La Tertulia de los Viernes celebra los 90 años de Carlos Maggi
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El domingo 5 de agosto, Carlos Maggi cumplió 90 años. Con motivo de esta celebración, en La Tertulia del viernes 3 de agosto repasamos la vida de Maggi, periodista, dramaturgo, ensayista, representante de la Generación del '45, abogado y fundador de La Tertulia de En Perspectiva, historiador que con sus aportes ha cambiado la forma de ver y comprender la figura de Artigas, y ha contribuido a entender la historia económica uruguaya. La mesa estaba integrada por el homenajeado Carlos Maggi, y sus habituales compañeros de los viernes: Mauricio Rosencof, Juan Grompone y Matilde Rodríguez Larreta.
(emitido a las 10.05 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Carlos Alberto Maggi Cleffi nació en Montevideo el 5 de agosto de 1922. El próximo domingo cumplirá 90 años.
En esas nueve décadas ha desarrollado una gran variedad de actividades: libretista de radio, dramaturgo, periodista, ensayista, historiador, autor de letras de canciones, guionista y director de cine, abogado especializado en sistema financiero, empresario de la construcción, docente y tertuliano profesional.
Carlos, ¿cuál es el hilo conductor de todas estas actividades?
CARLOS MAGGI:
He practicado las actividades que me gustan y ninguna que no me gustara. Tuve la suerte de poder hacer lo que se me ha antojado. Creo que todo está vinculado directa o indirectamente a la literatura, pero dentro de la variedad de cosas que hice nunca me negué a la vida, cuando vi una posibilidad le dije que sí, si me gustaba la agarraba con entusiasmo. Fui filántropo también. Junto con Mauricio trabajamos para un instituto que daba comida a los niños de las escuelas, y fue de las cosas más gozosas que hice. En la primera reunión entre el comandante del Ejército y el rehén la tensión era tal que se cortaba el aire con una navaja. Hasta que Mauricio, uno de los tipos más veloces que conozco desmentime si no es verdad le dijo al general Medina: "En el fondo esta organización es nosotros dos y un grupo de civiles". A Medina le causó mucha gracia, se rio y ahí se terminó la tensión, empezamos a trabajar normalmente.
EC A esta lista se le puede agregar la creación de óperas junto a Mauricio. En tu caso, libretista de ópera. Claro que todavía no es público.
CM No, el guión de la ópera todavía no está terminado.
MAURICIO ROSENCOF:
El sábado pasamos cuatro horas con Federico García Vigil, que además viene de Mendoza, donde estrenó parte de la Obertura.
EC Quiero escuchar esa grabación.
MR Te hacemos una reserva, estaría para setiembre. Te comento una cosa más del Pibe, que no está en la lista: cuando me reencontré con él después de salir de la cárcel me regaló una colección de libros, "Los libros de Jorge", del período en que encontró un modus vivendi, porque lo habían despedido del trabajo. Con Castillo en Radio Sarandí hacían una entrega de libros, en total son 78, y un libro final que es el antecedente de Frank Sinatra hermanado con Gardel. En la tapa firma Coleto, el hijo del Pibe, y hay también una selección de material en la que intervino Pocha, la madre de sus hijos.
CM José Pedro Díaz, Amanda Berenguer, Rubén Castillo.
EC Estamos hablando del Club del Libro.
CM Sí, era un equipo.
EC Un invento de Maggi y Rubén Castillo. Hace días lo recordábamos en ocasión del homenaje que te hicieron en el Colegio y Liceo Elbio Fernández. Ustedes armaron ese Club del Libro a partir de un libro, que a su vez nació de una campaña de expectativa que también pergeñaron cuando empezaron a caer en las tardes de Sarandí unos cuentos de un tal Jorge, que no se sabía quién era, y que formaban parte de una colección llamada "Traducciones del Alemán".
CM Exacto, conocés bien la historieta.
EC Conozco a ese tal Jorge. Ese desconocido joven promisorio era Carlos Maggi.
¿Querés agregar algún detalle más a propósito del Club del Libro?
CM Era un época difícil para mucha gente, me habían echado del banco y estaba en una situación económica complicada, pero fue lindo ver lo que puede dar una editorial cuando tiene una propaganda a su servicio. Era un programa de cuatro horas, todas las tardes, a Rubén Castillo le decían el "dueño de la tarde" porque tenía una audiencia fenomenal. Inventamos muchas variantes de publicidad para el libro, se llamaba club porque teníamos comentarios de profesionales, contratábamos profesores que hablaban del libro, y después la gente participaba. Era una cosa interactiva, viva, no solo se publicó el libro.
EC La primera promoción fue muy creativa.
CM Sí, el lanzamiento fue bueno.
EC Armaron una novela con los cuentos que no se sabía quién los escribía, la audiencia salió a buscar por Montevideo quién podía ser el misterioso Jorge.
CM Tuvimos problemas al final porque la gente empezó a indignarse: "¿Qué se cree éste que no aparece?", recibíamos mensajes muy agresivos. El asunto es que vivieron diez familias gracias a la venta de este libro, por eso digo que era una editorial bien publicitada. Vendíamos 3.000, 4.000 libros por mes.
EC Después de la llegada de varios de esos cuentos, se armó un libro con ellos, y ese fue el primero de los volúmenes del Club del Libro. ¿Tú estabas proscrito en esa época?
CM Pude salir al aire durante un tiempo, hasta que una vez me llamaron no sé de dónde y me explicaron: "Soy el coronel fulano de tal. Le explico que nosotros no somos bobos, usted no puede seguir hablando en Radio Sarandí, cállese la boca, porque si no va a andar mal". Y me callé la boca.
EC ¿Qué preguntas tienen ustedes, Juan, Matilde, para hacerle a Carlos a propósito de sus 90 años?
MR Hay algo que la gente no tiene presente pero que estaría bueno que se supiera: el Pibe fue fundador del Frente Amplio.
EC Por ese motivo tenía los problemas que tenía en los años de la dictadura.
CM Claro, yo seguí a Michelini durante muchos años. Estudiamos juntos en secundaria con un grupo de siete u ocho, lo que complicaba el estudio de una manera brutal porque nos pasábamos conversando. Pero salvamos todos los exámenes en el primer período. En ese grupo estábamos Michelini, Maneco Flores, Rodríguez Monegal, Ramela, era un equipo bastante bueno.
