Las infecciones del Uruguay Natural
Caro Emiliano:
En tus abordajes sobre los temas del verano seria interesante que apareciera la otra cara del desarrollo y la fama mundial del Este Uruguayo como polo turístico: un hecho que en realidad amenaza las propias condiciones que hacen a tal fama.
Me refiero a la destrucción del medio ambiente y a la responsabilidad que le cabe en particular a la Intendencia de Maldonado. El fenómeno mas conocido proviene de la depredación inmobiliaria (recuerdo una nota que le hiciste en algún momento a Vito Atijas).
Es interesante tener en cuenta a este respecto el "espejo" de España y Portugal: hasta hace poco había fondos de la Unión Europea destinados a demoler (sic) los edificios espantosos construidos desde los 60s, que arruinaron las costas. Resulta paradójico y terrible en realidad, que los alcaldes de las zonas turísticas en la Costa española o cerca de Lisboa que antes corrían atrás de los inversores inmobiliarios ahora corran detrás de esos fondos, cuya mera existencia habla de hechos vergonzosos.
Creo que hoy día, para que te den permisos de construcción en las islas y en las costas españolas, tenés que comprometerte a destruir cinco veces el metraje que vas a levantar !!!
Pero también hay que tener en cuenta la infección ambiental formidable proveniente del ruido, de los ruidos de todo tipo. Una situación repetida, que alcanza ahora dimensiones formidables, es la contaminación sonora de las discotecas y de los paradores de playa. Tengo entendido que los vecinos de José Ignacio tuvieron que hacer hace poco un piquete para frenar alguno de los "eventos".
Esta contaminación sonora ha llegado este verano a Portezuelo, que se mantenía como un lugar todavía alejado de los desastres de Punta del Este. En la playa del Tio Tom -donde antes había un chiringo manso en el que se comía bien- hay ahora un emprendimiento que ha iniciado la temporada con una explosión musical de altísimos decibeles y que incluso pone vallas que llegan casi hasta el borde del agua, en una inusitada apropiación privada del espacio público.
No deja de asombrar que la Intendencia de izquierda no tenga a este respecto conductas de regulación y vigilancia mas acordes con una civilización "progresista". Al Intendente del Maldonado lo llaman "Terminator" porque ha ido mas alla que blancos, colorados y militares, autorizando construcciones de excepción, que el FA criticaba desde la oposición y que se han multiplicado durante su gestión, con graves perdidas en los bosques de San Rafael, en la Barra del Arroyo Maldonado o en la Laguna del Diario.
Creo que el asunto merece un tratamiento en serio. Alguna cronica de estos acontecimientos mas chocantes. Una mirada de Rosario Castellanos o quien haga sus veces. Hablar del conflicto de intereses entre los emprendendores depredatorios y los vecinos... Pero también un análisis de las políticas ambientales y de este déficit en el desarrollo de la civilización uruguaya.
Saludos,
Jorge