Sensores

Sabían ustedes que si uno entra a un cajero automático y este funciona correctamente la puerta queda bloqueada hasta que uno presione el botón interior que la libera. Este es el funcionamiento que todos pensamos que tiene, pero la realidad es que si una nueva persona pasa la tarjeta nuevamente desde el lado de afuera esta se abre aunque se encuentre una persona adentro.
 
Ya que van a tratar el tema sería bueno plantear que se mejore, no?.
 
Creo yo que lo correcto es que no se pueda abrir desde afuera si ya hay una persona adentro, yo sé que es complicado porque si uno pasa la tarjeta y no entra la puerta quedaría bloqueada, pero no creo que sea impedimento para gente que trabaja con mucho dinero, hacer de la seguridad de sus clientes lo primordial y además no es tan complicado: se puede solucionar con censores que detecten si hay o no gente adentro antes de bloquear la puerta, en todo caso hablamos de pocos dólares, en referencia a lo que los cajeros mueven.
 
Desde ya gracias por escucharnos,
Daniel Schneider

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Una tara

Con respecto a la nota de Rosario sobre los cajeros, me gustaría agregar otra cosa, que es interesante como ejemplo de cómo el trasplante de ciertas tecnologías choca con nuestra idiosincracia, con lo cual el arreglo de las cerraduras puede volverse irrelevante. 
 
Los cajeros han sido pensados para que la puerta se abra con tarjeta y se cierre al entrar y al salir el usuario, de manera que siempre quede identificado quién es que opera el cajero. Además, si tenemos la mala suerte de olvidarnos de la tarjeta en el cajero, éste ya no se abriría, evitando que el próximo usuario pudiera intentar usarla.
 
Sin embargo, estoy acostumbrado a ver que nuestros usuarios consideran una exigencia de cortesía, el dejar la puerta abierta al que sigue, y muchos se molestan si no se les ofrece caballerosamente la puerta abierta, especialmente si son damas. Esto es ni más ni menos que una tara, en sentido literal, que no resulta racional con respecto a la tecnología utilizada.
 
Saludos 
Oscar

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Pasador mecánico 

Emiliano:
Quisiera hacerle saber que el mecanismo de lector magnético que funciona en muchos cajeros es absolutamente insuficiente.  En efecto, si Ud. pasa CUALQUIER
tarjeta con banda magnética, el cajero abre.

He visto que compañeros de trabajo han abierto las puertas de los cajeros con tarjetas de control de horario que tienen una banda escasamente similar a las utilizadas para retirar dinero.

Además, aunque se exigiera una tarjeta válida, el mecanismo de apertura magnética no nos evita intrusiones no deseadas.

En definitiva: el mecanismo de cierre magnético, tal cual está implementado, es infinitamente inferior al de pasador mecánico, que sí es un buen mecanismo que
imposibilita de manera radical la entrada de personas ajenas.

Sin más, hago propicia la oportunidad para saludarlo, y manifestarle que lo escucho a diario con muchísimo gusto 

F. J. Menéndez.

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Jubilados

Estimados Emiliano y Rosario,
 
Me comunico con ustedes, para hacer una lectura diferente a la que dio Rosario en el informe anterior a cerca de los cajeros automáticos.
La misma está relacionada con la gran cantidad de jubilados que cobran por este medio, seguramente Rosario, se debe de haber topado con grandes colas de personas mayores los primeros días del mes. En algún caso a mi me toca 'salvar' a alguno de las 'fauces' del cajero automático, ya que no podían salir. Por lo cual creo que la dirección del BROU, eliminó las bandas magnéticas de la entrada, colocando a cambio 'Trancas' tradicionales. Por lo menos es el cambio que he visto en los cajeros de varias dependencias del BROU.
 
Sin más, saludos cordiales
 
Aníbal de Pocitos.
 
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"Modernidad". A propósito de lo que planteaba Rosario, en Fernández Crespo y Colonia, hay un cajero del BROU que tiene fuera de servicio el sistema de ingreso a través del lector de  tarjeta. La modernidad se ha sustituído en este caso por un clásico y seguro pasador metálico con el que se cierra desde adentro.
                                                                                       
Isabel