Entrevistas

Horacio Perazza (INAU): actitud del niño que denunció a su madre adicta a la pasta base fue "de mucha valentía"

El domingo de noche, sobre la una de la madrugada, un niño de 10 años residente en Soriano se presentó solo ante la Policía y denunció los maltratos que él y sus dos hermanos sufrían de parte su madre, consumidora de pasta base. Para conocer más sobre este caso, En Perspectiva entrevistó a Horacio Perazza, director departamental en Soriano del Instituto Nacional del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU). Perazza afirmó que es la primera vez que a la institución se le presenta una situación como esta y dijo que la actitud del niño fue "de mucha valentía". Explicó que, por disposición judicial, el INAU se hizo cargo de él y sus hermanos y comentó sobre la importancia que tiene en estos casos el mantener el entorno del niño y los lugares que frecuenta para "no provocar más daño". En cambio, según la visión de Perazza, en el caso de los adictos la vuelta al entorno es lo que representa más problemas ya que, según explicó, la adicción "es básicamente un tema de vínculos, y al no cambiar ese entorno en poco tiempo están otra vez en la misma situación".


(emitido a las 8.54 Hs.)

EMILIANO COTELO:
La noticia se publicó ayer de mañana y dio mucho que hablar: el domingo de noche, sobre la una de la madrugada, un niño de 10 años se presentó solo ante la Policía y denunció los maltratos que él y sus dos hermanos sufrían de parte su madre, consumidora de pasta base. Además dijo que temía en especial por la salud de su hermano más chico, de 18 meses, que aún se alimentaba con leche materna y que tal vez por esa vía se estaba envenenando.

Si bien en los últimos tiempos se ha hecho más común que jueces de familia y funcionarios del Instituto Nacional del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) deban ocuparse de niños que son hijos de adictos a la pasta base, lo particular de este caso es que la denuncia haya sido presentada por el propio niño, lo que da la magnitud del drama que debían estar viviendo él y sus hermanos.
 
La noticia la publicó ayer el diario El País a través de su corresponsal en Soriano, que fue donde ocurrió el hecho. Y hoy, después de las distintas derivaciones que ha tenido, después de todo lo que los oyentes nos han comentado al respecto, nos parece importante profundizar en la situación, y para eso vamos a conversar con Horacio Perazza, director departamental en Soriano del INAU.

¿Habían tratado alguna vez un caso de este tipo, tan particular, en que un niño termina denunciando a su madre?

HORACIO PERAZZA:
No, siempre, casi a diario, tratamos con padres que denuncian a sus hijos, generalmente adolescentes, con vecinos que denuncian situaciones de consumo de padres, pero nunca nos había tocado una situación como esta, en que el propio niño toma la iniciativa y denuncia a su mamá en un acto para mí de mucha valentía.

EC - Después se han ido conociendo algunos detalles de cómo ocurrieron las cosas. Por ejemplo, que este niño se dirigió a la seccional policial a la una de la madrugada del lunes, en una noche muy fría, y llegó solo.

HP - Sí, y además iba con la prueba, que era la pipa en la cual la mamá fumaba la pasta base. Nos llama la Unidad Especializada en Violencia Doméstica a la una y media de la madrugada, nos constituimos en el domicilio de la familia y retiramos a los niños. A las dos de la mañana estábamos retirando a los niños, en una noche bastante fría.

EC - Es interesante lo que usted relata, porque entonces la respuesta fue muy rápida.

HP - Absolutamente. A partir de la disposición judicial de la jueza de tercer turno de familia, que pedía la intervención del INAU, rápidamente se coordinó con la Unidad Especializada en Violencia Doméstica y nos constituimos en el lugar. Yo fui personalmente.

EC - ¿Hay que entender que estaba pasando algo esa misma noche, que estaban ocurriendo hechos de agresión esa noche?

HP - No lo sabemos a ciencia cierta, pero el relato del niño hace que preocupe esta situación y que rápidamente se le dé respuesta. Por eso se toma la decisión esa misma noche, para no dejar en una situación de riesgo a los dos hermanos, porque quien hace la denuncia, que es el chico de 10 años, ya estaba en la seccional.

EC - Esa noche del domingo, cuando son convocados por la resolución judicial, ¿se entrevistan con el niño, o van directamente a su casa? ¿Cómo fue el procedimiento?

HP - Quien se entrevista con el niño es la Unidad Especializada en Violencia Doméstica, su personal le toma declaraciones y da el parte correspondiente al juez competente, quien nos convoca a nosotros mediante la disposición judicial y coordinamos ir al domicilio. A partir de ahí nos entrevistamos con el niño, con la mamá, con la abuela de los niños, y procedemos a dar cumplimiento a la orden judicial, que establecía el retiro de los niños de la finca y llevarlos a un hogar del INAU.

EC - Hay un detalle que me queda confuso: cuando el INAU va a la casa en esa misma madrugada del lunes, ¿también va el niño denunciante?
    
HP - Sí, el niño va junto con el grupo de la Unidad Especializada en Violencia Doméstica.

EC - ¿No fue una situación un poco violenta para él?