Nos hicimos muy amigos con Michelini, era un tipo formidable. Yo lo seguía porque era un buen estudiante, no de los más brillantes, pero cuando entrábamos al campo de la política nos callábamos todos, recibíamos la lección y hacíamos lo que él decía. Tenía una capacidad de inteligencia y de previsión, una cabeza hecha para eso. Yo le decía: "Sos un caballo de carrera, te sacan de la pista y no servís para nada, pero en la pista sos un fenómeno". Y era verdad, tenía un talento particular, una velocidad, una potencia formidable para contagiar. Y yo lo seguí cuando estuve en el Frente Amplio.
Uno de los argumentos cuando me echaron del banco era haber estado en un programa que se llamaba "El programa de los 100", en el cual hablé por mí y por Onetti. Éramos dos personas con poca fuerza política, nunca estuvimos metidos, y lo que hacíamos nunca tuvo que ver con la política.
EC ¿Cómo es tu relación con la política? Tú te definís como batllista, pero eso no te identifica automáticamente con el Partido Colorado. Trabajaste muy cerca de Luis Batlle, fuiste uno de los "jóvenes turcos", escribiste en el diario Acción, pero en 1971 estuviste entre los fundadores del Frente Amplio, donde tampoco te quedaste para siempre. Del 85 en adelante tus aproximaciones a la política vinieron de la mano de tu amistad con Julio María Sanguinetti y Jorge Batlle, pero también seguías llevándote bien con el general Seregni. ¿Entonces?
CM Siempre he sido un espectador, un comentarista de la política, más que un actor. Hay una diferencia muy grande entre estar en la lucha política y verla de afuera y opinar. Los artículos que publico son políticos, pero yo trato de ver lo que está pasando, entender y sacar conclusiones, que es distinto. El cortejo político va en el corso y yo miro desde un balcón.
EC La etiqueta partidaria no te convence.
CM Tuve que hacer gestiones para que no me dieran ninguna función política cuando estaba en Acción porque no me gustaba. Y cuando mis amigos fueron presidentes me decían: "¿Vos qué querés hacer?", y yo les decía: "Quedarme en mi casa, dejame quieto que yo sé lo que quiero hacer".
EC Tú querías tener libertad para pensar.
CM Una persona que está en la política pierde la posibilidad de pensar lo que quiere.
MR Pero no hay regla sin excepción. Entraste al Sodre y yo te pronostiqué tres meses, y a los 42 días colgaste los tarros.
***
EC "Qué maravilla, 90 pirulos. Tenía que ser de Leo", manda Ana Inés. Uno de los tantos mensajes que están llegando desde temprano, cuando les contamos a los oyentes que en la Tertulia de hoy íbamos a adelantarnos al festejo de los 90 años de Carlos Maggi, que los cumplirá el domingo.
Algunos datos personales para añadir a lo que estuvimos charlando. Carlos es viudo, estuvo casado con María Inés Silva Vila, escritora, cuentista, también integrante de la Generación del 45, autora de obras como "La mano en la nieve", "Felicidad y otras tristezas", "La mitad del amor contada por seis mujeres".
Tiene dos hijos, Marco Maggi Silva, artista plástico, vive en Nueva York, Estados Unidos, y Ana María Maggi Silva, abogada, presidenta del Tribunal de Apelaciones en lo Civil de cuarto turno. Tiene dos nietos, Juan Antonio y María Inés Arrillaga Maggi, hijos de Ana María.
CM Una familia buena, con hijos y nietos que no me han dado trabajo, me han dejado tranquilo y me han dado satisfacciones. Estoy contento con eso.
EC Pero tu familia es más grande, ¿no? ¿Quiénes viven contigo? No puedes dejar de hablar de "tus mujeres".
CM Sí, he estado rodeado de "gordas" que me facilitan la vida.
EC Cuando les digas "gordas" no sé cómo van a reaccionar. ¿Quiénes son?
CM Tengo una falsa cuñada, una muchacha recogida de la familia de mis suegros y vino con mi mujer cuando nos casamos. Crió a mis hijos y todavía vive conmigo. Se llama Sebastiana, tiene 102 años y está perfecta de salud y de genio. También vivo con Luisita, una muchacha que desde muy jovencita vive en casa y es como mi hija.
EC Va a estar esperándote cuando terminemos seguramente, porque oficia de chofer.
CM Claro que sí.
EC No debe quedar muy tranquila cuando se te ocurre manejar.
CM Sí. Felizmente, todavía me manejo bastante bien con el auto.
EC Completamos la lista de las mujeres.
CM La casa está llena de mujeres siempre porque las muchachas de Las Toscas tienen un lugar ahí. Además, hay que atender a mi cuñada de 102 años. Nos divertimos mucho, ella tiene un gran sentido del humor, pero tiene problemas para moverse, necesita ayuda al caminar.
EC Mauricio dice que hubo una excepción en esa filosofía tuya de no asumir cargos públicos: fuiste director de Canal 5, así se denominaba entonces lo que hoy es Televisión Nacional del Uruguay.
CM Un tropezón lo tiene cualquiera.
EC Este breve período fue al comienzo del gobierno del doctor Julio María Sanguinetti, en 1985.
CM Sí, fue una oportunidad para hacer una cosa muy linda. Era un momento muy especial, se volvía después de años de dictadura al Estado de derecho, se podía hacer un plan para templar y unir a la gente, había un espíritu muy levantado, todo el mundo pensaba: "Ahora hacemos lo que queremos, esto es una maravilla". Y se dieron resultados de manera espectacular, en los momentos más graves. No olvidemos que en ese período se debutó sabiendo que estaban fundidos los tres bancos principales, una catástrofe inaudita para un país.
Yo estaba en el canal y pensé que con la trasmisión se podía hacer una obra fantástica. Pero fue muy difícil porque los intereses privados son muy importantes y en ninguna parte del mundo los canales oficiales pueden levantar cabeza. En México fundaron los canales oficiales tres o cuatro veces poniendo millones de dólares, y al final fueron devorados por la iniciativa privada. Cuando me di cuenta de que no se podía hacer nada me fui y me callé la boca porque no quería agregar más problema. Me fui por la presión de los canales privados. No era un lugar para mí.
EC Juan, ¿preguntas o comentarios a propósito de los 90 años de Carlos?
JUAN GROMPONE:
Yo lo conozco desde hace dos o tres años. La primera aventura que tuvimos juntos fue escribir un libro un fin de semana, idea de Edmundo Canalda. Invitó a cuatro personas a reunirse un fin de semana en el hotel La Capilla y escribir algo sobre el famoso tesoro de las Masilotti. Cada uno adoptó un camino.
