Entrevistas

Uruguay ante el desafío de manejar adecuadamente la basura electrónica

Uruguay ante el desafío de manejar adecuadamente la basura electrónica

Deshacerse de una forma incorrecta de electrodomésticos o aparatos electrónicos como computadoras, celulares y televisores provoca una gran contaminación al medio ambiente. En Uruguay, varias organizaciones y empresas trabajan para intentar reducir el impacto de lo que se ha dado en llamar "basura electrónica". Para conocer más sobre esta situación, En Perspectiva dialogó con la química farmacéutica Ana Luisa Arocena, que está dedicada a la gestión de residuos industriales desde hace 15 años y desde 1997 hasta 2007 fue secretaria ejecutiva de Compromiso Empresarial para el Reciclaje (Cempre), y actualmente es miembro honorario. Arocena dijo que "el camino que tenemos que transitar es organizarnos para que las computadoras lleguen a centros de desmantelamiento con las exigencias que hoy nos impone el estado del conocimiento". La experta explicó que el objetivo es "colocar" los residuos "en nuevos ciclos industriales" y opinó que el país está "en el camino" de asumir el proceso industrial de desmantelamiento y convertirse en exportador de materiales reutilizables.


(emitido a las 10.08 Hs.)

ROSARIO CASTELLANOS:
En Zonamérica, en Jacksonville, en la segunda jornada de la segunda edición del Tech Day, donde me encuentro, estoy en una mesa con una invitada, la química farmacéutica Ana Luisa Arocena, que desde hace 15 años está dedicada a la gestión de residuos especiales en el Uruguay. Además fue secretaria ejecutiva de Compromiso Empresarial para el Reciclaje (Cempre), desde sus inicios en 1997 hasta 2007, y actualmente es miembro honorario, suplenta de la secretaria ejecutiva.

En el año 2001 fundó la empresa Maia, que a partir del año 2010 es Triex Gestión de Residuos, de la que es responsable de investigación y desarrollo. Colabora en el Área Clasificadores de la Organización San Vicente, la que antes conocimos como Obra del Padre Cacho, con las empresas de exclasificadores que esa organización promueve. Y desde el año 2009 es miembro de la Red de Emprendedores Sociales Tecnológicos de Ashoka.

Hemos invitado a la química farmacéutica Ana Luisa Arocena para plantearle preguntas que todos nos hacemos.

Por ejemplo, ¿qué hace usted con el celular que decide cambiar? Si no tiene a quien regalarlo, seguramente va a parar a un cajón por años. ¿Y con la computadora que quedó obsoleta? ¿Cómo se desprende de ella? En una palabra, ¿qué corresponde hacer con ella?

El tema tiene mucho que ver porque estamos hablando de residuos relativamente nuevos, en la medida en que estos avances tecnológicos que no llevan tantos años tienen un ciclo de vida, en algún momento tenemos que desecharlos. La pregunta por otro lado viene a cuento de qué significa contaminar el ambiente cada vez que nos deshacemos de electrodomésticos o aparatos electrónicos. ¿Está previsto a dónde van a parar? ¿Cuánto de ellos podemos reciclar, que sería lo mejor, en la medida en que sería reutilizar, no solo no contaminar sino ahorrar en materiales para evitar tener que disponer de otros?

Esas son las preguntas que le vamos a plantear a la química farmacéutica Ana Luisa Arocena.

Acaba de recordarme que hace muchos años le hicimos una entrevista cuando se iniciaba en esta materia nada menos que con los tubos fluorescentes. Y vaya si ha corrido agua bajo el puente, el problema eran los tubos fluorescentes y nada más, y hoy tenemos todos estos que hemos agregado.

Pero vamos a comenzar explicando qué es Cempre, esta organización en la cual usted en algún momento tuvo un papel determinante.

ANA LUISA AROCENA:
Cempre es una asociación civil formada por empresas de diversos sectores del Uruguay que se han unido para generar una institución que lance al país, a todos los que están en la temática de la gestión de residuos, la mejor información posible mediante su objetivo, que es la promoción, la reducción y el reciclaje de residuos.

Sus actividades son vinculares, educativas y de investigación. Las vinculares son quizás porcentualmente las más significativas, aunque las menos llamativas, porque Cempre ha conformado una red muy importante de actores en la temática con los que alinearse hacia una mejora.

