Giambruno, expresidente de la Sociedad Uruguaya de Pediatría y docente de la Universidad de la República enumeró a El Espectador los elementos que explican que en 2011 la mortalidad infantil pasó de 7.7 a 8.9 por 1.000, según datos difundidos por el Ministerio de Salud Pública.

Dijo que al aumento de la prematuréz se le agregan otros elementos relacionados a la baja de los nacimientos que influyen en las estadísticas. "Dentro de una línea de mortalidad infantil, se generan ascensos y descensos. Este año hay una baja de nacimientos, o sea que sube unos de los valores que es el número absoluto de mortalidad infantil y baja el valor total de nacimientos. Allí hay un elemento nuevo que se agrega. Uruguay estaba estabilizado en los 50 mil nacimientos, y ahora bajó a los 47 mil, y esto incide", apuntó el especialista.
 
Giambruno señaló los factores que hacen que en la población más vulnerable se registren mayores tasas de prematurez y puso como ejemplo la situación de los bebés que nacen en el Hospital de Clínicas. "De 1.000 nacimientos en el Hospital de Clínicas, el 25%  se empieza a controlar el embarazo en el segundo trimestre. Falta todo ese control del primer trimestre que se supone que es importante que el embarazo se controle precozmente. Allí hay factores de protección familiar, nutricional y de control profesional", señaló.

El neonatólogo explicó que a pesar de los avances en cobertura de salud la política pública tiene dificultades en la captación del embarazo. "En la población más vulnerable falta prevención, anticipación, y la planificación del embarazo. Allí hay una población que en calidad y en cantidad no se está controlando bien o no se está pensando el embarazo como objetivo final", dijo.

También agregó que la tendencia establecida y creciente del retraso de la maternidad en sectores medios y altos incide de igual manera en el aumento de la prematurez.

Por último, Giambruno se refirió a sustancias nocivas para el desarrollo saludable del embarazo, como las drogas y el Misoprostol, que se usa para realizar abortos. Aunque dijo que no hay estudios cuantitativos al respecto, aseguró que "puede incidir en la calidad de la salud general de la persona, en el embrazo y en la pérdida del embarazo.  Y hay embarazos en que se intenta la interrupción con Misprostol y nacen con vida. Una vida muy precaria, porque son prematuros y muchos de ellos van a la muerte precozmente".

Al respecto de esto, el Ministro de Salud Pública, Jorge Venegas, presentó en el Consejo de Ministros un informe sobre mortalidad infantil en Uruguay. El prosecretario de Presidencia, Diego Cánepa, explicó en conferencia de prensa que la mortalidad infantil en Uruguay viene disminuyendo en el último tiempo.

"Lo más importante es la tendencia, que en los últimos siete años ha sido una baja muy grande que nunca se ha dado en la historia de nuestro país, por debajo de 10 cada 1000 niños nacidos", dijo Cánepa.

Además, explicó que este tema es de suma importancia para el país y especialmente primordial para el presidente, José Mujica.