Entrevistas

Consejero Corbo es optimista sobre acuerdo multipartidario en educación aunque espera cambios concretos

Consejero Corbo es optimista sobre acuerdo multipartidario en educación aunque espera cambios concretos

El 30 de noviembre, el integrante del Consejo Directivo Central (Codicen) de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) en representación del Partido Nacional, Daniel Corbo, había enviado una carta al director general de la ANEP, José Seoane, en la que expresaba sus reparos con el documento base de la Agenda de la Reforma Educativa. Pocos días después, la ANEP presentó esta iniciativa junto al Ministerio de Educación y Cultura y a la Universidad de la República, y el próximo jueves los partidos políticos se reunirán con el presidente de la República, José Mujica, para discutirla. ¿Podrá lograrse el acuerdo multipartidario que se espera? Para conversar sobre este asunto, En Perspectiva entrevistó al consejero Corbo, quien dijo ser "optimista" con respecto al diálogo entre los partidos, aunque advirtió que el acuerdo en sí no debe convertirse en la finalidad. "Eso únicamente lograría dar la sensación de que estamos todos en el mismo barco y de que va a cambiar algo, pero en ese recorte y desdibujamiento del cambio no cambiamos nada, y solo logramos que se amortigüen las críticas al sistema con la expectativa de que hay un acuerdo nacional", opinó. Por otra parte, en referencia al rechazo que el proyecto Pro-Mejora generó en los sindicatos de la enseñanza, Corbo reflexionó que "cada vez que se presenta un proyecto de transformación, los mismos grupúsculos sindicales se encargan de impedir que eso funcione".


(emitido a las 10.08 Hs.)

EMILIANO COTELO:
El jueves de esta semana se llevará a cabo la reunión de los partidos políticos con el presidente José Mujica a fin de comenzar a tratar la Agenda de la Reforma Educativa. El documento base fue presentado el lunes por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC), la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) y la Universidad de la República (Udelar), pero casi de inmediato comenzó a recibir críticas de blancos, colorados e independientes.

Por ejemplo, Daniel Corbo, integrante del Codicen (Consejo Directivo Central de la ANEP) en representación del Partido Nacional, dirigió una carta al director general de la ANEP, José Seoane, en la que, entre otras cosas, dice: "No obstante el esfuerzo reseñado, en nuestra opinión, el documento del Codicen no cumple las condiciones requeridas para responder a la crítica situación de nuestra educación pública, pues no contiene propuestas categóricas de cambio ni audacia en la concepción de una renovación del sistema educativo capaces de responder adecuadamente a los complejos desafíos que las circunstancias actuales nos plantean".

Teniendo en cuenta ese tipo de cuestionamientos y, por otro lado, la postura de algunos sindicatos de profesores, que defienden la autonomía a ultranza, ¿qué puede pasar con el acuerdo multipartidario que se pretende?

Vamos a conversar con el consejero Daniel Corbo.

Usted fue quien propuso lo que después terminó llamándose proyecto Promejora, aprobado por el conjunto del Codicen. ¿Qué análisis hace del rechazo que el proyecto generó a nivel sindical, tanto de la Federación Nacional de Profesores (Fenapes) como en Asociación de Docentes de Educación Secundaria (ADES) y en el Consejo de Educación Secundaria (CES)?

DANIEL CORBO:
Nosotros somos representantes de la oposición en el Codicen, y como representantes de la oposición podíamos perfectamente haber tomado el camino de denunciar la mala situación de la educación pública, podíamos hacer una fiesta planteando las cosas que funcionan mal, podíamos haber puesto palos en la rueda diciendo que no a todo lo que se intentara hacer desde el oficialismo.

Pero nuestra actitud fue otra, nuestra actitud fue la de sentir que estábamos allí para servir a la defensa de la educación pública y que más bien teníamos que proponer respuestas. Como opositores también tratar de incidir por la vía de iniciativas, de proyectos que significaran decir: "Estamos mal, nosotros tenemos estas ideas; junto con otras ideas que pongan otros, veamos si podemos cambiar esta situación y hacer algo mejor". Esa ha sido nuestra intención, pero está visto que, como ha ocurrido en los últimos 25 años, cada vez que se presenta un proyecto de cambio, un proyecto de transformación, los mismos actores, los mismos grupúsculos sindicales se encargan de poner freno, de impedir que eso funcione.

