Rosadilla: con su discurso en el Día del Ejército, el comandante en jefe "criticó e interpeló algunas conductas" hacia la interna militar
En la más reciente conmemoración del Día del Ejército el comandante en jefe del Ejército, Pedro Aguerre, expresó que hay que terminar con la división de la sociedad sobre el pasado reciente y apeló a la unidad entre soldados en actividad y en retiro. ¿Cómo interpreta el oficialismo este tipo de mensajes? Para responder a esta y otras preguntas, En Perspectiva entrevistó al senador del Frente Amplio Luis Rosadilla, quien hasta mitad del año pasado fue ministro de Defensa Nacional y hoy preside la Comisión de Defensa de la Cámara Alta. El legislador consideró que cuando Aguerre se preguntó dónde quedó la "vocación de servicio" y "el humanismo que predicó el general Artigas", estaba demostrando una "visión crítica de algunas conductas" y las estaba "interpelando". En este sentido, el exministro de Defensa Nacional contó que le dijo a Aguerre que compartía sus preocupaciones y que no había nada que "comentar o interpretar" al respecto, sino que "simplemente hay que leer".
(emitido a las 8.35 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Este año la conmemoración del Día del Ejército se diferenció claramente de lo que era costumbre en los últimos tiempos. No se organizó en el día del aniversario mismo de la batalla de Las Piedras, el 18 de mayo, sino seis días más tarde, el jueves 24. Además, se eligió la ciudad de Durazno, que no tenía antecedentes. Y, por último, se desplegó un desfile militar de grandes proporciones, el más grande desde el regreso a la democracia.
También se destacó el discurso que pronunció el comandante en jefe del Ejército, Pedro Aguerre, que llamó a trabajar para terminar con la división en la sociedad uruguaya en torno al pasado. A esos efectos, apeló a la unidad dentro su propia fuerza, entre soldados en actividad y en retiro, porque, dijo, para "tratar de vivir en paz, debemos evitar pasar las diferencias a las nuevas generaciones, no influenciarlas, para evitar que vivan en el rencor, eternamente".
(Audio Pedro Aguerre.)
"Cualquiera de nosotros podría decir que hay un espacio bien delimitado que marca el inicio del conflicto, y generalmente en eso no se puede intervenir, porque es forzado por las circunstancias que lo generan. Pero hay otro espacio en el cual sí podemos intervenir, individualmente y también en forma colectiva, esa raya a marcar es la del fin del conflicto y, fundamentalmente, la del cese de la hostilidad.
Nuestro Ejército Nacional se encuentra en ese camino tras el fin supremo. No es fácil, pero es nuestro anhelo. Juntar pero no dividir debe ser nuestra meta, buscar puntos de razonamiento común, para que, sin olvido de nuestros actos, podamos crecer y que los habitantes de nuestro país sepan reconocernos, valorarnos y sentirse orgullosos de su Ejército."
(Fin audio.)
El viernes anterior, en un acto destinado a recordar un nuevo aniversario de la muerte de los cuatro soldados muertos por un comando del MLN en 1972, Aguerre había pronunciado un mensaje similar.
(Audio Pedro Aguerre.)
"El Ejército Nacional no considera en su educación profesional tratar de enemigos a sus connacionales, el uso de ese término es muy fuerte, y jamás de unión, que es lo que nosotros queremos. Con sentimiento, convoco a continuar apegados a las leyes y a la Constitución de la República, demostrando que tenemos un lugar de respeto y legitimación en este bendito país."
(Fin audio.)
¿Cómo interpreta el oficialismo este tipo de mensajes? ¿Cómo se observa la gestión del comandante Aguerre?
De estos temas vamos a conversar con uno de los dirigentes del Frente Amplio que más conocen de este tipo de asuntos, el senador Luis Rosadilla, que hasta mediados del año pasado fue ministro de Defensa Nacional y ahora preside la Comisión de Defensa de la Cámara Alta.
