Edil Edison Casulo (PN): "No podemos permitir que" 50 limpiavidrios "se impongan a miles de personas"
Esta semana se creó una subcomisión en la Junta Departamental de Montevideo que tendrá 30 días para analizar un proyecto que pretende cambiar el Digesto Municipal y prohibir "cualquier tipo de actividad, en especial la limpieza de vidrios de vehículos, en todos los cruces de semáforos de la ciudad". Entre otros argumentos, se plantea que "la actividad de limpiavidrios no aporta nada a la sociedad, no es un trabajo y no contribuye en ningún sentido a la seguridad, desarrollo o mejor desenvolvimiento del tránsito, sino todo lo contrario". Además, la propuesta pretende impedir la actividad de cuidacoches no registrados en la Intendencia de Montevideo. ¿Se puede prohibir los limpiavidrios y terminar la discusión o es necesario evaluar la problemática social que puede haber detrás de este fenómeno? Para conocer más sobre esta iniciativa, En Perspectiva entrevistó al impulsor del proyecto, el edil por el Partido Nacional Edison Casulo.
(emitido a las 8.35 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Hace ya tiempo que en Montevideo nos hemos acostumbrado a la figura del "limpiavidrios", esa persona que se instala en un cruce de semáforos y ofrece su servicio a los automovilistas a cambio de algunas monedas.
¿Cómo se puede considerar esta actividad? ¿Es un trabajo o no hace ningún aporte a la sociedad? ¿Se puede prohibir a los limpiavidrios y terminar la discusión o es necesario evaluar la problemática social que puede haber detrás de este fenómeno?
Esa es la discusión que quedó planteada en la Junta Departamental de Montevideo el mes pasado, cuando el edil del Partido Nacional Edison Casulo presentó una moción para cambiar el Digesto Municipal y prohibir "cualquier tipo de actividad, en especial la limpieza de vidrios de vehículos, en todos los cruces de semáforos de la ciudad". A partir de aquella propuesta, esta semana se formó una subcomisión en la Junta Departamental que tiene un plazo de 30 días para estudiar el tema, hacer propuestas y recabar información para que el asunto se considere luego en el plenario.
Sobre estos temas vamos a conversar con el propio edil Edison Casulo.
¿Por qué decidió presentar una propuesta de este tipo? ¿Cuáles son sus argumentos para pedir que se prohíba la tarea de los limpiavidrios?
EDISON CASULO:
Lo primero que hicimos fue sacar del ámbito coloquial, del cuento doméstico, de la reunión de amigos una problemática que estaba instalada en Montevideo. Cuántas veces un ciudadano llega a su casa y su señora le cuenta que tuvo tal o cual problema en tal esquina o que recibió tal o cual abuso o prepotencia por parte de algunos individuos. El caso más notorio es el de bulevar Artigas y Rivera, y mucha gente cambia su rutina para no tener que pasar por determinados lugares porque ha tenido inconvenientes, ha habido actividades delictivas y daños sobre la propiedad y a veces sobre los propios ciudadanos. Entonces decidimos sacarlo del ámbito coloquial, de la anécdota ciudadana, y ponerlo en el que entendíamos que era el lugar para resolverlo.
Hemos avanzado bastante. Las autoridades han reconocido que tenemos ese problema que hemos puesto arriba de la mesa, lo compartimos con todos los ediles de todos los partidos políticos. Hemos conversado en el sentido de si hay un aporte para la ciudad; nosotros sosteníamos y creo que la idea ha permeado que no aporta nada a la ciudad. Todos los autos tienen limpiavidrios automáticos, cada vez que uno va a la estación y carga combustible le limpian los vidrios, si mañana no hubiera ningún limpiavidrios no habría nada que perjudicara a la ciudad, no hay ningún elemento positivo.
EC - Usted considera que no es un trabajo la actividad del limpiavidrios.
Ed C - Decir que es un trabajo ofendería a toda la gente que se levanta a las seis de la mañana para ir a una fábrica, a la gente que va a una obra, pone ladrillo a ladrillo y construye, al vaquero que se levanta a las seis de la mañana y va a juntar las vacas para el ordeñe. No parece entrar dentro del concepto trabajo. Es más, le quiero ser franco, no creo que con esas monedas que logra juntar esta persona pueda resolver su vida, construir un futuro, armar una familia y perseguir la felicidad, cualquiera sea la que le interese. No creo que pueda resolver un futuro sobre eso. Y creo que la sociedad uruguaya se debe una fuerte discusión en torno a este tema.