EC - ¿El problema es ese proyecto de cambios o es el hecho de que lo impulsó usted, casualmente consejero representante de la oposición?

DC - Las dos cosas. Por un lado, en una hipótesis de mínima yo diría que sí, que efectivamente, el hecho de provenir de ciertos sectores ya levanta, por un problema ideológico, en algunos sectores radicales de izquierda una resistencia. Pero más allá de eso, lo que preocupa del Promejora es que instrumenta, en un espacio acotado, una nueva visión del sistema educativo, es una preparación de una nueva concepción que tiene dos ejes, el centro educativo como base de la innovación y el cambio a través de la autonomía de ese centro para diseñar propuestas pedagógicas en el territorio, en la cercanía de donde están los estudiantes y los problemas, y la diversidad y flexibilización a la hora de dar respuestas. Hasta ahora el sistema ha funcionado como una especie de gran elefante que tiene una propuesta única muy rígida, muy verticalista, muy centralizada, lo que también ha hecho que ese aparato burocrático sea muy fácilmente controlable por ciertos sectores de poder.

El hecho de dinamizar el sistema colocando en cada unidad una capacidad de diseñar respuestas a su realidad hace mucho más difícil este control de poder que ejercen ciertos sectores. Creo que en el fondo la preocupación no es por un programa que intenta una experiencia acotada en 20 centros, sino que esos 20 centros sean un laboratorio que va a elaborar los instrumentos para hacer posible esa otra concepción de sistema basada en dar espacios para creatividad, para innovación a los centros, para responder desde el propio lugar, desde la propia realidad a los problemas que allí existan.

EC - De todos modos, no es "la reforma educativa" ni nada que se le parezca, es un programa piloto que se va a aplicar el año que viene ¿en cuántos centros?

DC - En 20.

EC - En 20, nada más. Sin embargo ha provocado las reacciones que ha provocado. Por ejemplo, ADES desgremializó la semana pasada a la profesora Estela Alem, por su participación en el equipo técnico del Promejora pese a que ADES se ha opuesto. ¿Cómo observa ese tipo de respuesta?

DC - Con gran preocupación, con mucha tristeza de que esto vuelva a ocurrir en el país, un país que creíamos superado. Es inaudito que un sector tome estas medidas simplemente porque alguien piensa distinto, porque alguien tiene una visión diferente.

EC - El argumento es: el sindicato tomó una posición, que es de rechazo, y si alguien está afiliado al sindicato tiene que acatar, porque esa es la posición del gremio. Así lo defendió, por ejemplo, el dirigente Juan Castillo del PIT-CNT este fin de semana, no cuestionó la expulsión.

DC - Es una mirada, Juan Castillo es del Partido Comunista (PCU), es una mirada de un pensamiento único, acostumbrada a una visión uniforme, verticalista, centralista, de que hay una concepción y a las que están en contra hay que destruirlas, rechazarlas, en este caso desgremializarla. Nosotros obviamente tenemos un pensamiento democrático y por esencia plural, las convicciones de cada uno para hacer las opciones que con criterio técnico se consideran positivas. Esta es una docente de izquierda, una docente comprometida sindicalmente desde hace muchos años, estuvo en la mesa dirigiendo a ese sindicato, pero vio este programa, lo analizó, se preocupó, se interiorizó y consideró que era bueno. Ella quiere defender en el sindicato ese programa, pero no se le ha dado nunca el espacio para expresar su voz, para decir sus razones. Es un gran problema.

EC - En el fin de semana varios sectores del propio Frente Amplio (FA) salieron en defensa de la profesora Alem y cuestionaron a ADES. El Partido Socialista, para empezar, pero además la Vertiente Artiguista, el Nuevo Espacio, e incluso, a nivel de dirigentes, la CAP-L (Corriente de Acción y Pensamiento-Libertad).

