Solari (PC): es necesario reflexionar sobre el valor de la vida desde el plano personal y el institucional
En un mensaje en cadena de radio y televisión emitido ayer, el presidente de la República José Mujica instó a "cuidar el valor de la vida" y a reflexionar sobre la violencia presente "en todos los estamentos de la sociedad". En marzo, a raíz del caso de los enfermeros asesinos del Hospital Maciel y la Asociación Española, el senador colorado Alfredo Solari le había dirigido una carta al presidente en la que hacía planteos similares y reclamaba la necesidad de establecer un día de duelo. Entrevistado por En Perspectiva, Solari consideró que existen puntos de contacto entre el mensaje de Mujica y la carta enviada al presidente hace algunos meses. Expresó estar de acuerdo con la necesidad de un tiempo reflexión tanto en el plano personal como en el institucional, aunque aclaró que no se debe hacer una "falsa oposición": es necesario que la población reflexione sobre el estado de la sociedad pero también lo es que el Gobierno establezca "sanciones más importantes", "mecanismos de contención" y "mecanismos de rehabilitación que efectivamente funcionen".
(emitido a las 7.47 Hs.)
EMILIANO COTELO:
El presidente José Mujica exhortó a la población a "cuidar el valor de la vida", e instó a la sociedad en su conjunto a reflexionar sobre "qué nos está pasando".
Durante un mensaje en cadena de radio y televisión Mujica destacó que "la violencia campea en todos los estamentos de la sociedad". Mencionó, por ejemplo, la violencia en el deporte, recordó que existen entre 27 y 28 mujeres asesinadas por año como víctimas de violencia doméstica. Dijo que el tránsito "es un infierno" y deja un muerto cada 16 horas y 27.000 heridos por año. Aludió, además, a los costos que genera la drogadicción y alertó que Uruguay es el país de América Latina con mayor cantidad de presos por habitante.
(Audio José Mujica.)
"La pregunta es ésta: ¿Qué nos está pasando? Porque es obvio que el Estado tiene que luchar por asegurar la seguridad, pero es elemental que haya una seguridad dentro de nuestra cabeza, dentro de nuestra manera de proceder. La irracionalidad de la violencia cubre todos los escalones de la sociedad, y allí no hay Estado que valga. Solo valemos dentro de nuestras decisiones. Este es un problema de todos y como tal lo tenemos que enfrentar entre todos".
(Fin del audio.)
A partir de esa inquietud, y antes de que se den a conocer las medidas que se anticipan para hoy, Mujica pidió a toda la sociedad las organizaciones sociales, instituciones deportivas, empresas, sindicatos, a los distintos estamentos del Estado, desde las oficinas hasta las empresas públicas, desde los distintos escalones de la enseñanza, desde allí donde se sientan los niños que dediquen un mes entero a esta reflexión, que se coloque el tema de cuidar la vida como primer tema cotidiano a considerar, a darle valor en todas sus formas y variantes, porque, enfatizó, "la vida no se compra pero sí puede acelerarse su pérdida y no hay ningún valor económico que lo pueda reconquistar".
Cuando se supo que el mensaje por cadena de radio y televisión del primer mandatario tendría este tono, cuando se adelantó que Mujica haría esta exhortación y propondría esta reflexión, hubo varios que recordaron un planteo similar. La prensa, por ejemplo, destacó que después que se produjo el procesamiento de los dos enfermeros asesinos del Hospital Maciel y de la Asociación Española el senador colorado Alfredo Solari le había reclamado al Gobierno llevar adelante un día de duelo ante la conmoción pública que se había generado y para reflexionar sobre el hecho.
Sí, efectivamente el senador Solari le había dirigido, el 22 de marzo, una carta al presidente de la República, en la que una de sus sugerencias era "decretar un día de duelo nacional. Lo ocurrido sin duda enluta todo el país. La realización de un día con estas características permitiría la expresión solidaria de congoja y acompañamiento a las familias afectadas y el reconocimiento público de las circunstancias que permitieron tan lamentables muertes".
