La idea de la campaña es devolverle a los clientes, a través de una bonificación en la factura, el dinero equivalente a la baja del consumo que obtengan en mayo, junio y julio respecto a lo registrado en los mismos meses de los años 2010 y 2011.

Por otra parte, la consultora Interconsult realizó una encuesta a pedido de UTE que señala que el 83% de los hogares respondió que era posible reducir su consumo en los meses de la campaña de ahorro. El 9% decía que no podía y el 8% que no sabía, lo que abrió un expectativa importante en cuanto al efecto que podría lograrse.