CM Fuimos sin saber cuál iba a ser el tema.
JG Exacto, nos enteramos un viernes de tarde. Estuvimos un fin de semana trabajando, y conviví con Carlos en el hotel. No había nadie en Punta del Este, había un clima espantoso. Desayunábamos, almorzábamos y cenábamos, conversábamos todo el tiempo, pero sin hablar de lo que estábamos haciendo. Fue una gran experiencia que me permitió conocerlo. Y luego se sumó la Tertulia, que ya llevamos un año compartiendo este espacio.
EC ¿Y qué tal?
JG Mi experiencia ha sido fantástica. Creo que Carlos es una persona de una inteligencia fantástica, una cultura desbordante, un pensamiento original continuo. A veces es criticado por su pensamiento original y no encasillable, por ser, como decía Aristóteles, "un animal político", una persona que no prescinde de la política pero que tampoco forma parte. Además es una persona maravillosa.
También quisiera destacar sus aportes a la historia. Creo que Carlos nos ha dado dos grandes contribuciones. En primer lugar, ha modificado la figura que teníamos de Artigas. Y el segundo gran aporte, más reciente, es el libro sobre la historia económica uruguaya. Ambos han sido muy interesantes y son la parte de la obra que quisiera destacar, porque todo el mundo se va a referir al humorista, al autor teatral, a la literatura, y yo quería referirme a esta parte histórica que es muy importante.
EC Acabás de entrar en un terreno que a Carlos no lo convence, el de que lo elogien. Carlos, ¿Qué tenés para decir de lo que acaba de señalar Juan?
CM Según la comedia inglesa que más me gusta, "Weekend": "Siga".
EC ¿Cómo fue que te involucraste con la figura de Artigas?
CM Desde que era joven estudié a Artigas, porque tuve un profesor excelente al cual sumariaron por lo que decía sobre el caudillo. Incluso yo fui a declarar en su favor, estando en contra de lo que decía. Ese profesor se llamaba Cazes y sostenía que Artigas era un tuareg, que no había dormido tres noches seguidas bajo techo. Después comprobé que gran parte de lo que decía era verdad, solo que la tesis general que sostenía era equivocada. Cuando fui a declarar dije que el profesor tenía derecho a expresar lo que quería, y que a nosotros nos había hecho mucho bien porque no coincidía con los libros que habíamos leído.
Años después encontré una veta rara e interesante, que era una filosofía, un algo que no era una ocurrencia, sino una realidad de Artigas. Su manera de ser no era completamente occidental. Cuando recibió a Larrañaga, un personaje venerable para él, era dueño de la provincia y con un poder extraordinario, comieron en una mesa en la que se podían sentar solamente dos personas porque no había asientos y había tres que comían en cuclillas. Y me dije que esto no es pobreza, esto es una formación, una civilización, una cultura entera diferente. Este tipo es, además de un formidable líder en su país occidental, un líder indio. Me puse a estudiar y encontré cosas extraordinarias no solo porque estaban, sino también porque faltaban. Por ejemplo, en el índice de la colección de documentos del Archivo Artigas, el Caciquillo aparece pocas veces, casi siempre es borrado, cosa que no pasa con ningún otro personaje. Se ve que a Pivel Devoto no le gustaba.
EC No puedo abarcar todos los mensajes de los oyentes. Elijo estos dos.
Andrés del Centro: "¿Qué se siente vivir nueve décadas? Me parece tan asombroso todo el conocimiento que se debe tener, toda la sabiduría".
Ricardo, de Suárez, Canelones: "Hay que preguntarle a Carlos cuál es el secreto de su eterna juventud".
***
EC A propósito de los 90 años de Carlos Maggi, que estará cumpliendo este domingo, la audiencia participa desde muy temprano. Recién vino un segundo mensaje de una de nuestras oyentes, Diana, profesora, que dice: "Por favor, léanle mi mensaje, sé que lo va a emocionar". El mensaje, que había venido un rato antes dice: "Maggi, un vareliano auténtico con la elegancia intelectual que recuerda a José Pedro Varela".
CM Poca cosa, ¿eh?
***
EC A propósito de los temas que hemos conversado, aparece desde la audiencia el saludo de Alejandro Bluth, que recuerda la época de Impam de la que hablaban Maggi y Rosencof, ya que estuvo muy involucrado.
CM ¿Cómo no va a estar involucrado si fue el que lo inventó? Alejandro fue reiterativo porque ya lo había creado. Hicimos reuniones en el Banco República con Batalla y con otra gente importante para hacer esa iniciativa, y no se pudo llevar adelante. Fue en el segundo período de Sanguinetti, tiene razón Alejandro al destacarlo, porque yo dije 1985 y me equivoqué. El que inventó la estructura de esa rara sociedad fue Alejandro. Tendría que contactarlo para que cuente la primera entrevista con el general Medina. Fue a la casa, le tocó timbre, y cuando él salió en vez de: "Buenos días, ¿qué tal?", le dijo: "¿Usted dijo que yo tal cosa y tal otra?", le hizo un reproche a propósito de algo que había publicado Bluth en su revista.
MATILDE RODRÍGUEZ LARRETA:
Me quiero detener en lo que a mí me importó más en su momento, porque me interesaba mucho el tema, y es cuando ingresó al Canal 5. Maggi tiene razón al referirse a que en aquel momento había una gran expectativa de la gente, era un momento en que todo venía a favor, creíamos que podíamos hacer todo, también en el tema de los medios de comunicación. Por lo tanto esa experiencia fallida fue muy importante.
Años después estuve en el Parlamento e intenté llevar a cabo un proyecto de fomento al audiovisual nacional. En el marco de ese intento hubo una mesa redonda en la que estaba Maggi que me dijo: "Matilde, desistí, no te va a salir nada". Con su experiencia anterior, era lógico que opinara de esa manera. Y efectivamente, el proyecto se hundió en una comisión parlamentaria, por lo tanto siempre recordé esa advertencia de Maggi.
Esto lo vinculo con una acción mía, pero es un tema de gran importancia. Ese intento de mejorar la televisión nacional me pareció paradigmático. Hoy en día y a la luz de otros episodios, este tema debería estudiarse en profundidad.
EC ¿Algún comentario de tu lado, Carlos?
