Entrevistas

Proyecto prevé crear un Sistema Nacional de Turf para incentivar la industria hípica

Proyecto prevé crear un Sistema Nacional de Turf para incentivar la industria hípica

La Dirección General de Casinos del Estado (DGCE) resolvió a fines del 2011 destinar más dinero en los premios de las carreras de caballos y anunció la creación del Sistema Nacional de Turf. Para conocer más sobre este asunto, En Perspectiva entrevistó al director general de Casinos en el Ministerio de Economía y Finanzas, Javier Cha, quien informó que este nuevo sistema "apunta a tener un turf profesional que tenga vocación de integración y de expansión territorial que permita" tener "un sistema nacional". En este sentido, dijo que se busca "tener un sistema competitivo sólido, solvente, transparente y bien administrado". Cha expresó que el hipismo "es un deporte, una pasión, una seña de identidad uruguaya, pero además es una industria creciente y una cadena productiva", y que "la industria hípica es una forma de vincular a un circuito social de gente joven, desertores del sistema escolar, que tiene muy baja calificación y que no encuentra cabida en otros subsistemas laborales". Además, señaló que este sector genera "miles y miles de puestos de trabajo" y que se trata de "una cadena productiva pujante y un sector económico en desarrollo en la producción nacional que no había tenido hasta ahora política ninguna del Estado".


(emitido a las 10.15 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Aumentar los premios de las carreras de caballos a casi al doble, coordinar cinco hipódromos para que sean más competitivos y, en general, apoyar a la industria hípica aprovechando las ventajas que ofrece el campo uruguayo para, en un futuro, desarrollar un centro regional de cría de caballos pura sangre.

Esos son los lineamientos principales del plan que el gobierno anunció en las últimas semanas para promover lo que denomina Sistema Nacional de Turf.

Aprovechando que hoy se corre el Gran Premio Ramírez, la fiesta máxima del turf uruguayo, les propongo una entrevista para conocer más a fondo esta política que está impulsando el Poder Ejecutivo.

¿Por qué se aumenta el subsidio a este sector? ¿Cuáles son las proyecciones sobre el impacto en la economía nacional?

La charla es con el director general de Casinos en el Ministerio de Economía, Javier Cha.

El Estado, por medio de la Dirección General de Casinos del Estado (DGCE), resolvió a fines del año pasado que pondrá más dinero para que mejoren los premios de las carreras de caballos y anunció la creación del Sistema Nacional de Turf. ¿En qué consiste este nuevo Sistema Nacional de Turf?

JAVIER CHA:
El Sistema Nacional de Turf apunta a tener un turf profesional que tenga vocación de integración, de expansión territorial que permita decir que tenemos un sistema nacional. Hoy por hoy la actividad del turf profesional y de calidad está restringida al Hipódromo Nacional de Maroñas. La idea para fortalecer y estimular la cadena productiva del caballo, que se hace mediante su expresión culminante que son las competencias, es tener un sistema competitivo sólido, solvente, transparente, bien administrado. Y para ello tener un sistema nacional de hipódromos que funcionen correctamente. Nosotros heredamos una realidad histórica caótica, desfasada, desintegrada en lo que tiene que ver con el turf. Nunca hubo una política del gobierno, nunca hubo un plan. Hemos tenido, por obra y gracia de cómo se fueron venido dando las circunstancias históricas, un gran hipódromo, una joya, el Hipódromo de Maroñas, de nivel internacional, un orgullo para el país.

EC - Supo estar en la lona.

JC - Supo estar destruido.

EC - Después de que se resolvió finalmente y después de años de idas y venidas, la licitación y la concesión a Hípica Rioplatense, se produjo el renacimiento.

JC - Sí, un renacimiento con una recuperación fantástica. Hoy es un escenario de calidad de nivel internacional, uno de los mejores de América Latina. Pero teníamos toda la actividad circunscrita a ese hipódromo y a Maroñas como oferta principal del turf uruguayo. En los últimos años ha venido procesándose una movilización de recursos, ha ido creciendo la inversión en el sector, ha ido desarrollándose el turf, cada vez se venden más caballos de carrera, cada vez hay más equipos en competencia. Era importante darle a esto cierta racionalidad, y quizás la mayor contribución que hace la DGCE es aportar un plan, aportar algo que racionalice, que ordene toda esta cantidad de esfuerzos desperdigados.

