Solidaridad con víctimas de incendio en Asunción
Doctor Luis González, desde Asunción: Hay cerca de 200 internados, muchos de los cuales en estado muy, muy grave. La cifra de fallecidos va a aumentar, porque hay pacientes de este tipo que seguramente no podrán superar el trance.
(Emitido a las 07.56)
EMILIANO COTELO:
La tragedia desatada al mediodía del domingo en un supermercado de la capital de Paraguay conmueve a toda la región. "El drama, la cólera y la angustia se adueñaron de los hospitales y de los improvisados velatorios habilitados en Asunción para que los familiares lloren a los 350 muertos que dejó el incendio del centro comercial Ikuá Bolaños", dice una de las crónicas. "Desde húmedas salitas de modestas viviendas hasta lujosas funerarias con canapés, la muerte ha sembrado con cruel equidad el dolor por toda una ciudad que aún no termina de comprender cómo una fuga de gas pudo acabar el domingo en la mayor catástrofe civil de la historia de Paraguay".
JOEL ROSENBERG:
La información más importante hoy es que, según los diarios La Nación, de Paraguay, y los enviados del argentino Clarín, se confirma "criminal cierre de las puertas. Un guardia de seguridad del supermercado Ikuá Bolaños confesó en la fiscalía que recibió la orden de cerrar las puertas del centro comercial apenas se produjo la explosión. Dijo que la orden fue a través de una radio, y los fiscales investigadores aseguran que existen varios testimonios de que Víctor Daniel Paiva, hijo del dueño del supermercado, fue quien dio la orden. Ismael Alcaraz, el guardia de seguridad de la firma Prevención, quien cumplía sus funciones en el estacionamiento, confesó ayer a la fiscalía haber recibido órdenes de cerrar todas las puertas de acceso y salida del supermercado, según el fiscal Edgard Sánchez, al término de las declaraciones de los guardias privados. Esto se suma a más de 20 testimonios que recibieron de sobrevivientes y testigos desde afuera del supermercado, quienes dijeron que las puertas fueron cerradas presuntamente para que el supermercado no fuera saqueado".
EC - A propósito de cómo se desató el incendio, las hipótesis siguen acumulándose y las respuestas no son claras. Tú estabas mirando el diario ABC, que titula "Rebrota hipótesis de un posible atentado en supermercado".
JR - Es una información actualizada esta mañana por ABC, porque La Nación de Paraguay y Clarín de Buenos Aires no la tenían hasta la madrugada de hoy.
EC - "Ya se descarta que haya sido una fuga de gas doméstico la que ocasionó el incendio", dice ABC. "Prueba de ello es que los tanques e instalaciones de gas licuado de petróleo están intactos con su carga correspondiente", añade.
No sabemos entonces cómo se originó este incendio, y esta pregunta inquieta a los paraguayos junto con la de por qué el grueso de la gente quedó atrapada y fue víctima del fuego tras las puertas y ventanales bloqueados.
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Pero, además de la investigación, surge la necesidad de trabajar en el presente y en el futuro. Y resulta que, conmovidos por el reguero de muertos y heridos que dejó el incendio, gobiernos y organizaciones de todo el mundo han estado enviando condolencias, pero además ayuda material a las víctimas. Desde Uruguay, 23 técnicos del Ministerio de Salud Pública y de la Asociación Española ya viajaron a Asunción para asistir a las fuerzas médicas y paramédicas locales.
Estamos en comunicación con el doctor Luis González, médico de la Asociación Española, a quien hemos localizado en Asunción. ¿Cuándo llegaron a Paraguay?
LUIS GONZÁLEZ:
Llegamos el domingo a la noche. Recibimos la información de que viajábamos a las siete de la tarde, a las diez de la noche tomamos el avión y a medianoche estábamos aquí en Asunción.
EC - De modo que ya han tenido un día entero conviviendo con esta tragedia. ¿Cuál es el aporte que ustedes están desarrollando?