DC - Me parece muy importante eso, porque muestra un aislamiento, que se ha dado también sobre Pro-Mejora, respecto a estos grupos minoritarios sindicales que toman este tipo de actitudes antidemocráticas, y muestra que no tiene opinión esa postura. Pasó con el Pro-Mejora, el gobierno se alineó con el Pro-Mejora, es un Gobierno de izquierda, y casi todos los partidos del FA, salvo el PCU, se alinearon a favor del Codicen en el diferendo con Secundaria a favor de Pro-Mejora, todos los partidos de la oposición hicieron lo mismo, y creo que vastos sectores de la opinión pública estuvieron en esa posición. De manera que hay que empezar a vislumbrar de qué modo este conflicto está generando un posicionamiento de diversos sectores políticos y de la sociedad, de la opinión pública, en contra de estas actitudes que cada vez quedan más solitarias, más aisladas.

EC - En estas semanas también se produjo la reacción en contra del CES, que después terminó alineándose en torno al Pro-Mejora, aunque sin que hubiera una manifestación pública contundente de aprobación. Esa parte del diferendo, que fue Codicen-CES, ¿en qué punto quedó?

DC - Secundaria está trabajando en la comisión, hizo una ampliación de su delegación en el Pro-Mejora, porque integró –como nosotros habíamos planteado cuando se dio la instancia de diferendo– al consejero Tomeo. Hemos tenido ya dos reuniones en las que ha participado el consejero Tomeo, que está participando activamente en la comisión.

EC - ¿Cicatrizaron esas heridas, entonces?

DC - Hay una actitud de participación de Secundaria en el Pro-Mejora. Otra cuestión es la cuestión entablada de fondo, que tiene que ser objeto de reflexión.

EC - ¿A qué cuestión de fondo se refiere?

DC - Me refiero a los problemas de institucionalidad que significó el desacato de Secundaria. Hemos señalado en más de una oportunidad –mucho antes de este diferendo, porque habíamos visto resistencias a procesos de cambio– que el gobierno tiene que comprender la necesidad de una coherencia entre el rumbo de un cambio educativo y los encargados como autoridad de aplicar o de implementar ese cambio. No puede ser que se defina un rumbo de cambio en una dirección y que quienes se encargan de aplicarlo luego tengan una dirección distinta, porque entonces el cambio no se puede implementar.

EC - Durante los varios días que duró esa pulseada entre el Codicen y el CES se manejó la posibilidad de cambios en los nombres del CES. ¿En qué quedó esa alternativa?

DC - Hay que preguntárselo al Gobierno, en última instancia la definición es del Gobierno.

EC - Pero los integrantes del CES no los nombró el gobierno, los nombró el Codicen.

DC - Sí, pero los nombres vinieron del gobierno. Yo no participé, usted recordará que el consejo no esperó mi ingreso y cuando yo me integré ya había resuelto la designación de los consejos desconcentrados. Por lo tanto yo no tengo arte ni parte ni responsabilidad en la designación de los consejos desconcentrados, y así lo señalé en su momento. También señalé en ese momento que tenía que existir claridad en una cosa: las autoridades de la educación no pueden en ningún nivel estar en contra de las líneas de cambio que se designen. En ese caso hay que elegir: o no se hace el cambio o hay que cambiar las autoridades. Creo que ese tema está todavía planteado y creo que en la educación va a haber cambios, pero la palabra la tiene el Gobierno.

EC - Esto que hemos venido conversando en estos minutos, la reacción por el lado sindical y del CES ante el proyecto Pro-Mejora, simplemente ante el proyecto Pro-Mejora, ¿qué enseñanza le deja a usted con respecto a la etapa que ahora comienza de negociación de un Acuerdo Nacional para la Reforma Educativa?

DC - Si por tan poca cosa, un proyecto que involucra a 20 centros, hay este lío fenomenal, uno advierte que cuando se planteen propuestas de cambio más profundas, más transformadoras del sistema en su globalidad, la resistencia va a ser muy grande.

EC - ¿Cómo hay que manejar esa resistencia?

DC - El proceso de Acuerdo Nacional para un Cambio Educativo va en el sentido de generar las condiciones para que no ocurra otra vez lo que ha ocurrido tantas veces durante 25 años, que las reformas no se hacen. Aunar a todos los partidos políticos con representación parlamentaria –que es como decir a la República entera, porque eso expresa a la República entera–, al gobierno y a la institucionalidad del Codicen en una línea de transformación es fundamental para hacer que los cambios sucedan.

