Egresan en Punta del Este los primeros médicos formados en una universidad privada
Por primera vez en Uruguay, estudiantes de medicina egresarán de una universidad privada. Se trata de 29 doctores en Medicina de la Facultad de Medicina del Centro Latinoamericano de Economía Humana (Claeh), ubicada en Punta del Este, que este viernes tendrán su ceremonia de graduación. Estos profesionales de la salud se suman a los más de 14.000 titulados que se han recibido en la Universidad de la República. Para repasar el proceso, que comenzó en 2006, En Perspectiva se trasladó hasta Punta del Este para conversar con el doctor Humberto Correa y con una de las integrantes de esta primera generación de doctores del Claeh, Carolina Sosa. El 50% de los alumnos de la institución proviene de Maldonado, Rocha y Minas, y el resto de otros departamentos del interior, Montevideo y el extranjero. Correa contó cómo fue el inicio y el desarrollo de la propuesta: "Comenzamos con un proyecto, con programas, con una especie de utopía de formar médicos diferentes en un tiempo de seis años, y eso lentamente fue tomando vida propia y fue transformándose en un proceso en el que intervinieron múltiples personas e instituciones". Destacó además que la diversidad del alumnado (allí estudian alemanes, brasileños, israelíes, argentinos, chilenos, españoles) es una visión que "enriquece", y puntualizó que si el Claeh no brindara "un programa distinto en temas y en modos educativos, no se justificaría". Por su parte, Sosa dijo que la impronta humanista de algunas asignaturas de la carrera se refleja "en el sanatorio y en los centros" a los que asistieron. "Tenemos herramientas diferentes", añadió.
(emitido a las 10.08 Hs.)
JUAN ANDRÉS ELHORDOY:
Hoy Maldonado será testigo de un hecho sin precedentes en la historia de la educación terciaria uruguaya.
A las 19.30 tendrá lugar la ceremonia de graduación de los primeros 29 médicos que obtienen el diploma en un centro de educación privado.
Serán profesionales egresados de la Facultad de Medicina del Centro Latinoamericano de Economía Humana (Claeh), que se sumarán a los cerca de 14.000 médicos titulados en la Universidad de la República (Udelar).
Esta mañana, les proponemos conocer cómo ha sido esta experiencia que empezó en marzo de 2006, en diálogo con su decano, doctor Humberto Correa, y una de las integrantes de la primera generación de estudiantes que será graduada hoy, Carolina Sosa.
Doctor Correa, ¿qué representa esta graduación para usted? ¿Qué destacaría de este acontecimiento?
HUMBERTO CORREA:
Esto tiene múltiples significados, estamos muy contentos, especialmente nosotros los que gestionamos la organización y la asistencia, porque se llega a un puerto. Comenzamos con un proyecto, con programas, con una especie de utopía de formar médicos diferentes en un tiempo de seis años, y eso lentamente fue tomando vida propia, fue transformándose en un proceso en el que intervinieron múltiples personas e instituciones, y que hizo carne en nosotros, nos empezamos a alimentar de ese proceso y terminó formándonos, nosotros fuimos él también.
JAE - ¿Dónde pone el foco? ¿En la conformación, en la aparición de nuevos médicos con una formación distinta, en que es una institución privada que por primera vez vuelca médicos al mercado laboral?
HC - El foco se puede poner en todos esos lados, pero para ser concreto, que es lo que usted me pregunta, le diría que hoy pongo el foco en que egresan 29 médicos, 29 jóvenes uruguayos que confiaron en este proyecto y que desarrollaron en el tiempo previsto, en una institución totalmente autorizada por el gobierno y revisada anualmente por comisiones del Ministerio de Educación y Cultura, y ellos completan su carrera y obtienen el título. Pongo el foco en eso, que quiere decir que podemos formar médicos.
El segundo foco es un foco actual y de futuro, es que depende del desempeño de esos médicos en el futuro en la sociedad, que nosotros confiamos plenamente por su formación, se va a demostrar que podemos formar médicos distintos.
JAE - Vamos a ubicarnos primero en el lugar, en el sitio, en esta Facultad de Medicina. Rosario ha estado recorriendo desde temprano estas instalaciones de la facultad y de todo el complejo del Instituto Universitario. ¿Cómo describirías este lugar?
