La iniciativa pretende sustituir la normativa vigente, realizar mayores controles en la venta de alcohol y castigos más severos a quienes no cumplan con lo dispuesto.

El proyecto pone su foco de atención en datos divulgados recientemente, que dan cuenta del consumo de este tipo de bebida en adolescentes cada vez a edad más temprana.

García dijo a El Espectador que la reglamentación vigente en la materia no cumple la finalidad para la cual está prevista. "Las sanciones no se aplican o se aplican tarde y mal", dijo García.

"Esto no puede seguir como está", dijo el legislador. "Hemos escuchado anuncios a lo largo de todo el año por parte de la Junta Nacional de Drogas, en cuanto a incidir en esta realidad, pero en definitiva no han sido más que eso", agregó.

El diputado García apuntó a la toma de conciencia por parte de los mayores, ya sea en hablar del tema en casa, o en otros casos el no suministrar alcohol a menores en el hogar o en lugares públicos.

"Más del 70% de los chicos de 17 años son habituales consumidores de alcohol y la edad de inicio de consumo de alcohol está en los 13 años", informó.

García dice que concretamente se plantea la creación de un registro nacional de expendedores de bebidas alcohólicas que otorgue una patente en la cual se establezca el tipo y la modalidad de venta del comercio.

Los altos índices de consumo de alcohol en los más jóvenes debe generar en la sociedad una luz de alarma, dijo el diputado, aunque admitió que el tema desatará polémicas porque sostuvo que "hay muchos intereses en juego".

También se refirió a las sanciones que se aplicarán a quien venda sin estar habilitado, fuera de los horarios, o quien lo haga a menores de edad.

"En primera instancia se clausura el local por tres días. En la segunda instancia la clausura es de 10 días y en la tercera instancia se clausura el comercio definitivamente", explicó.

El legislador habló también de las responsabilidades actuales y futuras sobre este tema.

Sobre la responsabilidad del Estado en los controles dijo que los mismos se "hacen poco y se hacen mal".

Destacó el papel de la familia, del entorno de los adolescentes y se refirió a las conocidas "previas" que practican los jóvenes.

"También tiene responsabilidad el sistema educativo, la publicidad que se genera sobre las bebidas alcohólicas, y también la familia, que son quienes deben incidir en la educación de sus hijos", expresó.