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Senador Rosadilla, ¿cómo hay que interpretar la magnitud excepcional que tuvo el desfile del jueves pasado? Según la página web del Ministerio de Defensa Nacional, el desfile de Durazno fue el más grande "en la historia de nuestro país en los últimos 30 años" (o sea, desde el retorno a la democracia), y en él "participaron más de 2.000 efectivos". Las crónicas de prensa han hablado de la cantidad de carros de combate que se vieron, vehículos de combate de Infantería, de transporte de tropas, blindados, de reconocimiento, lanzacohetes múltiples, artillería autopropulsada, pero además 140 soldados a caballo del arma de Caballería, incluyendo al Regimiento de Blandengues.
¿Por qué se organizó este año un desfile de este tamaño para celebrar el Día del Ejército?
LUIS ROSADILLA:
Lo primero que tengo que decir es que este desfile se había planificado para el año anterior cuando se cumplían los 200 años de la fundación del Ejército. Pero la simultaneidad de acontecimientos y de festejos patrios y su superposición en pocos días hizo que se desechara esa idea y se incluyera a las Fuerzas Armadas, al Ejército en particular, en los desfiles nacionales que se realizaron en distintas festividades del año 2011. O sea que este año se puso en práctica lo que el año pasado se planificó pero por razones de oportunidad y de simultaneidad de diversas actividades se decidió dejar de lado.
EC - Usted dice que esto que ocurrió en Durazno la semana pasada estaba previsto.
LR - Estaba previsto hacer un desfile importante con relación a un Ejército que cumplía 200 años. Se dejó en suspenso en función de participar e integrarse a los desfiles nacionales que el año pasado se realizaron abundantemente, en varias oportunidades.
EC - De todos modos, ¿por qué la magnitud del desfile? Porque no estábamos acostumbrados.
LR - Es verdad, hacía mucho tiempo que no había un desfile de características tan importantes. Creemos que es un desfile que necesita encuadrarse dentro de una situación política, porque aquí lo del desfile, siendo importante y quiero ubicar a quienes están escuchando, porque la lectura de las fuerzas que desfilaron puede llamar a alguien a engaño, es una muestra de lo que hoy es el ejército, y yo diría que como contrapartida podríamos decir que es una muestra de nuestra debilidad.
EC - ¿Por qué?
LR - Porque cualquier comparación que hagamos en términos absolutos o relativos con la región va a arrojar esa debilidad. Pero dejando eso de costado, en ese marco nuevo que usted ha señalado, hay un conjunto de hechos. Efectivamente estamos frente a un proceso de transformaciones iniciado luego de votada la Ley General de Defensa, que no son solamente de discurso, sino que también son transformaciones estructurales, traslados de unidades, reducción de fuerzas, hacer conjunto lo que estaba disperso, pero sobre todo, con mucho énfasis se ha profundizado, se ha hecho una inflexión fuerte sobre el papel que deben jugar las Fuerzas Armadas, su subordinación absoluta a la Constitución y las leyes, su respeto irrestricto a las decisiones legítimas del gobierno en ese marco constitucional y legal, y una vocación acentuada, pronunciada, pero que no es la primera vez que se escucha en el sentido de que las Fueras Armadas deben, en su concepción, en su formación, en su discurso y en su actitud, abandonar cualquier hipótesis de enemigo interno.
EC - En ese contexto, ¿usted comparte el análisis que hace el politólogo Julián González, que es un experto en asuntos de defensa y que hoy es consultado por estos temas en el matutino La Diaria? Dice González: "El objetivo del desfile en Durazno tiene que ver con darle más protagonismo al Ejército realizando el mayor desfile militar desde la salida de la dictadura, algo que ningún comandante en jefe del período democrático se había animado a hacer. De esta manera se pretende recuperar el significado de los desfiles militares como fiestas ciudadanas, como en épocas previas al golpe de Estado, cuando el vínculo del Ejército con la sociedad civil era mucho mayor".
LR - En un 100% de acuerdo con lo expresado por Julián. Creo que va en ese sentido. Además, como participé, porque estuve en Durazno, como corresponde, puedo decir que hasta donde yo pude observar porque uno al estar en el estrado por cuestiones protocolares no puede vivir todo el acontecimiento en su totalidad porque está fijo en un lugar se hizo con éxito. Además, luego casi la totalidad de las unidades que desfilaron fueron puestas para ser visitadas por la ciudadanía, y puedo asegurar que fueron muchísimos miles de personas a visitar esas unidades que son nuestras, son del Estado uruguayo, del pueblo uruguayo. Las maneja el Ejército.