RC - ¿Qué se entiende por residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE)?

ALA - Nos basamos en las directivas europeas, que tienen muy buenas definiciones en esta área y nos iluminan. Se habla de todos los artículos que requieren corriente eléctrica o campos electromagnéticos para su funcionamiento.

RC - Es decir, todo lo que hay que enchufar o lleva batería o pilas.

ALA - Exacto, ese es el concepto. Dentro de ese grupo tenemos lo que llamamos la línea blanca, que son los electrodomésticos grandes y pequeños; tenemos la línea informática y de telecomunicaciones –a eso le decimos e-waste o chatarra electrónica–; la línea marrón, que comprende todo lo que son radios, televisores, etcétera, y varias otras categorías, que incluyen aparatos médicos, expendedores, cajeros, instrumentos de medida, electrónicos, etcétera. Solo se exceptúan de este grupo las grandes máquinas industriales.

RC - A pesar de que somos un país de poca población, se dice que hay una distribución de este tipo de equipamiento relativamente densa. ¿Hay algún cálculo de cuántos aparatos eléctricos o electrónicos se desechan, para tener una idea de la magnitud del problema?

ALA - No hemos alcanzado a tener cifras de todo este grupo de las RAEE, hemos alcanzado a tener cifras de la chatarra electrónica, con metodologías que se basan en los datos de aduanas y la vida útil que se estima, que es de cinco a siete años para países no saturados como Uruguay, porque por ejemplo en Suiza, que es un país saturado, los residuos electrónicos ya igualan lo que se vende nuevo. Uruguay no está en esa situación. A partir de datos de aduana, la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) presentó en el seminario que Cempre organizó en junio sobre este tema que se estima que se están lanzando 100.000 computadoras por año.

RC - Es un número importantísimo, porque se calculan en 240.000, 250.000 las que se importan por año.

ALA - Exacto, por ahí, es un número importante. En kilos también es importante, le ponemos un promedio de peso por kilo de 10, aunque los pesos son muy variables. Estamos hablando de 1.000 toneladas por año de residuos electrónicos específicos en computadoras, más todo lo demás.

RC - Es interesante el proceso que trata de recuperar elementos. ¿Cuánto de una computadora sería reciclable? ¿Qué componentes se pueden reciclar?

ALA - Las computadoras son artículos fabricados con componentes valiosos y peligrosos, las dos cosas a la vez. El estado del arte hoy nos empuja a que ojalá no demos con una usina donde la Intendencia coloque, ese no es el camino que tenemos que transitar. El camino que tenemos que transitar es organizarnos para que las computadoras lleguen a centros de desmantelamiento con las exigencias que hoy el estado del conocimiento nos impone, de modo que podamos colocar los materiales de que están conformadas en nuevos ciclos industriales.

RC - Me sorprendió una cifra que tú manejaste en una presentación; hablabas de que prácticamente el 98% de una computadora es reciclable.

ALA - En Estados Unidos.

RC - Pero la posibilidad existe.

ALA - La posibilidad existe, si nos organizáramos, lo que quiere decir implantar un sistema de captación y un sistema operativo de desmantelamiento y almacenamiento de las fracciones con escalas. Y una conexión con el resto del mundo, porque es absolutamente impensable que nuestra escala permita tener procesos industriales para todos los componentes, inevitablemente hay que pensar en la exportación de las fracciones. Incluso se puede plantear la exportación del equipo entero, que se trata de evitar porque esta actividad también es una oportunidad de empleo para el país.

RC - El desarmado, por ejemplo, el ir fraccionando en elementos para que esa exportación sea menos costosa o para que se pueda trabajar con ellos, ¿es tan complicado?, ¿es un costo?

ALA - No, no es tan complicado. Es abordable y hay varios actores trabajando para ello, entre los que me incluyo desde los varios roles que tengo. El punto siempre es la financiación de las actividades. Los materiales reciclables, la parte de materiales ferrosos, los metales no ferrosos, como cobre, aluminio, metales valiosos...

RC - Creo que incluso oro.

