Entrevistas

Inseguridad, educación y mejora en la distribución de la riqueza: los temas destacados en el discurso del PIT-CNT en este 1° de Mayo

Inseguridad, educación y mejora en la distribución de la riqueza: los temas destacados en el discurso del PIT-CNT en este 1° de Mayo

En el Día del Trabajador, En Perspectiva organizó una mesa redonda en la que participaron tres integrantes del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT: Fernando Gambera, dirigente de AEBU, Marcelo Abdala, dirigente de la Untmra, y Beatriz Fajián, presidente de COFE. La proclama de la central sindical de este 1° de Mayo incluyó dos puntos en particular que generaron expectativa: la inseguridad y la educación. En lo referente a la inseguridad, Gambera explicó que el tema en sí mismo "es parte de la vida sindical", por ejemplo, según señaló, en el caso de los trabajadores del transporte público. En relación a la educación, Abdala señaló la importancia de recordar que "a la educación a veces se le pide que resuelva cuestiones que tienen que ver con transformaciones culturales y sociales de más largo plazo". Por último, en relación a los reclamos del PIT-CNT en el plano laboral, Fajián destacó la necesidad de una mejor distribución de la riqueza como un tema de particular importancia.


(emitido a las 8.46 Hs.)

EMILIANO COTELO:
En cada 1º de Mayo, la prensa, los analistas y los dirigentes políticos observan con atención la proclama del PIT-CNT para evaluar el tono, los temas y el nivel de los reclamos que se formulan.

Este año, cuando trascendieron los puntos que formarían parte de la proclama, llamó especialmente la atención que la central sindical colocara en la agenda el problema de la inseguridad. Por otro lado, generó expectativa otro de los asuntos a tratar, la educación, algo que ha figurado en los primeros planos del debate y en el que los sindicatos han estado jugando un papel importante.

¿Por qué se incorporan estos aspectos a los discursos del Día de los Trabajadores? Pero además, ¿cómo se posicionan ante desafíos de la economía uruguaya como el aumento de la productividad o la situación en la que estamos, con un nivel de desempleo casi estructural?

Sobre estos temas vamos a conversar en una mesa redonda a la que hemos invitado a tres integrantes del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT que además representan a distintas corrientes: Fernando Gambera, dirigente de AEBU y que va a ser uno de los oradores en el acto hoy; Marcelo Abdala, dirigente de la Untmra, y Beatriz Fajián, presidenta de COFE, cuya presencia telefónica estaba combinada y por ahora no hemos podido localizarla.

Empezamos con Gambera y Abdala. La pregunta ya quedó formulada: ¿por qué decidieron incorporar a la proclama del 1° de Mayo por primera vez un tema como el de la inseguridad, o la seguridad pública con sus problemas?

FERNANDO GAMBERA:
Está vinculado con otros temas que queremos plantear, entonces me parece que no es novedoso; lo novedoso es que sea titular, pero el movimiento sindical uruguayo ha venido hablando del problema de la seguridad todo el tiempo. Cuando hablamos de educación, de trabajo digno, de oportunidades laborales para los jóvenes, de un sistema inclusivo de formación profesional para el mundo del trabajo... Uruguay está hoy en una situación que está lejos de la vivida en el 2002 –no solo por la distancia en años, sino también lejana por el crecimiento, la baja de la desocupación–, y cuando hablamos de la necesidad de que ese crecimiento deba convertirse en un modelo de desarrollo que agregue mano de obra calificada, que agregue valor a nuestras materias primas y demás, en definitiva también estamos hablando de la seguridad pública o de la inseguridad que siente la gente.

Porque todo eso que estamos viviendo hoy tiene mucho que ver con todo lo contrario que pasó en la década de los 90 y hasta la peor crisis de este país, en 2002-2003. Hubo exclusión social, hubo destrucción de todo el sistema productivo uruguayo, hubo las situaciones más graves que los uruguayos nunca pensamos vivir, como que hubiera niños comiendo pasto. Cuando queremos revertir todo eso y hacemos las propuestas en ese sentido, indudablemente estamos hablando de seguridad.

