad social tienen características de no tener una residencia fija y eso nos dificulta llegar a ellas. A pesar de que tratamos de focalizar, estamos yendo en el caso a caso buscando a la gente. Es la primera vez en muchos años que el Estado busca a las personas para que accedan a sus derechos. Te aseguro que lo hacemos diariamente", comentó.

"Así y todo, estas cosas igual pasan", se lamentó la funcionaria artiguense. Consultada sobre cuál era la magnitud de la falta de alimentación de la bebé, dijo:

"Aparentemente la mamá no tenía la capacidad de darle de mamar, era todo lo que tenía qué hacer. No soy médica, pero uno no sabe las circunstancias, no sabe lo que sucedió en la cabeza de esta mamá, ni sus problemas de vida, qué responsabilidad tenemos en una familia a la que no llegamos porque no la encontramos. Tenemos que poner gente y recursos humanos a recorrer todas las calles del pueblo, a buscar a todas las familias. Eso estamos haciendo en la medida de los recursos humanos que tenemos. La señora tiene cobertura de asignación familiar todos los meses por tres niños, el cuarto niño tiene un año y no está registrado en BPS. Acá hay un caso claro de no acceso a las políticas sociales, que es algo que nosotros tenemos que detectar, y atender por qué la gente que tiene estos problemas no viene a nosotros, y nosotros tenemos que salirla a buscar", dijo Conti.

Ana Conti nos dijo que ni bien se enteró de la noticia de la muerte del bebé avisó a su superior, Margarita Castro, directora de Coordinación Territorial del Mides.

Conti relató cómo se actúa en estos casos: "Llegamos tarde y eso nos duele muchísimo", dijo. "Supongo que en Salud Pública deben estar tan angustiados como nosotros. Siempre trabajamos coordinadamente, ni bien nos enteramos le avisamos al municipio y la asistente social del municipio va con nosotros. Les damos viandas o la familia viene a comer con nosotros, se le tramita una canasta de alimentos de emergencia. Eso cubre hasta que llega nuestra tarjeta alimentaria (del Mides). Hemos encontrado familias enteras durmiendo en el piso. En el regimiento local nos prestan carpinteros, en el municipio nos prestan camas, el Mides proporciona colchones y mantas; si hay un caso de violencia, el caso va al Servicio de Atención a Violencia Doméstica que funciona en el Mides, si hay violencia contra los menores interviene un organismo del Inau con el que trabajamos en conjunto. Hay toda una red de atención. La primera que ve el caso es Salud Pública. Pero en este caso no llegamos a tiempo".

Todo esto pasa justo en el momento en que el trabajo del Ministerio de Desarrollo Social está en tela de juicio, a la luz de los seis fallecidos por hipotermia en lo que va del invierno.

"Estamos realmente preocupados, porque le aseguro que desde la oficina trabajamos en el caso a caso, tratamos de llegar a las familias con riesgo social. Y cuando nos pasan estas cosas nos sacude a todas ¿Qué le vamos a hacer? No sé, sinceramente no sé. El Estado nunca ha asistido tanto como ahora, nunca tuvimos tantas formas de llegar a la familia, y ahora toda la prensa nos golpea, nos critica y estamos en el centro de la tormenta.  ¿Qué le vamos a hacer?", concluyó Conti.