HP - No, porque el niño manifiesta abiertamente que él quiere mucho a su madre pero que no podía sostener esa situación y creía que estaban en riesgo él y sus hermanos. Para nada violenta, todo lo contrario, creo que fue la aceptación de parte de toda la familia –ahí aparecieron otros familiares–, y la mamá reconoció en ese momento que estaba en una situación compleja con el tema del consumo. No se dio ningún tipo de situación ni de violencia ni de ningún otro estilo que no sea el dolor de esa madre que entendía que le estábamos retirando los niños por su situación complicada con el tema del consumo.

EC - La abuela del niño ha dicho que el tema preocupaba en la familia, ha dicho incluso que la denuncia debió haberla presentado ella, pero no se animó, no supo hacerlo. O sea, no estamos hablando de una sorpresa, de algo reciente, de algo de los últimos días.

HP - No, porque además esto era una recaída. Según todos los relatos que nos hace la familia, habían logrado resolver la situación en otra oportunidad y [la madre] había salido del tema del consumo. La mamá de los niños lo había logrado, pero esta vez se le fue de las manos, no pudieron resolverlo a nivel familiar. Es una familia humilde pero tiene fortaleza, de acuerdo a lo que manifiestan la abuela y la tía de la mamá de los niños, que vive enfrente. Son personas que tienen fortalezas, pero esta vez no pudieron con la situación.

EC - Nancy, que así se llama la abuela, dice en el diario El País: "Esto tenía que haberlo hecho yo". Cuenta que hace 15 días estuvo decidida a presentarse ante la Policía, pero la hija llorando le suplicó que no fuera. ¿Usted sabía esto?

HP - Sí, es lo que ha manifestado en diferentes ámbitos. Creo que ellos eran conscientes de la situación.

EC - ¿Y la madre de los niños también era consciente? ¿Esperaba que el niño diera el paso que dio?

HP - Creo que no, creo que la menos consciente de todo acá es la mamá, porque está inmersa en un tema de consumo que todos sabemos los daños que produce, en particular la pasta base, que provoca un deterioro importante físico, intelectual y social, además. Esto trae aparejado lo que decía la abuela: "Me roba todo, me lleva las cosas, vende para el consumo". Me decía la tía que vive enfrente: "Yo soy quien los sostiene en la alimentación, porque todo el dinero que ingresa a la familia ella lo fuma". Ella, inmersa en esa vorágine de consumo, no se da cuenta de muchas cosas.

EC - Varios oyentes preguntan por el padre de estos niños, dónde está, qué papel juega en toda esta situación.

HP - No hay padre presente, tampoco hay reconocimiento paterno de ninguno de los tres niños. Tenemos que entender que esta situación de consumo o de adicción de esta señora no es de ahora, es de muchos años, por lo tanto su vida ha sido bastante complicada en ese sentido.

EC – Ustedes, entonces, en la propia madrugada del lunes retiran a los tres chicos, uno de 11, otro de 10 y el más pequeño de 18 meses.

HP - Exactamente.

EC - ¿Y qué hacen con ellos?

HP - Los niños son llevados a un hogar del INAU, donde están ahora. Están atendidos allí, y a partir del martes retoman su vida normal de concurrir a la escuela. Al niño más chiquito lo estamos atendiendo en un centro nuestro para niños pequeños, el Hogar Diurno, donde además de estar en un ambiente de niños pequeños, tienen una dinámica de jardín. Ayer se cumplió una instancia judicial con la familia, todavía no tenemos la comunicación de si hubo alguna resolución judicial al respecto. Estamos esperando, porque esto básicamente es un proceso judicial.

EC - Usted dice que los niños más grandes, el de 10 y el de 11, en particular el denunciante, ya el martes volvieron a la escuela.

HP - Sí, a la escuela, a la actividad que ellos normalmente hacían, uno de ellos, por ejemplo, practica fútbol infantil. Desde la institución siempre tratamos de seguir promoviendo y sosteniendo a los niños en su entorno, en la escuela básicamente, porque cambiar de escuela es complejo a esta altura del año. Además, ellos tienen allí sus vínculos y la idea siempre es no provocar más daño, que además de ser separados de su familia no sean separados de su entorno, de sus compañeros. La idea siempre es mantener sus vínculos en sus lugares habituales, que son la escuela, la práctica de fútbol, todas las actividades que los niños hacían antes del ingreso a la institución se mantienen tal cual para no provocar mayor daño en esta situación, que es muy complicada para ellos.

EC - ¿Cómo son estos niños como estudiantes? Es una pregunta que hacen varios oyentes. Da la impresión de que al menos el de 10 años, con el aplomo que mostró, la madurez, la forma como expuso ante la Policía, que sorprendió a todo el mundo, es un buen alumno.