EC - ¿Cómo va a funcionar ese sistema? ¿Qué es lo que están previendo?

JC - Estamos tratando de armar el sistema básico inicial. No es un punto de llegada, es un punto de partida, es darle a esto una racionalidad mínima. Se plantea, de acuerdo con la cantidad de caballos que hay en el Uruguay, de acuerdo con la cantidad de caballos en training, generar un sistema de cinco hipódromos, que es lo ponderado y adecuado para que el sistema se sostenga y funcione.

EC - En Uruguay hoy hay más de cinco hipódromos.

JC - Sí, hay muchos más, tenemos un caos, hay muchos hipódromos y muy pocos caballos. En el interior hay más de 10 hipódromos, pero la mayoría de ellos no funciona o funciona con muchas carencias. Y en verdad no funciona porque es una actividad deficitaria, el Estado apoya la actividad hípica y lo que tiene que ver con el funcionamiento de los hipódromos, en todo el mundo los hipódromos, como no son sustentables como una economía en sí misma, tienen que tener o subsidios del Estado; en este caso los subsidios provienen de los ingresos del juego, que es lo que aporta la DGC.

La idea es tener cinco hipódromos, el eje central en vez de que se mire a sí mismo, ponerlo como un distribuidor de la actividad que es Maroñas, como el que va a racionalizar la actividad. Luego recuperar Las Piedras, que es el segundo hipódromo más importante del país, y seleccionar tres hipódromos más mediante un llamado que ya tenemos en curso, para con aportes de la DGCE tener cinco hipódromos en un sistema integrado, coordinado, con una programación aceitada que permita complementar, dar garantías, ser transparente, tener buena administración y dar un empuje importante, porque con cinco escenarios podríamos tener un incentivo mucho más poderoso de la cadena productiva y su desarrollo.

EC - A los efectos de ese llamado a licitación y de la construcción de este sistema de cinco hipódromos, la pieza angular es un cambio que va a hacer la DGCE en el destino de los recursos que recibe de los juegos de slots que administra Hípica Rioplatense.

JC - Es así, es complicado.

EC - Porque la concesión a Hípica Rioplatense para operar el Hipódromo de Maroñas tiene un capítulo lateral pero fundamental que es la concesión de cinco salas de slots.

JC - Sí, no es una concesión sino una contratación con el privado mediante el régimen de sistema mixto de explotación de las salas de juego, que es el sistema que ha venido creciendo y detrás del cual se han desarrollado importantes inversiones en lo que tiene que ver con la DGCE. Es así, la ley de concesión del Hipódromo de Maroñas previó la posibilidad de contratar con el Estado cinco salas de juego para que la empresa que fuera la concesionaria tuviera la posibilidad de tener un flujo económico que le permitiera solventar el costo operativo de un hipódromo que es deficitario.

EC - Recordemos entonces: el Hipódromo de Maroñas no se financia solo con el movimiento de dinero que se produce allí, no se financia solo con las apuestas, con los productos que se venden y se compran en Maroñas, necesita de la inyección fundamental de esto otro, del ingreso que proviene de los juegos de slots en esas cinco salas. ¿Qué porcentaje de esa facturación en los slots va para Hípica Rioplatense hoy?

JC - El 35%.

EC - Ahí se cierra la ecuación del Hipódromo de Maroñas.

JC - Sí, el 35% es el porcentaje de los ingresos totales que le corresponden por pago de ese contrato de arrendamiento de bienes y servicios a Hípica Rioplatense. Y había un 5% que completaba un 40 de la empresa que actúa como agente de retención para volcarlo a los premios hípicos, que son los premios de las competencias, que son lo que dinamiza, lo que genera el incentivo principal y generalizado para que la industria funcione.

EC - A la DGCE le correspondía el otro 60% de esa facturación.

JC - Es verdad.

EC - Y de ese 60% ahora la DGCE va a "sacrificar" cinco puntos.

JC - Va a resignar cinco puntos más, va a duplicar lo que se va a destinar a premios hípicos, va a ser un 10% de la recaudación de esas cinco salas, que fue lo que los parlamentarios uruguayos definieron que aporten para la actividad hípica. Pero ahora no vamos a restringir ese aporte en premios e incentivos al Hipódromo de Maroñas, sino que también vamos a tener un fondo de reserva para premios hípicos con destino al nuevo Hipódromo de Las Piedras una vez que quede recuperado, y al apoyo a esos tres hipódromos que pretendemos seleccionar en un llamado que abre el 1º de febrero.