EC - Esta vez lo van a plantear explícitamente.

FG - Marcianos tampoco somos, y estamos incluidos en el tema porque es parte de la vida sindical, en algunas ramas de actividad. Nuestros compañeros del transporte cada vez que tienen que salir a cumplir su trabajo –especialmente en algunas jornadas, como cuando hay un partido de fútbol y demás– tienen la inseguridad como un problema laboral, y todavía hoy seguimos peleando para que nuestros compañeros de empresas de seguridad privadas tengan un chaleco antibalas, cosas que tienen que estar fuera de discusión. No pueden estar armados, parados en la calle como un escudo humano y como si su vida no valiera nada. Esto es inseguridad en la vida laboral.

Estamos convencidos de que no vamos a superar este problema, que la sociedad siente como uno de los más graves, en la medida en que no haya una reflexión colectiva, social, en que todos los sectores nos involucremos desde dentro del problema, sintiéndonos parte de él, y no diciendo "hagan algo". Acá tengo a Marcelo que lo va a contar mejor que yo. La cuestión es meterse adentro del problema y decir "estamos haciendo tal cosa", como hace la Untmra promoviendo en la negociación con sus empresas que tomen gurises del INAU y que los trabajadores tengan la tutoría para que esos gurises empiecen a tener hábitos de trabajo, compartir un vestuario, una jornada de laburo. Esa es la cosa.

EC - ¿El hecho de que incluyan el tema implica que en el PIT-CNT hay disconformidad con la gestión del Gobierno en esta materia, o es una oportunidad para criticar a dirigentes colorados y de algunos sectores blancos que impulsaron la campaña de recolección de firmas para bajar la edad de imputabilidad? Porque ustedes han adelantado que están en contra de esa campaña. ¿Cuál de los dos enfoques está de por medio?

MARCELO ABDALA:
Es pronunciarse por un problema que está planteado en la sociedad, de alta complejidad. El Manso –como le decimos cariñosamente– colocaba algunas de las claves que están en nuestra reflexión en este plano.

EC - ¿El Manso es Gambera?

MA - El Manso Gambera. La tradicional expulsión del campo a la ciudad en virtud de determinada estructura económico-productiva que llevó a que la inmensa mayoría de la población uruguaya viva en las ciudades (acelerada además en posteriores procesos de fragmentación social, de bolsones de marginalidad en las ciudades, de desarrollo de periferias desparramadas por todo el casco urbano) es un aspecto que se generó durante mucho tiempo, pero que en particular se aceleró en la década de los 90. El proceso de una cierta "angustia civilizatoria", podríamos decir, el papel acelerador de la realización de la mercancía de los grandes medios de comunicación, que muestran como en un escaparate un nivel de sobreconsumo inaccesible para todo el mundo, pero en particular para los sectores más carenciados. Una cultura de que el que no tiene tal cosa cargada de simbología ya no es que es pobre pero limpito, sino que directamente no existe en la sociedad.

Todo eso genera una serie de factores, son fenómenos muy complejos. Y, como tú decís, hay una disyuntiva, ¿se sale de esos problemas solamente –en particular con respecto a la minoridad– con más represión, o hay que ir al desarrollo de una política integral, sin una visión idílica? Naturalmente que los aparatos represivos deben perseguir, castigar y tratar de atacar la raíz de los delitos. En particular estamos muy preocupados por la cuestión de la pasta base, que es una actividad directamente criminal que al final de cuentas termina con la vida de la gente. En la plataforma programática de la central se va a mencionar alguna cosa de ese tipo.

El problema es si nosotros podemos generar las condiciones, contribuir y poner el hombro para que una sociedad más productiva, más democrática, más solidaria, más integrada, pueda absorber esos problemas con salidas de fondo.

EC - Ustedes dicen que esto no se soluciona con más represión.

MA - En particular la baja de la edad de imputabilidad, está claro y hay evidencia internacional de que no resuelve.

EC - Con respecto a las políticas que sigue el Gobierno y en particular el Ministerio del Interior en esta materia, ¿ustedes van a fijar posición?, ¿tienen opinión?