EC - El presidente insiste mucho en dialogar, dialogar, dialogar... dialogar.

***

EC - Entre una cantidad de mensajes que llegan de la audiencia, dice Mónica: "Aclaren por favor que los dirigentes de ADES Montevideo están mayoritariamente alineados con sectores radicales de izquierda, sobre todo con Asamblea Popular. Esa es una puntualización importante".

Está buena la observación, porque resulta que en ese mismo sector de profesores de secundaria, el sindicato madre, el sindicato nacional, la Fenapes, que también está en contra del Pro-Mejora, ha aplicado métodos de lucha más moderados, por ejemplo, no ha compartido la idea de ocupar locales de Secundaria, como lo hizo ADES. "Ocurre –anota otro oyente– que la Fenapes tiene a su frente dirigentes de otras orientaciones, básicamente del PCU y del Movimiento de Participación Popular."

***

EC - La agenda con propuestas para la mejora educativa que la semana pasada fue presentada por el Sistema Nacional de Educación Pública (SNEP) al presidente Mujica tiene tres grandes capítulos con lo que proponen, respectivamente, el MEC, la ANEP y la Udelar. Se supone que usted participó en la redacción del capítulo correspondiente a la ANEP, ¿o no?

DC - Sí, sí, participé, y mucho.

EC - ¿Y por qué decidió enviarle una carta al presidente del Codicen dejando constancia de sus objeciones?

DC - Porque el resultado de los acuerdos logrados en la interna de la ANEP a mi modo de ver requería observaciones en términos de que no iba lo suficientemente lejos para el cambio. Era una rendición de cuentas de lo que se venía haciendo, pero tenía poca audacia a la hora de concebir ideas renovadoras en el sistema educativo. En ese momento tomamos la decisión de aprobar en general el documento, pero dejamos constancia de las objeciones que merecía.

EC - ¿El documento lo redactó el Codicen solo o con los consejos desconcentrados?

DC - El documento lo terminó redactando Codicen solo, pero acordando las definiciones de muchos capítulos con los consejos desconcentrados.

EC - ¿No era de esperar que ocurriera algo de lo que usted cuestiona? Teniendo en cuenta que en la relación Codicen-CES, por mencionar un caso, se han dado las diferencias que se han dado, nada más que a propósito del Pro-Mejora, ¿podía esperarse que en el documento aparecieran cosas que fueran más allá de lo que ya se está haciendo?

DC - Yo aspiraba a que fuera así, porque el propósito con el cual se encargó este documento fue hacer una plataforma que sirviera de base para el debate sobre el cambio educativo. En ese momento tomamos la determinación de aprobar en general el documento pero dejar constancia de las observaciones, y dejamos constancia ante el presidente del Codicen y ante el ministro de Educación el mismo día, el 30 de noviembre. El documento se entregó el 5, dejamos oportunidad para que se hiciera un esfuerzo para que el documento fuera un poco más lejos.

EC - Pone el acento en que la fecha de su carta –que los oyentes pueden leer en Espectador.com– es 30 de noviembre, es de unos días antes de la difusión del documento.

DC - Claro. Cuando yo veo que se llega a un determinado estado del documento, digo "me parece que hay que ir más lejos", dejo constancia de mi preocupación sobre ello y aspiro a que se dé algún paso hacia delante. Ese fue el propósito. Pero en ese sentido también hay que señalar: nuestra carta tiene cuestiones positivas sobre el documento y observaciones negativas. En lo positivo digo que es un documento que sirve de base, de punto de partida para abrir la negociación hacia el proceso de un Acuerdo Nacional de Cambio Educativo. En ese sentido el documento es importante, es un principio, un punto de partida, no el punto de llegada pero sí el punto de partida. En ese sentido es un documento importante, que valoramos adecuadamente, y por eso lo aprobamos. Eso permite que el presidente de la República convoque a los partidos políticos, convoque un diálogo social, y ese proceso puede admitir, a partir de este documento tomado como piso, generar otras propuestas que permitan ir más lejos en la propuesta de cambio. En ese sentido aspiramos a que haya una visión más renovadora del sistema, porque creemos que el sistema está agotado en su concepción como modelo, como matriz de diseño de la educación uruguaya, por lo tanto hay que ir más lejos.