ROSARIO CASTELLANOS:
Para empezar, poco tiene de un edificio tradicional de facultad, eso es lo primero que llama la atención. Se trata de un chalé de los años cuarenta, de la época de la brillante gestión de Litman en toda esta zona del Cantegril, ubicado exactamente frente al cine Cantegril, que además pertenece nada menos que a Roger Vallet, ese filántropo que donó tantas escuelas en nuestro país. Es un gran chalé, se ha resuelto en tres plantas físicas todo lo necesario para adaptarlo a esta función para la que seguramente no fue originalmente previsto.
Además ahora se le ha agregado otro edificio, de manera de complementar las necesidades. Hoy por hoy conforman esas necesidades seis salones de clase para actividades plenarias, salones en los cuales se trabaja con la generación completa, mezclando las clases; hay 20 salones chicos para trabajar en grupos de ocho, diez estudiantes con tutor; hay dos salas que fueran antes las cocinas, que están dedicadas al laboratorio; tiene un Departamento de Anatomía, una Sala de Informática, una biblioteca con excepcional vista, porque originalmente fue el estudio de una artista; tiene cantina, y tiene una piscina, que lamentablemente parecería que no coincide la mejor época para utilizarla con la época de clases, pero así y todo se le ha encontrado un buen uso para celebrar, cualquiera sea el tiempo, el cumpleaños de algún alumno o profesor o aquel que se recibe o que ha obtenido las mejores notas. Y luego un centro de medicina del sueño, que es un programa que se aplica a las personas que tienen problemas de que se quedan dormidas en determinadas situaciones, y en particular ha resultado muy eficiente para trabajar con choferes de la Intendencia de Maldonado que en muchos casos de accidentes tenían este problema como origen de lo que les ocurría.
En términos generales eso, una facultad que no parece tal, sino que es un chalé más en Punta del Este. En ladrillo blanco en el exterior y pizarra azul para cubrir los techos inclinados, estilo que además se ha respetado en el cuerpo que se agregó al fondo de este enorme y enjardinado predio.
JAE - Mientras tú hacés la descripción y hablás de la piscina, Carolina se sonríe. No sé si es porque experimentó directamente la piscina. ¿En qué momento?
CAROLINA SOSA:
Estilamos a fin de año, el día del último examen exactamente, íbamos todos a la piscina.
JAE - La piscina fue el punto culminante de una carrera de seis años en tu caso.
CS - Sí, y este año no faltó eso, fuimos todos a la piscina.
JAE - Incluso vi docentes, no solo estudiantes, exestudiantes ya. Tú formás parte de la primera generación de estudiantes de esta facultad, tenés 27 años y vivís en San Carlos, estás a pocos kilómetros de Punta del Este. Ibas y venías todos los días.
CS - Sí.
JAE - ¿Cómo fue tu decisión de venir a la Facultad de Medicina del Claeh en su momento? Porque habías tenido un pasaje previo por la Udelar en Montevideo.
CS - Sí, fue una decisión de familia en mi caso. Decidimos que lo mejor era que viniera para acá, que estaba cerca, confiábamos en que este proyecto iba a dar frutos. Básicamente fue por eso.
JAE - ¿Por dónde fue tu cuenta? Porque la Udelar no tiene costos directos, que sí tiene este instituto privado, pero dejando de lado eso optaste por volver a tu casa a San Carlos.
CS - Claro, para los que somos del interior, si bien es gratis, tenemos que pagar el resto de las cosas: alquiler, ómnibus, y me servía más estar acá.
JAE - ¿Qué fue lo que te convenció cuando elegiste venir? De algún modo volver, porque volviste a tu casa, a la casa de tus padres.
CS - Sí, creo que eso fue lo que me convenció. No sé, era un proyecto que llamaba la atención, y cuando lo leí y me informé sobre él, me gustó. Y elegí eso para mí.
JAE - ¿Notaste diferencias respecto a la formación que estabas teniendo?
CS - Es distinto.
JAE - En cuanto a la formación, dejando lo obvio, las instalaciones, la cantidad de compañeros y todo eso. Pero ¿en cuanto a formación?
CS - Yo cursé poco allá, así que mucho no puedo comparar. Lo que hice allá lo volví a hacer acá y fue similar.
JAE - ¿Revalidaste las materias?
CS - No, no revalidé. Se podía, pero no revalidé.
JAE - ¿Por qué?
CS - Por una decisión propia, empezaba de cero y empezaba de cero.
JAE - Hubo otros compañeros tuyos que sí revalidaron.