MA – Nosotros tenemos un peculiar proceso de aprendizaje en este plano que tiene el ritmo del proceso, por ejemplo, de sindicalización de trabajadores en la policía. Naturalmente, hay toda una discusión en torno a los recursos, en torno a la infraestructura carcelaria, que ahora ha estado en la piqueta pública, pero nosotros no tenemos una posición contraria a las políticas públicas del Ministerio del Interior. Sí notamos que se maximizan en la visión pública los problemas de seguridad, y sabemos perfectamente, por estar en el movimiento sindical y tener múltiples contactos de carácter internacional, que si bien la situación en el país ha empeorado, Uruguay no es uno de los peores países en esta materia. De lo contrario, el turismo no sería uno de los sectores que concurren a generar un producto bruto interno importante. Y también sabemos que las soluciones van mucho más por el lado de los cambios en la matriz social que por transformar con medidas administrativas.

EC -¿Van a hacer propuestas hoy en el acto de la tarde? ¿Cuáles?

MA - En específico con respecto a la minoridad infractora, hemos firmado un acuerdo PIT-CNT-INAU sobre la base de una experiencia hecha por la Untmra con gurises menores infractores, con penas sustitutas. Entraron en un lugar de trabajo y desarrollaron la experiencia de marcar la tarjeta a las siete de la mañana todos los días, cumplir sus obligaciones laborales, pero también estuvieron en el vestuario con los trabajadores. No fueron discriminados ni tratados como sapos de otro pozo, Hubo mucho diálogo, participaron en las actividades sindicales... Por ahí se prevé una ruta de salida que no tiene que ver con elevar el nivel de represión sino con abrir mecanismos de solidaridad, de integración social, de trabajo y de cultura.

FG - En otros temas es típico que el movimiento sindical se ubique en el lugar de la tribuna diciendo "queremos que se apruebe tal cosa", exigimos determinadas cosas. Lo que queremos en este tema es sobre todo posicionarnos en el lugar de que la preocupación está en nosotros también. No estamos por fuera del problema, no queremos que alguien haga algo, sino que queremos hacer lo que podamos aportar.

EC - ¿Y lo que pueden aportar qué es? Por ejemplo, esta línea de convenios con distintos sindicatos para que se generen oportunidades laborales para menores infractores, ¿y también para presos mayores?

MA - No tendríamos inconveniente.

FG - Habría que aportar desde todos los lugares para eso. No tiene exactamente que ver con la minoridad, pero ayer hubo dos iniciativas. Por un lado, las empresas del Estado y el Poder Ejecutivo firmaron un acuerdo por el que gurises de entre 16 y 18 años que estudien pueden tener una beca de un año de trabajo en alguna de las empresas del Estado. Al mismo tiempo, casi a la misma hora, en el Club Progreso se lanzaba una escuela politécnica enclavada en un barrio típicamente obrero, donde están aún hoy viejos compañeros, dirigentes sindicales que promueven que haya iniciativas por un lado de nivel institucional y a la vez de la sociedad civil organizada. Creo que es en ese lugar que nos tenemos que ubicar.
 
Naturalmente, también nos vamos a especializar en lo que podamos aportar con nuestros compañeros de los sindicatos policiales y demás en lo que tiene que ver con tomar medidas de aquí para mañana. Pero sin esa mirada en perspectiva no vamos a solucionar este problema simplemente reprimiendo. Incluso este drama de la pasta base que al que Marcelo se refería, ninguno de los que venden la pasta base, los que la introducen y los principales beneficiados es menor, o sea que bajando la edad de imputabilidad no solucionamos un problema que tiene un antes y un después en Uruguay.

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EC - Luis manda su mensaje de texto y dice: "Hoy es una jornada de homenaje a los mártires que vivieron y/o murieron luchando por justicia en las relaciones laborales. Seguimos soñando y luchando".

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EC - Los dos temas que anunciaron que van a formar parte de los discursos de hoy y que llamaron la atención son la seguridad pública y la educación. ¿Por qué decidieron incorporar el tema de la educación esta tarde?

