Entrevistas

Arturo Briva (Sociedad de Medicina Intensiva): hay que asumir que en la salud también hay "criminales" y que hay que "evitarlos"

La Justicia investigará a jerarcas y médicos del Hospital Maciel que firmaron las defunciones de las personas asesinadas por un enfermero. En diálogo con En Perspectiva, el doctor Arturo Briva, presidente de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva (SUMI), dijo que desde esa institución están convencidos de que aunque "el 99% de los médicos y enfermeros actúan bien", hay que "asumir como sociedad que de la misma manera que en otros ámbitos hay criminales, también los hay dentro de la salud", por lo que hay que "buscar los mecanismos para evitarlos". Sumado a esto, reflexionó que "una de las cosas que haya que modificar es que protocolos que hasta ahora estaban basados exclusivamente en asegurar la mejor asistencia del enfermo, ahora empiecen a incluir elementos que nos permitan detectar esas posibles maniobras criminales".


(emitido a las 9.11 Hs.)

EMILIANO COTELO:
"Investigarán a los jerarcas del Hospital Maciel y además a los médicos que firmaron las defunciones". Este es el título principal esta mañana en el diario El Observador. La nota indica que la justicia investigará a las autoridades del Hospital Maciel y a los médicos que firmaron los certificados de defunción de los pacientes asesinados por los enfermeros homicidas y enviados a prisión el domingo pasado.

Por un lado, el juez Rolando Vomero y el fiscal Diego Pérez indagarán a las autoridades del Maciel para verificar si estaban en conocimiento de la denuncia y si tomaron alguna medida. Todo esto se produce porque, según trascendió, la enfermera del hospital que denunció los hechos a la policía había informado a las autoridades de lo que ocurría, pero al ver que no tomaban cartas en el asunto dio el otro paso: el que terminó disparando la indagatoria que llevó adelante la Dirección General de Lucha  contra el Crimen Organizado de Interpol.

La Justicia también investigará a los médicos que firmaron los certificados de defunción. Los responsables de la salud de los pacientes son los médicos, y la Justicia quiere saber hasta qué punto esos médicos controlaban la medicación y el tratamiento que los enfermeros ponían en práctica.

Otra pista que la justicia seguirá es el uso de la morfina que hacía el enfermero del Maciel, que mataba con esa sustancia. Una fuente del caso informó que sustraía la droga de la Asociación Española, por lo que se investigará cómo sacaba la medicación, que es controlada y que solo puede suministrarse por orden médica.

A raíz de algunas de estas puntas es que nos interesa conversar en los próximos minutos con el doctor Arturo Briva, que es presidente de la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva (SUMI).

¿Usted puede explicar, en primer lugar, qué es la Sociedad Uruguaya de Medicina Intensiva?

ARTURO BRIVA:
La SUMI es una sociedad científica y gremial. Es el lugar donde se nuclea a los médicos intensivistas del Uruguay con fines académicos científicos, pero además como núcleo gremial solidario con el Sindicato Médico del Uruguay.

EC– Cuando hablamos de medicina intensiva, ¿hablamos de la que se aplica en los CTI?

AB– Exacto. En nuestro caso, específicamente atendiendo pacientes adultos. Los CTI pediátricos tienen otro núcleo de médicos.

EC– Ahora que ya hay abundante información a propósito de lo que ocurrió en estas dos unidades, una de la Asociación Española, otra del hospital Maciel... Usted, desde la especialidad a la que se dedica, ¿qué lectura hace acerca de cómo fue posible que se acumularan todas estas muertes sin que nadie que estuviera por encima de los enfermeros, en ninguno de los lugares, lo percibiera?

AB– Este es uno de los puntos fundamentales que ahora nos puede aportar la investigación. Nosotros desde la Sociedad estamos realmente interesados en que se aclare hasta el más mínimo detalle, en saber qué lugares encontraron estas dos personas, que obviamente conocían los sistemas donde trabajaban, para poder pasar desapercibidos al ojo de sus colegas y compañeros. Esos son los puntos que nosotros necesitamos, y que necesita toda la sociedad, con mucha ansiedad, porque es lo que nos va a permitir buscar mecanismos para evitar cosas como estas en el futuro.

EC– ¿Usted qué sabe de su propia experiencia a propósito de cuáles son los controles que se aplican en el funcionamiento de estas unidades?

AB– El primer concepto es que nosotros hacemos asistencia en equipo, entonces el proceso asistencial va a depender tanto de médicos como de enfermeros. Existen protocolos de seguimientos, que no son solo protocolos asistenciales –o sea, determinar qué antibiótico es adecuado para qué infección– sino protocolos de cómo se obtiene la medicación. Es decir, si se saca de farmacia, si llega al CTI, si se cumple la indicación del médico, qué hay que hacer si una indicación cambia.

Actualmente nosotros tenemos un proceso que funciona dándole asistencia al paciente. Esos procesos probablemente tienen debilidades, que fueron las que aprovecharon estas personas. En el momento en que sepamos claramente cuáles son las debilidades, yo creo que tendríamos que reforzar los protocolos para que estas situaciones no ocurran.

