El informe de Bomberos aún no llegó al Directorio del organismo.

Los dos apagones de la semana que culmina, comenzaron con un incendio.

El fuego en sí no quemó los cables, sino que generó una corriente de calor y de humo, que en las líneas de alta hace descargas de cortocircuitos. Allí entran a trabajar las protecciones de la línea y se corta el suministro.

La línea de respaldo fue la que se quemó el día anterior, y ahí se produjo el problema. El jerarca destacó que se trabajó rápidamente para resolver el tema.

Afirmó que son casos fortuitos,  pero igualmente se hará un análisis de la situación.

Hacía muchos años que no pasaba esto y de estas experiencias hay que aprender y tomar previsiones, dijo a El Espectador.

"Fue una situación especial que pasamos. Se juntaron dos apagones en forma continuada, producto de dos incendios. En definitiva UTE asume que los clientes son los grandes  perjudicados. Esto llevó a que el Directorio aprobara la necesidad de hacer un informe técnico pormenorizado de toda la situación más allá de que se es consciente de que se actuó con mucha diligencia, los equipos técnicos actuaron rápidamente. Pero eso no quita que fue una situación grave: cuatro horas sin luz 200 mil o 300 mil personas en este país es mucho".

Antía reveló además que parte de lo que dejó esta experiencia es que recién en una coyuntura donde hay un corte de cuatro horas uno se da cuenta de la importancia de la energía eléctrica.

"No es solo que no funcionen las heladeras, sino que no funcionaron las cajas administradoras, los bancos, los comercios no pueden facturar... Hoy en día el peso de la energía se notó tremendamente, golpeó todas las áreas de la sociedad. Por eso, si bien la respuesta de UTE fue rápida, eso no implica que no se haga un informe técnico para prevenir en otras oportunidades dificultades de estas características", concluyó.

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