MA - Capaz que esto queda más perfilado cuando conversemos en general de cómo nos ubicamos en la situación del país y el programa de transformaciones que defiende nuestra central. Para nosotros, el desarrollo de una sociedad más productiva, democrática, solidaria e igualitaria tiene como uno de sus centros el desarrollo educativo de nuestro pueblo. Reconocemos que los presupuestos educativos han ido mejorando, particularmente del 2005 a la fecha, aunque podría sostenerse que todavía no llegamos a las recomendaciones, por ejemplo, de Unicef en torno a destinar determinado porcentaje del producto bruto interno a la educación.

Estamos aquí también en un problema muy complejo. A veces se le solicita a la educación que resuelva problemas que no puede resolver, porque también son problemas de hondo contenido social. Menciono uno del que estábamos conversando fuera de micrófonos: cuánto impacto genera en la crianza de los niños la salida masiva de la mujer al mercado de trabajo, que nos obliga en los discursos a decir "trabajadoras y trabajadores", pero que a su vez implica desde el punto de vista de un núcleo importante de la ciudad, que es la familia, transformaciones muy importantes. Transformaciones como que se ha perdido aquello del diálogo padres-hijos, la vigilancia educativa, sentarse a hacer los deberes, determinados mecanismos que encierran a los gurises en los videojuegos o en otras cosas. A la educación a veces se le pide que resuelva cuestiones que tienen que ver con transformaciones culturales y sociales de más largo plazo.

De todas maneras, sí creo que hay un problema de mejorar el presupuesto de la educación, y también hay un problema de mejorar la gestión. Como un ejemplo, todo el mundo sabe que para la mejora edilicia hay determinados momentos en que hay licencia de la construcción, y no puede ser que no se tomen los recaudos necesarios en tiempo y forma para aprovechar el tiempo en que los gurises no están estudiando para mejorar los edificios. Hubo problemas de gestión. Y en tercer lugar, tenemos un problema de productividad de la inversión, de cómo ese presupuesto que va creciendo rinde más desde el punto de vista educativo.

El planteo general de nuestra central es ir a un nuevo congreso nacional de la educación cuyas conclusiones se discutan públicamente entre todo el pueblo y sean aplicadas, porque no vale la pena armar todo un ámbito que después no se tome en cuenta. Sí estamos muy contentos, muy conformes, con el énfasis que se le viene dando al desarrollo de la educación técnica, que en nuestra perspectiva es fundamental como uno de los elementos que van a permitir la industrialización genuina del país.

EC - En el ámbito de la educación secundaria pública parece bastante claro que hay carencias muy serias. Hay déficits muy serios si uno examina los resultados: la formación que adquieren los estudiantes, el problema de la deserción, la repetición, etcétera. ¿Qué lectura hacen de esa parte del problema?

FG - En primer lugar tiene que haber un mensaje para todos nosotros. Marcelo lo refirió, yo lo diría en palabras prácticas: los padres no podemos seguir tercerizando lo que nos toca directamente, lo que en las generaciones anteriores recibimos de nuestros padres, la atención directa. La educación empieza en casa, en el medio está el aula, y termina en casa de nuevo cada día de nuestras vidas. Eso es una cuestión a recuperar entre todos, porque estamos cayendo demasiado. Claro que los compañeros de los sindicatos docentes tendrán que hacer su autocrítica, y además sus propuestas como las hacen, pero estamos cayendo demasiado en estigmatizar y responsabilizar a los docentes de las carencias de los padres. Los que tenemos hijos en edad de estudios secundarios detectamos esas carencias todos los días.

EC - Ustedes hacen un llamado a la responsabilidad del padre y la madre de cada uno de los alumnos.

