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Sociedad conmovida por crimen a sangre fría en La Pasiva

Tras el asesinato del empleado de La Pasiva, un grupo de "indignados" uruguayos copó las redes sociales. Convocan a protestar pacíficamente contra la violencia y se concentrarán este lunes en la Plaza Independencia ante la "inoperancia" de las autoridades.

La Policía sigue diversas hipótesis y trabaja con "rabia contenida" por la manera que el trabajador fue ejecutado.

"Hasta cuando". Esa es la pregunta que circula en Facebook, Twitter y otras redes sociales, tras conocerse los detalles del salvaje asesinato de Gastón Hernández, un joven de 34 años, padre de cinco hijos, a manos de dos presuntos menores de edad que asaltaron el local de La Pasiva ubicado en la avenida 8 Octubre y Garibaldi a la 1 de la madrugada del sábado.

Bajo el hashtag "uruguayosindignados" cientos de twitts están haciendo sentir la indignación por el hecho, en lo que ya es la novena muerte en circunstancias violentas de un uruguayo en lo que va de este mes, y la 124 en el correr de 2012.

En protesta por estos hechos y como una señal de reclamo a las autoridades se está convocado a que este domingo a las 20 horas a apagar las luces y colocar en las ventanas velas encendidas para recordar a las víctimas de la violencia.

Por otra parte y a través de un afiche que está circulando por las redes sociales se está convocando para este lunes a una manifestación "pacífica y sin banderías políticas, a todos los indignados por el asesinato de un trabajador padre de familia".

Al respecto está programada una concentración a las 18 horas en la Plaza Independencia, en donde estarán presentes severos cuestionamientos a las autoridades.

"Indigna la pasividad e inoperancia para combatir la delincuencia," señala una de los tantos mensajes en este sentido.

La Policía trabaja en diversas hipótesis en procura de aclarar en las próximas horas este hecho. Una de ellas es que puede ser obra de una banda conocida como "Los Gastrónomicos", especializadas en asaltos a bares y restaurants.

De todas formas, desde Jefatura de Policía de Montevideo se señaló que esta banda no acostumbra actuar con la inusitada violencia de este último asalto.

El vocero de Jefatura José Luis Rondán dijo a El Espectaor que la Policía actúa con "rabia contenida" ante la sangre fría de los asesinos, que entraron directamente a matar.

Rondán mencionó el gran problema que para la Policía representan los menores, que muchas veces entran y salen, ante lo que consideró "interpretaciones particulares" del Poder Judicial.

"La figura que a nivel policial nos rechina es el inicio de procedimiento por una falta grave de rapiña. La rapiña no es una falta, pero es una interpretación de la ley. Después le entregan un menor de 17 años que mide un 1.80 a una abuelita porque  ‘se entrega a los resposables’ y la vieja está deseando vivir su vejez tranquila y que el joven se vaya otra vez a la calle. Es un tema muy complicado", sostuvo Rondán.

Las cámaras de seguridad del local captaron el asesinato. Sobre la una de la madrugada del viernes-sábado el local de La Pasiva de 8 de Octubre y Garibaldi estaba casi para cerrar. El tiempo estaba muy feo y el local estaba prácticamente vacío.

En ese clima fue que irrumpieron en el local dos muchachos estilo "planchas"  que llevaban las cabezas cubiertas con gorros. Uno de ellos pidió un Coca Cola y apoyó una mano en el mostrador, donde se ubicó. Consigo tenía una carterita colgando en bandolera y de allí, intempestivamente, sacó un revólver.

En ese preciso momento, Hernández se agachó para agarrar del refrigerador el refresco que pidió el joven, sin percatarse de que ya había sacado el revólver. Cuando se incorporó puso la bebida sobre el mostrador y allí le disparó con total frialdad.

El criminal, pasó del otro lado del mostrado, en tanto Hernández colocó una de sus manos en el pecho, cayó y se arrastró unos metros en un intento por protejerse. El delincuente se tomó unos segundos para contempla el cuerpo de su víctima en el piso. Le volvió a apuntar, esta vez sin disparar.

En tanto, su cómplice, también del otro lado del mostrador y con arma en mano, exigió el dinero de la registradora. Se llevaron aproximadamente unos $ 100.000, antes de salir corriendo del local.

Afuera los esperó otro delincuente, quien estaba "campaneando" la zona. Los tres delincuentes se escaparon por la avenida Garibaldi hacia el Estadio.

Hernández fue trasladado a un sanatorio muy grave. Falleció al poco tiempo, la bala  le había perforado el pulmón.  Tenía cinco hijos. Hacía ocho meses había sido padre por última vez de mellizas.

Hacía tres meses que trabajaba en La Pasiva.

El encargado de local relató lo sucedido de esta forma: "Eran dos adolescentes, pidieron una Coca, mi compañero pone el refresco en el mostrador y uno de ellos sacó un revólver y le disparó de una. No dijo nada, no dijo ‘esto es un asalto’, nada. Eran dos clientes normales. Le dispararon por nada. Mi compañero se quedó quieto. Puso la Coca en el mostrador y nada más".

"No sé cómo voy a seguir. Ni yo ni mis compañeros que trabajan en el turno de la noche. Sólo tengo en la mente las imágenes de cuando matan a mi compañero", agregó.

El local decidió cerrar sus puertas este sábado en señal de duelo.