Ahora bien, este documento refleja un problema con el que usted terminó el bloque anterior, el presidente de la República dice que hay que dialogar, dialogar, dialogar y dialogar. Cuando estuvimos con el presidente el día 5 planteamos, al presidente y al Gabinete Social que nos recibió, que hay un dilema planteado. Le decíamos al presidente: cómo articular dos cosas, dialogar en un proceso de construcción de un acuerdo, pero ¿ese diálogo no tiene límites? Si ese diálogo significa que negociar desdibuja el cambio educativo, entonces no tiene sentido, porque el acuerdo es instrumental al cambio educativo, es para que el cambio exista, para que se produzca. Pero si para lograr ese acuerdo tenemos que negociar con intereses particulares de corporaciones y de sectores, y el resultado de esa negociación es que el cambio como tal no se da, queda tan desdibujado que no se reconoce como cambio, ¿tiene sentido? No tiene sentido.

EC - El diálogo que se está iniciando es con los dos grandes ámbitos, con los partidos políticos por un lado y con los sectores sociales por otro. Así fue aceptado por su sector político, Alianza Nacional.

DC - Sí, por eso mismo, estamos de acuerdo con el diálogo, pero hay que tener claro que el acuerdo es para sostener un cambio profundo, no para decir "ahora estamos todos de acuerdo", dar una señal como que algo va a cambiar, pero el acuerdo desdibuja a tal grado el cambio, lo vuelve tan genérico, le quita todas sus aristas de transformación, entonces no tiene sentido. Entonces puede convertirse meramente en una operación política para amortiguar las críticas al sistema.

EC - Le preguntábamos al presidente del Codicen, José Seoane, a propósito de esta postura del presidente Mujica, y él compartía el enfoque.

(Audio José Seoane.)

"Es una herramienta para construir cambios y para progresar en las líneas que nos hemos fijado con responsabilidad, con reflexión, con construcción colectiva. No hay otra alternativa de cambio en la educación que no consista en esfuerzos serios y colectivamente construidos. Pensamos que este aporte es un aporte a una discusión que se va a dar en el ámbito de los partidos políticos y que se va a dar en un ámbito muy importante que es el social. Esperamos que en el Congreso Nacional de Educación se pueda lograr una síntesis con la participación de los más diversos actores en pos de una perspectiva común orientadora en materia educativa."

(Fin.)

EC - ¿Profesor Corbo?

DC - En una parte coincidimos con Seoane y en otra tenemos un matiz. Coincidimos en que el cambio es fundamental y en que para hacer el cambio necesitamos un amplio acuerdo nacional; hemos sido impulsores de ese acuerdo nacional. Pero también señalamos un riesgo que empieza a vislumbrarse en ese terreno.

EC - Que es el de licuar el cambio.

DC - Licuar el cambio. Lo decimos en nuestra carta, al final planteamos la relación que existe entre dos lógicas. Una lógica que quiere incorporar en el cambio todo el juego de intereses particulares de corporaciones y de sectores, y yo pregunto: ¿y el interés general quién lo representa? Yo le decía al presidente de la República: "Yo quiero representar los intereses y derechos de los más de 500.000 niños y adolescentes que están en el sistema, quiero representar el interés general de las familias que están atrás de esos más de 500.000 niños y adolescentes". Las autoridades de la educación y los partidos políticos tienen que representar no intereses particulares sino intereses generales de la sociedad. Y el interés general de la sociedad es el cambio, generar un sistema educativo de calidad con equidad.

EC - ¿Y eso qué implica con respecto a este procedimiento del diálogo?

DC - No es sobre procedimiento, procedimiento significa dialogar con todos, pero en su momento considerar que el cambio no puede ser licuado para introducir a todos en el acuerdo.

EC - ¿Cuándo se resuelve eso? Hablemos de tiempos, porque ese es un factor importante en todo esto, ¿cuándo hay que sacar conclusiones a propósito de lo que se puede lograr entre todos y eventualmente llegar a la conclusión de que con todos no va a ser, va a tener que ser con tal o cual mayoría, con los partidos políticos y no con todos los gremios? ¿Cuándo se saca ese tipo de conclusiones?