EC - ¿Son un problema los limpiavidrios?
Ed C - Son un problema. Hemos puesto a consideración de los ediles y de la administración toda una serie de denuncias hechas por los propios vecinos, denuncias de abuso, maltrato, prepotencia. Y además hemos establecido que esa tensión que había inicialmente entre si era competencia del Ministerio del Interior o de la Intendencia departamental ha quedado disipada y ha quedado claramente establecido que es competencia de la Intendencia y que en ese vacío que producía esa tensión el Estado estaba ausente. Nosotros creemos que el Estado municipal debe regular las actividades entre los ciudadanos, y el foco aquí está en los limpiavidrios, que no son más de 50 en toda la ciudad.
EC - Y no todos son iguales. Hay oyentes que nos anotan que hay excepciones en ese panorama que usted describe, por ejemplo hay dos limpiavidrios en la rambla antes de llegar a la sede del Mercosur que son sumamente respetuosos, tienen hasta una especie de clientela, ponen carteles con mensajes.
Ed C - Está muy bien, pero el Estado debe velar por el otro gran conjunto de personas que son las que van en los vehículos. Reconozco que hay personas que realizan su tarea en una forma amable, pero tengamos claro que también hay otras circunstancias. Por ejemplo, tengo cientos de denuncias de los vecinos hechas en la policía sobre avenida Italia y Ricaldoni, y también sobre bulevar Artigas y Rivera. No podemos dejar que en un espacio público se instalen una serie de personas en actitud prácticamente de prepotencia y chantaje sobre los demás. Las personas tienen mucha dificultad para resolverlo, porque la práctica abusiva es sobre mujeres, personas mayores, muchachos, y muchas veces se ha dado la circunstancia de que algún ciudadano ha sido lesionado en esto, lo cual genera una especie de espiral de violencia, porque si usted tiene una actitud conmigo que yo no quiero, no pretendo, pero tengo que bajarme en salvaguarda propia o para que no me raye el auto o me rompa un espejo, entramos en una espiral de violencia que no es racional, no tiene por qué ser así. Los ciudadanos no tienen que hacerlo, lo tiene que hacer la administración, le corresponde.
Tiene razón usted, hay personas que lo hacen bien. Pero le voy a poner un ejemplo muy sencillo. En Luis Alberto de Herrera y 26 de Marzo hay un señor al que le falta un brazo, le falta un miembro, y vive de limpiar vidrios. Lo hace en forma correcta. Creo que la sociedad uruguaya no puede dejar que el futuro de ese señor que está disminuido por una cuestión física sea ese. Con los índices de empleo que tenemos, con la demanda que tenemos en algunos sectores que no logramos cumplir, fundamentalmente en la construcción, y la gran inversión que hace toda la sociedad en políticas sociales, tenemos que encontrar mecanismos para tratar de que aquellas personas que están ahí tengan otro fin en su vida y otro destino. Si no, ¿qué vamos a querer? ¿Que durante toda su vida esas personas limpien vidrios? No puede ser.
EC - Por todo este análisis que acaba de formular, la solución que propone es la prohibición lisa y llana.
Ed C - Prohibir las actividades que llevan adelante estas personas, la oferta de servicios en cruces semaforizados y no estamos abundando aquí en las dificultades de tránsito que también las hay, y en el caso de que estas personas tengan actitudes incorrectas, convocar a la fuerza pública, y en el caso de que están disminuidas poner en marcha los mecanismos sociales de la Intendencia de Montevideo. La Intendencia tiene un departamento dedicado a las políticas sociales que tiene que hacerse cargo de estas personas que están disminuidas, incorporarlas a la sociedad montevideana y articular con el ministerio encargado el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) en este caso para incluirlas en los programas de protección que tenemos.
EC - Usted está contemplando de esa manera posiciones que se han escuchado de la bancada del Frente Amplio, en la que se ha reconocido que hay allí un problema, pero varios de quienes han hablado sostienen que el tema requiere una evaluación más amplia, que hay que estudiar a fondo las implicancias sociales que tendría una medida como la prohibición.