EC - La pregunta que podríamos agregar a propósito de este episodio es por qué el escenario fue la ciudad de Durazno. Podría haberse pensado en Montevideo, por ejemplo, podría haberse pensado eventualmente en otro lugar del interior. ¿Por qué Durazno?
LR - Allí hay dos factores. Primero un factor general que es, y yo comparto, una preocupación recurrente del actual ministro por compensar la macrocefalia que tiene el país y poner énfasis en un Uruguay integrado, que significa un Uruguay donde no sea una gran cabeza Montevideo y rayos de rueda que tocan otras ciudades del interior, sino que la centralidad de algunos hechos se traslade a otros lugares que no sean Montevideo. Y segundo por una cuestión económica, aunque parezca difícil entenderlo, pero es que se están trasladando a Durazno unidades de Montevideo, parte de las cuales desfilaron el 25. Por lo tanto, esas unidades ya quedaron allí, en algunos casos traslados realizados, en otros casos traslados programados.
EC - ¿Qué dice a propósito del costo de un desfile como este, que es una objeción que algunos han hecho?
LR - Primero, el costo se integró; no hay un sobrecosto a los costos estimados y programados para la fuerza. Sale de las estimaciones y de las provisiones presupuestales. No hubo un refuerzo de rubro a los efectos de darle cobertura a ese acontecimiento. Segundo, los costos son muy relativos. Obviamente, no estoy en el ministerio, no manejo la planilla exacta de costos, pero no estamos hablando de un número significativo. Me parece una crítica que en general esconde otra, hay gente y yo creo que es legítimo pero en todo caso discutible, porque es una opinión que escucho que no quisiera que hubiera desfiles y que no quisiera que hubiera ejército.
EC - Sí, esa posición se escuchó el viernes en la Tertulia cuando discutimos el asunto, la esgrimió por ejemplo Juan Grompone.
LR - Pero ese es otro debate. Además es una persona que cuando no puedo escuchar en directo me hago de las grabaciones, porque a veces tampoco de noche puedo escuchar, y siempre es una opinión a tener en cuenta y a escuchar con mucha atención. Discrepo con él en este tema, pero es claramente una opinión fundada. Por eso digo que la crítica económica en general vela o actúa como antifaz de una crítica de fondo que es bienvenida en su discusión. Es una discusión que proponemos permanentemente desde una posición clara y tomada, no desde una posición neutra o insistente, pero abiertos a debatir ese tema.
EC - A propósito del desfile, su entidad, su costo y la situación del Ejército desde el punto de vista presupuestal, pregunta Ana: "Con todo ese marco, con esa organización y ese despliegue que se hizo, ¿por qué todavía se sigue trasladando a los soldados en camiones? ¿Por qué no se utilizan ómnibus?". El mensaje alude a lo que ocurrió el día siguiente al desfile, "Paso de los Toros está de duelo, es lamentable". Se refiere al siniestro de tránsito que tuvo uno de los camiones que volvían con dirección a Rivera después de la participación en el acto de Durazno.
LR - Un detalle menor y que no hace al fondo del asunto: creo que no estaba volviendo sino que era un transporte que se dirigía a hacer el relevo de la guardia perimetral de la cárcel. Pero eso es menor, la pregunta de fondo de la oyente es pertinente. En el tema de los traslados, primero le puedo asegurar que no es un tema en que se esté discutiendo lo económico, es un tema que nos tuvo preocupados mientras tuvimos responsabilidad de eso en el ministerio y que nos mantiene preocupados hoy. Allí hay opiniones con relación a las capacidades militares de respuesta que se puede tener desde un ómnibus o desde un camión cuando se está en tarea. Por eso digo, auque lo que dije al principio es un detalle, no es menor para quienes piensan estos temas de los traslados en términos de seguridad militar. Pero para contarlo claro, comparto que hay que minimizar los riesgos, no es el primer accidente que tenemos, no va a ser el último, tampoco tener ómnibus nos evita necesariamente los accidentes, pero obviamente un accidente con transporte de personas en un camión es mucho más difícil de limitar en sus efectos que uno que se realice en ómnibus.