CM Es un tema universal, sucede en todos los países, la televisión privada se siente incómoda con la televisión oficial porque está subsidiada y la pelea es desapareja. Creo que los estados tendrían que cuidar eso como un tesoro, porque la única manera de contacto directo con la gente se hace por la vía de la televisión en muchos casos. La televisión suele ser una escuela para mal, tanto o más que para bien, y podría existir un contrapeso si el Estado ejerciera una labor docente a través de ella con gracia, humor, inteligencia, talento, con creatividad, eso es lo que yo quería para el canal.
MRL Creo que la situación actual de la televisión privada amerita un análisis desde ese punto de vista.
EC Carlos, ¿qué contestás a los mensajes de la audiencia que te leía hace un rato? Andrés, por ejemplo, quiere saber qué se siente vivir nueve décadas.
CM Lo curioso es que no se siente nada, creo que los viejos son viejos porque se enferman, cuando no se enferman sienten, tienen la misma disposición frente al mundo. Yo no tengo ninguna diferencia con respecto a cuando tenía 18 años.
EC Creo que el oyente apunta a lo que has vivido, a los cambios que has visto pasar, que has sentido y protagonizado.
MR Se siente como el primer día.
CM Es verdad.
MR Lo importante es lo que ha vivido y lo que va a vivir. El carácter de tuareg de Artigas tiene que ver con los navegantes islámicos que remontaron el Río de la Plata y se instalaron en la sierra, hicieron campamento y dejaron el nombre en la nomenclatura rural: sierra de Mahoma. Es una cosa muy interesante, porque Artigas quiere decir "converso".
EC Advertencia a los oyentes: no todo lo que ustedes escuchan en este espacio de los viernes debe ser tomado en serio.
CM No necesitás aclarar nada, porque esa risita nerviosa es reservada nada más que para Mauricio.
EC Si comparás estos años de la segunda década del siglo XXI con los primeros años de tu actividad pública, 1940, 1930 y pico, ¿qué conclusión sacás?
CM Acumular experiencia permite naturalizar y comprender muchas cosas. Cuando uno es joven y comente un error, cree que es definitivo y que se juega la vida. Después, todo es más relativo. Incluso mirar a la gente accionar hace que uno sea más tolerante. La edad provoca el cansancio de los picos emocionales, y la realidad ya no te sorprende tanto. Muere mucha gente, te vas quedando solo, esas cosas corresponden a la longevidad y hacen que tengas una mayor comprensión de lo que está pasando. Nada es demasiado importante.
***
EC "Mi padre, que pasó los 90, decía siempre: Lo que lamento de tener tantos años es todo lo que me voy a perder en los años futuros. Pero así, es maravilloso vivir tantas décadas."
***
EC Hay oyentes que se enojan porque no leemos sus mensajes. Es imposible leer todos los que están llegando para saludar a Carlos por sus 90 años.
Tengo uno que quiero leer. Es de una hija de Enrique Guarnero, legendario actor de la Comedia Nacional. Le manda un abrazo: "Al gran Pibe, con el recuerdo muy fresco del Florencio por El patio de la torcaza".
CM En el que el papá hacía un trabajo inigualable en el papel de Carrizo, se llevaba la obra entera para arriba. Fue de las mejores cosas que le vi hacer a Guarnero, y debía surgir de la linda amistad que tenía con él. Un día vino a casa y me dijo: "Vengo a verte porque mi familia quiere que tengas uno de nuestros árboles", y me trajo un palo borracho, un árbol que florece y ensucia todo, hay que tener un jardín especial.
MR Es un buen ejercicio treparlo.
CM Sí, lleno de espinas. Pero es un árbol formidable.
MR Quiero aclarar que el nombre de Pibe es de cuando era "botija", usaba una gorra requintada, que ya no existen, y se parecía al Pibe de Chaplin. De ahí le quedó el apodo.
La otra cosa que preguntaron es si hacía deportes. De joven, antes de desayunar se iba nadando hasta la isla de las Gaviotas era malvinense, en lo que se inspiró Phelps para los 200 metros. Algo tenemos que aportar a los Juegos Olímpicos.
EC Cuando a Carlos le preguntan por este abanico de actividades en las que ha estado, él contesta que lo único que ha hecho con satisfacción es escribir teatro. ¿Por qué?
CM Porque es para lo único que debo tener talento natural. Yo tengo una buena costumbre, y lo aconsejo a los muchachos que escriben, que es poner en un cajón lo que uno escribe. Mientras escribe, uno piensa: "Esto es excelente", y cuando lo deja descansar y a los tres meses lo vuelve a leer, se da cuenta que no es tan excelente, no se parece a Shakespeare. Con este sistema, lo único que me gusta cuando vuelvo a leerlo es lo que he escrito de teatro. Pienso que de haber tenido una vida sacrificada, tendría que haberme dedicado a escribir teatro, pero yo tenía un sentido gozoso de la vida y me dediqué a muchas cosas porque me entusiasmo con ellas y las hago encantado, aunque no tenga demasiado talento.
EC Matilde, tú tenías una última pregunta.
MRL Yo quería saber sobre su participación como guionista de cine.
EC "La raya amarilla".
CM La hice y la dirigí.
EC Es un cortometraje, ¿no?
CM Es un cortometraje de 20 minutos. Era una publicidad para la Comisión Nacional de Turismo.
EC Era una publicidad sobre Montevideo, ¿no?
CM Sí, me dieron 10.000 dólares y me sobraron.
EC Una película que protagonizó un jovencísimo Ricardo Espalter.
CM Sí. Hice pruebas con seis o siete actores, y había una diferencia enorme en cuanto a la expresividad de un mimo, sobre todo por la economía de los medios, lograba efectos con muy poca cosa. Porque en el cine, el problema de un mimo de teatro es que siempre está sobreactuado. Éste no era el caso, tenía una condición de economía en lo que hacía, con pequeños gestos, con pequeñas cosas.
EC Es una película muda.
CM Sí.
MRL ¿De qué año es?
EC 1964. Ganó el Gran Premio del Festival Internacional de Bruselas.
CM Sí, están locos, los belgas no saben nada.
MR La Comisión Nacional de Turismo llamó a concurso, y entre los que nos presentamos estábamos Peloduro y yo. Ganó "La raya amarilla", entonces te digo, como en la canción de Atahualpa Yupanqui, que "me doy por bien ganado entrando atrás del primero".