Ed C - Nos parece muy bien, planteamos y está en nuestra propuesta escrita que se contemplen las dos situaciones. Sí hacemos mucho énfasis en que no puede haber lugares de la ciudad de Montevideo donde el Estado, en este caso la Intendencia, no esté presente y la convivencia entre los montevideanos, entre los vecinos, quede librada a la suerte de la ciudad. Fundamentalmente no podemos permitir que un pequeño grupo de personas avasalle al gran conjunto de los ciudadanos.
Creo que lo que hicimos fue una cosa interesante desde el punto de vista de prender otra luz, siempre se prende la luz sobre determinadas circunstancias; nosotros abrimos el escenario, abrimos la ventana, dejamos que entrara luz, porque las personas que en algunos casos son chantajeadas, prepotentemente tratadas, en algunos casos incluso con muchísima violencia, son la inmensa mayoría, estamos hablando de miles. Yo no tengo nada contra los limpiavidrios como alguien me ha querido adjudicar, tengo una alta preocupación por los derechos ciudadanos de las personas que transitan por ahí y se ven sometidas a esto, que además no está bien y no es justo.
EC - Algo dijo al pasar, pero según su planteo, si se va por el lado de la prohibición, ¿cómo habría que actuar para hacerla efectiva?
Ed C - La Intendencia tiene los recursos humanos, los recursos normativos. Simplemente no puede haber personas ofreciendo servicios, fundamentalmente limpiavidrios, en las esquinas. Esto es competencia de la División Tránsito, que regula el tránsito no solo de vehículos sino de peatones en la vía pública en lo que hace a las calles y avenidas, para lo cual tiene como auxiliar a Inspección General de la Intendencia, un cuerpo inspectivo que tiene un 222 permanente que acompaña a los inspectores en todas sus actividades. Y tenemos todos los departamentos que llevan adelante políticas sociales a partir del Departamento de Desarrollo Social con una serie de mecanismos para contener a estos individuos y tratar de incorporarlos socialmente. Y si eso no alcanzara, están los convenios que tenemos con el Mides para impulsar la aplicación de políticas nacionales para ellos.
EC - ¿Qué antecedentes, qué contexto maneja de otras ciudades de Uruguay o del mundo donde se haya tomado esta medida, la de prohibición?
Ed C - Hemos leído sobre los "trapitos" en Buenos Aires y del caso en Asunción tienen un nombre en guaraní que no quiero decir porque no sé cómo se pronuncia, pero queremos focalizar en la ciudad de Montevideo, queremos ver las cosas con nuestra propia óptica, con los ojos de los montevideanos, y fundamentalmente queremos focalizar en las relaciones.
EC - ¿Existen ciudades donde esté prohibido realizar este tipo de tareas?
Ed C - No, se han acompañado los procesos, se ha dejado que se instalen, y luego que se instalan son muy difíciles de revertir. Le voy a poner el caso nuestro, porque creo que hablar de nosotros nos hace reflexionar y tener una perspectiva. Lo mismo pasó con los carritos: empezaron, se fueron desarrollando, el proceso se instaló y hoy por hoy ni el gobierno nacional ni el gobierno departamental tienen una solución para esa realidad. Este es un proceso que se fue instalando, no tiene un gran volumen, los datos que maneja la Intendencia, que son los que manejamos nosotros, hablan de no más de 50. Entonces, cortémoslo de una vez, busquemos una solución y demos tranquilidad a los ciudadanos de Montevideo.
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EC - Entre las opiniones de los oyentes hay de todo. Hay muchos a favor, tengo la impresión de que la mayoría son a favor, y también están los que se oponen, y lo hacen incluso con términos irónicos. Micky, por ejemplo, dice: "Totalmente de acuerdo, hay que eliminar a los pobres". ¿Qué responde a planteos como este?
Ed C - Nosotros tenemos una visión estructural de la sociedad, tenemos la visión de quienes son pudientes y seguramente ni ellos ni sus hijos ni sus nietos tengan preocupaciones económicas en el futuro, y tenemos la visión de las personas que viven día a día. A los pobres no hay que eliminarlos, a los pobres hay que ayudarlos, hay que darles dignidad, y tenemos la firme convicción de que la dignidad es el trabajo. En Uruguay estamos viviendo un momento muy especial de la economía, hay trabajo, hay dinero para políticas sociales, tanto nacionales como departamentales, no podemos renunciar a recuperar a todos los individuos que podamos para incorporarlos positivamente a la sociedad. No podemos permitir que una serie de personas, 50, que no son tantas y lo voy a focalizar en los muchachos de Rivera y bulevar Artigas, que siete u ocho muchachones se impongan a miles de personas que transitan por ahí todos los días.