FG - Un llamado a la sociedad en su conjunto, a una responsabilidad compartida para revertir esto. Con más presupuesto, con todo lo que decía Marcelo, pero sin el amor de la familia, sin la atención directa... esto no se soluciona con plata y nada más. Y por otro lado, naturalmente hay que repensar entre todos los sistemas de estudio. Seguimos sin encontrar un sistema de estudio que tenga, además de una educación integral, como necesariamente tienen que tener las personas, un movimiento horizontal que le permita al chiquilín irse orientando hacia donde tenga la perspectiva y la idea de en qué va a trabajar y de qué va a vivir después. Hoy es una calle demasiado recta de la que no se puede mover. Tal vez por ahí estén algunas de las claves de por qué los chiquilines no están en el aula. Y esto es lo otro que urge revertir, encontrar las fórmulas de atracción en el estudio, para que además de lo que cambiemos en nuestras casas y demás, después además esté en el aula, porque este es el otro problema que tenemos.

EC - ¿Cómo analiza el PIT-CNT como central el protagonismo, la participación, la incidencia que están teniendo los sindicatos de la enseñanza en todos estos debates? Porque algunos han sido actores decisivos, por ejemplo pienso en ADES Montevideo (Asociación de Docentes de Enseñanza Secundaria), en la Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria, plantándose como se han plantado en oposición, en resistencia a algunas de las reformas acordadas entre todos los partidos políticos. Ejemplo: el proyecto Promejora, que es una experiencia cuantitativamente menor, pero simbólicamente interesante. ¿Cómo observan ese papel?

MA - En general defendemos la participación de los trabajadores en ámbitos democráticos de contribución y de decisión para ir resolviendo los problemas. Del mismo modo que sostenemos en general que no se le puede pedir a la educación que resuelva problemas que están en la base de la sociedad, aunque hay mucho para mejorar en materia educativa, no se puede estigmatizar y culpar de los problemas educativos a la participación de los trabajadores, que al final de cuentas siempre ha existido. Lo nuevo es que los trabajadores tienen una participación en los ámbitos de decisión, pero al final de cuentas son los trabajadores los que implementan el desarrollo concreto de las políticas educativas.

EC - Usted alude a la novedad que vino con la Ley de Educación del gobierno anterior en cuanto a que hay representantes de los docentes en algunos de los consejos desconcentrados y en el propio Codicen.

MA - Claro, es una participación en ese sentido muy nueva. Creo que una cuestión es el plano en el cual los trabajadores nos tenemos que ubicar sí o sí, de promover la reivindicación de la cuestión inmediata. Al final de cuentas, es luchar por el pan, por la vida, por el trabajo. Otro aspecto es cuando los trabajadores miramos ya no solamente la reivindicación inmediata sino un programa, un proyecto de país, un desarrollo. Hay un tercer nivel de superación de la actividad de los trabajadores, que estamos experimentando en diversos lugares, que es cuando estamos comprometidos en la participación en la gestión. Eso requiere todo un aprendizaje, porque ya no es que reivindico y además miro un programa, es que me estoy comprometiendo, poniendo el hombro, para resolver problemas concretos. Creo que es una experiencia que habría que profundizar y que es muy novedosa y positiva, al menos en mi punto de vista.

EC - ¿Usted dice que es positiva pero falta todavía que esos cuerpos de trabajadores, en este caso docentes, se adapten a la nueva circunstancia?

MA - Es un proceso de aprendizaje general. En el Ministerio de Industria, donde tenemos los consejos productivos sectoriales para promover, cuando empezamos a participar también tuvimos que desarrollar un proceso de aprendizaje.

EC - En algún momento circuló la información de que en la dirigencia del PIT-CNT existía preocupación por la forma tan radical y conflictiva en que se estaban plantando algunos gremios frente a este tipo de reformas. ¿Efectivamente es así?

FG - Sí, la preocupación está en cada una de las situaciones conflictivas que se dan en el movimiento sindical. La dirección del movimiento sindical intenta en todos los casos discutir con los compañeros cuáles son los orígenes del problema y cómo el movimiento sindical en su conjunto los puede ayudar. Pero en realidad, si uno recorre desde que está esta representación de los trabajadores en los ámbitos de la educación, no sé cuántas veces votaron en contra, cuántas veces bloquearon algunas de las decisiones del resto de la representación, que es institucional, e influyeron en que algo no se hiciera. Una cosa es la conflictividad que hubo como en cualquiera de las ramas de actividad, y otra cosa es la participación de los trabajadores, en este caso de la educación, en los ámbitos de participación que la ley define. En realidad son pocas.