EC ¿Qué tal si nos acercamos al final de este festejo con el Maggi letrista de canciones? Lo hemos mencionado en distintas ocasiones, pese a que no es lo más conocido por la gente. Días atrás Mauricio recordaba que Maggi escribió las letras para "El regreso del Gran Tuleque".
MR (Canta.) "Hay pueblo, pueblo, mi pueblo, / yo te prometo vivir mejor".
EC Letras de murga en ese caso.
CM Sí.
EC Ya dijimos que ahora estás escribiendo la letra de una ópera.
CM Exacto.
EC Hace unos años Carlos también escribió letras para la música popular uruguaya. No fueron muchas, pero esta se escuchó mucho.
(Audio.)
EC "Era el más joven del mundo, por eso me equivoqué". Canta Daniel Amaro, en esta grabación hecha junto con Joaquín Sabina.
CM Sí, la letra de esa canción es de Daniel Amaro, yo corregí algunas cosas, la retoqué un poco, pero la letra es de Daniel Amaro, es preciosa.
EC Qué modesto lo tuyo.
(Audio canción.)
EC Carlos, que tengas un muy feliz cumpleaños este domingo.
CM Muchas gracias. Me has hecho un lindo favor esta mañana, con todas estas dificultades de tolerancia que tuve que aplicar. "Los azoramientos del cisne entre los charcos", yo estaba de la misma manera.
MR El Pibe no cumple, siembra.
(Aplauden.)
***
Transcripción: María Lila Ltaif
EMILIANO COTELO:
Carlos Alberto Maggi Cleffi nació en Montevideo el 5 de agosto de 1922. El próximo domingo cumplirá 90 años.
En esas nueve décadas ha desarrollado una gran variedad de actividades: libretista de radio, dramaturgo, periodista, ensayista, historiador, autor de letras de canciones, guionista y director de cine, abogado especializado en sistema financiero, empresario de la construcción, docente y tertuliano profesional.
Carlos, ¿cuál es el hilo conductor de todas estas actividades?
CARLOS MAGGI:
He practicado las actividades que me gustan y ninguna que no me gustara. Tuve la suerte de poder hacer lo que se me ha antojado. Creo que todo está vinculado directa o indirectamente a la literatura, pero dentro de la variedad de cosas que hice nunca me negué a la vida, cuando vi una posibilidad le dije que sí, si me gustaba la agarraba con entusiasmo. Fui filántropo también. Junto con Mauricio trabajamos para un instituto que daba comida a los niños de las escuelas, y fue de las cosas más gozosas que hice. En la primera reunión entre el comandante del Ejército y el rehén la tensión era tal que se cortaba el aire con una navaja. Hasta que Mauricio, uno de los tipos más veloces que conozco desmentime si no es verdad le dijo al general Medina: "En el fondo esta organización es nosotros dos y un grupo de civiles". A Medina le causó mucha gracia, se rio y ahí se terminó la tensión, empezamos a trabajar normalmente.
EC A esta lista se le puede agregar la creación de óperas junto a Mauricio. En tu caso, libretista de ópera. Claro que todavía no es público.
CM No, el guión de la ópera todavía no está terminado.
MAURICIO ROSENCOF:
El sábado pasamos cuatro horas con Federico García Vigil, que además viene de Mendoza, donde estrenó parte de la Obertura.
EC Quiero escuchar esa grabación.
MR Te hacemos una reserva, estaría para setiembre. Te comento una cosa más del Pibe, que no está en la lista: cuando me reencontré con él después de salir de la cárcel me regaló una colección de libros, "Los libros de Jorge", del período en que encontró un modus vivendi, porque lo habían despedido del trabajo. Con Castillo en Radio Sarandí hacían una entrega de libros, en total son 78, y un libro final que es el antecedente de Frank Sinatra hermanado con Gardel. En la tapa firma Coleto, el hijo del Pibe, y hay también una selección de material en la que intervino Pocha, la madre de sus hijos.
CM José Pedro Díaz, Amanda Berenguer, Rubén Castillo.
EC Estamos hablando del Club del Libro.
CM Sí, era un equipo.
EC Un invento de Maggi y Rubén Castillo. Hace días lo recordábamos en ocasión del homenaje que te hicieron en el Colegio y Liceo Elbio Fernández. Ustedes armaron ese Club del Libro a partir de un libro, que a su vez nació de una campaña de expectativa que también pergeñaron cuando empezaron a caer en las tardes de Sarandí unos cuentos de un tal Jorge, que no se sabía quién era, y que formaban parte de una colección llamada "Traducciones del Alemán".
CM Exacto, conocés bien la historieta.
EC Conozco a ese tal Jorge. Ese desconocido joven promisorio era Carlos Maggi.
¿Querés agregar algún detalle más a propósito del Club del Libro?
CM Era un época difícil para mucha gente, me habían echado del banco y estaba en una situación económica complicada, pero fue lindo ver lo que puede dar una editorial cuando tiene una propaganda a su servicio. Era un programa de cuatro horas, todas las tardes, a Rubén Castillo le decían el "dueño de la tarde" porque tenía una audiencia fenomenal. Inventamos muchas variantes de publicidad para el libro, se llamaba club porque teníamos comentarios de profesionales, contratábamos profesores que hablaban del libro, y después la gente participaba. Era una cosa interactiva, viva, no solo se publicó el libro.
EC La primera promoción fue muy creativa.
CM Sí, el lanzamiento fue bueno.
EC Armaron una novela con los cuentos que no se sabía quién los escribía, la audiencia salió a buscar por Montevideo quién podía ser el misterioso Jorge.
CM Tuvimos problemas al final porque la gente empezó a indignarse: "¿Qué se cree éste que no aparece?", recibíamos mensajes muy agresivos. El asunto es que vivieron diez familias gracias a la venta de este libro, por eso digo que era una editorial bien publicitada. Vendíamos 3.000, 4.000 libros por mes.
EC Después de la llegada de varios de esos cuentos, se armó un libro con ellos, y ese fue el primero de los volúmenes del Club del Libro. ¿Tú estabas proscrito en esa época?
CM Pude salir al aire durante un tiempo, hasta que una vez me llamaron no sé de dónde y me explicaron: "Soy el coronel fulano de tal. Le explico que nosotros no somos bobos, usted no puede seguir hablando en Radio Sarandí, cállese la boca, porque si no va a andar mal". Y me callé la boca.