EC - También hay muchos mensajes a favor, que incluso agregan argumentos a los que usted ya ha manejado. Por ejemplo, hay quienes dicen que no se ha insistido lo suficiente en que los limpiavidrios son un problema para el tránsito, que primero habría que poner el énfasis en la seguridad. "Hay personas en la calzada entre vehículos en movimiento. Además generan demoras a todos, cuando el semáforo se pone en verde hay que esperar que ellos terminen con su tarea".
Ed C - Es verdad. Ese fue nuestro punto inicial de razonamiento para adjudicarle a la División Tránsito de la Intendencia la responsabilidad, el control y las acciones directas en esta materia. Y convocamos tanto a Inspección General con los 222 que tenemos en la Intendencia permanentemente como a los encargados de las políticas sociales de la Intendencia para contener y evitar que esta circunstancia vuelva a instalarse. Porque sería bastante ilógico que hiciéramos una acción y a los 10 días la gente volviera a instalarse, sería una cosa de nunca acabar y generaría una tensión que no podríamos administrar positivamente.
EC - ¿Cuál es el trámite ahora en la Junta Departamental?
Ed C - En la Junta Departamental este es un tema importante, mirado desde la óptica que le quiero dar, que es la de la convivencia. Creo que este es el paso inicial para empezar a hablar de cómo es la convivencia en la ciudad, entre los vecinos, y cuál es el rol del Estado, cómo se tiene que articular, y demostrar que donde el Estado no está lo que queda es la nada, por eso el Estado tiene que estar presente. La Intendencia tiene que estar presente cooperando con la convivencia armónica de los vecinos, permitiendo que se desarrollen los barrios y las relaciones intrabarrio, que se articule esta ciudad tan fragmentada.
Esta comisión tiene tres miembros nada más, lo que le da mucha celeridad, y tiene 30 días para recabar toda la información que necesite, entrevistarse con todos los involucrados, tanto organismos nacionales (Mides, Ministerio del Interior, la propia Intendencia) como algunos colectivos a los que tengamos que acercarnos para reformular la idea y articularla bien. Está integrada por el vicepresidente de la Junta, el señor Larrosa, del Partido Colorado, el señor Meroni, que además de ser edil es el delegado del Movimiento de Participación Popular (MPP) en la Mesa Política del Frente Amplio, y quien le habla como proponente, para hacerlo más ágil y poder resolver este tema en 30 días y dar tranquilidad a los ciudadanos.
EC - ¿Qué es lo que va a ocurrir dentro de 30 días? ¿Qué pasará cuando termine el plazo de esta comisión?
Ed C - Terminado el trabajo, se presentará en la Comisión de Movilidad, donde se lo aprobará y enviará al pleno, que se lo aprobará y emitirá un decreto que irá a la Intendencia para que lo ejecute.
EC - ¿Qué camino alternativo tiene previsto si finalmente su propuesta no es aprobada en la Junta, si no se acepta ir por el camino de la prohibición de los limpiavidrios?
Ed C - Tenemos caminos institucionales que quiero agotar, porque me parece bueno que estas cuestiones que son de la ciudad estén en los caminos institucionales, sea la Junta, sea la Intendencia. La Intendencia tiene que expresarse en la figura de la señora intendenta y dar una fuerte señal de su opinión en este caso; todavía no lo hemos logrado porque estamos en nuestra circunstancia interna. Luego existen los caminos ciudadanos, que son los plebiscitos. Se ha hablado mucho últimamente del famoso "plebiscito del vintén". No pensamos en toda la ciudad, porque no es una problemática que usted encuentre en Piedras Blancas o en Nuevo París. Trabajaremos a nivel de los municipios, donde el universo de firmas no supera las 20.000, es una cuestión bastante accesible, y lo llevaremos a la práctica. Lo digo para mostrar que tenemos otras alternativas y mucho terreno en el que trabajar para instalar esta idea.
