(emitido a las 7.44 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Ustedes deben recordar la conmoción que se produjo en el mes de abril en el sistema carcelario. Hubo varios motines que comenzaron cuando un preso del Penal de Libertad sorpresivamente extrajo un arma y disparó a los dos guardias que lo estaban trasladando. Uno de ellos murió.

En ese instante se reabrió el debate a propósito de cómo puede haber armas en una cárcel, cómo entran los celulares, cómo entra la droga, ¿los funcionarios carcelarios son corruptos? ¿Son maniobras hábiles que se desarrollan en el momento de las visitas? ¿Cuál es la solución?

¿Por qué no hay scanners en los ingresos a las cárceles uruguayas? Se hicieron anuncios de incorporación inmediata a propósito de esa tecnología.

El tema se demoró más de la cuenta, pero ayer hubo anuncios concretos en esta materia, "en un plazo de 10 días el Ministerio del Interior prevé tener en funcionamiento el scanner que se instalará en el Penal de Libertad y poco después se espera que estén operativos otros dos aparatos de este tipo en el Comcar", según informó al diario El País la sicóloga Gabriela Fulco, asesora del ministro Eduardo Bonomi en asuntos carcelarios.

Ayer hubo una conferencia de prensa en la Escuela Nacional de Policía donde están instalados estos aparatos a los efectos del entrenamiento de quienes van a emplearlos. Las autoridades del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) exhibieron estos sistemas y dijeron: "La tecnología que el Ministerio nos aporta nos va a permitir que todas las personas, en especial las visitas, ingresen a las cárceles y sean revisadas sin tener contacto cuerpo a cuerpo, con lo que se va a eliminar todas las quejas que hasta ahora hay".

Estamos con el inspector Luis Mendoza, director del INR.

¿Por qué se demoró la instalación de los scanners?

LUIS MENDOZA:
Es un tema burocrático. En el racconto de lo que pasó, primero fue asesinado un policía, y luego fue abatido el interno que lo mató en el Penal de Libertad. Después se dio el motín del Comcar, donde fueron destruidos los módulos. Hasta hoy se han encontrado 13 armas en los escombros de los módulos 4 y 5. Esa es la información que manejamos hasta el momento, está muy destruido y debe de haber más armas escondidas.

EC – Ese número es grave, pero denota que el problema no es nuevo.

LM – Yo asumí el 1º de mayo y estamos trabajando para que esto no suceda más, porque viene desde hace muchos años. Siempre se habló de tecnología y hoy la tenemos. Hay que acondicionar los espacios, adiestrar el personal y terminar las construcciones, que ya están en marcha, tanto en el Comcar como en Libertad.

Al entrar a una cárcel, somos todos sospechosos de ingresar armas. Ya ha habido policías procesados, incluso una abogada.

Se compraron tres scanners de cuerpo que van a ser instalados uno en Libertad y dos en Comcar. También hay ocho scanner de bultos y arcos que van a ser ubicados en la cárcel de mujeres y en Punta de Rieles. No sólo se pensó en Libertad y Comcar, sino también se va a abarcar la seguridad en otras cárceles del Uruguay.

EC – ¿Por qué no le explicamos a los oyentes los tres tipos de scanner? Quizás con su propia experiencia en los aeropuertos pueden ubicar cada uno de ellos. Usted dice que va a haber scanners de cuerpo, de metales y de bultos.

LM – El que se mostró ayer, uno de los más grandes, es el scanner de cuerpo por donde uno pasa por un arco y aparece la imagen en la computadora. Todo el cuerpo queda en exposición y cualquier bulto o elemento ajeno al cuerpo humano es detectado. Hasta ahora eso había que hacerlo manualmente, con una revisión ofensiva. Cada vez que yo me reúno con las visitas la gente manifiesta su molestia. Pero esa revisión debe hacerse ya que en lo que va del año se detuvieron 96 personas, de las cuales 43 fueron procesadas, 20 en prisión y 22 sin prisión, y una con domiciliaria. Es decir, hay 43 personas en lo que va del año que fueron procesadas por la justicia por pretender ingresar elementos, en especial drogas, en las partes íntimas. Mientras no tengamos tecnología, tenemos que revisar.

EC – Sí, es un brete muy complicado porque la revisión hay que hacerla, esos ejemplos que usted menciona lo demuestran. Pero al mismo tiempo es bastante humillante para las personas involucradas. Pero usted venía hablando de uno de los scanners de cuerpo, ¿cómo son los otros dos?

LM –  Para terminar con el de cuerpo déjeme aclarar que va a ser manejado por personal ajeno al sistema penitenciario para que haya un control mutuo, por eso la Guardia Republicana se va a hacer cargo de esos scanner. Todo el que entra, del ministro Bonomi para abajo, pasa por la revisión.

EC – ¿Y los otros dos tipos de scanners?

LM – El otro es  por donde pasan todos los bultos, ya tenemos en Libertad y en Comcar.

EC – Ese es el sistema que funciona con una cinta transportadora, el que se usa en los aeropuertos.