EC ¿Qué preguntas tienen ustedes, Juan, Matilde, para hacerle a Carlos a propósito de sus 90 años?
MR Hay algo que la gente no tiene presente pero que estaría bueno que se supiera: el Pibe fue fundador del Frente Amplio.
EC Por ese motivo tenía los problemas que tenía en los años de la dictadura.
CM Claro, yo seguí a Michelini durante muchos años. Estudiamos juntos en secundaria con un grupo de siete u ocho, lo que complicaba el estudio de una manera brutal porque nos pasábamos conversando. Pero salvamos todos los exámenes en el primer período. En ese grupo estábamos Michelini, Maneco Flores, Rodríguez Monegal, Ramela, era un equipo bastante bueno.
Nos hicimos muy amigos con Michelini, era un tipo formidable. Yo lo seguía porque era un buen estudiante, no de los más brillantes, pero cuando entrábamos al campo de la política nos callábamos todos, recibíamos la lección y hacíamos lo que él decía. Tenía una capacidad de inteligencia y de previsión, una cabeza hecha para eso. Yo le decía: "Sos un caballo de carrera, te sacan de la pista y no servís para nada, pero en la pista sos un fenómeno". Y era verdad, tenía un talento particular, una velocidad, una potencia formidable para contagiar. Y yo lo seguí cuando estuve en el Frente Amplio.
Uno de los argumentos cuando me echaron del banco era haber estado en un programa que se llamaba "El programa de los 100", en el cual hablé por mí y por Onetti. Éramos dos personas con poca fuerza política, nunca estuvimos metidos, y lo que hacíamos nunca tuvo que ver con la política.
EC ¿Cómo es tu relación con la política? Tú te definís como batllista, pero eso no te identifica automáticamente con el Partido Colorado. Trabajaste muy cerca de Luis Batlle, fuiste uno de los "jóvenes turcos", escribiste en el diario Acción, pero en 1971 estuviste entre los fundadores del Frente Amplio, donde tampoco te quedaste para siempre. Del 85 en adelante tus aproximaciones a la política vinieron de la mano de tu amistad con Julio María Sanguinetti y Jorge Batlle, pero también seguías llevándote bien con el general Seregni. ¿Entonces?
CM Siempre he sido un espectador, un comentarista de la política, más que un actor. Hay una diferencia muy grande entre estar en la lucha política y verla de afuera y opinar. Los artículos que publico son políticos, pero yo trato de ver lo que está pasando, entender y sacar conclusiones, que es distinto. El cortejo político va en el corso y yo miro desde un balcón.
EC La etiqueta partidaria no te convence.
CM Tuve que hacer gestiones para que no me dieran ninguna función política cuando estaba en Acción porque no me gustaba. Y cuando mis amigos fueron presidentes me decían: "¿Vos qué querés hacer?", y yo les decía: "Quedarme en mi casa, dejame quieto que yo sé lo que quiero hacer".
EC Tú querías tener libertad para pensar.
CM Una persona que está en la política pierde la posibilidad de pensar lo que quiere.
MR Pero no hay regla sin excepción. Entraste al Sodre y yo te pronostiqué tres meses, y a los 42 días colgaste los tarros.
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EC "Qué maravilla, 90 pirulos. Tenía que ser de Leo", manda Ana Inés. Uno de los tantos mensajes que están llegando desde temprano, cuando les contamos a los oyentes que en la Tertulia de hoy íbamos a adelantarnos al festejo de los 90 años de Carlos Maggi, que los cumplirá el domingo.
Algunos datos personales para añadir a lo que estuvimos charlando. Carlos es viudo, estuvo casado con María Inés Silva Vila, escritora, cuentista, también integrante de la Generación del 45, autora de obras como "La mano en la nieve", "Felicidad y otras tristezas", "La mitad del amor contada por seis mujeres".
Tiene dos hijos, Marco Maggi Silva, artista plástico, vive en Nueva York, Estados Unidos, y Ana María Maggi Silva, abogada, presidenta del Tribunal de Apelaciones en lo Civil de cuarto turno. Tiene dos nietos, Juan Antonio y María Inés Arrillaga Maggi, hijos de Ana María.
CM Una familia buena, con hijos y nietos que no me han dado trabajo, me han dejado tranquilo y me han dado satisfacciones. Estoy contento con eso.
EC Pero tu familia es más grande, ¿no? ¿Quiénes viven contigo? No puedes dejar de hablar de "tus mujeres".
CM Sí, he estado rodeado de "gordas" que me facilitan la vida.
EC Cuando les digas "gordas" no sé cómo van a reaccionar. ¿Quiénes son?
CM Tengo una falsa cuñada, una muchacha recogida de la familia de mis suegros y vino con mi mujer cuando nos casamos. Crió a mis hijos y todavía vive conmigo. Se llama Sebastiana, tiene 102 años y está perfecta de salud y de genio. También vivo con Luisita, una muchacha que desde muy jovencita vive en casa y es como mi hija.
EC Va a estar esperándote cuando terminemos seguramente, porque oficia de chofer.
CM Claro que sí.
EC No debe quedar muy tranquila cuando se te ocurre manejar.
CM Sí. Felizmente, todavía me manejo bastante bien con el auto.
EC Completamos la lista de las mujeres.
CM La casa está llena de mujeres siempre porque las muchachas de Las Toscas tienen un lugar ahí. Además, hay que atender a mi cuñada de 102 años. Nos divertimos mucho, ella tiene un gran sentido del humor, pero tiene problemas para moverse, necesita ayuda al caminar.
EC Mauricio dice que hubo una excepción en esa filosofía tuya de no asumir cargos públicos: fuiste director de Canal 5, así se denominaba entonces lo que hoy es Televisión Nacional del Uruguay.
CM Un tropezón lo tiene cualquiera.
EC Este breve período fue al comienzo del gobierno del doctor Julio María Sanguinetti, en 1985.
CM Sí, fue una oportunidad para hacer una cosa muy linda. Era un momento muy especial, se volvía después de años de dictadura al Estado de derecho, se podía hacer un plan para templar y unir a la gente, había un espíritu muy levantado, todo el mundo pensaba: "Ahora hacemos lo que queremos, esto es una maravilla". Y se dieron resultados de manera espectacular, en los momentos más graves. No olvidemos que en ese período se debutó sabiendo que estaban fundidos los tres bancos principales, una catástrofe inaudita para un país.