El segundo punto era "convocar a las iglesias, organizaciones de la sociedad civil, instituciones públicas y privadas, centros educativos, etcétera, para la realización de una jornada nacional de reflexión en la que, a través de diversas actividades, sea posible una profunda y amplia reflexión sobre la vida y la muerte, sobre los derechos y deberes de los pacientes internados en centros de salud, sobre los derechos y deberes de los ciudadanos".
Senador Alfredo Solari, ¿usted entiende que hay alguna relación entre el mensaje de anoche del presidente Mujica y aquella idea suya?
ALFREDO SOLARI.
Yo creo que sí. El propósito de la reflexión a la que nos invita el presidente es muy similar al segundo punto, o por lo menos al espíritu general de la carta que yo le dirigí en aquel momento.
EC El disparador de su inquietud, de su planteo, era un caso concreto, el de los enfermeros asesinos. Mujica lleva el tema a una consideración más general.
AS Lo cual me parece muy acertado, porque en definitiva la pérdida de vidas humanas es siempre una pérdida muy importante para toda la sociedad, ya sea que se produzca por comportamientos enormemente desviados en este caso de dos funcionarios de los institutos de salud, o ya sea que se produzca como consecuencia de acciones prácticamente irreflexivas de jóvenes que quieren rapiñar, o de personas que en el tránsito arriesgan mucho más de lo que deberían, por todas las causas que manifestó ayer el presidente.
EC - ¿Tuvo contacto con el Gobierno a partir de aquella carta? Porque usted dirigió una carta al presidente de la República.
AS Yo le dirigí una carta al presidente y el presidente unas semanas más tarde me mandó preguntar muy gentilmente a través del ministro de Salud Pública, Venegas, cómo pensaba yo que se podría organizar esa jornada de reflexión. Y ahí estuvimos intercambiando algunas ideas, muchas de las cuales salen plasmadas en el mensaje del presidente.
EC Lo que propuso el presidente de la República anoche no es una jornada de reflexión, fue algo bastante más amplio. Él dice que haya un mes de reflexión a propósito del valor de la vida y de cómo hay que cuidarla, un mes de reflexión a propósito de qué nos está pasando como sociedad, que terminamos teniendo todos estos dolores de cabeza y sufrimientos.
AS Yo creo que el presidente hace bien en extender el tiempo porque una cosa es una jornada de reflexión masiva, concentrada, etcétera, que puede pasar muy rápidamente su efecto, y otra cosa es un mes de plantearse durante todos los días a nivel de distintas organizaciones, inclusive a nivel personal, la pregunta central que quedó del mensaje de anoche: ¿qué nos está pasando como sociedad? ¿Cuáles son las causas que nos llevan a esa situación de que la vida de los uruguayos que antes era tan valorada ahora ha perdido valor? ¿Por qué se hipoteca esa vida que es casi un milagro, como él dijo, por qué se hipoteca en actos de irracionalidad que ocurren en segundos, que ocurren muy fácilmente? Y yo creo que ahí es donde tenemos que profundizar con enorme sinceridad, ¿cómo hemos llegado a esta situación?
EC - Usted está completamente de acuerdo con que esa reflexión está haciendo falta.
AS No me cabe ninguna duda. Creo que durante muchísimos años los uruguayos pensamos de una manera bastante simplista, si usted me permite que lo que nos pasaba era que estábamos estancados económicamente, que lo que pasaba era que los gobiernos no distribuían la riqueza que se generaba, que otros países mejoraban y nosotros nos quedábamos. Una visión en el fondo muy materialista, muy de corte marxista en el sentido filosófico del término.
El boom de los últimos años nos ha demostrado claramente de que la convivencia entre los seres humanos no se construye solamente con bienes materiales o con prosperidad material. Se construye sobre esa base, sin duda, pero también sobre la base del destaque de valores espirituales: la convivencia, el respeto, la dignidad, la tolerancia por las diferencias de opiniones, el tratarse con cordialidad. Cosas que los uruguayos teníamos y en buena medida todavía seguimos teniendo, en buena parte del país. Yo creo que la pérdida es más importante Montevideo y su área metropolitana, y algunas áreas periféricas de alguna de las ciudades del interior. Pero no es una pérdida generalizada.