DC - Primero hay que recorrer el camino de escuchar a todos, el diálogo tiene que ser amplio, tiene que ser abierto, tiene que ser con todos. Pero luego hay una cuestión que debe dirigir la decisión, y es asegurar que hay un cambio en profundidad. Si el costo del acuerdo es que se licua el cambio, que se desdibuja la propuesta de transformación, ¿qué sentido tiene? Porque el acuerdo es instrumental al cambio.

EC - Los sectores que se oponen, por ejemplo Fenapes, en particular ADES Montevideo –la Federación Uruguaya de magisterio está en otra posición, la Asociación de Funcionarios de la Universidad del Trabajo del Uruguay (Afutu) está por definir en qué postura se ubica–, son nada menos que docentes. ¿Se puede ir adelante sin ellos?

DC - No.

EC - Además tienen la capacidad de, por ejemplo, organizar huelga, organizar ocupaciones de liceos. ¿Cómo se hace entonces, cómo se maneja ese poder que sin duda esos gremios tienen?

DC - Hay que dialogar a ver hasta dónde se puede llegar a un acuerdo, pero luego no se pueden hipotecar los intereses nacionales.

EC - Eso lo entiendo, pero ¿cómo se hace?

DC - En su momento habrá una decisión política que tendrá que ver hasta dónde llega el acuerdo, y eso será cuestión también de que los partidos y el gobierno definan. No me corresponde a mí decirlo, porque soy en ese caso simplemente autoridad de la educación. Pero existe una Constitución y una ley que establecen cuáles son las autoridades nacionales que tienen potestades legítimas para determinar las decisiones en materia educativa. Lo que no podemos continuar haciendo o admitir que siga ocurriendo es que determinados grupos se opongan a las decisiones legítimas de los organismos a los que la Constitución y la ley les han asignado cometidos y potestades para terminar decidiendo esto. Entonces hay un proceso de diálogo que se tiene que dar, un proceso de búsqueda de entendimiento que se tiene que dar, pero ese entendimiento tiene un límite en evitar que el entendimiento llegue a que no hacemos nada.

EC - Por ejemplo, si analizamos el documento que se presentó la semana pasada, el del SNEP, y en especial el capítulo relativo a la ANEP, que usted ha calificado como insuficiente, dice que es apenas una rendición cuentas de lo que se está haciendo, no avanza, no incorpora otros cambios que la realidad urge intentar, ¿qué tendría que incluir?

DC - Por una parte, hay decisiones que el Codicen ha adoptado en la propia instancia presupuestal que aquí tienen avances desalentadores.

EC - ¿Avances desalentadores? ¿Cuáles, por ejemplo?

DC - Por ejemplo, se ha decidido que tiene que haber un cambio en la carrera docente sustituyendo el criterio de la antigüedad por un criterio de calificación y de méritos mediante concurso. Eso se ha aplicado en primaria, ya se llamó a concurso para introducir ese criterio en primaria, porque allí el sindicato de maestros ha acompañado esta decisión, un sindicato que tiene una visión progresista, una visión clara de que es necesario introducir transformaciones en el sistema, ha acompañado esa medida. Pero en secundaria y UTU esa medida no se ha aplicado porque los sindicatos que representan a esas ramas no han estado de acuerdo.

EC - Para usted, en este documento debió haber figurado como un camino a emprender y punto.

DC - Como una definición clara de que eso tiene que realizarse, porque no hay posibilidad entonces de generar calificaciones docentes si el ser bueno o malo como educador da lo mismo, simplemente hay que dejar pasar los años para no cambiar de grado y promover en la carrera.

EC - ¿Qué otras reformas debieron haber estado en este documento?

DC - El profesor cargo y la elección por lo menos bianual o bienal en los consejos de educación media. En ese sentido hemos trabajado en una comisión durante muchos meses, pero no hemos podido en última instancia concretar la decisión de operar esta elección bienal por la resistencia de Fenapes y Afutu a esto. UTU está planteando ahora que podría hacerlo en febrero; es un avance. Pero no hemos podido decir categóricamente "vamos a emprender un camino por el cual no rotamos todos los años de centro educativo, no elegimos todos los años dónde va a trabajar cada uno", lo cual genera una suerte de inestabilidad y una realidad por la cual todos los años las comunidades educativas de las instituciones se desorganizan, se desarman. Fíjese qué ocurriría –tomo un ejemplo que mencionaba un consejero– si UTE, Antel, el Banco Central, el Banco República convocaran en diciembre cada año a todos sus funcionarios y les dijeran: "Elijan adónde quieren ir a trabajar, en qué sucursal, en qué horario, en qué turno, decídanlo ustedes, elijan ustedes". Se desarmaría el sistema. El único lugar donde esto se aplica es la ANEP.