Uno podría decir al revés: ¿y entonces, aunque seguramente los movió la mejor intención, los partidos políticos y quienes los representan creyeron que solo con juntarse iban a poder mejorar la situación de la educación en el Uruguay? Demostrado está que no, aunque hayan tenido la mejor intención. Entonces no es ni que solo los trabajadores de la educación van a cambiar esto –porque nos involucra a todos los demás, a los padres, a toda la comunidad– ni que solo los partidos políticos van a poder hacerlo.

EC - Uno de estos gremios, ADES por ejemplo, directamente ha ejercido presión sobre docentes, directores de liceos para que no se interviniera en el Promejora. ¿Cómo analizan eso como dirigentes sindicales?

MA - ADES forma parte de una federación que es filial de la central, que es la Fenapes (Federación Nacional de Profesores de Enseñanza Secundaria). Si no estoy equivocado, ha habido algún ámbito decisorio allí en que los trabajadores de ADES, en particular Montevideo –porque la Fenapes es una federación nacional–, han promovido algún ajuste en la orientación con que se maneja el sindicato. Nosotros siempre tenemos que actuar como central que tiene sus filiales de rama, promoviendo la discusión, promoviendo el resto a las filiales. Si no estoy equivocado, allí últimamente hubo algún ajuste.

EC - ¿Ajuste para frenar excesos en la actitud que se estaba teniendo en este tema?

MA - Para algún cambio desde el punto de vista de la orientación general, me da la impresión de que ha habido allí procesos importantes de participación de los trabajadores y de ajuste en algunas cuestiones que se venían promoviendo.

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EC - Ahora sí incorporamos a Beatriz Fajián, presidenta de COFE.

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EC - En el final quiero preguntarles a propósito del posicionamiento más en general del PIT-CNT, teniendo en cuenta las particularidades de este momento. Desde el 2003 la economía uruguaya viene pasando por un largo período de crecimiento, que se ha traducido en aumentos reales importantes de los salarios, en una caída fuerte del desempleo, que ya está en niveles históricamente bajos, del 6%, según los últimos datos del INE que corresponden a febrero. Este 6% de desempleo significa casi el pleno empleo, o lo que se denomina un desempleo "estructural". En un cuadro como este, ¿cuáles pasan a ser los reclamos del PIT-CNT en el plano estrictamente laboral, relaciones laborales?

BEATRIZ FAJIÁN:
Creo que el plano más importante es la distribución de la riqueza. Eso es lo que los trabajadores esperamos que se dé en este proceso y en este gobierno, en este año: que lo que se ha ido haciendo sea mejor distribuido entre los trabajadores, que somos los que hemos sostenido al país en épocas buenas y en épocas malas.

FG - En el sentido en el que iniciaba Beatriz, me parece que en la negociación colectiva en los años por delante la prioridad está en una política de crecimiento del salario mínimo, que si bien también ha crecido, debe seguirse sosteniendo y debe superar los 10.000 pesos en este año, como forma de que sea un piso que ayude a mejorar condiciones de informalidad que todavía quedan en el mercado de trabajo en el Uruguay. Y, sobre todo, que ayude también en una política que debe ser priorizada y dirigida hacia los salarios que nosotros llamamos sumergidos, ubicados por debajo de los 15.000 pesos, que todavía quedan muchos. Creo que esos deben ser los énfasis de la negociación, junto con niveles de formación continua y de formación profesional incluidos en la negociación de los convenios colectivos a los efectos de que en muchas ramas de actividad el agregar formación a los trabajadores les dé mejor empleabilidad y mejor nivel salarial.

MA - Yo creo, en forma tal vez heterodoxa, que el planteo de nuestra central no es directamente laboral en sus prioridades, aunque tiene un planteo que indirectamente tiende al mejoramiento del conjunto de las condiciones laborales del país. En primer lugar, porque estamos en una profunda crisis del capitalismo. Es utópico pensar que los problemas que hoy se están dando en la economía norteamericana y europea no cruzarán como ondas expansivas el Atlántico y llegarán a América Latina. Y en segundo lugar porque es verdad, el país está mejor, venimos de años sostenidos de crecimiento del producto, estamos ante la tasa de desempleo más chica de la historia, pero tenemos que imaginarnos un proyecto de país que trascienda la coyuntura y que apunte a una serie de transformaciones estructurales importantes.