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EC - Me quedó una pregunta sobre lo que hablábamos antes: ¿habrá más desfiles de esta envergadura, o lo de la semana pasada fue excepcional porque venía de la celebración pendiente de los 200 años del Ejército?
LR - No le puedo responder a ciencia cierta esa pregunta, porque no estoy en la parte ejecutiva hoy de esa actividad, pero estimo que no es probable que por lo menos anualmente se realice un desfile de esta envergadura. Pero reitero que es una opinión personal.
EC - Pasemos a lo otro que me interesaba conversar con usted. ¿Qué lectura hizo del discurso del comandante en jefe del Ejército, Pedro Aguerre? Entre otras cosas, señaló: "Juntar pero no dividir debe ser nuestra meta, para que, sin olvido de nuestros actos, podamos crecer, y que los habitantes de nuestro país sepan reconocernos, valorarnos y sentirse orgullosos de su Ejército".
LR - Sí, y dijo más cosas. Dijo algunas cosas importantes en tono de pregunta. Yo no tengo el discurso frente a mí, si no las leería, pero quería llamar la atención sobre dos preguntas que hizo.
EC - Por ejemplo, dijo en determinado momento: "Los exhorto a que reflexionemos sobre los viejos ideales de nuestra institución e individualmente nos preguntemos: ¿dónde quedó la vocación de servicio, que no es servirse de la institución para fines espurios?, ¿dónde quedó el humanismo que predicó el general Artigas, dentro de la circunstancia histórica que nos envuelve y arrolla?".
LR - Exactamente, son dos preguntas, y en mi opinión personal cuando uno interroga es porque tiene una visión crítica de algunas conductas y las está interpelando.
EC - Lo interesante es que cuando Aguerre hizo esas preguntas y en buena parte de sus apelaciones, preocupado como está por reconciliar al Ejército con la sociedad y que la sociedad se reconcilie con el Ejército, se estaba dirigiendo a los integrantes de esa fuerza, específicamente a soldados en actividad y soldados en retiro. Por ejemplo, unas líneas antes había dicho: "Les propongo estimular esa capacidad de razonar sin caer en maniqueos simplistas propios de mentes fundamentalistas y carentes de hidalguía para ayudar a componer. Para este fin noble, los exhorto a que reflexionemos sobre los viejos ideales de nuestra institución e individualmente nos preguntemos..." y ahí iban esas dos preguntas, "¿dónde quedó la vocación de servicio, que no es servirse de la institución para fines espurios?, ¿dónde quedó el humanismo que predicó el general Artigas dentro de la circunstancia histórica que nos envuelve y arrolla?".
Está hablando hacia adentro, "convoco a la unión de todos los integrantes del ejército, en actividad o en retiro, sin considerar edades preestablecidas, para que transitemos juntos este camino hacia el porvenir, hagámoslo sin tratar de imponer razonamientos propios sino pisando un interés más alto, considerando que en la discusión leal de nuestras diferencias radica nuestra fortaleza, teniendo en cuenta que para tratar de vivir en paz debemos evitar pasar las diferencias a las nuevas generaciones, no influenciarlas para evitar que vivan en el rencor eternamente. El mejor homenaje a quienes se sacrificaron por la paz es hacer lo posible para vivir en paz".
LR - No se necesitan comentarios. La lectura extensa que usted ha hecho ahora me exime de comentarios. Le dije tres palabras: "Comparto lo suyo". Creo que no hay que comentar ni interpretar, hay que leer simplemente.
EC - Está hablando hacia adentro, hubo más mensajes hacia adentro del ejército que hacia la sociedad en su conjunto.