EC - De ahora en adelante, de lo que se recauda en los slots que funcionan en ese convenio Hípica Rioplatense-DGCE, en vez de destinar cinco se destinará 10 a los premios de las carreras de caballos, y ese dinero ya no irá solo a Maroñas sino a un total de cinco hipódromos. ¿Cómo se van a distribuir esos 10 puntos?

JC - El 7% de ese 10 va a ir al Hipódromo Nacional de Maroñas para solventar los premios hípicos de las competencias, después un 1,5% se va a dirigir al premio hípico del hipódromo de Las Piedras y el 1,5 restante se va a dirigir a los otros tres hipódromos en el interior del país. Obviamente la escala es la correcta y la racional, porque el peso del Hipódromo Nacional de Maroñas y la cantidad de competencias que tiene es enorme con respecto a los otros escenarios que intentamos fortalecer, pero que tienen una dinámica y un producto agregado mucho menores.

EC - De todos modos, si entiendo bien, el Estado no va a sacrificar recaudación, esos cinco puntos más que va a destinar al aumento de los premios vienen más bien de un crecimiento que viene teniendo esa recaudación.

JC - Sí, este tipo de medidas es posible cuando tenemos una DGCE que tiene una recaudación creciente, que tiene resultados económicos con signos positivos e incrementales que hacen posible este tipo de esfuerzo y de incentivos que significan resignar una porción de dinero importante.

EC - El oyente puede preguntarse por qué ese apoyo que el Estado resuelve ahora agregar a la actividad hípica se canaliza en los premios, por qué ese es el instrumento.

JC - Porque es comprobadamente el que tiene el mayor impacto, el más fuerte, el que baña toda la cadena productiva y genera el máximo incentivo para que se genere todo un ciclo virtuoso: si hay más premios se compran más caballos, hay más incentivos para competir, al haber más caballos se adquiere más lo que tiene que ver con los haras, se crían más ejemplares, se da más empleo, se genera una multiplicación de todos los agentes vinculados a la cadena productiva, y eso es lo que la estimula. Lo otro que cabe preguntarse es por qué en la actividad hípica, porque al Estado no le interesan las competencias de caballos, ni las apuestas, ni quién gana.

EC - Incluso el cuestionamiento puede ir más allá, la crítica perfectamente puede decir: ¿cómo se entiende que el Estado profundice los incentivos a este tipo de actividades que están asociadas a su vez al juego, a las apuestas? ¿Qué sentido tiene eso?, preguntan ya varios oyentes por el correo electrónico y los mensajes de texto.

JC - Es muy importante eso, analizarlo en lo que tiene que ver con una cara a veces escondida. Hay un estigma que se ha ido disolviendo que socialmente ubica lo que tiene que ver con las competencias hípicas, lo que tiene que ver con las carreras de caballos como mucho más vinculado a la apuesta, a algo mucho más circunscrito al vicio o a algún tipo de modalidad de conducta que no es la que la gente querría promover.

Detrás de eso, que, créanme, es un componente marginal, se esconde la otra cara, la más importante: hay una industria, miles y miles de puestos de trabajo, una cadena productiva pujante, un sector económico en desarrollo en la producción nacional que no había tenido hasta ahora política ninguna del Estado que lo atendiera. En esa cadena productiva la multiplicación de agentes y de las oportunidades laborales para los ciudadanos más humildes del país es muy importante.

EC - ¿Qué números utiliza para describir esa industria?

JC - Tenemos un censo que ha ubicado cerca de 8.000 empleos directos y 8.000 empleos más que se vinculan de forma indirecta y una cadena que vincula a agentes productivos y en lo que tiene que ver con núcleos familiares que ronda las 50.000 personas.

EC - Sí, porque hay que tener en cuenta lo que ocurre desde que nace el caballo hasta que eventualmente se lo exporta.

