Entrevistas

MTSS trabaja en proyecto de ley para ampliar beneficios a mujeres con hijos lactantes del sector público y privado

MTSS trabaja en proyecto de ley para ampliar beneficios a mujeres con hijos lactantes del sector público y privado

La semana pasada, a partir del 1º de agosto, comenzó a celebrarse la Semana Mundial de la Lactancia Materna. En esos días, una oyente de En Perspectiva envío al programa un correo electrónico en el que abogaba por el derecho de las mujeres con hijos lactantes a que se les conceda el medio horario laboral para amamantar. Con este mensaje como disparador, En Perspectiva entrevistó al ministro de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Brenta para averiguar más sobre el marco legal existente hoy en día para amparar la lactancia materna. El ministro afirmó que existe una "gran inequidad" entre el sector público y el privado en cuanto a las facilidades que se ofrecen a mujeres con hijos lactantes para que puedan amamantar. Brenta anunció que, dando cuenta de esta "inequidad", el Ministerio está trabajando en un proyecto de ley que amplíe la licencia por maternidad y regularice un régimen de medio horario por seis meses para trabajadoras del sector privado con hijos en período de lactancia.


(emitido a las 9.12)

EMILIANO COTELO:
El mensaje lo firmaba "Marcela" y llegó en estos días a través del sitio de En Perspectiva en Facebook:

"Tengo una hija de casi siete meses. Y elijo y exijo amamantarla.

Pido que se me otorgue el medio horario por lactancia para hacerlo al menos durante su primer año de vida. Y que para que se me conceda esta petición no sea necesario que mi hija tenga alguna enfermedad grave que lo justifique, tal como lo establece el departamento de certificaciones médicas de Educación Secundaria, donde trabajo, para otorgar el medio horario a las madres de bebés de más de 8 meses. Lo pido, simplemente porque es nuestro derecho.

Porque somos mamíferos.
Porque así debe ser.
Porque es deseable y conveniente que podamos continuar con la lactancia mientras yo tenga leche y mientras ambas deseemos hacerlo.
Porque es lo mejor para la salud física de mi hija y para la salud emocional de ambas.
Porque es disfrutable y porque ambas lo merecemos. Y necesitamos ese tiempo de no trabajo, porque amamantar es otro trabajo, que requiere horas y una gran dedicación.
Porque la lactancia implica situaciones que quien no la vive o vivió generalmente no tiene en cuenta, como el hacer las compras y elaborar los alimentos que debemos consumir para tener leche, o cuidar el consumo de la cantidad de líquido que necesitamos para mantenerla.
Porque la teta no es una canilla que se abre y se cierra cuando nosotras lo decidimos, ni nuestros hijos máquinas que se pueden programar para que mamen a la hora que nosotras "necesitamos" que lo hagan para poder llegar a tiempo a nuestros trabajos.
Porque la producción de leche se afecta por nuestro estrés laboral.
Porque en la mayoría de los ámbitos laborales, incluso aquellos donde la población es mayormente femenina, como las escuelas primarias, los espacios no están pensados para que podamos extraernos leche en condiciones adecuadas de higiene y privacidad.
Porque a veces tampoco nuestros compañeros de trabajo o jefes tampoco están preparados para respetar el tiempo que requerimos para esa tarea, y nos interrumpen o reclaman nuestra presencia.
Porque muchas veces el medio horario no implica la aparición de un suplente, el reparto de tareas con otro compañero o la reducción de nuestras responsabilidades, es decir: continuamos teniendo las mismas obligaciones para cumplirlas en la mitad del tiempo habitual.
Porque alquilar una extractora de leche cuesta más de 700 pesos por mes, dinero que podemos no tener disponible.
Porque es hipócrita y esquizofrénico que por un lado se nos diga que debemos amamantar a nuestros hijos hasta los dos años de vida, que se hagan campañas a favor de la lactancia materna, que las instituciones de salud nos hablen de buenas prácticas de alimentación y al mismo tiempo no se implementen a nivel de prácticas habituales en las maternidades (donde hemos mejorado pero todavía hay mucho para corregir) y de legislación laboral, las medidas necesarias, imprescindibles para garantizar que podamos hacerlo luego.
Porque el estado debe garantizar la equidad en el derecho a la lactancia, pues hoy no existe una legislación única, que nos garantice a todas los mismos derechos en lo que a la lactancia refiere, y entonces tenemos mujeres con diferentes derechos según trabajen en el ámbito privado o público, y dentro de este último, según en qué dependencia lo hagan.

