Entrevistas

Pablo Viroga: un artista plástico decorando un hotel del interior

Pablo Viroga es un artista plástico uruguayo nacido en Melo que llevó a cabo una obra muy particular: utilizando vidrio, plumas y otros materiales, y atribuyéndole un rol importante al uso de la luz, incorporó una serie de elementos en las instalaciones del hotel Juana, en la ciudad de Melo, y contribuyó así a la renovación de ese edificio. El autor, que tiene una larga trayectoria fuera de los límites de su ciudad natal y que además ha incursionado en el cine, dispuso, entre otras cosas, una serie de pequeñas piezas instaladas en una sucesión de nichos cuadrados y bien iluminados, así como unas chapas en las cuales hay una composición ahuecada que permite el pasaje de la luz. Para conocer más sobre su arte y su experiencia, En Perspectiva dialogó con Viroga.


(emitido a las 10.40 Hs.)

ALEJANDRO ACLE:
Este lunes trasmitimos desde Melo, invitados por la radio La Voz de Melo, como parte de los festejos por sus 70 años, que se cumplen hoy.

Quedaron algunos pendientes de nuestra visita por territorio arachán. Por ejemplo, en la recorrida que hicimos el fin de semana estuvimos en el hotel Juana, donde a Rosario le llamaron la atención algunas esculturas.

ROSARIO CASTELLANOS:
En tren de buscar novedades, porque habíamos estado allí en Melo en el año 2008, una de las cosas que encontramos fue la construcción de un hotel totalmente a nuevo, que se llama Juana, en las afueras de la ciudad. Y más allá de todas las comodidades que ofrece y del lugar de emplazamiento más que agradable, porque tiene un entorno completamente vacío, que permite una tranquilidad que la ciudad en sí ya no ofrece, me llamó la atención el gusto con que se había arreglado o equipado el lugar, y en particular la incorporación de un artista plástico local, cosa que me parece una excelente idea. Creo que es lo que hay que mostrar cuando uno hace una instalación que pretende además llamar la atención de la gente que viene de otros países. Y Cerro Largo tiene muy buenos artistas.

Pablo Viroga es el autor de una serie de obras, la primera de las cuales es la que llama más la atención. Cuando uno ingresa al hall principal encuentra un texto de Juana que aparece como escrito en un vidrio y con la pluma con el que fue escrito depositada allí paradita junto al texto. Una pluma, por supuesto, mucho más grande que una de verdad. Además hay una serie de pequeñas piezas instaladas en una sucesión de nichos cuadraditos muy bien iluminados y luego unas chapas en las cuales hay una composición ahuecada que permite el pasaje de la luz. Todas piezas que tienen más que ver con la escultura que con la pintura, pero cuyo autor es Pablo Viroga, un artista plástico que conocí el año pasado en una exposición que hiciera aquí en Montevideo en un centro cultural nuevo de plaza Independencia, pero que tiene una larga trayectoria fuera de los límites de su ciudad natal, que es Melo.

Por eso quisimos hablar con Pablo, porque además tiene una historia personal muy interesante. Un hombre que puede pintar y puede hacer otras cosas, porque hasta cine ha hecho, pero que en definitiva tiene su entrada económica por otro lado, lo que le da una gran libertad al momento de crear.

Cuéntanos sobre tu formación. ¿Cuándo surge esta vocación por el arte?

PABLO VIROGA:
La vocación desde siempre, desde niño, y fui trabajando de forma autodidacta hasta que en el año 87 vino el artista Carlos Llanos a Melo, un artista de la escuela Torres García, y ahí tuvimos un taller de dos o tres años donde aprendí todo lo que es el arte constructivo, principalmente aprendí a componer. Y a partir de ahí empecé a trabajar muchísimo, a desarrollar todo ese arte.

RC - Que no es solamente pintura, porque, como decía, en este caso en particular son piezas más relacionadas con la escultura que con la pintura, pero además hiciste cine. ¿Cómo se aplica toda esa formación en el constructivo de Torres para luego tomar tu propio camino?