EC - ¿Por ejemplo?

MA - Básicamente el planteo de la central tiene tres ejes que consideran de qué manera enriquecer la matriz productiva, porque todavía tenemos una alta dependencia de las materias primas y de los productos intensos en recursos naturales. Es verdad que venimos de una coyuntura con altos precios internacionales, pero yo llamo la atención sobre que en el año 2011 acumulamos un déficit comercial importante que repite otros de años anteriores, 902 millones de déficit comercial. Por tanto hay que apuntar a una mayor industrialización y al desarrollo de sectores industriales nuevos que permitan equilibrar esa matriz productiva.

En segundo lugar, comparto lo que dijeron mis compañeros, el 20% más rico de la sociedad todavía se apropia del 50% de la riqueza generada, mientras que el 20% más pobre debe sobrevivir con un 5%. Y en esa matriz de redistribución de la riqueza queremos resolver los problemas de seguridad; hay que apuntar a una distribución más justa. En tercer lugar, se necesitan una serie de mecanismos que permitan profundizar la democracia, democratizar la sociedad y democratizar el Estado. Todavía no tenemos una maquinaria, una institucionalidad estatal que sea proclive a un proyecto de país que garantice la pública felicidad en el largo plazo.

EC - Ustedes ponían el acento en aumentos salariales que están pendientes, concretamente en el nivel del salario mínimo y la situación de lo que suele denominarse "diezmilpesistas", los salarios más sumergidos. Pero en las otras categorías salariales, ¿cómo encaran las etapas que vienen de los consejos de salarios? Se lo pregunto a partir de uno de los desafíos que tiene el Uruguay en un momento como este, que es el de la competitividad. Hay industrias que exportan, y se enfrentan a aumentos permanentes de sus costos, debido, entre otras cosas, al atraso cambiario, por llamarlo en términos sencillos, que les dificulta la inserción en determinados mercados. Es un desafío, por ejemplo, para empresas que habitualmente le venden a Argentina y ahora tienen ese canal trancado y tienen que encontrar otros lugares en el mundo. Hay planteos para que haya moderación en los aumentos salariales que se negocien en estas nuevas etapas. ¿Ustedes están dispuestos en ese sentido?

FG - Estamos dispuestos en la medida en que los empresarios estén dispuestos a ser empresarios en serio, porque en el Uruguay estamos demasiado acostumbrados, y en esto no generalizo, pero nos es frecuente encontrar empresarios que viven lloriqueando apenas viene una situación de crisis o algo que los justifique, "ah, tengo que bajar los salarios". Siempre agarran para el mismo lado, "tengo que bajar los sueldos, tengo que bajar la plantilla". O de lo contrario se organizan, generan sus movidas políticas y denuncian en la OIT y demás lo que ha sido un ejemplo manejado a nivel internacional como es la negociación colectiva en Uruguay.

La respuesta concreta es que estamos dispuestos a discutir todo, siempre y cuando las dos partes pongamos todo arriba de la mesa, y si tenemos la posibilidad de discutir la gestión –no de cogestionar la empresa, que no nos interesa–, de conocer la gestión de la empresa, conocer los detalles de las situaciones que tú reseñabas que se le pueden presentar a la empresa. Sobre todo tener la posibilidad de discutir categorías y categorizaciones que tienen 30 años y no tienen nada que ver con los niveles de tecnología que hay que agregar hoy a la actividad. Si podemos discutir esa recategorización y la calidad de trabajo que tiene que haber, las capacidades que hay que tener, las competencias, no hay ningún problema, los trabajadores estamos dispuestos. Y no nos asusta la productividad en ese sentido tampoco.

EC - Abdala, viniendo de la Untmra usted conoce este tipo de conflictos, de dilemas.