Yo estaba en el canal y pensé que con la trasmisión se podía hacer una obra fantástica. Pero fue muy difícil porque los intereses privados son muy importantes y en ninguna parte del mundo los canales oficiales pueden levantar cabeza. En México fundaron los canales oficiales tres o cuatro veces poniendo millones de dólares, y al final fueron devorados por la iniciativa privada. Cuando me di cuenta de que no se podía hacer nada me fui y me callé la boca porque no quería agregar más problema. Me fui por la presión de los canales privados. No era un lugar para mí.
EC Juan, ¿preguntas o comentarios a propósito de los 90 años de Carlos?
JUAN GROMPONE:
Yo lo conozco desde hace dos o tres años. La primera aventura que tuvimos juntos fue escribir un libro un fin de semana, idea de Edmundo Canalda. Invitó a cuatro personas a reunirse un fin de semana en el hotel La Capilla y escribir algo sobre el famoso tesoro de las Masilotti. Cada uno adoptó un camino.
CM Fuimos sin saber cuál iba a ser el tema.
JG Exacto, nos enteramos un viernes de tarde. Estuvimos un fin de semana trabajando, y conviví con Carlos en el hotel. No había nadie en Punta del Este, había un clima espantoso. Desayunábamos, almorzábamos y cenábamos, conversábamos todo el tiempo, pero sin hablar de lo que estábamos haciendo. Fue una gran experiencia que me permitió conocerlo. Y luego se sumó la Tertulia, que ya llevamos un año compartiendo este espacio.
EC ¿Y qué tal?
JG Mi experiencia ha sido fantástica. Creo que Carlos es una persona de una inteligencia fantástica, una cultura desbordante, un pensamiento original continuo. A veces es criticado por su pensamiento original y no encasillable, por ser, como decía Aristóteles, "un animal político", una persona que no prescinde de la política pero que tampoco forma parte. Además es una persona maravillosa.
También quisiera destacar sus aportes a la historia. Creo que Carlos nos ha dado dos grandes contribuciones. En primer lugar, ha modificado la figura que teníamos de Artigas. Y el segundo gran aporte, más reciente, es el libro sobre la historia económica uruguaya. Ambos han sido muy interesantes y son la parte de la obra que quisiera destacar, porque todo el mundo se va a referir al humorista, al autor teatral, a la literatura, y yo quería referirme a esta parte histórica que es muy importante.
EC Acabás de entrar en un terreno que a Carlos no lo convence, el de que lo elogien. Carlos, ¿Qué tenés para decir de lo que acaba de señalar Juan?
CM Según la comedia inglesa que más me gusta, "Weekend": "Siga".
EC ¿Cómo fue que te involucraste con la figura de Artigas?
CM Desde que era joven estudié a Artigas, porque tuve un profesor excelente al cual sumariaron por lo que decía sobre el caudillo. Incluso yo fui a declarar en su favor, estando en contra de lo que decía. Ese profesor se llamaba Cazes y sostenía que Artigas era un tuareg, que no había dormido tres noches seguidas bajo techo. Después comprobé que gran parte de lo que decía era verdad, solo que la tesis general que sostenía era equivocada. Cuando fui a declarar dije que el profesor tenía derecho a expresar lo que quería, y que a nosotros nos había hecho mucho bien porque no coincidía con los libros que habíamos leído.
Años después encontré una veta rara e interesante, que era una filosofía, un algo que no era una ocurrencia, sino una realidad de Artigas. Su manera de ser no era completamente occidental. Cuando recibió a Larrañaga, un personaje venerable para él, era dueño de la provincia y con un poder extraordinario, comieron en una mesa en la que se podían sentar solamente dos personas porque no había asientos y había tres que comían en cuclillas. Y me dije que esto no es pobreza, esto es una formación, una civilización, una cultura entera diferente. Este tipo es, además de un formidable líder en su país occidental, un líder indio. Me puse a estudiar y encontré cosas extraordinarias no solo porque estaban, sino también porque faltaban. Por ejemplo, en el índice de la colección de documentos del Archivo Artigas, el Caciquillo aparece pocas veces, casi siempre es borrado, cosa que no pasa con ningún otro personaje. Se ve que a Pivel Devoto no le gustaba.
EC No puedo abarcar todos los mensajes de los oyentes. Elijo estos dos.
Andrés del Centro: "¿Qué se siente vivir nueve décadas? Me parece tan asombroso todo el conocimiento que se debe tener, toda la sabiduría".
Ricardo, de Suárez, Canelones: "Hay que preguntarle a Carlos cuál es el secreto de su eterna juventud".
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EC A propósito de los 90 años de Carlos Maggi, que estará cumpliendo este domingo, la audiencia participa desde muy temprano. Recién vino un segundo mensaje de una de nuestras oyentes, Diana, profesora, que dice: "Por favor, léanle mi mensaje, sé que lo va a emocionar". El mensaje, que había venido un rato antes dice: "Maggi, un vareliano auténtico con la elegancia intelectual que recuerda a José Pedro Varela".
CM Poca cosa, ¿eh?
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EC A propósito de los temas que hemos conversado, aparece desde la audiencia el saludo de Alejandro Bluth, que recuerda la época de Impam de la que hablaban Maggi y Rosencof, ya que estuvo muy involucrado.
CM ¿Cómo no va a estar involucrado si fue el que lo inventó? Alejandro fue reiterativo porque ya lo había creado. Hicimos reuniones en el Banco República con Batalla y con otra gente importante para hacer esa iniciativa, y no se pudo llevar adelante. Fue en el segundo período de Sanguinetti, tiene razón Alejandro al destacarlo, porque yo dije 1985 y me equivoqué. El que inventó la estructura de esa rara sociedad fue Alejandro. Tendría que contactarlo para que cuente la primera entrevista con el general Medina. Fue a la casa, le tocó timbre, y cuando él salió en vez de: "Buenos días, ¿qué tal?", le dijo: "¿Usted dijo que yo tal cosa y tal otra?", le hizo un reproche a propósito de algo que había publicado Bluth en su revista.
MATILDE RODRÍGUEZ LARRETA:
Me quiero detener en lo que a mí me importó más en su momento, porque me interesaba mucho el tema, y es cuando ingresó al Canal 5. Maggi tiene razón al referirse a que en aquel momento había una gran expectativa de la gente, era un momento en que todo venía a favor, creíamos que podíamos hacer todo, también en el tema de los medios de comunicación. Por lo tanto esa experiencia fallida fue muy importante.