CS - Sí.
JAE - Porque gente del interior, estudiando en la Udelar volviendo o viniendo a su zona, a sus pagos, se da, es un fenómeno que se puede observar. Hoy hay 249 estudiantes en la Facultad de Medicina. ¿Cómo es esta cifra? ¿De dónde provienen los alumnos, doctor Correa?
HC - Los alumnos provienen, en grandes números, cerca del 40 o 50% de la región, de la zona, especialmente de Maldonado, de San Carlos, de otras poblaciones de Maldonado, y algunos de Rocha y Minas. Es decir, de la zona vecina. La otra mitad proviene la mitad o un poco más de otros departamentos del interior, y del cuarto que queda provienen la mitad de Montevideo y la mitad del extranjero. Del extranjero son entre 13 y 15% de los alumnos. Algunos de Argentina, de Chile, también algunos europeos, de Alemania, de España, de Israel, han venido por distintas causas, han visto el programa en internet, les ha parecido atractivo, muchos de ellos no habían entrado en el vestibular de su país en ese momento, y decidieron venir. Y otros porque querían estudiar fuera de Europa.
JAE - En esta generación hay un estudiante brasileño, David. ¿Qué tal?
CS - Se integró al grupo igual que cualquiera. No tuvo problemas con el idioma y fue uno más.
JAE - ¿Qué aporta esto de tener en los grupos estudiantes extranjeros?
HC - La diversidad está demostrado, lo han estudiado en universidades americanas en todos los planos aporta enriquecimiento personal, humano. Eso en primer lugar. Problemas de cultura, de enfoque de la realidad, enfoque de los problemas sanitarios, se vio especialmente en un alumno alemán, cuando hacíamos trabajo de humanismo médico sobre organización y atención a los pacientes él enfocaba otros problemas, enfocaba costos y organización, mientras que nosotros enfocábamos relación directa, relación afectiva. Él ponía el acento en otras cosas y en la sostenibilidad de los programas. Y era un alumno de la misma edad que los nuestros. Es decir que esa visión enriquece.
Los brasileños se parecen a nosotros, aunque no vienen de la frontera, muchos vienen de Mato Grosso y otros lugares lejanos, pero se adaptan. Tienen problemas con el lenguaje al principio, porque a pesar de que nos entendemos en la conversación, cuando hay lenguaje técnico y para redacciones tienen problema y hay que solucionarlo, tenemos clases de español para los que quieran hacerlo.
Después con los alumnos alemanes nos entendemos al principio en otros idiomas, en francés, en inglés, pero aprendieron muy rápidamente el español, en dos meses, y se manejaron con el idioma. Parece que ellos tienen mucha facilidad para adquirir idiomas.
JAE - Ya han pasado varios años, esta es la primera generación que se recibe hoy, pero también sería bueno repasar rápidamente por qué es que el Claeh creyó necesario instalar una nueva facultad de medicina en Uruguay, cuando vivimos en un país pequeño, de poca población, podría pensarse que una sola universidad era suficiente. ¿Por qué entendieron que valía la pena embarcarse en esto, formando médicos en el Uruguay?
HC - Cuando el Claeh me invitó a formar el grupo de médicos iniciales, fundadores, porque había pensado en esta idea, primero fui a explorar el proyecto. Me pareció interesante, me pareció un programa diferente, yo había terminado mi ciclo ya en la Udelar, donde trabajé 35 años, fui profesor también, y me atrajo la posibilidad. Si no fuera un programa distinto en temas y en modos educativos, no se justificaría.
JAE - En temas está la diferencia.
HC - Me refiero a que tenemos asignaturas especiales, distintas de las de las facultades convencionales. Tenemos asignaturas humanísticas, primero que nada, al comienzo de la carrera, que a muchos les extrañará, Antropología, Psicología, Filosofía, etcétera, por un corto tiempo. Segundo, tenemos también una materia que es Comunicación, que tienen pocas facultades, que es todo el año en primero, en la cual el alumno aprende a comunicarse gestualmente por palabras y espiritualmente con las personas, especialmente con los pacientes, está dedicada a establecer comunicación.
JAE - De ahí sale el concepto de medicina humanista.