JC - Desde que nace el potrillito, al que hay que criar, cuidar, fortalecer, atender. Allí participa una cantidad de personas: veterinarios, peones, las personas que lo cuidan, que le dan de comer; es un animal delicado, no es el caballo que uno ve en la calle, tiene una cantidad de situaciones que hay que resguardar. Luego se compra, entra en el proceso de training y ese entrenamiento del caballo vincula a una cantidad enorme de agentes, está el peón que lo cuida, está el capataz, está el sereno, está el entrenador, está el jockey que lo corre en la carrera, pero está el vareador, el que lo lleva a entrenar, el herrero que una vez cada dos meses le cambia las herraduras, está el veterinario que viene una vez por semana a verlo.

Hay una movilización de recursos muy importante que cualquiera puede comprobar acerca del Hipódromo de Maroñas: todo el barrio asociado, con todo el empleo que se genera. Lo que hay dentro del hipódromo es una industria muy importante que en lo que tiene que ver con su contenido social al Estado le interesa promover, relevar, proteger. Y la forma de hacerlo es esta, no hay ningún hipódromo en el mundo que funcione económicamente en sí mismo si no es mediante este tipo de estímulos.

EC - Es toda una paradoja que una industria que todos sostienen que es tan relevante dependa en el fondo de un subsidio del Estado. Un oyente, Alberto, lo plantea en estos términos: "¿No era que toda empresa que no fuera eficiente y sustentable debía desaparecer?". Incluso cita a "burreros liberales", dice, como Jorge Batlle o Conrado Hughes.

¿Cómo se analiza este detalle, que no es nada menor, desde la óptica del Frente Amplio?

JC - No lo consideramos una empresa, para nosotros esto es un deporte, es un aspecto muy importante en lo que tiene que ver con las oportunidades que brinda en términos laborales y en términos de inserción social para los ciudadanos más humildes. La construcción y la industria hípica son las más intensivistas y las que tienen más impacto en la generación de empleo directo.

EC - ¿La construcción y la industria hípica?

JC - Sí.

EC - ¿En ese paralelismo casi?

JC - Sí, son intensivistas en lo que tiene que ver con la cantidad de empleo que demandan. La industria hípica es una forma de vincular a un circuito social de gente joven, desertores del sistema escolar, que tiene muy baja calificación y que no encuentra cabida en otros subsistemas laborales, entonces significa un ciclo de oportunidades muy importante.

Esto no es una empresa, es un circuito de generación de oportunidades pero de competencia, de deporte, que sin el apoyo del Estado se prescinde de él.

EC - ¿Hace lo mismo el Estado con otros sectores de la actividad?

JC - No, con otros sectores de la actividad no porque tienen segmentos rentables en los que se puede competir y tener rentabilidad, hacer dinero. Acá básicamente no hay muchos agentes que tengan la posibilidad de obtener una gran renta, esto está sostenido básicamente por una gran pasión por el caballo de carrera, que es lo que distingue a Uruguay del resto de los países.

EC - Pienso en otros sectores, por ejemplo en la forestación; en su momento el Estado implantó una política para que la forestación se instalara y despegara. Hubo un sistema de subsidios, pero con una duración determinada y después finalizó. Y así se podría pensar también en la Ley de Inversiones y cómo a determinadas inversiones que tienen un potencial se las exonera del pago de determinados impuestos, pero de vuelta, estamos hablando de beneficios acotados. Acá estamos hablando de un subsidio permanente, y en este caso incluso creciente. ¿Qué dice usted?

JC - Existen ya en las políticas públicas de este país múltiples incentivos en otras cadenas productivas y en otro tipo de actividades que el país quiere promover y donde hay nichos de oportunidades para generar un desarrollo económico. En este caso no se trata del desarrollo económico en sí mismo, sino de desarrollar una cadena productiva que tiene un PBI creciente, que tiene un aporte, pero que sin el aporte del Estado este deporte, este tipo de actividad no tendría capacidad de ser ni tendría ninguna posibilidad de desarrollarse en lo que tiene que ver con su faz competitiva, que es la que anima todo el proceso, que son las competencias equinas.

No es un problema del Uruguay, prácticamente en ningún país esto se sostiene por sí mismo, podemos ver todos los ejemplos internacionales, todos los hipódromos argentinos tienen este sistema, los de Estados Unidos también. En Francia es distinto, ahí no hay dineros del juego que se trasvasan a la actividad del hipódromo, el Estado los sostiene directamente. Son actividades que tienen un hondo contenido social, generan un valor agregado importante que se distribuye de forma bastante democrática. Son cosas a las que focalizadamente el Estado, el Poder Ejecutivo dirige una política porque le interesa promover, sostener e incentivar.