HP - No, estaba teniendo algunos problemas en la escuela. Ayer gente de mi equipo estuvo conversando con la directora de la escuela adonde concurre, que es una escuela de tiempo completo, y estaba teniendo algunas dificultades, sin duda producto de esta situación que estaba viviendo. El más grande no tiene problemas, es un excelente alumno. Uno debe entender esto en el contexto de la situación que viven, tan compleja que lleva al niño [de 10 años] a tomar esta determinación, y lo está afectando en su normal desarrollo, en su vida cotidiana. Mi gente lo conversaba ayer con la directora de la escuela, seguramente los problemas de rendimiento son producto de esta situación que vivían estos niños.

EC - Sí, he visto que él estaba preocupado por cómo le estaba yendo en la escuela, entre otras cosas porque no dormía bien Además, tenía algún tipo de vergüenza porque sus compañeros de clase conocían la conducta de su madre.

HP - Sí, eso es lo que manifiesta. Sin duda que al niño le afectaba mucho esta situación en su vida cotidiana y en el relacionamiento con sus pares. Pero es destacable el acto de valentía de hacer la denuncia y velar no solo por él sino también por sus hermanos, en especial por el más chiquito.

EC - ¿Usted ha tenido experiencias con niños con una actitud como esta? Usted mismo ha hecho la comparación con Dionisio Díaz, y claro, muchos la hacen. ¿Estamos hablando de algo excepcional?

HP - Sí, yo lo comentaba con otros colegas de ustedes, fue la imagen que se me representó en el momento en que llego a la casa y estamos esperando que la familia nos permitiera ingresar. Es la imagen –salvando las distancias, los tiempos y las circunstancias– de un niño que toma conciencia. Seguramente sea producto de la información que ha venido recibiendo por los distintos medios, en la escuela, por la cual él consideraba que la leche materna estaba envenenando a su hermano. Por eso digo, salvando mucho el tiempo y la distancia, me vino esa imagen [de Dionisio Díaz] en ese momento, por la valentía básicamente, porque no es tan fácil darse cuenta de la situación que estaban viviendo y denunciarla.

***

EC - ¿Qué pasa con el problema de la pasta base en su departamento, allí en Soriano, y en el área en la que ustedes se mueven, la del INAU? ¿Cuál es el panorama?

HP - El panorama es bastante complejo, está haciendo mella de forma importante. Yo lo voy a hablar desde el lugar de nuestra institución y de la franja etaria que atiende, que es hasta los 18 años, porque es de lo que tengo mayor conocimiento. Sé que también en el mundo adulto hay problemas, pero desde el lugar donde estoy el conocimiento más profundo que tengo es de los menores de 18 años.

Es un problema serio, un problema grave, no tanto por la cantidad sino por los daños que produce en todos los aspectos, en los aspectos físicos, intelectuales y sociales. Nosotros somos el único departamento del interior que tiene un hogar para adolescentes en conflicto con la ley con privación de libertad, y le puedo asegurar que el 90% de los adolescentes que entran a ese servicio por disposición judicial, con una medida privativa de libertad, están directamente relacionados con un tema de consumo, básicamente de pasta base. El consumo de la sustancia deteriora a la persona y la hace cometer ilícitos, y salir de esa situación nos lleva como institución y como Estado mucho esfuerzo, mucha inversión, mucho dinero, y los resultados son muy pocos. En esta problemática uno siente muchas veces más frustraciones que logros.

EC - Los resultados son muy pocos, dice usted. ¿Puede ampliar esa afirmación?

HP - Sí. Mientras están en el entorno institucional se los atiende, se les dan todas las posibilidades de rehabilitación, la institución tiene convenios con distintas organizaciones de rehabilitación de consumidores de estupefacientes. Pero el problema más grave es el retorno a su medio, a su entorno. Cuando el chico vuelve se encuentra con que el entorno no cambió, sigue siendo el mismo, y en general esto es un tema que arranca con un problema de familia. El tema de la adicción es básicamente un tema de vínculos, y al no cambiar ese entorno en poco tiempo están otra vez en la misma situación, y eso nos preocupa.

EC - Usted dice que las políticas deben cambiar, que se necesita otro tipo de tratamiento para estos jóvenes.

HP - Creo que sí, que hay que trabajar mucho en las políticas para lograr más resultados en esto. Venimos intentando hacer algunos trabajos, pero no es fácil porque no es tan sencillo cambiar el entorno de un adolescente, su lugar de origen. Es muy complejo, trasciende a nuestra institución, es un tema social. Pero la realidad es esa, hoy el fracaso no se debe tanto a no haya posibilidades de rehabilitación, porque las hay. El tema es que si no cambiamos su entorno, si no modificamos el medio donde se produjo el problema ...

EC - Estoy pensando en otro tipo de tratamientos que eludan el regreso a ese entorno problemático. Supongo que hay bastante para discutir y debe haber experiencias de otro tipo.

HP - Sí, las experiencias positivas generalmente se dan cuando logramos cambiar el entorno, cuando hemos cambiado el lugar donde el chiquilín va a residir, o directamente lo hemos vinculado al mundo del trabajo, alejado de su entorno. Ahí los resultados son otros. Pero desde este lugar no siempre logramos ubicar a un chico que está inmerso en estos temas en otro lugar o vincularlo rápidamente al mercado laboral.

***

Transcripción: María Lila Ltaif