HC - Sí, todo eso tiende a la humanización, que para mí tiene un doble significado. Pero hay dos elementos más particulares, que son el hecho de que exista una asignatura Humanismo Médico propiamente, en tres años, en segundo, tercero y cuarto, y finalmente que unido a eso existe una asignatura que se llama Integración Psicoinmunoneurológica que trata de integrar los sistemas del cuerpo, el organismo es uno solo, sus distintos sistemas se influyen, se complementan, cosa que no se da en otros lados. Todo eso es atractivo y es nuevo en contenidos.
Y en la parte de las formas de educar, hay una cosa que dominó acá y la cual ha hecho progresivamente carne en mí, que es el hecho de respetar a la persona que ingresa en varios planos. Primero, considerar que trae conocimientos, segundo, respetar su originalidad, tercero, tratar de que desarrolle su mente al igual que desarrolla su técnica. En eso ponemos gran empeño. Y cuarto, que hay grupos especiales de trabajo para esto. Ese es el modo docente, hay grupos de taller de aprendizaje basado en problemas con un tutor, en que los alumnos discuten o traen ellos mismos problemas, buscan las soluciones, buscan información y sacan conclusiones. Entonces se acostumbran a enfrentar problemas diferentes, nuevos, que nunca habían visto, desarrollan su libertad y además aportan su idea, que no es limitada por el tutor, es puesta dentro de determinados carriles porque el objetivo último hay que cumplirlo. Pero lo pueden cumplir por diversos caminos, y eso da libertad personal y desarrollo mental, y es un modo distinto.
JAE - Tú, Carolina, ¿qué vas a hacer cuando seas grande? La pregunta ya no corre, pero ¿qué vas a hacer ahora que te recibís de médica?
CS - Me toca la especialidad, elegí Medicina Familiar. La mayoría del grupo vamos a seguir estudiando y a especializarnos en algo.
JAE - Porque obtenés ahora el grado de Medicina General.
CS - Podemos ejercer medicina general, pero casi todos queremos especializarnos en algo.
JAE - ¿Cómo te imaginás esto de la medicina humanista, tomando en cuenta que hoy da la impresión de que el sistema sanitario en Uruguay lo que hace es marcar una distancia entre el médico y el paciente, hay poco tiempo para atender a un paciente, o un paciente tiene poco tiempo para consultar a un médico? ¿Cómo te imaginás todo esto?
CS - Lo vivimos en el sanatorio, en los centros adonde fuimos, y tenemos herramientas diferentes. Y por más que sean cinco minutos, 10 minutos, generalmente es el tiempo lo complicado.
JAE - Ahí te van a decir "tenés que atender 12 pacientes en tal tiempo".
CS - Claro, pero es medio cambio una cosita insignificante y ahí hiciste la diferencia. Así sea sentarte al lado del paciente.
JAE - Ahí está lo que planteaba el doctor Correa, algo de lo gestual.
***
JAE - Llegan muchas preguntas sobre este primer tramo de la entrevista.
EC - Sí, yo estaba escuchándolos y al mismo tiempo siguiendo los mensajes que llegan de la audiencia.
Por ejemplo, Dinora del Cerrito quiere saber en cuántos años hicieron la carrera estos alumnos que hoy se reciben como médicos en el Claeh. Quiere saber además si la carrera fue aprobada por el Ministerio de Educación y Cultura, cosa que es obvio que sí ocurrió. Pero sería bueno que el doctor Correa profundizara en ese tema.
HC - Es muy importante aclarar esto porque se dice a veces que nosotros no tenemos comprobación de la calidad de la enseñanza. Esta carrera es la más inspeccionada en nuestro país, en toda la historia. La Comisión de Educación Terciaria, formada por representantes de la Udelar y de las instituciones privadas predominantemente del gobierno, inspeccionó nuestros programas por siete técnicos nacionales e internacionales, y después de eso, que duró dos años, la aprobó por unanimidad, no hubo nadie que se opusiera. Es decir que el programa pareció bueno, de acuerdo a las leyes del país y a las necesidades.
Segundo, eso nos autorizó totalmente. Esta es una carrera legal, totalmente autorizada, y los médicos que egresan de acá tienen un título válido como el mío, como cualquiera de cualquier médico en el Uruguay. Esa es la primera respuesta.
Después había otros puntos. Nuestros alumnos se reciben en seis años, pero en esos seis años hacen 7.500 horas aproximadamente de actividad educativa, que es más que lo que pide el Mercosur para una carrera y es muy parecido a lo que hace y ha hecho la Udelar.