MA - Sin duda. Naturalmente que para determinar la competitividad de una firma o de un sector industrial existen dimensiones múltiples. En general se tiende a pensar en forma unilateral estrictamente en los costes laborales.

EC - Es un componente.

MA - Como los costes laborales son la vida de la gente, no compartimos una estrategia competitiva unilateralmente basada en los costes laborales. Sin embargo, como bien decía el Manso, nos gustaría discutir todas las dimensiones de la competitividad. En primer lugar, qué tipo de inversión tecnológica se desarrolla en las empresas, qué tipo de organización productiva se desarrolla y en particular la organización del trabajo, cómo se tiene una apuesta fuerte a la calidad. Puede ser un factor importante de la productividad solamente no hacer dos veces la misma cosa. Y en ese cuadro, en vez de pensar en moderación del crecimiento salarial –porque nosotros estamos por la redistribución de la riqueza, y una parte muy importante se define en la negociación colectiva–, podríamos pensar en cómo hay un desempeño productivo más adecuado en que esa elevación del nivel de vida de los trabajadores tenga un impacto menor, porque los otros aspectos mejoran.

EC - Beatriz Fajián, usted viene del sector público, COFE; ¿qué agrega en un asunto cómo este?

BF - Es un tema muy polémico pero muy claro. Al Estado lo comparo con una empresa, tiene que dar las mismas posibilidades al trabajador. Pero lo que no se negocia de parte de los empresarios, lo que siempre se lleva para atrás es bajar la plusvalía que saca de los trabajadores. Los empresarios tratan de no tomar mujeres porque la plusvalía de la mujer es menor, porque tiene hijos, porque tiene licencia porque los hijos se enferman. Sin embargo los salarios son menores y en eso no se fijan. Y eso se permite. Creo que hay muchas cosas para cambiar. Cuando a nosotros no nos alcanza el salario el gobierno no nos da absolutamente nada, sin embargo a veces sustenta a los productores o a los empresarios con dinero que quita de algunas prebendas que tiene que hacer, como impuestos.

La redistribución de la riqueza pasa por eso, pasa por que no siempre se la lleve el que tiene más, también repartamos entre los trabajadores y no los hagamos perder. La crisis, como decía Marcelo, en algún momento de alguna forma nos va a afectar, y cuando llegue y nos afecte la soportaremos como la hemos soportado siempre, dándoles un plato de sopa a los gurises y una taza de leche. Pero los empresarios cuando hay crisis no toman una taza de sopa y les dan una taza de leche a los hijos, tienen comida. Entonces en algún momento alguien va a tener que decir "hay que redistribuir la riqueza como corresponde", y cuando lleguen los momentos de crisis en vez de sacarle más plusvalía al trabajador, que los empresarios saquen un poco de ganancia de sus bolsillos.

***

EC - Teníamos una discusión con los oyentes: ¿en un día como hoy se dice "Feliz Día de los Trabajadores" o no?

MA - Lo estábamos conversando acá con el Manso y capaz que con Beatriz. En realidad es una huelga internacional, el 1º de mayo fue convocado por la Internacional de los trabajadores como un día de lucha. Si entendemos que la lucha es por la felicidad, está correcto, pero nosotros preferimos enfocar por el lado de la movilización.

FG - Lo mismo.

EC - Pero ¿se les escapa o no el "feliz día"?

FG - Confieso que se me ha contagiado, digo "feliz día", pero siempre recordando que es un día de congoja también, hubo ocho mártires que marcaron una consigna que todavía sigue siendo un resumen de todo lo que hemos hablado: ocho horas de trabajo, ocho horas de reposo y ocho horas de recreación y estudio.

MA - Increíblemente en Uruguay, que fue donde se desarrolló la primera huelga en América Latina, antes de los eventos de Chicago fueron asesinados cientos de trabajadores en Minas de Corrales por una huelga minera en 1880.

EC - Beatriz, ¿usted dice o no "feliz día"?

BF - Sí, yo digo "feliz día", y lo digo porque nosotros debemos conmemorar ese día diciendo "nunca más va a volver a pasar lo que pasó con los trabajadores".

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Transcripción: María Lila Ltaif

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