Falta mucho por hacer, y no es tan difícil pensar soluciones; se trata de pensar y sentir con cabeza y corazón más humanos.

Marcela
"

La comunicación llegó justo cuando empezaba la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que acá también se conmemoró. Y nos dejó planteadas una serie de inquietudes que nos pareció bueno trasladar hoy al ministro de Trabajo y Seguridad Social, Eduardo Brenta.

Cuéntenos cuál es el marco legal que hoy existe a efectos de amparar la lactancia materna.

EDUARDO BRENTA:
Primero, si me permite, le voy a decir que comparto casi plenamente ese correo electrónico que usted recibió. De repente el análisis de la realidad actual nos va a llevar a comprender cuáles son las dificultades o los obstáculos que hay que superar.

La situación actual es la siguiente. En el ámbito público existe un decreto vigente, ya de hace muchos años, a partir del cual las trabajadoras públicas gozan de un régimen de licencia por maternidad de 13 semanas, y luego disponen de un régimen de medio horario, dice el decreto, "mientras estén amamantando", situación que en general se constata a través de los servicios certificadores, a través de los servicios médicos de cada uno de los organismos públicos. En general no conozco que existan limitantes a esta situación, sino que en general se habilitan en tanto la madre esté en proceso de amamantamiento, independientemente del tiempo que este lleve. Esta es la realidad en el sector público.

EC - ¿Qué pasa, mientras tanto, en el sector privado?

EB - En el sector privado pasa una situación totalmente diferente. Hoy el régimen de licencia es de 12 semanas por maternidad, y ese régimen de licencia no tiene –salvo en situaciones en que existen convenios colectivos vigentes entre trabajadores y empresarios a nivel de ramas de actividad o por empresa o decisiones empresariales en forma individual– ningún mecanismo que prevea ninguna clase de licencia por lactancia. Hemos venido analizando esta situación desde hace bastante tiempo, porque es un tema que constituye una gran inequidad en el interior del mundo del trabajo y que tiene en nuestra opinión dos fundamentos básicos: uno, razones de equidad, básicamente de equidad de género y de equidad entre trabajadoras del sector público y del sector privado. Y otro, quizás menos analizado y menos discutido, son los impactos de ese tipo de situación sobre la productividad y sobre el rendimiento de las trabajadoras en general, y la elección que las mujeres hacen, cuando pueden, entre las distintas opciones laborales que pueden presentarse en un mercado de trabajo que tiene una tasa de desempleo que es la más baja de su historia.

EC - Vamos por partes. En el caso del sector público, usted decía que hay una licencia por maternidad de 13 semanas y aparte el derecho a trabajar medio horario mientras la madre esté amamantando. ¿Eso abarca a todo el sector público? ¿Qué quiere decir sector público? Por ejemplo, ¿también intendencias municipales, también Consejo de Educación Secundaria, donde trabaja quien nos mandó el correo?

EB - Hasta donde yo puedo explicar en este momento, abarca todo el sector público, seguramente administración central, servicios descentralizados. En el caso de ANEP y de las intendencias hay autonomías, por tanto allí puede haber disposiciones que hayan adoptado esos organismos y que exijan la presentación de algún otro documento, etcétera.

EC - La oyente dice que en el caso que a ella le ha tocado vivir la exigencia es que el niño tenga alguna enfermedad grave que justifique ese medio horario.

EB - Sí, ese régimen es el que el Banco de Previsión Social (BPS) exige, también por un decreto de larga data, a las trabajadoras privadas. Por eso me parece que allí puede haber alguna confusión. La ley que está vigente desde el año 1990 establece para el sector público el régimen de licencia por maternidad durante la lactancia, el tiempo que dure la lactancia.

ROSARIO CASTELLANOS:
Pero aun ese tiempo de lactancia tiene un límite, que creo que es el de ocho meses que establece la oyente. Es decir, si bien en la promoción de la lactancia que se está haciendo se habla de hasta dos años, y por lo pronto del primer año de vida, creo que esa reglamentación para el empleado público no abarca el año completo.