EC - ¿Cómo contiene la manifestación perniciosa de todo esto, el juego enfermizo?

JC - El juego enfermizo es un problema de trastornos de conducta y de la responsabilidad en el juego que no se da solo en las apuestas hípicas, se da en las apuestas en general. Son modalidades que tienen su impacto y su desarrollo en la complejidad de la sociedad moderna. El Estado trata de brindar información y asistencia a aquellos que incurran en el juego patológico, no tenemos posibilidad de precavernos de que haya personas que desarrollen ese tipo de conductas. Lo importante es informar, tener la responsabilidad social de precaver y luego atender.

***

EC - ¿Tienen estudios hechos a propósito de cuál es el potencial de esta industria turfística uruguaya, de cómo puede evolucionar en los próximos años a partir de medidas como las que se están preparando?

JC - Sin duda, tenemos estudios de lo que ya ha venido creciendo el sector y de su gran potencialidad. Tenemos unas ventajas extraordinarias, el campo uruguayo tiene unas cualidades estupendas para la cría de caballos de carrera, y sobre todo tenemos ventajas comparativas en la región acerca de los costos. Eso ha generado que se hayan hecho inversiones sostenidamente en el sector, hay alianzas estratégicas de haras uruguayos con haras argentinos, se ha reinvertido en forma muy importante.

EC - ¿A qué se refiere con inversiones? Sería bueno precisarlo, porque el oyente tiende a pensar en primer lugar en Maroñas mismo, en inversiones en el hipódromo y sus instalaciones conexas.

JC - No, Maroñas es la superficie del fenómeno, la realidad emergente, abajo está la gente que compra campo, instala haras y cría caballos en establecimientos de primer nivel, modernos, y se dedica a criar pura sangre, el cabañero. Así como se están todos acostumbrados a ver en el Prado la cría de ganado y la mejora genética, la posibilidad de tener ganado de calidad. Esto es lo mismo, el caballo que más corre no es solo el que tiene el mejor entrenamiento, sino también la mejor calidad genética, las mejores sangres. Eso sale muy caro, hay que importarlo, en los últimos dos años se han importado padrillos americanos e ingleses como hacía mucho tiempo no sucedía en el Uruguay, se ha invertido fuertemente, y además la ventaja comparativa y hoy por hoy el auge de lo que tiene que ver con el desarrollo de este sector ha generado oportunidades de inversiones extranjeras en el país. Tenemos una fuerte tendencia, que se ha venido afirmando, de inversiones brasileñas sostenidas en lo que tiene que ver con el sector.

EC - ¿Son brasileñas esas inversiones, no argentinas? Porque Argentina también tiene una tradición turfística muy fuerte.

JC - Sí, muy fuerte, tiene un sector muy potente, y los subsidios son muchísimo mayores. Eso es una realidad enorme al lado de lo nuestro, el hipódromo de Palermo, por ejemplo, para poder funcionar tiene 5.000 maquinitas en el subsuelo. Entonces más que un hipódromo es un centro de juegos. En nuestra política no hemos querido mezclar una cosa con la otra, para nosotros el turf es un deporte. Repito, la parte de las apuestas es un componente marginal de la actividad, que es tradicional, está allí, pero no es la que sostiene.
    
EC - Las inversiones son básicamente brasileñas, no argentinas.

JC - Ha habido alianzas estratégicas entre haras uruguayos y haras argentinos para hacer intercambio, para hacer apoyo, para comprar reproductores, etcétera. Pero en lo que tiene que ver con los brasileños ha habido inversiones directas, compra de campos y montaje de establecimientos. Son inversiones de mucho dinero porque montar un establecimiento para la cría de caballos requiere desarrollar una infraestructura importante y además adosarle tecnología.

EC - La apuesta es a la consolidación de Uruguay como centro regional de cría de caballos pura sangre.

JC - Exacto, esa corriente de inversión que hay en el sector, con este tipo de estímulos, desde el premio hípico, que es el que baña económicamente toda la cadena productiva, genera un incentivo muy importante no solo para las competencias sino para crear caballos en Uruguay. La idea es brindarles esa oportunidad, ese incentivo a los criadores nacionales, pero también a todos aquellos que quieran invertir en este sector que viene recibiendo inversiones importantes, lo que le ha dado todo un dinamismo y también oportunidades para todos los ciudadanos.

