Instalan la segunda escuela de seguridad ciudadana
Este miércoles se lanzó la segunda escuela de formación de promotores de seguridad ciudadana con la presencia del director general de Secretaría del Ministerio del Interior, Charles Carrera, el director de la Policía Nacional, Inspector Principal Julio Guarteche, el director nacional del Programa de Mesas Locales, Edgar Bellomo; el comando de Jefatura de Policía de Montevideo y vecinos de la zona.
El local de esta escuela será en la Asociación Cristiana de Jóvenes -ACJ- de Portones y, según se informó, estos talleres educativos ya tienen un antecedente en una primera escuela emplazada en el barrio Colón.
Sobre de qué tipo de escuela se trata, las autoridades informaron que la primera experiencia fue dada por la Jefatura de Policía de Canelones y son unos ocho talleres.
El director nacional del Programa de Mesas Locales, Edgar Bellomo, explicó a El Espectador en qué consisten algunos de los talleres:
"Se explica, por ejemplo, cómo funciona una comisaría, quiénes son los mandos, las jerarquías y el funcionamiento. En otro capitulo está el taller acerca de las drogas, sobre cuáles son sus efectos, cómo orientar a los consumidores que quieran recuperarse, cómo orientar a la familia en el tratamiento y denunciar problemas de ventas de drogas", dijo.
Otro capítulo "refiere a los derechos de la gente, esto es que hay gente que cree que por el hecho de que encuentra a alguien dentro de su predio puede efectuarle un disparo y que no tiene consecuencias. No solo no es así si no que ahí se le instruye de qué es la legitima defensa, que si esta permitida pero no cualquier cosa, así como otros elementos de cómo manejarse frente a determinadas situaciones".
Una de las lecciones importantes que se intenta inculcar en los alumnos es que hacer cuando al ingresar a su casa una persona la encuentra desvalijada. La tendencia, según Bellomo, es llamar al 911, pero eso no es lo correcto.
Consultado sobre cómo esta compuesto el alumnado de esta escuela, quiénes son los interesados en ser referentes de su barrio en materia de seguridad ciudadana, Bellomo dijo que "la gente que hace los cursos termina siendo o adquiriendo un diploma de promotores en seguridad, esto los convierte, si es que no lo son, en referentes importantes para la cuadra, para la cooperativa de vivienda, la zona o el barrio y además los capacita y les da una posibilidad de actuar realmente, de volcar sus conocimientos y su experiencia solidariamente a través de las mesas de convivencia y seguridad ciudadana que el Ministerio del Interior viene desarrollando también desde el 2006 y que desde el año pasado esta procurando desarrollar y multiplicar en todo el país". Las edades de los que participan "son de entre 18 en adelante y hay de todas las edades", señaló Bellomo.
En Colón se anotaron unas 100 personas y después muchos fueron abandonando las clases, hasta que unos 60 están a punto de recibirse y obtener su diploma en promotor de seguridad ciudadana.
Para los nuevos talleres de la ACJ de Portones de Carrasco ya hay unos 80 inscriptos. Si aprueban seis de ocho talleres ya consiguen el certificado.
Las clases las dicta personal asignado de la Jefatura de Policía de Montevideo. En ellas se informa de varios temas con docentes capacitados en cada área: cómo funciona una comisaría lo explica un comisario, cómo funciona y cuál es el cometido de Policía Técnica le compete a un funcionario de esa repartición, lo mismo con Bomberos o temas de drogas, ahí se encarga la Brigada Antidrogas.
Los vecinos que aprueban los ocho talleres no tienen una salida laboral. Entonces, se los prepara para que sean vecinos referentes en seguridad en la zona, pero además para que sean multiplicadores de conocimientos preventivos.
Por ejemplo, para que le hagan saber a otros vecinos que si quieren denunciar una boca de venta de pasta base de forma anónima, lo pueden hacer al 0800 2121 y no deben llamar al 911.
En la zona donde se instala la escuela, así como en Colón, funciona la medida de comunicación sonora entre vecinos por medio de un silbato especial donde se alertan de sospecha de delincuentes que merodean. Esta idea surge de las mesas de convivencia.
Hay vecinos de Buceo, Villa Dolores y Carrasco Norte, que participarán de la nueva escuela de Punta Gorda que se instala en este momento y después podrán aplicar sus conocimientos en mesas de convivencia: la unión de los vecinos organizados, la Policía y el municipio (alcalde) de la zona, todos unidos.
Con esta escuela, explicó Bellomo, no se pretende que los vecinos sustituyan a la Policía ni que se transformen en "un ejército de buchones".
"Nadie le esta pidiendo a los vecinos en las mesas que sustituyan la labor de la Policía. Estamos pidiendo confianza y cooperación. Tampoco es un ejercito de buchones lo que estamos comentando. Los vecinos son trabajadores", explicó.
La idea es dictar una clase por semana, de una hora y media cada una, y comenzará a las 19.30 considerando que se trata de vecinos en edad adulta, con trabajo.
Al cierre de su diálogo con El Espectador, Bellomo reflexionó a que se debe el crecimiento de esta iniciativa, la cual surgió en 2006.
"Yo creo que la inseguridad, más allá de esta solidaridad o responsabilidad social es la que nos lleva a nuclearnos, a dar respuestas al famoso concepto de hacer algo. Después del hagan algo empezamos a dialogar y pudimos demostrar que es hagamos algo, empezamos a tener interés por estos temas, porque no alcanza con decir acá lo que hay que hacer es tal cosa, uno dice acá hay que poner mas patrullaje, estamos de acuerdo todos, más presencia policial estamos de acuerdo todos. Cómo hacemos si no podemos tener el numero suficiente, qué papel pueden jugar los vecinos".
A criterio de Bellomo, "un policía en cada esquina no puede haber. Como el vecino puede ser los ojos de sí mismo y de la zona y del barrio y estar en una comunicación permanente con la seccional, la respuesta pueda ser preventiva o por lo menos represora de un hecho que esta sucediendo", sentenció.