Obviamente, hay detalles que yo no todavía no conozco pero me interesan fundamentalmente. Uno de ellos es este que usted decía: cómo se obtenía la droga, que le estaba faltando a otro paciente o estaba siendo sustraída de algún lugar. Ese es un punto clave. El otro punto es si existen condiciones de trabajo que favorezcan la aparición de estos actos criminales; o sea, si los actos ocurrían más frecuentemente en un horario determinado, o si las condiciones físicas de alguna unidad permitían la chance de que alguien, en forma encubierta, tomaran una actitud criminal como la que tomaron estas personas.

EC– Sí, lo entiendo, lo que pasa es que lo que usted está formulando son las preguntas que todos nos hacemos. Yo pensé que charlando con usted íbamos a poder tener respuestas de cómo se hace habitualmente. Por ejemplo, cuando ocurren muertes que no se esperaban, cuando fallece alguien que no estaba en estado crítico ni terminal, ¿no debe dispararse una investigación que permita determinar qué fue lo que ocurrió?

AB– Lo primero que se desencadena frente a cualquiera sea la muerte es el proceso interno dentro del CTI de análisis antes de firmar ese certificado, de decidir si los elementos de que dispone la guardia médica son suficientes como para explicar ese fallecimiento.

Eso en algunos casos resulta obvio (un paciente que estuvo muchos días internado, que dio chance a hacer muchos exámenes) y otras veces puede dejar algunas dudas. Pero puede dejar algunas dudas desde el punto de vista intelectual o científico; distinto es que deje una duda de un acto criminal. Le pongo el ejemplo concreto de mi práctica habitual: cuando firmo el certificado de defunción, hay veces que tengo pacientes de los que con certeza puedo decir la causa de muerte. En otros casos tengo una sospecha alta de la causa de muerte, pero en ningún caso hasta el momento me ha tocado analizar el caso de un paciente y encontrar que tengo la sospecha de una intención criminal en la muerte. Yo puedo entender, y tal vez eso sea lo más difícil de transmitir a la audiencia, que un médico pueda hacer el proceso intelectual de analizar los datos que tenía y llegar a la conclusión de que tenía elementos como para pensar que el paciente tenía chance de fallecer, lo cual no quiere decir que sospeche que haya un acto criminal detrás de eso.

EC– Entiendo lo que usted está diciendo pero me resulta sorprendente que en esas evaluaciones no se considere la hipótesis del homicidio. Lamentablemente ya hay casos que se amontonan provenientes de otros países, alguno muy aislado en Uruguay, pero "los ángeles de la muerte" es un término con el que ya estamos muy familiarizados en distintas crónicas de los últimos años. Ha habido países en que esas conductas provocaron verdaderas conmociones, entones da la impresión de que esa es una hipótesis que también hay que considerar, que puede haber dentro de un CTI puede haber un loco, puede haber alguien dedicado a matar.

AB– Totalmente de acuerdo con usted. De hecho, si podemos rescatar cosas positivas de toda esta experiencia tan dramática, es el hecho de decir que esto no forma parte solo de la literatura internacional, sino que pasó acá, y probablemente una de las cosas que haya que modificar es que protocolos que hasta ahora estaban basados exclusivamente en asegurar la mejor asistencia del enfermo, ahora empiecen a incluir elementos que nos permitan detectar esas posibles maniobras criminales.

EC– Pero la conclusión que se saca es que se estaba actuando con ingenuidad.

AB– Puede ser, pero la experiencia internacional surge y se conoce porque se detectó el caso de las muertes masivas. En ningún caso hubo un sistema de salud preparado para prevenir esto antes de que ocurriera. Es un poco difícil de transmitir la sensación que tenemos nosotros, pero desde la sociedad estamos convencidos de que el 99% de los médicos y enfermeros actúan bien, tienen que seguir actuando de igual manera, y tenemos que asumir como sociedad que desde la misma manera que en otros ámbitos hay criminales también los hay dentro de la salud y buscar los mecanismos para evitarlos. Yo no puedo tener otra respuesta más que esa, yo no me puedo negar a que existan mecanismos de control y que permitan salvar una vida, si  ninguna duda.

EC– Las preguntas se las hago porque en estos mismos casos, solo en estos dos casos del Maciel y de la Asociación Española, empezamos por no saber cuándo arrancó esta conducta de los dos enfermeros, o sea que podemos estar hablando de hechos de muchos años para atrás. Y también teniendo en cuenta el tipo de controles que se efectúan, podría ocurrir que hubiese otros homicidas de este tipo en otros hospitales o sanatorios.

AB– Podría pasar. Supongo que los expertos en crimen podrían aportar datos de cómo identificar a esta gente con problemas psiquiátricos y mentes criminales, por llamarlo de alguna manera.

EC– Los controles sobre la personalidad de los profesionales, tanto enfermeros como médicos que trabajan en el CTI, ¿son filtros que puedan encontrar a estas personalidades trastornadas?

AB– Al momento actual, los filtros están basados en su capacidad académica demostrada al momento de hacer concursos y pruebas de capacidad, y en cada lugar en particular las evaluaciones que se hagan del relacionamiento interpersonal, pero hasta el momento no tenemos ninguna evaluación establecida de esos aspectos de la personalidad. Habrá que ver qué datos de esa evaluación podemos agregar a una valoración rutinaria de los médicos y enfermeros que trabajamos en esa área.

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