Inquietud sobre la discriminación a los no videntes
Estimado Emiliano Cotelo:
En esta ocasión me permito distraer su atención porque se del especial interés que usted y su equipo de periodistas tienen en cuanto a todo aquello que se relaciona con aspectos sociales, con la equidad social, los derechos de todos así como con las obligaciones que tanto los ciudadanos como quienes gobiernan, tenemos para que esta nación sea un lugar digno para vivir,
respetuoso de las normas y en definitiva para que podamos lograr alcanzar ese tan reiterado slogan de "vivir en un país de primera".
Por mi actividad laboral tengo un contacto bastante asiduo con familiares de personas que tienen discapacidades físicas e intelectuales y a través de las conversaciones que surgen con ellos, me interiorizo de las innumerables falencias que tiene nuestra legislación, de la insensibilidad que tienen muchos funcionarios públicos y burócratas en relación a esta parte de la ciudadanía, de las dilatadas demoras en aprobarse normas que les permitan acceder a ciertos beneficios que son de vital importancia para que sus familiares puedan llevar una vida más digna y estar mejor integrados en la sociedad.
Pero lo más duro de sobre llevar a veces, según me lo han expresado, son las injusticias que se cometen a diario contra ellos, los destratos que sufren, las discriminaciones de que son objeto, muchas veces por una gran ignorancia de quienes son funcionarios públicos o privados de los medios de transporte, de lugares públicos y privados abiertos al público, por desconocer las más elementales leyes vigentes.
En esta ocasión me quiero referir en particular a las personas no videntes. Nuestro Poder legislativo ha promulgado tres leyes: la número 18.418, 18.471 y 18.651 respectivamente en las cuales enfatiza que "Las personas con discapacidad, que utilicen para su auxilio o desplazamiento animales especialmente adiestrados a tales efectos, podrán ingresar y permanecer acompañadas por éstos a todos los medios de transporte, lugares públicos y privados abiertos al público, sin restricción alguna, siendo obligación de los propietarios o encargados de los mencionados lugares, proporcionar los medios idóneos para el cumplimiento efectivo de esta norma".
Bueno pues bien, a pesar de ello, aquellos que poseen perros lazarillos para desarrollar sus actividades son sometidos constantemente a situaciones incomodas y discriminantes no permitiéndoles subir muchas veces a los omnibuses o a los taxímetros, o ingresar a bares y restoranes, o alojarse en un hotel. Yo mismo por curiosidad he consultado telefónicamente en varios hoteles si aceptan pasajeros con perros guía, y me han respondido casi siempre: "Hay disposiciones municipales que prohíben el ingreso de animales al hotel". Realmente estas situaciones me consternan y me pregunto donde hemos dejado el ideario Artiguista de "Sean los Orientales tan ilustrados como valientes".
Más aún, me preocupa como ciudadano saber que está haciendo del Poder Ejecutivo, como por ejemplo el Ministerio de Turismo con los operadores turísticos y sus respectivas agremiaciones para dar la más amplia difusión de esta normativa, y al mismo tiempo adecuando las reglamentaciones a esta nueva realidad; que está haciendo el MIDES para dar a conocer a la ciudadanía y a las empresas estas leyes a favor de los derechos de los no videntes. Sé que es muy importante proteger a los sin techo, a quienes viven en pobreza y marginalidad, pero también es su deber estar activamente trabajando por las personas minusválidas; me gustaría ver en la página de la Presidencia de la República una campaña de difusión en este sentido con el mismo énfasis que comunica los logros del gobierno en materia económica y tributaria. También sería muy valioso que los Gobiernos Departamentales pusieran su granito de arena dando a conocer a sus contribuyentes el alcance de estas leyes. He visitado algunas páginas web de Intendencias y no he logrado ver nada al respecto.
Como siempre, para que todo movimiento comience, se necesita de un actor social que ponga el tema sobre la mesa, que consulte a las autoridades públicas y a las Instituciones privadas al respecto, que coloque en tiempo presente esta situación para que todos tomemos conciencia de lo que ignoramos, y de la responsabilidad que nos cabe para con esta parte de la ciudadanía. Es por ello que me permito solicitarle a usted que sea a través de su programa periodístico ese actor social que presente a la opinión pública este tema y sea también el iniciador de esa corriente de información que nos permitirá acabar con esta discriminación.
Vaya desde ya mi agradecimiento por el tiempo que le he quitado con este planteo, así como también mi saludo más cordial para usted y todo su equipo.
E.B.