EC - Tengo una cantidad de mensajes de oyentes que preguntan por otro problema. Elijo uno: "Por favor, prohibición a limpiavidrios y cuidacoches. Todos esos casos son lo mismo, venden un servicio que nadie quiere comprar, obligan al ciudadano a comprar".
Ed C - Este tema se ha focalizado en los limpiavidrios para la comunicación, pero la minuta paralela que hemos presentado incluye a los cuidacoches. También se ha reconocido que hay un problema y esta comisión también tiene que trabajar al respecto. Hay una serie de individuos instalados en espectáculos públicos, fundamentalmente en la noche, en la zona de los boliches, adonde la gente va y te pide 50, 60 pesos por adelantado o te cobra doble.
EC - Acá tenemos un panorama diferente, porque en el sector cuidacoches la Intendencia concede habilitaciones.
Ed C - Tenemos dos sectores. Tenemos gente registrada, que sabemos quiénes son, dónde están, que tienen carné de salud, que están con asistencia social muchos de ellos y fundamentalmente tienen certificado de buena conducta. Y después tenemos los que llamamos cuidacoches "de oportunidad", que están sentados en el cordón de la vereda, tú te arrimás al auto, y el tipo sale, mueve la mano y parece que tú tenés la obligación de darle una moneda. En los espectáculos públicos se instalan una serie de individuos que te cobran tarifa. No tiene explicación ni razón ninguna, quien ordena el tránsito es la División Tránsito de la Intendencia.
EC - Para usted, ¿qué hay que hacer en esta materia?
Ed C - Hemos logrado ahora en el Prado un gran avance, se hizo un sorteo entre los cuidacoches que estaban registrados, se hizo una inspección de las personas que fueron asignadas a los lugares, que fueran quienes estuvieran, que estuvieran prolijos, a algunos se les hizo la alcoholemia, y el martes en la comisión impulsamos, y la comisión lo aceptó, que en el show de Paul McCartney se haga exactamente lo mismo, que los lugares que se asignen para el cuidado de vehículos sean cuidacoches registrados en la Intendencia. Ellos no tienen autorización para establecer tarifas, cada uno da lo que quiere, y además se controla la prolijidad, la asistencia, que tengan el chaleco, que estén identificados y el tema del alcohol. Hay muchos cuidacoches que contribuyen positivamente a la ciudad, también demostramos eso.
EC - ¿Para usted, el cuidacoches registrado, controlado, sí ofrece un servicio, sí hace un aporte a la sociedad?
Ed C - En muchos casos su presencia produce disuasión de actos delictivos sobre los bienes de los ciudadanos, sobre los vehículos. Eso está en una versión taquigráfica de la Junta.
EC - Porque eso es discutible también, hay quienes reclaman que también en esa materia rija una prohibición.
Ed C - Es verdad, y darle la competencia directa a Tránsito. Pero no tenemos la posibilidad de que haya inspectores en todos lados y además nos ayuden a proteger los bienes. Eso también es cierto y tenemos que reconocerlo. Claro, hay otro universo que son oportunistas que se abusan de la gente. Cuántas veces un muchacho esto pasa en muchas casas va a bailar a la Ciudad Vieja y cuando llega viene uno y le dice "dame 100 pesos", el muchacho no tiene 100 pesos porque el auto es de su papá, y entonces le dice "no te garantizo que tengas el espejo cuando vengas". Y el muchacho saca la cuenta, entre tener un lío en la casa y explicarle a su papá que no sabe quién le rompió un vidrio y darle 100 pesos, al final termina agachando la cabeza y dándoselos. ¿Cuál es el ejemplo que les estamos dando a los muchachos? ¿La ciudad es del más fuerte? Creo que no.
EC - ¿Entonces también en esta materia habrá resoluciones, habrá cambios en la normativa?
Ed C - Sí, habrá cambios en la normativa. El registro de cuidacoches tiene más de 50 años, está instalado, tiene todo un proceso y un sistema de control; veo muy difícil avanzar en esa dirección, salvo en algunos elementos correctivos. Pero hay otro grupo de personas que están instaladas que no sabemos ni quiénes son ni qué hacen, y en espacios públicos no deberíamos permitir que eso sea así.
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Transcripción: María Lila Ltaif