JAE - ¿Cuánto pesó eso del tiempo, Carolina? Porque una de las cosas que se ven en la experiencia de la Udelar es el tiempo, no hablando de calidad de la formación, pero sí en cuanto a tiempo.
CS - Son seis años, acá son seis años.
JAE - ¿Cuánto pesó esto en tu decisión?
CS - Es importante. Porque está bueno, si bien tenemos más carga horaria está bueno hacerlo antes, en menos tiempo.
EC - Otra pregunta viene de Daniel, que quiere saber si hay información sobre cuántos egresados de secundaria pública se presentaron a estudiar en la Facultad de Medicina del Claeh. ¿Tienen esos datos discriminados, doctor Correa?
HC - Sí, tenemos un gran número de alumnos que vienen de los liceos públicos, especialmente de liceos públicos de Maldonado y de otras partes. La proporción debe alcanzar al 30 o 40% en este momento, y en general son muy buenos alumnos de la facultad. Hay que tener en cuenta que algunos de ellos han venido becados, porque el Claeh da dos becas por año gratuitas, pero eso serían 10 o 12 alumnos nomás, y en este momento andamos alrededor de 60 o 70 alumnos provenientes de liceos públicos, la mayoría de Maldonado, pero de otros departamentos también.
JAE - Tengo aquí la lista de los 29 que van a ser reconocidos hoy, y hay del liceo 1 de Maldonado, del liceo de Piriápolis, del liceo 1 de San Carlos, también de Libertad. ¿Esto tiene que ver con las facilidades que se dan a estudiantes para que vengan aquí?
HC - Tiene que ver con dos cosas. Una, que el Claeh ofrece dos becas por año gratuitas, para alumnos de liceos públicos, que son decididas por la Intendencia y Secundaria, no las decidimos nosotros. Entonces vienen esos alumnos. Pero tiene que ver también con el hecho de que hay una gran proporción de alumnos de secundaria que pueden pagar una facultad privada, entonces ingresan y la pagan. Tiene que ver con esas dos cosas y con que está en la región y atrae.
JAE - ¿Qué dice al argumento de que en esta facultad se forman médicos para ricos?
HC - No, eso es una falacia absoluta, una falacia tan grande que no merecería comentario. Los médicos que se forman acá se forman para toda la población uruguaya. Y le digo más, trabajan intensamente en hospitales y policlínicas periféricas y sus primeros trabajos van a ser de suplencia en muchos de esos lugares. Al comienzo de esta facultad, o cuando no se había inaugurado todavía, nos dijeron que formaríamos médicos para Blue Cross y para seguros internacionales de otros continentes. Es una falsedad, es un epíteto, más que una opinión, y tiende a desvalorizar y a descalificar y a desviar la atención de lo que realmente es; quienes lo dicen saben que no es así. Todos nuestros médicos van a hacer servicios públicos a cualquiera, pobres y ricos, medianos. El Uruguay está compuesto de muchos pobres, bastantes medianos y algunos ricos. Todos van a ser atendidos por estos médicos, como todos esos son atendidos por los médicos de Udelar. Nuestros médicos en ese sentido son iguales. Los que hacen diferencias no las hacen de buena voluntad.
JAE - ¿Cómo fue eso de las resistencias que surgieron con la aparición de Claeh como instituto de formación privada?
HC - Las resistencias que surgen frente a un instituto nuevo son naturales de una sociedad, a nivel de los campos donde ese instituto actúa, ya sea de ingeniería, de abogacía, de artesanía, de medicina. Hay resistencias y hay otros a favor. Están los que quieren que haya cambios, están a favor; están los que ven defectos en lo que hay, están a favor; están en los que participan más en la diversificación, están a favor; están los que quieren conservar el poder en donde están, están en contra, y están aquellos que sinceramente tienen ideologías muy fijas, muy rígidas, muy fundamentalistas, que no les cabe la opinión de otros, pero son sinceros y se oponen.
