Estimado Cotelo:

La guerra de patentes es el deporte nacional número dos. El "punto muerto" en el que Uruguay está desde hace más de 30 años con este tema es porque siempre se discute desde la perspectiva "chacrista" de los intendentes y sus cotos de caza recaudatoria.

Lo que no dijeron los contertulios de hoy es que el pago de patente no debería depender del conductor, sino del vehículo. Es el vehículo, no el conductor, el que usa las calles y caminos, tira CO2 por el caño de escape y hace ruido. Entonces, da lo mismo que sea en el centro de Montevideo o en el pueblo de Merinos, un VW del 62 produce exactamente el mismo efecto. Y da lo mismo que Ud. viva en verdad en Pocitos pero tenga su auto matriculado en Maldonado: la cuestión es si maneja un auto que pesa una tonelada o cinco toneladas, si es un diesel con un millón de kilómetros o un naftero de 1000cc con convertidor catalítico. No es "tengo el derecho a circular" porque pago la patente, es "tengo derecho a poluir y a gastar el pavimento" porque pago la patente.

La única solución que tiene este problema es: registro único de conductores y vehículos (para el tamaño de la flota de Uruguay esto es una pavada de resolver), matrícula única para todo el país, y monto de la patente calculado de acuerdo al tipo y años de uso de vehículo. Punto, fin de la discusión.

Lamentablemente, la solución no va a llegar mientras sigan los políticos miopes peleándose por el botín de la villa.

José Bervejillo