Ricaud, estudiante de arquitectura de 37 años, fue a buscar a su padre que vive en el Cordón, sobre 18 de Julio, para trasladarlo al Hospital Evangélico, donde debía que someterse a una operación.

Al detenerse esperando que su padre subiese al auto, fue interceptada por un equipo de inspectores de la IMM.

Una inspectora la observó y le hizo señales. Se acercó y le pidió los documentos. Acto seguido, y sin mediar palabras, procedió a aplicarle una multa.

La situación degeneró en una confusa cadena de eventos violentos: la inspectora denunció a la conductora por agresión física pero la conductora afirma que ella fue la agredida.

En el departamento de tránsito de la IMM dijeron que la filmación del caso se perdió.

El presidente del Comité de Inspectores de Tránsito de la Intendencia, Réquiem Bonfiglio, comentó a El Espectador que estos procedimientos siempre son filmados.

Pero según el funcionario municipal, hubo un error y cuando llegaron a la sede municipal detectaron que no había grabación del caso.

La conductora contó como se produjo el incidente:

"Fue ayer martes, a las 10 menos cuarto de la mañana me detengo en la calle 18 de julio esquina Martín C. Martínez, a recoger a mi padre que debía llevar al hospital a operarse. El auto estaba en marcha y conmigo adentro y con la puerta abierta para que mi padre subiera al auto. En ese momento un auto de la intendencia se me pone detrás y me hace señales de luces".

El silencio de la inspectora fue, según Ricaud, "la primera provocación" y un  motivo de enojo de la conductora.

"Me asomo a tratar de explicarle mi situación y comienza a tocarme bocina de una forma  súper prepotente y no sabía qué hacer así que me subo a una entradita de garaje que había (que tenía autorizado parar vehículos allí). El inspector se baja me pide la libreta de conducir. Le explico lo que pasaba y no me contesta ni me dirige la palabra de ahí en más. Primera provocación.  No me quiso explicar porqué me multaba".

La disputa por la tenencia de la libreta de conducir generó más tensión:

Entonces le digo, "mirá disculpame", y agarro mi libreta de conducir. Y le digo: "’cuando me expliques por qué me estás multando te doy mi libreta’. Entonces me la saca de un tirón y se va al camión del guinche en el que la esperaban los otros dos inspectores. Cuando veo que ella intenta guardar mi libreta en su bolsillo, yo manoteo mi libreta - jamás la toqué a ella -   y la inspectora me agarra de los brazos y me da un empujón hacia atrás. La mujer estaba bastante sacada y violenta", afirmó Ricaud.

En al momento álgido de la riña entre las dos mujeres,  llegaron varias unidades de la IMM que trataron de llevar el auto de Alejandra  Ricaud con un guinche.

"Llegaron 5 móviles de la intendencia y bajaron 15 personas. Ella estaba dentro del camión, muy alterada y llorando. Y me mandan guinchar. Lo último que necesitaba era un guinche, necesitaba llevar a mi padre al Hospital Evangélico, estaba lloviendo y no tenía plata para el taxi".

Pero llegó la policía y destrabó la situación:

"Llega la policía y les ordena devolverme tanto la libreta de conducir como alejar el guinche", explicó la conductora a El Espectador.

Por su parte, el presidente del comité de inspectores de tránsito de la Intendencia de Montevideo, Réquiem Bonfiglio, manifestó  que hubo una agresión de la conductora a la inspectora

"Esta señora estaba estacionada y en estos casos se le indica al conductor que retire el vehículo y que deje libre la senda del bus. No lo hizo. Además comenzó a agredir a la compañera: la arañó, le pegó, le dio manotazos. La compañera resultó lesionada y la llevamos al Banco de Seguros".

La conductora resistió el guinchado pero asegura que no agredió a la funcionaria de la IMM.

"Entonces le digo: ‘poneme una multa de 30 mil pesos si querés pero guinche, no’. Lo único que pude hacer para defenderme de esa situación fue subirme al capot del auto. Estaba bastante nerviosa y alterada en ese momento pero jamás agravié a nadie".

La IMM asegura que la conductora fue denunciada por agresiones. Pero la conductora asegura que la denunciante es ella y que nunca estuvo detenida:

"Nunca estuve detenida. Yo fui a la comisaría  a hacer la denuncia y a quejarme. Eso fue lo que pasó y es muy diferente a lo que relata la intendencia. Yo les dije que iba a llevar esto hasta las últimas consecuencias y salgo a decir la verdad debido a que la Intendencia está diciendo disparates mediante un comunicado que tergiversa los hechos. Tengo muchísimos testigos y creo que hay una filmación. Saben que se les viene ‘una’ encima. Tengo muy pocas multas".

Según Ricaud, es importante hacer hincapié  en el hecho que su auto no estaba estacionado:

"Me detengo en una cuadra que dice ‘no estacionar’, es verdad, pero no me estaciono, no detengo el auto, como hacen los taxis".

El presidente del comité de inspectores de tránsito sostiene que los inspectores municipales son objeto de violencia permanente de los conductores.

"Se palpa un ambiente de violencia permanente hacia los inspectores," se quejó lacónico, Bonfiglio.