LM – Claro. Muchas veces hay que revisar las "cajas", así lo llaman los reclusos, que ingresan los familiares manualmente, porque el ingenio popular puede burlar el scanner. El otro día pusieron pasa base en el caracú de hueso, y en el scanner sale como si fuera la grasa. En el caso de los paquetes y bultos hay que complementarlo con la revisión manual.

EC – ¿Cómo es el scanner de metales?

LM – Es el arco por el que usted pasa en el aeropuerto. Si usted lleva un elemento de metal va a sonar cuando pase, y tiene que sacar lo que lleva hasta que pase sin que haga sonido.

EC – O sea, el scanner de metales emite un ruido si usted ingresa con algún tipo de material de esa clase. En cambio el primero que mencionó, el de cuerpo, muestra la imagen de su cuerpo donde aparecen los elementos ajenos.

LM – Claro. Los de imagen van a ser colocados en Libertad y Comcar, y los de arco  en los otros establecimientos donde hay menos flujo de visitas.

EC – ¿Por qué la tarea va a ser realizada por la Guardia Republicana? En su momento se anunció que correspondería a efectivos de las Fuerzas Armadas.

LM – Está previsto que así sea, pero las Fuerzas Armadas solicitaron mucha logística, locales, la modificación de las visitas, solicitaron muchos elementos que mientras no estén prontos la Guardia Republicana se hará cargo. 

EC – Según lo que habíamos averiguado hace algunos días en la producción de En Perspectiva, las exigencias que venían por parte del Ministerio de Defensa eran que para esos funcionarios tenía que haber áreas aparte, una revisoría cercada, sin circulación de personal policial, ¿Por qué todas esas exigencias? ¿Qué hay detrás de este pedido que se hace desde las Fuerzas Armadas?

LM – No sabría decirlo, habría que hablar con las Fuerzas Armadas para saber cual es el tema. Incluso piden que el local de visita esté en la guardia y que el interno vaya, donde está el local, y no como hoy que la visita va hasta el patio. Todo un tema de seguridad estratégica que solicitan las Fuerzas Armadas para desempeñar la tarea.

EC – Teniendo en cuenta que van a estar controlando a policías, ¿no es un tema de resistencia por parte de las Fuerzas Armadas para ejecutar esta tarea?

LM – Yo lo veo desde el punto de vista de la seguridad, de táctica de las Fuerzas Armadas. Son exigencias de una fuerza que no está acostumbrada a trabajar en esos temas.

Pero lo importante es que no estamos esperando por las Fuerzas Armadas, la Guardia Republicana ya está haciendo este trabajo. Yo recorro continuamente las cárceles y a mí también me pasan el detector. El que muestra la imagen va a ser fundamental para detectar lo que la gente esconde, porque no hay forma de verlo.

EC – ¿Con la implantación de esta tecnología terminaría definitivamente la posibilidad de ingresar armas o droga a las cárceles?

LM – Yo no le puedo decir que terminaría, porque siempre quedan elementos que son vulnerables. Estamos viendo qué pasa con los vehículos que entran con carga, con carne, estamos hablando de una población de 2.500 internos.

EC – ¿Cómo se van a controlar los vehículos?

LM – Los vehículos hoy se están controlando en forma manual.

EC – Por otro lado, los casos que se conocieron hace poco, y lo del Comcar específicamente, puso en tela de juicio la forma de construcción de las cárceles. Es muy fácil esconder un arma en las paredes del bloque.

LM – Esta cárcel fue hecha en los 80. En esa época era un complejo para otro tipo de presos, pero desgraciadamente la sociedad ha cambiado y los que pensaron eso no calcularon que íbamos a estar en una sociedad con violencia, con pérdida de valores y códigos. Hoy nos encontramos con un establecimiento donde los módulos que quedan son de bloque y con cualquier cosa se puede agujerear.

EC – Y dentro del bloque queda una cavidad para esconder lo que uno quiera.

LM – Como es una cárcel vieja, los "cortes" son lo más común para esconder. Pero los módulos que se están construyendo ahora son todos con hormigón armado. Están conviviendo módulos más seguros con los que van quedando de aquella época. A medida que tengamos más capacidad, habrá que hacer la clasificación de personas y poner a la gente menos peligrosa en los módulos que van quedando de bloques.

EC – Ya que hablamos de tecnología, desde la audiencia le preguntan a propósito de los teléfonos celulares, ¿no se puede instalar un sistema que bloquee la señal de los celulares?

LM – También fue pedido. Hay un tema económico que está tramitando el Ministerio. Nosotros pedimos dos elementos: los scanners, que ya vinieron y los inhibidores de teléfonos para Libertad y Comcar, que estamos esperando que vengan.

EC – Se lo pregunto porque escuché otra versión que decía que a las autoridades carcelarias les sirve que haya comunicación de celulares para interferirlas y obtener información.

LM – Hay dos bibliotecas, pero yo le puedo decir que la válida hoy es la de clausurar las llamadas telefónicas. También es válido ese razonamiento, pero hoy precisamos que no haya comunicación debido a la influencia que tienen las personas que están privadas de libertad sobre el mundo exterior. La tecnología tiene que llegar ahí también. Yo soy partidario de que tenemos que poner bloqueadores de teléfono.

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Foto: Archivo