ALA - Exacto; platino, cadmio, etcétera, pueden ser colocados y vendidos, y van a poder financiar las actividades aguas arriba, por decirlo así, de ese momento, de esa colocación en el reciclaje industrial. Es una polémica cuánto pueden financiar. Desde mi punto de vista, por lo que he estudiado, lo que he visto en Canadá, en la India, países en los que he visitado plantas de este tipo, depende mucho del mercado y de la exigencia ocupacional y ambiental que le pongamos a la actividad.

Por ejemplo, destaco una experiencia que visité en Canadá, una planta modelo. Ellos cobran por el servicio, y compiten, incluso en Canadá, con empresas que pagan por los residuos. Esos residuos son introducidos en un contenedor y van a Asia, y hoy Naciones Unidas, mediante el Convenio Internacional de Basilea y grupos de trabajo, lucha mucho contra el tráfico ilícito de estos residuos, que son tentadores para la búsqueda de oro, pero que dejan problemas sanitarios y ambientales fuertes. En internet hay muchos videos que uno puede observar.

RC - Esa es la otra pregunta: en qué medida esto que se puede reciclar no es lo más contaminante cuando se desecha.

ALA - Es contaminante si se desecha mal, tiene un potencial, por eso hablamos de componentes peligrosos.

RC - Pero en la medida en que se reciclan, ¿no se reduce la peligrosidad?

ALA - Absolutamente, si los materiales alcanzan unas instalaciones adecuadas estás haciendo un ahorro sustantivo de recursos no renovables, y no tanto por aquel mineral que no le estamos pidiendo de más al planeta, sino por toda la energía y el agua que le dejás de pedir. No hay dudas sobre el ahorro que el reciclaje de estos materiales le significa –que a veces las hay en el caso de otros materiales– al planeta; en instalaciones adecuadas, insisto. En el caso de los cables de cobre, por ejemplo, el reciclaje en una instalación adecuada es un ahorro; un cobre recuperado con una quema a cielo abierto, en condiciones inadecuadas, para quitarle el plástico no es un beneficio para el país.

RC - ¿Cuál es la situación del Uruguay hoy? En tu presentación decías que no se ha superado el 60% de los materiales reciclables, y no creo que el proceso se complete en esas 100.000 computadoras que se desechan. ¿En qué situación estamos hoy en la materia?

ALA - Estamos en una situación evolutiva desde actividades aún inmaduras, embrionarias, hay una efervescencia en el tema porque la comunidad lo pide, porque nos viene desde fuera, porque ya tenemos una cierta sensibilidad y la comunidad pide que se atienda este tema, y por supuesto que el sentido común y la ética nos lo piden. Estamos carentes de la organización de ese sistema. Allí yo aludo a la responsabilidad extendida al fabricante y del importador y el dueño de la marca, que es el principio que el mundo ha alabado como modo de organizar esos sistemas.

***

RC - Hablemos de lo que tú conoces de las experiencias exitosas en otros países, porque este tema hoy por suerte es mundial y supongo que otros se han adelantado a resolverlo. De todo lo que has visto, ¿qué soluciones te parece que son aplicables a nuestro país?

ALA - Estuve en la India en una planta de desmantelamiento de la cual vine con muchas ideas. La experiencia no es extrapolable en un 100% en tanto que el mercado industrial de la India es muy diferente del nuestro en escala, tamaños y tecnologías disponibles. Por ejemplo, a esa planta venían –lo vi con mis ojos– camiones de todo tipo a pedir materiales. Había cola esperando materiales, y es muy llamativo encontrar que partes de una lapicera como este manguito, etcétera, vienen de la recuperación de materiales provenientes de los residuos electrónicos. Nosotros no tenemos ese despliegue y tenemos que organizarnos de un modo muy diferente.

RC - Pero ¿podemos ser parte de la oferta para esos que van a pedir en la India, podríamos llegar a mercados que están solicitando ese tipo de material, antes de procesarlo?

ALA - Exacto, para eso tenemos que hacer escalas de desmantelamiento, en el sentido de que es una oportunidad de generación de empleo, de generar un servicio ambiental, de ahorro de volumen en los transportes, y no hacer una exportación directa de los equipos. Algo ya hay en el país, tiene que haber de mejor calidad y en más profundidad, y va a poder existir en la medida en que ordenemos las finanzas de todos esos sistemas. Nos toca hacer la internalización de los costos ambientales en nuestros presupuestos, y para eso nos toca regular el sector.