LG - Somos seis médicos especializados en terapia intensiva, quemados y emergencias, y cuatro enfermeros, todos de la Asociación Española. Viajamos con tres ventiladores, o sea aparatos de respiración artificial, y con material analgésico y de otro tipo. Estamos instalados en el Hospital de las Emergencias Médicas, que fue donde se centralizó la recepción de los heridos después de este lamentable episodio.
EC - ¿Cuál es la experiencia que vienen recogiendo?
LG - Pensábamos encontrar un caos en la ciudad y realmente no lo encontramos, las autoridades paraguayas habían dominado bastante bien la situación, más allá del dolor que sienten. Los hospitales sí estaban abarrotados. Nosotros pusimos nuestra base en el hospital, junto con nuestros colegas paraguayos, conseguimos que abrieran una sala especial, la transformamos en un CTI y tenemos en este momento tres pacientes intubados y ventilados muy, muy graves, con quemadura de vía aérea e intoxicación por monóxido de carbono que estamos tratando.
EC - ¿Tienen un panorama más amplio? Además de esos tres pacientes que tienen directamente a cargo, ¿qué conocen?
LG - La información que tenemos es muy fragmentaria. Por respeto a las autoridades paraguayas tratamos de no opinar sobre cuál es la causa de lo que sucedió y dedicarnos exclusiva y específicamente al tratamiento de los pacientes que nos llegan.
EC - Entiendo, mi pregunta no iba en ese sentido. ¿Qué cantidad de heridos y cuántos de ellos verdaderamente graves han dejado el incendio, la explosión y todo lo que ocurrió después?
LG - Están repartidos en varios lugares, en el Hospital de las Emergencias Médicas, en el Instituto de la Previsión Social, en el Centro de Quemados y otras instituciones privadas de Asunción. En el Hospital de las Emergencias Médicas hay diez pacientes potencialmente graves en sala convencional y seis en terapia intensiva muy, muy graves. En el Instituto de Previsión Social, de acuerdo a la información que recibimos -ahora de mañana dos o tres de nosotros vamos a ir hasta allí-, hay alrededor de 160 internados.
EC - El grueso de ellos, quemados.
LG - La mayoría son quemados e intoxicados por monóxido de carbono, intoxicaciones en dosis casi letales de monóxido de carbono.
EC - ¿Qué puede vaticinarse con respecto a la evolución de la salud de estas personas?
LG - En base a la experiencia que uno puede tener con grandes quemados o grandes intoxicados, creo que la cifra de fallecidos va a aumentar porque hay pacientes de este tipo que seguramente no podrán superar el trance.
EC - ¿Ustedes están en contacto con los otros profesionales uruguayos que viajaron?
LG - Llegaron en la madrugada de hoy, a primera hora; ahora de mañana vamos a ponernos en contacto con ellos.
EC - A propósito de la posibilidad de que algunos de los heridos sean trasladados a Montevideo, al Centro Nacional de Quemados (Cenaque), ¿qué conoce usted?
LG - Ese ofrecimiento fue hecho apenas bajamos del avión, ya sabíamos que contábamos con el Cenaque y con el Instituto de Quemados de la Asociación Española, pero por el momento no se prevé el traslado de ninguno de ellos porque se ha logrado dominar la situación. Si fuera necesario está todo preparado, nosotros mismos trasladaríamos a los pacientes.
EC - ¿Qué otros países están presentes con asistencia profesional?
LG - Por lo que sabemos, conversamos con médicos argentinos, precisamente de Corrientes y se habían integrado una delegación argentina de un avión Hércules y aparte una delegación médica chilena.
EC - ¿Este tipo de contribuciones de los países de la región ocurrieron de manera espontánea o hay protocolos institucionalizados a esos efectos?
LG - No creo que haya protocolos, pero ante una tragedia de esta magnitud, sin ningún tipo de experiencia, cosa que puede ocurrir en nuestro país o en cualquier otro, la solidaridad latinoamericana se ha hecho presente nuevamente.
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Transcripción: María Lila Ltaif Curbelo
Edición: Jorge García Ramón