(emitido a las 7.36 Hs.)

JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Vamos a ubicarnos en el departamento de San José.

El Consejo de Educación Secundaria pidió al Ministerio de Trabajo que no desaloje a los ocupantes del liceo de Delta del Tigre. Desde el miércoles, los profesores se instalaron en el centro educativo y cancelaron las clases en reclamo por mayores medidas de seguridad, más personal y mejoras edilicias.

Funcionarios del Ministerio de Trabajo concurrieron el miércoles al liceo ocupado para intentar generar un ámbito de negociación a cambio de que el centro fuera desocupado, pero no lograron convencer a los docentes. Cuando las autoridades de trabajo se comunicaron con el Ministerio del Interior para que se iniciara el desalojo, Secundaria envió una nota en la que expresaban que se había abierto un espacio de diálogo con los ocupantes, indicaron a El Observador fuentes del Ministerio de Trabajo.

Según dijo una de las fuentes, se consideró que esa nota significaba el retiro de la solicitud de actuación, por lo tanto también se dejó sin efecto la mesa de negociación propuesta. Si el organismo no lo pide, el Ministerio no puede actuar tal como lo dice el decreto, señaló una de las fuentes consultadas.

El hecho que terminó por generar esta situación de incertidumbre fue un episodio de violencia entre estudiantes y personas ajenas a ese lugar, que ocurrió en las afueras del liceo. A partir de allí, los docentes vuelven a reclamar que se contrate a un portero y a un guardia 222.

Recibimos a Gabriela Figares, profesora de matemática de 2º año, que está participando en esta ocupación.

Vamos a fijarnos primero en los hechos que ocurrieron esta misma semana, ¿qué fue lo que pasó con esta guerra entre bandas ocurrida en las afueras del liceo?

GABRIELA FIGARES:
Esto comenzó el viernes pasado cuando chiquilines que estaban afuera del liceo, que suelen juntarse en la esquina, comenzaron a apedrear el local. Llegaron a entrar al liceo tratando de agredir a los profesores y alumnos que estaban aquí adentro...

JAE - ...¿Y eso por qué?

GF – Yo no tengo la información, y por lo que he hablado con los compañeros docentes ninguno sabe en realidad por qué fue que empezaron a apedrear.

JAE – Quienes tiraban piedras, ¿era gente ajena al liceo o había también estudiantes?

GF – Ahí suelen juntarse chiquilines que fueron alumnos del liceo –ex alumnos o gente que venía al liceo y abandonó– o también gente que jamás vino al liceo, gente totalmente externa.

JAE – Y luego de que comenzaron a apedrear los vidrios, ¿qué ocurrió?

GF – El lunes al mediodía alumnos de esa misma barra de chiquilines que se juntan afuera del liceo comenzaron a tomarse a golpes de puño con algunos alumnos del instituto. Los profesores tuvieron que dejar a los alumnos en los salones o en los pasillos y salir a separar a los chiquilines. Terminaron golpeados pero gracias a Dios no pasó a mayores.

JAE - ¿Qué pasó ahí, se llamó a la Policía?

GF – Sí, se llamó a la Policía pero no contestaba el teléfono. Entonces una de las profesoras que estaba acá en el centro le pidió una bicicleta prestada a uno de los alumnos y fue hasta la comisaría de Delta del Tigre, que queda a cuatro cuadras.

JAE - ¿Y entonces?

GF – Los policías tampoco vinieron, alegando que no tenían móvil. La Policía no se hizo presente.

JAE - ¿Cómo terminó la gresca?

GF – Los profesores pudieron separar a los chicos. Trataron de traer hacia adentro del liceo a los que eran alumnos y mantenerlos allí por seguridad. Justo se salía de la coordinación de profesores, entonces había un gran número de docentes. Se resolvió parar porque así no se podía seguir trabajando. Convocaron una asamblea de docentes para el martes a las 10.00 de la mañana y en la tarde se llegó a la idea de la ocupación.

JAE – ¿Este es un hecho que se da en forma reiterada? ¿Con qué frecuencia ocurren estos episodios?

GF – Por suerte no es que apedreen el liceo todas las semanas, pero siempre hay algún hecho de violencia o amenazas. Siempre están acá a la vuelta, casi todos los días, y siempre surge algo con estas barras de gente que está ahí afuera.

JAE – Pero es gente que vive en la zona.

GF – Sí, aparte hay menores, hay algunos que pueden ser mayores pero no superan los 20 años. Y tampoco es un gran número de gente, serán quince.

JAE – ¿Y qué es lo que están reclamando los docentes de ese liceo además de portero y guardia de seguridad 222?

GF –  También se está reclamando por condiciones de higiene básicas para funcionar. Porque el liceo es una casa de familia que se alquila y tres contenedores, y consta con un solo baño para 250 alumnos –hombres y mujeres– lo cual puede llevar a problemas y enfermedades. El otro día, precisamente, nos enteramos de que una chiquilina estuvo faltando al liceo porque tenía hepatitis, y con un solo baño esto puede llegar a hacerse una epidemia. Por eso buscamos soluciones inmediatas, porque así no se puede seguir.

JAE – Igualmente estamos hablando de problemas que son estructurales, en este caso el problema de los baños no se dio de la noche a la mañana.

GF – No, pero hace tiempo que lo venimos pidiendo y Secundaria nos dijo que nos podía mandar baños químicos, pero hasta antes de la ocupación no se hacía cargo del mantenimiento de los baños. Entonces, si tenemos baños químicos y no tenemos quién les haga el mantenimiento necesario, seguimos con el mismo problema. Además, el liceo no consta con personal de limpieza propio. Las personas que vienen a hacer la limpieza al liceo vienen porque hacen horas extras, trabajan en el liceo de Rincón de la Bolsa. Hay una persona que viene dos horas de mañana y se encarga de limpiar la parte de afuera del liceo, y la persona que se encarga de la parte de adentro y del baño viene tres o cuatro veces a la semana porque son las horas que tiene.

JAE – Con relación al guardia de seguridad del servicio 222, el consejero Daniel Guasco estuvo allí y dijo que en realidad el liceo tiene aprobado un guardia de seguridad.

GF – Sí, el liceo tiene aprobado un guardia de seguridad diurno de 222 pero lo que nos dice la Policía es que no hay nadie que quiera venir a hacerlo. Ellos no pueden obligar a ningún policía a venir a hacer el 222 porque no les compete.

Entonces nosotros pedimos otra solución, ya que por parte de la Policía no hay nadie que quiera venir a hacerlo. Necesitamos otra solución, por eso es que reclamamos un portero por parte de Secundaria, para que haya alguien encargado de vigilar quién entra y quién sale.

JAE – ¿Cómo sigue esta historia? Porque obviamente con el liceo ocupado no hay clases y quienes terminan pagando son los alumnos pero también la educación misma.

GF – Hoy va a estar ocupado el liceo así que por este día no va a haber clases. Ahora, 10.30 de la mañana, los docentes de acá se van a presentar en el Consejo de Educación Secundaria en Montevideo para tener una reunión y tratar de llegar a un acuerdo sobre lo que se reclama.

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