PV - Son muchísimos años de estudio, de trabajo, hasta hacer un desarrollo en que me fui alejando del constructivo para entrar en el arte más abstracto y buscar ahí formas, colores, el manejo de la materia, para ahí empezar a amalgamar el constructivo y la parte gestual, fusionar esas dos cosas y encontrar un arte personal.

RC - Esta podría ser la historia de tantos otros artistas en sus comienzos y su forma de derivar, pero cuando pretendí ubicarte en Melo lo primero que hicieron fue llevarme a una peluquería de hombres. Y aquí empieza la historia original de tu vida, porque todo esto nace de una familia...

PV - Sí, mi viejo y mi vieja son peluqueros, tengo un hermano mayor peluquero también, nacimos dentro de la peluquería.

AA - Cuando te llamamos más temprano estabas literalmente con las tijeras en la mano.

PV - Sí, es una cosa a diario.

AA - Es tu medio de vida, tu fuente de ingresos primaria.

PV - Claro, sí. Como saben, el mercado uruguayo es muy pequeño, en particular aquí en el interior se hace difícil cuando formás una familia, tenés hijos, se vienen los estudios en Montevideo. Necesariamente tenés que hacer algo, en mi caso la peluquería porque viene por el lado familiar, pero tenés que trabajar en otra cosa para tener la entrada a diario.

RC - Yo me pregunto si el arte no se aplica también a la condición de peluquero.

PV - Sí, creo que han quedado muchos cortes muy abstractos.

AA - No sé si es bueno eso.

PV - Sí, pobres clientes, han sufrido muchas... Cruza un poco por ese lado, y de cierta manera lo agradezco, porque me da muchísima libertad para trabajar en lo mío, no me siento obligado a hacer un arte para vender, yo puedo profundizar muchísimo en técnica, en temática, pinto lo que quiero pintar. Me ha costado mucho entrar en el mercado, aunque sea para exhibir.

RC - Pero lo has logrado, porque aunque parecería que Cerro Largo es una sociedad alejada de Montevideo y del mundo, lo cierto es que tus obras han pasado las fronteras y has obtenido premios fuera del país.

PV - Sí, sí.

RC - En ese sentido, ¿cuál es tu mayor logro?, ¿cuál considerás que fue la gran sorpresa o tu mayor satisfacción?

PV - He tenido la oportunidad de exponer en varios países de Europa, en Argentina, prácticamente en todo el Uruguay, pero basado en muchísimo esfuerzo. Y creo que el mayor logro todavía no ha llegado, para mí nada está terminado, estoy siempre trabajando, siempre preocupado por hacerlo por un lado con toda la exigencia de una obra plástica, y por otro lado que suene como un trabajo personal.

AA - ¿Cómo compatibilizás las dos tareas, los dos oficios? ¿Cuánto le dedicás por día a cada una de las actividades, aproximadamente?

PV - A la peluquería todos los días, salvo que tenga que preparar alguna exposición muy grande. Ahí me aguantan los clientes, cierro un par de meses y empiezo a trabajar.

AA - Ese mes anda todo el mundo con el pelo largo.

PV - Sí, sí. Y en el taller todos los días, aunque sea para hacer un par de líneas, pero me lo tomo como un compromiso muy grande. No es una cosa de inspiración sino de mucho trabajo. Prácticamente estoy todo el día en las dos cosas.

RC - ¿La experiencia con el cine quedó en el camino?

PV - Sí, una experiencia muy linda.

RC - ¿No te tienta, ahora que en el Uruguay se está haciendo cine, volver a vincularte a ello?

PV - Sí, ya ves con el tema de la plástica, uno intenta meterse en otras disciplinas que van paralelas, es fascinante. Así como la escultura, las instalaciones, hacer videos. A veces el tiempo no te da para todo.

RC - ¿Qué opinás de las instalaciones? ¿No te parece un arte demasiado efímero?

PV - Sí, es un arte efímero. Es una manera de expresión, me gusta mucho, he visto muchas instalaciones, unas muy buenas y otras muy malas, es como todo. Creo que es una manera de expresión y está bárbaro.

***

Transcripción: María Lila Ltaif