Este jueves, Garcé presentó la denuncia de malos tratos a presos de parte de policías canarios.
 
De acuerdo a la denuncia, hubo una pelea de bandas rivales en el penal y los efectivos fueron a reprimir. Hasta ahí, nada fuera de lo normal. Pero según Garcé: una vez controlada la trifulca, los policías obligaron a varios presos a desnudarse y los golpearon con bastones. Y a uno de los reclusos le cortaron el pelo con un cuchillo.
 
El ministro del Interior, Eduardo Bonomi, ha dicho que su cartera está investigando el episodio, y que una vez que esté terminado el informe, lo divulgará.
 
Por su parte, la Asociación Sindical de Policías de Canelones (Aspoca) emitió un comunicado destinado al "poder político" donde piden un "llamado a la responsabilidad (política)". Dice el comunicado: "Se violan constantemente los derechos humanos de los trabajadores policiales, al igual que los reclusos. Esta asociación llama a responsabilidad política por este asunto y el único facultado para dictaminar un delito es la justicia".
 
Fernando Bazzano, secretario general de la filial canaria del Sindicato Único de Policías del Uruguay, hizo duras acusaciones. En diálogo con El Espectador Bazano dijo que llaman a responsabilidad política ya que han denunciado la situación de violación de los derechos humanos de los reclusos y la situación de los funcionarios policiales varias veces sin obtener respuesta.
 
El policía sindicalizado dijo que sus colegas de Canelones están en riesgo porque al convivir con reclusos están proclives a contagiarse enfermedades y llevarlas a su hogar, haciendo referencia a un recinto construido para albergar 700 reclusos que esta actualmente desbordado con más de 1200 internos.
 
Bazzano se refirió al enfrentamiento de esta semana y señalo dijo que los policías se habían defendido de los ataques de los reos con cortes carcelarios, que actuaron siendo mayoría, y que los policías que trabajan en la cárcel preferían no hacer declaraciones, por miedo a represalias.
 
Además agregó que no es la primera vez que los reclusos agraden a los policías, y que estos responden como pueden dada la minoría numérica.
 
La cárcel de Canelones tiene 1.200 reclusos y unos 100 policías. Un 20% del total del personal está con licencia por psiquiátrico y algunos desafectados del trabajo en la cárcel.
 
Consultado respecto a las armas, drogas y celulares en el poder de los reclusos, ingresadas con la complicidad de policías, Bazzano lo reconoció, y dijo que la fuerza policial se autodepura y cuestionó las garantías  que puedan generar la presencia de las FFAA dentro de los recintos en cuanto a ese tema.
 
Bazzano entiende que el bajo salario tiene mucho que ver en la corrupción de algunos policías. El policía agremiado fue enfático: Garcé se apresuró –dijo- a hacer comentarios cuando, a su entender, la Justicia debería expedirse y en todo caso, el Ministerio del Interior, investigar lo sucedido.
            
Por su parte, el comisionado parlamentario, Adolfo Garcé, explicó por qué habló de uso desmedido de la fuerza y de tortura policial, aunque coincidió con el funcionario policial en que la última palabra la tiene la Justicia.
 
Para Gracé esta claro que la acción policial se limita a reprimir hechos de violencia entre los reclusos o de estos hacia la guardia, pero que lo que consta en la denuncia esta por fuera de eso y es abuso.
 
Con respecto a la presencia de las fuerzas armadas, Garcé dejó claro que él nunca la pidió para dentro del predio penitenciario. Y él entiende que, por ley, debe haber efectivos militares para revisar a los funcionarios policiales que entran y salen de trabajar. Esto como garante de los funcionarios honestos, dijo.