EC Yo le preguntaba si usted comparte esta inquietud y esta propuesta de reflexión que plantea el presidente. Tanto Vamos Uruguay, el Partido Colorado (PC), como otros sectores políticos han estado reclamando con insistencia un giro, por ejemplo, en las políticas de seguridad que lleva adelante el Ministerio del Interior. Han estado proponiendo proyectos de ley, cambios en la normativa vigente para atacar desde el Estado los problemas, o alguno de los problemas, de inseguridad y de violencia que tenemos. Pero el presidente dice: "Nosotros vamos a tomar medidas, vamos a anunciar medidas, pero esas medidas por sí mismas no sirven de nada si los uruguayos no reaccionamos, si no cambiamos de actitud, si no ponemos de nuestra parte, también, para que esa convivencia evolucione y mejore". Esta parte de la discusión no suele figurar en el debate político últimamente.
AS Yo creo que el presidente en esa aseveración tiene razón, pero hay que tomarlo en su totalidad.
EC - ¿A ver, en qué sentido?
AS En el sentido de que el presidente primero dice "el Estado debe dar seguridad", esa es su principal responsabilidad, pero dice "con eso no alcanza porque el Estado no puede meterse adentro de la mente de todos los uruguayos". Entonces, la llave para meterse adentro de todos los uruguayos y rescatar el valor de la vida lo dice al final de su discurso es el amor. Sólo el amor puede ser la llave maestra que ubique este tema como central dentro de esta etapa histórica que estamos viviendo. Me parece que no tenemos que hacer falsa oposición. Por un lado que hay que establecer sanciones más importantes, mecanismos de rehabilitación que efectivamente funcionen, mecanismos de contención. Todo eso es cierto y es responsabilidad del Estado, y todo eso el presidente lo reconoce y dice que se va a trabajar. Yo creo que está bien que lo diga y ojalá que ahora lo haga. Hay diferencias notorias de visión dentro del partido de Gobierno con respecto a este tema, será responsabilidad del Gobierno superar esas diferencias de visión. Pero aún superadas esas diferencias, con eso sólo no alcanza. Un Estado solamente represivo no cambia el fondo de la situación, en el sentido de que cada uno de nosotros tiene que poner lo suyo, cada uno de los ciudadanos tiene que poner su parte de contribución.
EC Y lo último, ¿cómo llevar adelante esa reflexión? ¿No es una cosa demasiado en el aire eso de darse un mes para que distintas instituciones, empresas, organismos, escuelas, liceos, discutan esto?
AS Yo diría que hay dos planos: uno es el plano personal y el otro es el plano institucional. En el plano personal yo me he comprometido a mí mismo a dedicar diez minutos todos los días a revisar mi comportamiento para ver cómo puedo hacer para ser un poco más cordial, un poco más gentil, un poco menos agresivo, para contribuir a esa convivencia digna y cordial que nos ha caracterizado a los uruguayos y que en definitiva es una de las formas de valoración de la vida.
Pero creo que además hay que hacer una discusión a nivel institucional sobre algunos de los objetivos que nos inspiran. A vía de ejemplo: si en materia de enseñanza no le estamos dando a los jóvenes las destrezas y los valores que son necesarios para desarrollarse en la vida moderna, la vida de ese joven a los 18, 19 años, cuando ingresa al mercado de trabajo, vale muy poco. Va a recibir una retribución muy baja, por más que pelee, patalee, haga cosas, etcétera, porque el valor agregado de lo que produce es muy bajo. Si no tiene capacidad para aportar prácticamente nada al desarrollo de la sociedad, la vida no vale nada. Y si la vida no vale nada por más milagro que sea es muy fácil perderla.
Tenemos que enriquecer la vida de los uruguayos a través de su capacidad de desarrollo para que valga la pena vivirla, para que cada persona, cada familia, cada pareja, pueda desarrollar un proyecto de vida que lo haga atractivo, que lo haga vivible, que lo haga disfrutable, y que uno diga "bueno, valió la pena el esfuerzo. Después de diez, veinte, treinta, cuarenta, cincuenta años de vida hemos logrado un desarrollo personal, un desarrollo familiar, un desarrollo comunitario, y hemos vivido una vida muy disfrutable".
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Foto: Perfil de Facebook de Alfredo Solari