O sea que en la oposición había dos grupos, las personas sinceras ideológicas y las personas que quieren conservar cargos políticos en lo universitario de poder. Por ejemplo, el internado de sexto esta generación que se recibe ahora no lo hizo en hospitales públicos porque ASSE entendió que no correspondía y de hecho hubo una especie de prohibición para que los alumnos de sexto año pudieran atender en hospitales públicos. Hago dos aclaraciones, la primera es que todos nuestros alumnos de primero a quinto antes del internado siempre fueron a los hospitales de ASSE y a los institutos privados, siempre a todos, la mitad del tiempo a cada uno. Y siguen yendo. El problema se suscitó con nuestros internos este año. ASSE, cuando los internos ya estaban eligiendo los cargos, prohibió que fueran a sus instituciones nuestros internos, que teníamos 18 cargos asignados. Buscamos cargos en institutos privados de FEMI (Federación Médica del Interior) y obtuvimos cargos y lo resolvimos así, pero insistimos, hicimos gestiones, mostramos las razones y finalmente, en el último mes, hemos logrado una respuesta muy positiva de ASSE, que ha comprendido la situación o que se adaptó a ella o que la consideró benéfica, nos propuso intercambio, que ellos nos dan cargos para internos, que nuestros internos por supuesto no le cobran al Estado, no le cobran a ASSE, y a su vez nosotros vamos a dar consultas que ellos necesiten, vamos a hacer cargos de gestión hospitalaria, en cursos del Claeh y vamos a dar otro tipo de ayuda. En ese caso encontramos muy buena voluntad en los últimos meses.
JAE - Esta restricción se levanta, el próximo año la generación de sexto va a poder hacer el internado en hospitales públicos.
HC - Mañana elige toda la generación 2012, y esa generación ya tiene 8 o 10 cargos en hospitales públicos y va a ir a ellos.
JAE - Carolina, ¿tú dónde hiciste el internado?
CS - Lo hice en San Carlos, en Rocha y en Maldonado.
JAE - En instituciones vinculadas a FEMI.
CS - Sí.
JAE - Y mencionaste que vas a hacer formación en Medicina Familiar. ¿Dónde lo vas a hacer?
CS - Todavía no tengo muy definido el lugar en sí. Estaba con la cabeza en esto y quería terminarlo. O en la Udelar o en otra institución.
JAE - También han surgido resistencias en el ámbito de la Asociación de Estudiantes de Medicina, por ejemplo. Ayer en el semanario Búsqueda hay declaraciones de Malena Pintos, consejera electa por el orden estudiantil para integrar el CC de la Udelar, que dice: "No es correcto que esta gente se venga a formar ahora a las residencias siendo que hay cupos limitados para acceder. Sería sacarles el lugar a estudiantes de la Udelar que sí tienen una formación buena".
CS - Lo único que me gustaría decir es que más allá de que hayamos estudiado acá o en la pública, todos nos estamos formando para lo mismo. Limitarnos entre nosotros sería ser egoístas con la sociedad, porque mañana vamos a tener un paciente delante que puede ser el hermano, el padre de un compañero de estos. Todos tenemos el mismo objetivo, por lo menos creo que es así. Vamos a tratar de hacerlo lo mejor posible.
JAE - El propio Martín Rebella, presidente del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), dice que no tiene una valoración negativa de esta carrera, y agrega: "Van a ser colegas como cualquier otro. Serán bienvenidos como socios del SMU, y nosotros vamos a estar para asegurar que tengan iguales derechos y garantías que el resto".
HC - Es una declaración inteligente, honesta y comprensiva de la situación médica nacional de Rebella, el presidente del SMU. Les aconsejaría a todos nuestros alumnos que egresan que se afilen al SMU rápidamente, que sean miembros de ese sindicato. Que el presidente diga esto es una posición de amplitud, y creo que en nuestro país se necesitan más de estas posiciones y menos de posiciones sectarias. Se pueden tener posiciones profundamente socialistas o estatistas de fondo, pero no se pueden mantener pase lo que pase, hay que tener un límite abierto a pesar de la ideología que tiene uno, ideología que muchísimas veces no tiene su demostración científica de que sea eficaz. Entonces uno cree en eso, tiene una creencia, pero tiene que tener un límite abierto. Yo tengo mis creencias al respecto, pero estoy abierto a escuchar incluso a esas personas, porque en el fondo, si nos ponemos objetivos concretos a la distancia, todos podemos aportar si el objetivo es de consenso, y creo que no tenemos que molestar el objetivo de consenso. Y el objetivo de consenso en este caso, como dice Carolina, es formar médicos, todos iguales, que atienden a toda la población. No están pensando nuestros médicos "voy a atender a los ricos para que me paguen primero y después los atiendo". Todo lo que se ha enseñado y han aprendido acá es que el altruismo en medicina es la principal característica del profesional, que si bien les interesa que les paguen, antes está el interés en la persona y el interés en hacer la profesión.
