Asesinato a sangre fría: victima tenía cinco hijos
Los jóvenes asesinos del empleado de La Pasiva, Gastón Hernández, mataron al empleado ante los ojos de sus compañeros y frente a las cámaras de seguridad. Tenían las cabezas cubiertas. Uno le pidió un refresco en la barra y cuando Hernández se la sirvió, lo mató a sangre fría.
Con impunidad total fue asesinado a sangre fría, frente a las cámaras de seguridad, Gastón Hernández (34), el planchero de La Pasiva ubicada en 8 de Octubre y Garibaldi. Aparentemente fueron dos menores que, además del asesinato, se llevaron $ 100.000. La Policía está ala busca de los criminales.
Sobre la una de la madrugada del viernes-sábado el local de La Pasiva de 8 de Octubre y Garibaldi estaba casi para cerrar. El tiempo estaba muy feo y el local estaba prácticamente vacío.
En ese clima fue que irrumpieron en el local dos muchachos estilo "planchas" que llevaban las cabezas cubiertas con gorros. Uno de ellos pidió un Coca Cola y apoyó una mano en el mostrador, donde se ubicó. Consigo tenía una carterita colgando en bandolera y de allí, intempestivamente, sacó un revólver.
En ese preciso momento, Hernández se agachó para agarrar del refrigerador el refresco que pidió el joven, sin percatarse de que ya había sacado el revólver. Cuando se incorporó puso la bebida sobre el mostrador y allí le disparó con total frialdad.
El criminal, pasó del otro lado del mostrado, en tanto Hernández colocó una de sus manos en el pecho y cayó. El delincuente se tomó unos segundos para contempla el cuerpo de su víctima en el piso. Le volvió a apuntar, esta vez sin disparar.
En tanto, su cómplice, también del otro lado del mostrador y con arma en mano, exigió el dinero de la registradora. Se llevaron aproximadamente unos $ 100.000, antes de salir corriendo del local.
Afuera los esperó otro delincuente, quien estaba "campaneando" la zona. Los tres delincuentes se escaparon por la avenida Garibaldi hacia el Estadio.
Hernández fue trasladado a un sanatorio muy grave. Falleció al poco tiempo, la bala le había perforado el pulmón. Tenía cinco hijos. Hacía ocho meses había sido padre por última vez de mellizas.
Hacía tres meses que trabajaba en La Pasiva.
La Policía busca en estos momentos a los criminales.