EB - Allí hay dos situaciones. Primero, una situación que hay que distinguir, no es mi especialidad pero me parece que hay que poner sobre la mesa, y es la recomendación de la Organización Mundial de la Salud indica de que la lactancia materna sea exclusiva en los primeros seis meses de nacido el niño, y luego se comience con la alimentación integrada entre la lactancia y los alimentos que el niño comienza a consumir. Esa es una diferencia, no quiere decir que no se estimule la lactancia durante todo el tiempo, pero la Ley 16.104, del año 1990, establece en el artículo 28 que se reduzca a la mitad el período de trabajo hasta que el lactante lo requiera. Esto es una ley y hace referencia a las funcionarias públicas. Si esto no se está cumpliendo, debería cumplirse, porque es lo que establece la ley.

EC – El tema movilizó mucho, muchas oyentes están mandando mensajes. Dice Graciela de Malvín: "En el gremio médico la lactancia es más difícil: las pediatras, que suelen promocionar la lactancia materna, tienen que reintegrarse a guardias de 24 o 12 horas, y ahí se terminó su propia posibilidad de lactancia. Es un disparate". ¿Qué dice usted?

EB - Lo mismo, comparto eso. El Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) tiene elaborado un proyecto de ley que básicamente contiene algunos aspectos de lo que se reclama. Primero, establece una ampliación del régimen de licencia por maternidad, que hoy es de 12 semanas, a 13 semanas, que es lo que establecen los convenios internacionales de la Organización Internacional del Trabajo, esto es una cosa que vamos a hacer rápidamente. Y luego hemos diseñado un mecanismo, que tiene un costo fiscal importante, que tiene que ver con el otorgamiento de un régimen de medio horario por seis meses –o sea, el tiempo que se establece como de lactancia exclusiva para el niño– en el sector privado. Este proyecto de ley ha sido discutido, analizado en forma tripartita, goza claramente del apoyo de los trabajadores, no goza del apoyo del sector empresarial.

EC - ¿Cómo se prevé en ese proyecto la compensación, cómo se prevé el ingreso de esa empleada durante el período de lactancia?

EB - El ingreso se prevé igual al ingreso que se establece cuando la persona está en régimen de licencia por maternidad. El problema es que esto genera un incremento de costos para el Estado de unos 25 millones de dólares anuales. Este es el costo estimado, pero además el sector empresarial nos ha planteado –en un debate público en el MTSS sobre este tema en ocasión del Día Internacional de la Mujer– que este tipo de medidas puede conducir a una discriminación con relación a la mujer en el mercado de trabajo. Puede suceder que los empresarios comiencen a discriminar la contratación de mujeres en edad de tener hijos.

EC - De ese riesgo también hablan algunos oyentes en sus mensajes.

EB - Si, me imagino. Cuando uno empieza a profundizar en esto empieza a encontrar que no es tan sencillo como parece. Nadie duda de que es justo y necesario en un país que además tiene una tasa de natalidad que apenas permite reponer la población. Nosotros no compartimos ese criterio, por el contrario, conocemos prácticas empresariales en empresas en que por acuerdo o a veces por decisión unilateral otorgan un mecanismo de medio horario para las trabajadoras, para permitirles llevar adelante la lactancia en las mejores condiciones posibles. En las próximas semanas tenemos planteado realizar un panel sobre este tema mostrando las mejores prácticas en este sentido.

Y los empresarios han comprobado –esto es la trasmisión que nos han hecho los propios empresarios, no es un invento nuestro– que en general la productividad de esas cuatro horas compensa la productividad habitual, porque la mujer encuentra una gran satisfacción de trabajar en un lugar donde se le generan las condiciones para atender en la forma más adecuada posible a su hijo.

Esto es un elemento que implica un cambio de actitud desde el punto de vista de la mirada empresarial del tema. Además es claro que las mujeres con mayor calificación y mayor formación optan por esas empresas, cuando pueden elegir, porque evidentemente las condiciones de trabajo allí son muy superiores a las condiciones en otro lugar. Si se plantean tener hijos en determinado plazo y a su vez están optando por un trabajo, van a tomar en cuenta este aspecto, quizás en algunos casos con mayor importancia que el propio salario. Creo que hay que cambiar aquí la mirada del sector empresarial, sobre todo en un mercado de trabajo que tiene 200.000 mujeres inactivas que se encuentran en su casa y en el cual, según surge de los datos del Instituto Nacional de Estadística, entre 0 y 3 años solo el 44% de las mujeres trabaja a tiempo completo, mientras lo hace el 90% de los hombres.