RC - ¿De quién es la responsabilidad de esa regulación? ¿Por dónde debería comenzar a asumirse que, aparte de una ventaja para algunos, es una responsabilidad que otros deberían asumir?

ALA - Es múltiple, tenemos leyes que ya asignan responsabilidades muy directas a determinados actores institucionales. Es múltiple en el sentido de que todo usuario de un artículo que convierte en residuo cuando ya no le es útil es un generador de residuos, y nuestro derecho legal concluye que un generador de residuos es responsable de esos residuos.

RC - Hasta donde yo sé, para determinado tipo de materiales lo único que tengo es una disposición de la Intendencia que dice que llame a determinado número y los pasan a recoger, cuando no alguna organización benéfica, si todavía están en funcionamiento. Pero de ahí en más no sé qué ocurre con ese material, si en definitiva alguien se ocupa de reciclarlo o simplemente termina en la usina 5 con el resto. No hablemos de las pilas o baterías.

ALA - Es demasiado complejo el tema para abordarlo todo. Me refiero a la responsabilidad de cada uno en los distintos roles; obviamente tenemos el rol que nuestras leyes asignaron en este caso al Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (Mvotma) como regulador en esta temática; está la responsabilidad de los usuarios, de los generadores de residuos más importantes como empresas, etcétera, asumir su responsabilidad directa por la generación de esos residuos y comprometerse con el desarrollo de procesos, con conocer a dónde van sus residuos.

RC - ¿Eso se hace hoy?

ALA - Se hace; de hecho hay actividades empresariales que dan esos servicios ambientales. Tienen que fomentarse mucho más aún, por algo hicimos el seminario este año sobre esta temática, pero existen, y han existido sin regulación.

RC - Pongamos un ejemplo: una gran compañía, un banco, que decide renovar todo lo que tiene que ver con sus equipos de computación por equipos nuevos. Yo conozco una cooperativa que trabaja cerca de la Usina 5, que va y retira esos residuos en una vieja camioneta, pero parecería que todavía sigue siendo una iniciativa demasiado artesanal. Ellos se encargan del tubo de imagen, de los equipos, de una cantidad de cosas, pero no sé hasta dónde llegan. ¿Existe hoy otra posibilidad un poco más institucional?

ALA - Existen, pero prefiero no nombrar los actores. Preferiría que eso lo hiciera una autoridad pública. Hay diferentes grados de industrialización y de autorizaciones; la gestión de los RAEE, por ejemplo, en tanto están definidos como residuos peligrosos, implica autorizaciones ambientales. Podemos convivir con actividades artesanales en la medida en que exista una mejora continua, que nos acerquemos y vayan acompañando, que el país todo se organice para la regulación de esto, pero estrictamente, si aplicamos la ley de evaluación de impacto ambiental y su decreto reglamentario, la gestión de los RAEE requiere autorizaciones ambientales, requiere instalaciones controladas, que lo que tú estás aludiendo obviamente no tiene.

La gestión de tubos de rayos catódicos, que son los monitores, esas cosas, implica un contacto con plomo muy directo, no debería efectuarse en condiciones artesanales, no se debería romper monitores ni tubos fluorescentes fuera de un lugar controlado, porque ahí estamos liberando contaminantes muy directos, más directos que en el caso por ejemplo de un circuito impreso de una placa, en el que la liberación de contaminantes implica un proceso oxidativo y de degradación muy diferente. Al romper los vidrios que participan en aparatos eléctricos se produce rápidamente una liberación de contaminantes que no debe efectuarse fuera de control.

RC - Tú trabajás con la gente de San Vicente, que son clasificadores. ¿Hasta qué nivel pueden llegar los clasificadores? ¿Y luego qué pasa con lo que obtienen?