EC - En esa tonalidad vienen algunos mensajes de la audiencia.
"Felicitaciones a los nuevos colegas. Hoy cumplo 36 años de médico", dice el profesor agregado doctor Juan Valerio.
Y un mensaje específicamente dirigido al decano: "Un abrazo y felicitaciones al doctor Humberto Correa, de un amigo del Hospital de Clínicas, Pedro Irasusta".
JAE - Van llegando también preguntas a propósito de la inserción laboral. Queda claro cuál va a ser la opción de muchos de ellos de seguir formándose. Ocurre que en el campo de las especialidades hay carencias importantes. En el caso de Uruguay se han mencionado últimamente los casos de anestesiología, pero también hay otros. ¿Cómo están monitoreando estas carencias que se van denunciando?
HC - Tenemos información de las carencias. Algunas son públicas, como la de anestesistas, que parece que se va a solucionar dentro de tres años con la formación de anestesistas en el Hospital Maciel también. Pero hay otras carencias. A pesar de que tenemos 14.000 médicos, hay carencias que se han estudiado muy bien por FEMI, la FEMI tiene estudios muy interesantes y muy correctos sobre qué va a faltar en los próximos cinco años. Ya están faltando traumatólogos en muchos lugares del interior. Faltan urólogos, faltan traumatólogos, faltan incluso cirujanos generales, porque los cirujanos se han ido a especialidades quirúrgicas que les rinden más o los conforman más académicamente, y la cirugía general, que se necesita de entrada muchísimo, hay pocos. Hay falta de pediatras. Hay un campo muy interesante, que Udelar no va a cubrir en lo inmediato y que nosotros con un gran esfuerzo, pero combinados con otros apoyos y asociados ya tenemos asociados en sanatorios de Montevideo para especialidades, podemos comenzar a hacer. Hacer una especialidad no es sencillo, pero nosotros creemos que con los servicios de que se dispone en la región, que tienen gran tendencia a trabajar con nosotros en especialidades, pueden juntarse cientos o miles de camas de internación y de intervenciones quirúrgicas que faciliten la formación.
JAE - Usted quería hacer una referencia a propósito de los números que manejamos.
HC - Nuestros alumnos que egresan hoy son el 0,2% de los médicos del Uruguay y el 7% de los que se recibieron en este año en la Udelar. Si fuera por eso, nuestra existencia no se justifica, no tendríamos que existir ni seguir más. Pero no es eso, hemos querido que ellos sean distintos y ellos han aceptado ser distintos. No digo que sean mejores o peores, nunca los califico en ese sentido, pero creo que son más adaptados al reclamo social que hay de lo que debe ser un médico. Ellos tienen buena formación clínica, buena formación humanística, mente crítica y abierta, originalidad, facilidad para encarar problemas distintos, y han demostrado en todos los lugares donde trabajaron una adhesión al trabajo, que nos han hecho saber los responsables en todos los departamentos, y una cordialidad especial en el trato de los pacientes.
JAE - ¿Cuánto incide el hecho de que sea paga la carrera?
HC - ¿En qué, en la cantidad de alumnos?
JAE - Me refiero al compromiso. Al tener que pagar para estudiar, para aprender, ¿cuánto condiciona la predisposición? No sé cómo es el caso, Carolina.
CS - No, hay de todo. No condiciona demasiado, para mí.
HC - Yo puedo hacer solo una suposición porque no soy estudiante de pregrado, yo soy estudiante de posgrado. Ellos son los que pueden decir. Lo que le digo es que acá el 70% de los alumnos está interesado en su carrera y han sido sensibles a una cosa atípica y que de entrada puede no interesarle a un estudiante de medicina, como es discutir filosóficamente el humanismo y hacer la práctica psicológica y afectiva de actitudes humanas con los pacientes. Sin embargo, 60 o 70% ha terminado adhiriéndose a esa línea de trabajo.
JAE - Una pregunta que se repite: ¿cuánto es el costo de la carrera?
HC - La carrera anda en unos 1.300 dólares mensuales, 12 meses al año.
JAE - 12 veces al año 1.300 por 6.
HC - Puede parecer caro, y lo es, pero la carrera de medicina hecha a fondo es una carrera muy costosa. Solo le diré que para tener pequeños equipos de trabajo en tercer año hubo un año en que cada hora de trabajo en tercero costaba 1.000 dólares, pagada a docentes.
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Transcripción: María Lila Ltaif