EC - ¿Cuál es la proyección de crecimiento?

JC - Creemos que en los próximos dos o tres años, si logramos montar este sistema, vamos a estar generando una situación distinta y vamos a ir monitoreando para ver cómo es no solo la rentabilidad en términos sociales de lo que vamos a ir agregando, sino también cómo estos incentivos tienen impacto en la inversión en la cría y el crecimiento. Creo que en dos o tres años vamos a vivir una realidad muy distinta.

EC - ¿Cuánto dinero extra se va a pasar a volcar ahora a los premios?

JC - En una cuenta gruesa serían cinco puntos, cinco millones de dólares, 10 puntos son 10 millones de dólares. Eso es lo que vamos a destinar. No parece una cifra muy relevante como incentivo, pero tiene un impacto poderoso.

EC - Y hoy, el Ramírez de este año en Maroñas, mejor dicho, toda la jornada hípica que gira en torno al Premio José Pedro Ramírez, que es el principal pero no es lo único, las características de esta jornada de hoy, por ejemplo con 23 carreras y todos los espectáculos y entretenimientos que se han montado ¿tiene que ver con esta nueva etapa?

JC - Sí, tiene que ver con esta nueva etapa. Tiene que ver con apuntar a que el Ramírez sea una fecha muy significativa para el turf y para todos los uruguayos. Lo es, pero la idea es expandirlo cada vez más como el estandarte del turf uruguayo, como el punto culminante del funcionamiento de la industria y de este deporte. Pero además todos los contenidos, al ser un espectáculo extendido, favorecer que existan espectáculos musicales, artísticos de todo tipo, generar en el hipódromo un centro de espectáculos, el espectáculo hípico, pero integrado a otro tipo de atractivos para que participe la familia, para que haya mayor motivación y además instalemos de una vez por todas este deporte, que es un deporte sano y bueno.

EC - Un oyente pregunta. "No me queda claro, ¿estamos hablando de un deporte o de una industria?".

JC - Hay deportes que en función de los recursos que generan se convierten en una industria. No son excluyentes una cosa y la otra. Esto es un deporte, una pasión, es una seña de identidad uruguaya, pero además es una industria creciente y una cadena productiva. Es todo eso, conjuga todos esos factores, quizás como otras cosas, como otro tipo de fenómenos del Uruguay no logran integrarlo. La idea es instalar al turf como un deporte, como un deporte sano, como una actividad de esparcimiento y diversión para toda la familia, y rescatar lo de la imagen social a veces demasiado superficial que lo degrada simplemente como un lugar adonde se va a apostar.

Eso no es el Hipódromo de Maroñas, la enorme cantidad de personas que van allí a veces no juega un peso, van por el gusto por el caballo y por las carreras de caballos. La mayor parte de las personas que tienen caballo de carrera no se dedican a la timba, sino que les gustan los caballos, integran a su familia a esto y tienen una actividad social creciente y de integración que es lo que queremos promover como inclusión social. Para nosotros un hipódromo es un parque adonde uno va a divertirse, a ver un espectáculo hípico, y llenarlo con este otro tipo de ingredientes, socializarlo, expandirlo, es la idea que tenemos en la DGCE, porque es la mejor contribución que podemos hacer a esto.

EC - ¿Los premios que se pagan hoy en las carreras del 6 de enero en Maroñas ya forman parte de ese incremento de rubros?

JC - Sí, ya forman parte. Lo que se decidió volcar este año ya comienza a ejecutarse.

***

EC - ¿Ya se va para Maroñas?

JC - No, voy para casa primero.

EC - ¿Usted es burrero?

JC - No, no.

EC - ¿Tenía ya este conocimiento del medio?

JC - No. Conocía la industria, conocía de caballos, pero no era habitué de las competencias y tampoco de las apuestas. Tampoco sabía mucho de casinos cuando entré, tuve que estudiar bastante para ponerme a tono.

EC - Pero supongo que no se pierde la carrera de hoy.

JC - No, no, cómo me la voy a perder. Hoy va a haber 15.000, 20.000 personas, voy a estar muy bien acompañado. Vamos a estar allí viendo esta verdadera maratón de carreras que vamos a disfrutar, un espectáculo maravilloso.

***

Transcripción: María Lila Ltaif

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