ALA - El clasificador no organizado, en general de la calle, no llega a las prácticas recomendadas. En la Organización San Vicente no se alcanza a controlar eso, ni lo alcanza a controlar la Intendencia, ni lo alcanza a controlar la Dinama. Aunque hay prácticas que sabemos que tenemos que erradicar, por eso decimos "no rompan esto"... En el año 2005, el proyecto BID Reciclar Esperanzas, de una de las empresas de la Organización San Vicente, fue la creación de un emprendimiento en este sector. Ese emprendimiento tiene que seguir mejorando, no ha conseguido aún capital para tener las infraestructuras que demanda, trabaja en alianza con empresas. Yo estoy involucrada ahí, por eso prefiero no ahondar directamente en eso, porque no quiero que esto se tome a mal.

RC - Pero me interesa, en la medida en que puede resultar una información que le sirva a la gente para resolver inteligentemente algo, tenés que explicarnos algo.

ALA - Perfecto. Hoy no hay un servicio para el usuario aislado común.

RC - ¿Cuál sería una conducta responsable?

ALA - Guardar todo lo que se pueda, empujar a mis autoridades en mis lugares de trabajo.

RC - La personal, la que tengo en mi casa.

ALA - Yo mientras me lo guardo. Estoy esperando la madurez del país para que me lo pueda tomar. Si tengo tamaño en generación, contrato alguno de estos servicios, en el sitio web de Cempre (www.cempre.org.uy) o en el teléfono.

RC - Una empresa entra en esa página...

ALA - ... busca en la pestaña de información, que se llama Base de datos, y allí hay una base de datos con todos los operadores de residuos que existen en Uruguay, entonces busca por residuos especiales y van a aparecer. Si no, busca en el sitio web el teléfono, y consulta, explica.

RC - No tienen lugar para guardar pero se lo van a buscar y en algún depósito...

ALA - No es tan así. Porque sale caro, esta recolección no consigue amortizarse con el dinero que ingresa por materiales de reciclaje.

RC - Pero te los pueden llevar, ¿tampoco tienen lugar donde depositarlos?

ALA - Exacto. Hay empresas que cobran por este servicio y hay empresas que reciben sin cobrar, pero normalmente el servicio hoy en Uruguay atiende al gran generador.

RC - El gran generador puede tener un gran problema, puede tener cientos de computadoras.

ALA - Se le hacen trabajos especiales, entonces sí hay desmantelamiento.

RC - Eso está.

ALA - Exacto, eso funciona.

RC - Entonces, ¿cuánto faltaría?, ¿en qué tiempo estimás tú que el país podría asumir el proceso industrial serio de desmantelamiento, aunque luego no complete el reciclaje, pero para separar las partes y convertirnos en un exportador de esos materiales para que otros luego puedan reutilizar? ¿Nos falta mucho?

ALA - No, no nos falta mucho, ya estamos en el camino. La semana que viene voy a presentar un plan de negocios social en el marco de la Organización San Vicente y en alianza con la empresa Triex para buscar capitales en el mundo con el fin de agilizar esto. Entonces estoy muy comprometida, y acá estoy conversando por Cempre.

RC - Siempre dentro del ámbito privado.

ALA - Dentro del ámbito privado. En el mundo no he visto un servicio público en esta área, es típicamente una actividad privada de quienes buscan la inclusión social como elemento.

RC - ¿En qué medida la responsabilidad pública podría apoyar o fomentar que esto sea una realidad?

ALA - Organizando el sistema de financiamiento de la operativa. Allí tenemos la experiencia de la ley de residuos de envases, del decreto de las baterías plomo-ácido (las de los vehículos, no pilas), en los que ya hay planes de gestión, maestros, que están soportados por las empresas fabricantes, importadoras o dueñas de marcas.

RC - Que no son menos responsables en el tema, han asumido eso.

ALA - Exacto, eso es lo que el mundo ha laudado como ese concepto de la responsabilidad extendida al fabricante. Por eso se dice "responsabilidad extendida", porque la responsabilidad es del generador y del que usó, pero en la medida en que la extendemos al fabricante, los costos y todo el ejercicio de esto entran dentro del presupuesto del fabricante, va a terminar en el precio. La gente dice: "¿Por qué yo?"; porque yo soy el usuario.

RC - El que está generando la basura.

ALA - Exacto, es la aplicación de "quien contamina paga". Si lo diluimos en un presupuesto municipal la persona que no usa computadora va a terminar financiando la gestión de residuos que no generó.

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Transcripción: María Lila Ltaif