En algunos sectores de la población, en niveles socioeconómicos medios, la mujer cuando termina su licencia por maternidad opta por renunciar a trabajar, y el hombre aumenta su carga horaria para compensar esa pérdida de ingresos del núcleo familiar. Esto genera una situación aún peor, porque la mujer queda absolutamente responsabilizada del cuidado del hijo, en tanto el hombre queda absolutamente desvinculado en la medida en que trabaja durante todo el día para sostener la pérdida de ingreso que implica que su compañera se haga cargo de la atención del niño.

Creemos que aquí hay un conjunto de distorsiones. Por una cuestión de género hay una concepción de que el cuidado de los hijos les corresponde a las madres y no a los padres; esto debe ser discutido a fondo en la sociedad uruguaya. Si efectivamente el país pretende incorporar al mercado de trabajo estas 200.000 mujeres que optan por no ingresar básicamente por los temas vinculados a sus hijos esto no solo genera una situación de inequidad, sino que además, en nuestra opinión, distorsiona el mercado de trabajo, impide que muchas mujeres con alta calificación se incorporen, y por tanto implica una limitante al desarrollo del país.

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EC - Rosario, tú tenías una pregunta de la audiencia.

RC - Supongo que algún empresario puede estar planteando que en su empresa ha colocado una sala de lactancia, cosa que yo he tenido oportunidad de conocer. Es un lugar donde la madre puede extraerse leche con cierta facilidad y en condiciones y hasta tener una heladera donde luego guardarla. Pero en ese caso no se contempla el otro efecto del amamantamiento, la relación emocional madre-hijo. Entonces, a menos que se instale una sala de bebés, también esta solución es parcial. ¿Cabría la posibilidad de que una empresa planteara: "Yo instalo una sala de bebés y un lugar para que la mamá amamante y mantenga el horario que hasta ahora viene cumpliendo"?

EB - Yo participé hace pocos días en la inauguración de una sala de lactancia en un medio de comunicación. Es un avance, porque elimina esa circunstancia de que las mujeres tienen que extraerse la leche en situaciones absolutamente inapropiadas, en lugares totalmente inapropiados. Eso crea un clima que mejora la situación, pero tiene todas las dificultades que menciona la carta que ustedes leyeron inicialmente, y fundamentalmente no atiende el vínculo madre-hijo en términos afectivos. Ante todo es un avance, pero no atiende el problema de fondo, o no lo atiende integralmente, por lo menos.

EC - Usted mencionaba un proyecto de ley que se va a remitir al Parlamento para abarcar la situación del sector privado introduciendo el período de medio horario para el trabajo de la madre ¿durante cuánto tiempo?

EB - Seis meses.

EC - Preguntan de la audiencia qué está previsto con respecto a las trabajadoras independientes, por ejemplo para mujeres profesionales, ¿quién las ampara?

EB – Este proyecto también está previsto para trabajadoras autónomas, para trabajadoras por cuenta propia o empresas unipersonales con hasta un dependiente, y para trabajadoras que tienen régimen de monotributo, que no estarían contempladas en las relaciones de dependencia. El proyecto es abarcativo y pretende contemplar a todas las mujeres vinculadas al mundo del trabajo desde los distintos ángulos y las distintas modalidades de contratación existentes.

EC - ¿Qué trámite se espera que tenga ese proyecto?

EB - En principio está pendiente un debate en el Poder Ejecutivo respecto al avance que podamos realizar en este período en este sentido, porque hay otras prioridades. De hecho, hay una infinidad de programas dirigidos no específicamente a la lactancia, pero sí a la atención de niños de entre 0 y 3 años, está por lanzarse el programa Uruguay Crece Contigo, que es un programa muy importante, y se han ido determinando prioridades en función de las posibilidades reales. Aspiramos a tener a la brevedad la posibilidad de disponer del espacio fiscal necesario para poder impulsar este proyecto y que luego el Parlamento lo analice y eventualmente tenga una aplicación gradual.

EC - Esa puntualización es importante: el proyecto todavía no está en condiciones de salir con dirección al Poder Legislativo.

EB - Exactamente, no está aún en condiciones. Está pendiente un debate en el Gabinete Social para analizar los tiempos y el financiamiento que este proyecto debe tener para que el BPS efectivamente pague esta cobertura a las trabajadoras que estén en condiciones de recibirlo según el marco que el procedimiento establece.

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Transcripción: María Lila Ltaif

Foto: archivo

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