LR - Eso es lo que tiene que hacer un comandante, el comandante comanda sus fuerzas y les dice cuál es el tono y el espíritu de esa institución con relación al conjunto de actividades que debe realizar. El comandante no debe hacer apreciaciones políticas generales, no debe y no puede, y debe, puede y está obligado a dar el santo y seña a su institución y a comandar desde todo punto de vista su actividad. Y acá le está diciendo a su institución su pensamiento desde el punto de vista del comandante, lo que se convierte en una orden, automáticamente.
EC - Seis días antes, el viernes 18, en el acto en recuerdo a los cuatro soldados muertos en 1972 en una acción de un comando del MLN, Aguerre había dicho algo similar: "Si queremos salir adelante, tenemos que hablar de uruguayos, no de enemigos. No debemos hablar de trancar, sino de vivir en paz". ¿Cómo ubica aquel otro acto en todo este panorama que estamos analizando?
LR - Yo ahí tengo un cierto margen de dudas, no sobre el discurso, sino sobre la oportunidad del acto. En el período en que me tocó estar al frente del ministerio enviamos y se votó un proyecto de ley que si mal no recuerdo se votó por unanimidad de ambas cámaras en el que se estableció, porque no existía oficialmente, el Día del Soldado del Ejército caído en Cumplimiento del Deber, y se fijaba como fecha la del primer soldado caído luego de la batalla de Las Piedras, se entendía el nacimiento aunque no formalmente institucional natural e histórico del Ejército. Y lo hacíamos en el sentido de entender, como bien dijo el ministro, que toda institución, persona, familia tiene el derecho, que nadie tiene que dárselo, concedérselo, de recordar a sus caídos, a sus muertos. Pero no hacerlo en vinculación a una fecha concreta, a un hecho concreto, porque hay muchos soldados caídos en cumplimiento de su deber, distintas fechas en distintos días. Entonces lo que pretendimos con aquello fue englobar en una fecha el conjunto de una sensibilidad que puede tener una institución sobre los caídos y recordar ese día a todos los que la fuerza haya perdido en cumplimiento del deber.
EC - Usted dice que esa ley se sancionó, salió del Parlamento.
LR - Sí, efectivamente, está sancionada.
EC - Todavía no se la ha llevado a la práctica.
LR - A la práctica sí, es una ley que determina un día de recordación, no obliga a que se haga un acto, no establece un acto oficial necesariamente sino que lo establece como un día de recordación y después la institución realizará en esa fecha la actividad que crea conveniente y oportuna, desde formación y toque de silencio, hasta...
EC - ¿Para usted no debería existir un acto como el que se hizo el 18 de mayo de mañana allí en avenida Italia y Abacú?
LR - En nuestra perspectiva y fue lo que buscamos necesitábamos alejar el reconocimiento de quienes cayeron en cumplimiento del deber de un episodio exclusivo, porque eso nos conduce, creo yo, aun sin quererlo y creyendo de buena fe, sabiendo que así es, en la perspectiva que el comandante le da a su fuerza, a un acto un poco contradictorio con esa concepción que él ha pregonado en sus discursos.
EC - Dando por bueno que el acto se hiciera, ¿cómo evalúa la forma como se hizo este año, ya no organizado por centros militares de retirados sino por el propio Ejército y con el comandante en jefe del Ejército como único orador, además con el detalle de que después se incorporó sobre la marcha que los asistentes tenían que comparecer vestidos de civil y que además la concurrencia no era obligatoria?
LR - Justamente por eso dije que tenía ciertas dudas. Obviamente que allí, para decir yo lo que quizás otras autoridades no pueden decir, había un ámbito en disputa de quién daba el tono de esa fecha. El comandante hace dos cosas allí, les dice a los retirados "ustedes son retirados, pero no dejan de pertenecer a la institución, y la institución tiene un solo comandante que soy yo, ustedes son la reserva, aunque estén en retiro, y por lo tanto acá el que habla y la voz de este conjunto institucional la tengo yo". Eso es obvio y generó un hecho positivo, pero reitero, como libre pensador tengo dudas sobre esa situación, me genera alguna duda lo oportuno de eso, aunque reconozco que el discurso fue en el mismo tono, en el mismo sentido y logró el efecto de desplazar lo que en años anteriores se había dado, discursos de confrontación de niveles que la sociedad uruguaya ya no tolera.