EC - ¿Otros ejemplos de medidas que tendrían que estar contempladas en este documento?

DC - Para nosotros, definiciones claras sobre ausentismo docente, prácticamente hay una referencia elíptica al tema; la reforma del Plan de Estudios 2006 de enseñanza secundaria y el Plan 2008 en formación docente. La incorporación por el Plan 2006 en ciclo básico de 13 y 14 materias ha significado un incremento de la repetición en enseñanza secundaria, que pasó del 21 al 28%. Es un plan que tiene efectos negativísimos sobre los estudiantes, sobre la formación de los estudiantes, por la fragmentación que significa. Y sin embargo no hemos progresado en el análisis de una decisión para modificar ese plan.

El Plan 2008 de formación docente está teniendo impactos impresionantes sobre los egresos de los estudiantes, en cada una de las asignaturas hemos empezado con 300, 400 estudiantes y quedan cuatro o cinco en las aulas cuatro años después. Eso es lo que va a egresar, eso va a impactar sobre la posibilidad de disponer de docentes al frente de las aulas, tanto de profesores como de maestros, porque con esa cantidad es imposible siquiera una reposición de los docentes que están dando clase hoy y que van dándose de baja por distintos motivos, ya sea jubilación, fallecimiento, etcétera.

Tenemos ahí un grave problema, sin embargo no hemos avanzado suficientemente en una determinación de cuándo cambiamos esos planes. Aun entonces en aquellas cosas en que el sistema educativo tiene una definición formal y está presentado en la instancia presupuestal no hemos concretado, no hemos avanzado. Esas son las cosas que no pueden admitirse.

Por otro lado, podríamos poner otro ejemplo, el caso de tener incentivos para que profesores bien calificados puedan tomar horas o grupos de clase en instituciones vulnerables, que tienen condiciones socioculturales desfavorables, como forma de llevar a esos centros los mejores docentes, los más calificados, sería generar incentivos económicos para lograr que los mejores docentes hicieran esa opción. Tampoco hemos avanzado en ello.

Hay muchos ejemplos que podríamos poner y nosotros mismos ponemos una serie de ejemplos de esta categoría. En términos de lo que no estaba en el presupuesto y estamos diseñando hacia delante una de las cosas más importantes es una nueva institución de educación media, que no sea ni el liceo clásico ni la UTU como está concebida actualmente en el ciclo básico. Hay documentos interesantes, importantes sobre eso, el más importante tal vez sea uno del propio presidente del Codicen, José Seoane, que tiene una concepción muy avanzada de lo que se podría hacer con esas instituciones de educación media. Sin embargo ese documento ha quedado limitado, recortado, licuado a partir de la resistencia de los consejos de educación media. Entonces aun allí, en ese punto en que había una intención de ir más lejos, de diseñar un cambio de envergadura, ese cambio ha quedado reducido, recortado, licuado por las resistencias internas.

***

EC - ¿Qué debo concluir? ¿Usted es pesimista con respecto al diálogo que se inicia el jueves con los partidos políticos?

DC - No, soy optimista y he sido uno de los principales propagandistas de la necesidad del Acuerdo Nacional para el Cambio. Pero quiero advertir que hay una trampa posible en la que no podemos caer, que es que el acuerdo, que es un instrumento para lograr el cambio educativo, para fortalecer el cambio educativo, para hacer un blindaje político del cambio, se nos convierta en la finalidad. Eso únicamente lograría dar la sensación de que estamos todos en el mismo barco, de que va a cambiar algo, pero en ese recorte y desdibujamiento del cambio no cambiamos nada, solo logramos que se amortigüen las críticas al sistema con la expectativa de que hay un acuerdo nacional por el cambio. Lo que queremos es señalar firmemente que en el estado actual del sistema de educación pública uruguayo sería trágico que no hubiera una transformación de envergadura.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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