EC - A propósito de los mensajes del comandante en jefe del Ejército, general Aguerre, en ese artículo que mencioné que publica el matutino La Diaria, aparecen también opiniones del secretario de Derechos Humanos del PIT-CNT, Edgardo Oyenart. Oyenart sostiene que si bien "percibe un cambio en el discurso del Ejército desde la llegada de Aguerre a la Comandancia, esto tiene un valor relativo porque se pueden hacer 1.000 discursos y ninguna transformación en la sociedad, o por el contrario, hacer uno solo y decir todo lo que saben sobre el paradero de los desaparecidos, cosa que no han hecho y parece que no van a hacer". ¿Cómo recibe este comentario?
LR - Es una opinión respetable, la opinión del PIT-CNT, de Oyenart en este caso. Discrepo en el sentido de que no soy de los que entienden la historia como actos, como fotografías, sino como procesos, más parecida a películas que a fotografías, y no conozco aunque quizás los haya ningún complejo proceso histórico que se haya resuelto de un tajo, sino más bien en avances pequeños a veces, a veces insignificantes, a veces hasta desapercibidos, que arrojan, si uno tiene la tenacidad y la constancia de actuar, eso sí, con un objetivo y un sentido claro, arrojan los resultados.
Además yo pondría más atención, porque en eso que se afirma en el sentido de que no ha habido resultados habría que mirar un poco más. Yo creo recordar de una conversación no en una entrevista, en una conversación que tuvimos, yo incluso dije "invitaría a los periodistas a que pongan más énfasis en investigar de qué manera lo poco y empiezo por eso, lo escaso que hemos avanzado en materia de encontrar a las mujeres y los hombres del pueblo uruguayo que fueron desaparecidos se ha sucedido con eso. Hay compromiso de seguir con estos pequeños, insignificantes, escasos avances sin descansar un solo día y sin olvidar un solo día hasta encontrar la respuesta para todos".
EC - ¿Usted tiene la impresión o la información de que desde la asunción del general Aguerre como comandante en jefe del Ejército se han producido avances en este camino, el de la búsqueda de datos sobre detenidos desaparecidos?
LR - No, esa es una interpretación errónea. El proceso es más largo, comienza antes de Aguerre y ha ido arrojando, con todas las salvaguardas que puse, algunos resultados. Y hay que seguir.
EC - Pero ¿esos resultados los observa también en este período de Aguerre como comandante en jefe?
LR - Sí, leyendo atentamente los diarios se encuentra la respuesta.
EC - Ya que estamos en este tema y que yo mencionaba recién la objeción planteada por Oyenart, ¿qué falta más en general para solucionar esa división que genera el pasado reciente en la sociedad uruguaya, en especial en la relación sociedad-Fuerzas Armadas?
LR - Cómo me gustaría tener aquí, porque si no sería una cuestión de oportunidad y de momento, las palabras que pronuncié cuando el debate de defensa, que están escritas, están en un libro. Pero le voy a contestar más o menos, porque creo que lo que falta son esas cosas que interpelaba el general Aguerre en su discurso, exactamente esas: recuperar aquel espíritu que existía en la sociedad uruguaya en la creación del Ejército, en el sentido de que el Ejército es parte del pueblo y este lo reconoce como tal, porque el Ejército se comporta como parte del pueblo y se respeta como tal. Y entonces hay un camino que tiene las dos veredas y hay que transitarlo, lo estamos transitando, creo que efectivamente hay cambios. Por supuesto, se pondrán como escasos, como insignificantes, lentos, son discusiones que podemos dar sin lugar a dudas y cosas que puedo incluso compartir y aceptar, pero es un camino, reitero que no conozco ningún otro, porque si alguien me convenciera le puedo asegurar que lo pondría en práctica, si bastara el automatismo de una decisión, de una voluntad política para hacerlo, no tendría dudas en pedir que se hiciese así, pero como no lo creo, lo estamos haciendo tal como creemos que debe hacerse.
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Transcripción: María Lila Ltaif