Años después estuve en el Parlamento e intenté llevar a cabo un proyecto de fomento al audiovisual nacional. En el marco de ese intento hubo una mesa redonda en la que estaba Maggi que me dijo: "Matilde, desistí, no te va a salir nada". Con su experiencia anterior, era lógico que opinara de esa manera. Y efectivamente, el proyecto se hundió en una comisión parlamentaria, por lo tanto siempre recordé esa advertencia de Maggi.
Esto lo vinculo con una acción mía, pero es un tema de gran importancia. Ese intento de mejorar la televisión nacional me pareció paradigmático. Hoy en día y a la luz de otros episodios, este tema debería estudiarse en profundidad.
EC ¿Algún comentario de tu lado, Carlos?
CM Es un tema universal, sucede en todos los países, la televisión privada se siente incómoda con la televisión oficial porque está subsidiada y la pelea es desapareja. Creo que los estados tendrían que cuidar eso como un tesoro, porque la única manera de contacto directo con la gente se hace por la vía de la televisión en muchos casos. La televisión suele ser una escuela para mal, tanto o más que para bien, y podría existir un contrapeso si el Estado ejerciera una labor docente a través de ella con gracia, humor, inteligencia, talento, con creatividad, eso es lo que yo quería para el canal.
MRL Creo que la situación actual de la televisión privada amerita un análisis desde ese punto de vista.
EC Carlos, ¿qué contestás a los mensajes de la audiencia que te leía hace un rato? Andrés, por ejemplo, quiere saber qué se siente vivir nueve décadas.
CM Lo curioso es que no se siente nada, creo que los viejos son viejos porque se enferman, cuando no se enferman sienten, tienen la misma disposición frente al mundo. Yo no tengo ninguna diferencia con respecto a cuando tenía 18 años.
EC Creo que el oyente apunta a lo que has vivido, a los cambios que has visto pasar, que has sentido y protagonizado.
MR Se siente como el primer día.
CM Es verdad.
MR Lo importante es lo que ha vivido y lo que va a vivir. El carácter de tuareg de Artigas tiene que ver con los navegantes islámicos que remontaron el Río de la Plata y se instalaron en la sierra, hicieron campamento y dejaron el nombre en la nomenclatura rural: sierra de Mahoma. Es una cosa muy interesante, porque Artigas quiere decir "converso".
EC Advertencia a los oyentes: no todo lo que ustedes escuchan en este espacio de los viernes debe ser tomado en serio.
CM No necesitás aclarar nada, porque esa risita nerviosa es reservada nada más que para Mauricio.
EC Si comparás estos años de la segunda década del siglo XXI con los primeros años de tu actividad pública, 1940, 1930 y pico, ¿qué conclusión sacás?
CM Acumular experiencia permite naturalizar y comprender muchas cosas. Cuando uno es joven y comente un error, cree que es definitivo y que se juega la vida. Después, todo es más relativo. Incluso mirar a la gente accionar hace que uno sea más tolerante. La edad provoca el cansancio de los picos emocionales, y la realidad ya no te sorprende tanto. Muere mucha gente, te vas quedando solo, esas cosas corresponden a la longevidad y hacen que tengas una mayor comprensión de lo que está pasando. Nada es demasiado importante.
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EC "Mi padre, que pasó los 90, decía siempre: Lo que lamento de tener tantos años es todo lo que me voy a perder en los años futuros. Pero así, es maravilloso vivir tantas décadas."
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EC Hay oyentes que se enojan porque no leemos sus mensajes. Es imposible leer todos los que están llegando para saludar a Carlos por sus 90 años.
Tengo uno que quiero leer. Es de una hija de Enrique Guarnero, legendario actor de la Comedia Nacional. Le manda un abrazo: "Al gran Pibe, con el recuerdo muy fresco del Florencio por El patio de la torcaza".
CM En el que el papá hacía un trabajo inigualable en el papel de Carrizo, se llevaba la obra entera para arriba. Fue de las mejores cosas que le vi hacer a Guarnero, y debía surgir de la linda amistad que tenía con él. Un día vino a casa y me dijo: "Vengo a verte porque mi familia quiere que tengas uno de nuestros árboles", y me trajo un palo borracho, un árbol que florece y ensucia todo, hay que tener un jardín especial.
MR Es un buen ejercicio treparlo.
CM Sí, lleno de espinas. Pero es un árbol formidable.
MR Quiero aclarar que el nombre de Pibe es de cuando era "botija", usaba una gorra requintada, que ya no existen, y se parecía al Pibe de Chaplin. De ahí le quedó el apodo.
La otra cosa que preguntaron es si hacía deportes. De joven, antes de desayunar se iba nadando hasta la isla de las Gaviotas era malvinense, en lo que se inspiró Phelps para los 200 metros. Algo tenemos que aportar a los Juegos Olímpicos.
EC Cuando a Carlos le preguntan por este abanico de actividades en las que ha estado, él contesta que lo único que ha hecho con satisfacción es escribir teatro. ¿Por qué?
CM Porque es para lo único que debo tener talento natural. Yo tengo una buena costumbre, y lo aconsejo a los muchachos que escriben, que es poner en un cajón lo que uno escribe. Mientras escribe, uno piensa: "Esto es excelente", y cuando lo deja descansar y a los tres meses lo vuelve a leer, se da cuenta que no es tan excelente, no se parece a Shakespeare. Con este sistema, lo único que me gusta cuando vuelvo a leerlo es lo que he escrito de teatro. Pienso que de haber tenido una vida sacrificada, tendría que haberme dedicado a escribir teatro, pero yo tenía un sentido gozoso de la vida y me dediqué a muchas cosas porque me entusiasmo con ellas y las hago encantado, aunque no tenga demasiado talento.
EC Matilde, tú tenías una última pregunta.
MRL Yo quería saber sobre su participación como guionista de cine.
EC "La raya amarilla".
CM La hice y la dirigí.
EC Es un cortometraje, ¿no?
CM Es un cortometraje de 20 minutos. Era una publicidad para la Comisión Nacional de Turismo.
EC Era una publicidad sobre Montevideo, ¿no?
CM Sí, me dieron 10.000 dólares y me sobraron.
EC Una película que protagonizó un jovencísimo Ricardo Espalter.
CM Sí. Hice pruebas con seis o siete actores, y había una diferencia enorme en cuanto a la expresividad de un mimo, sobre todo por la economía de los medios, lograba efectos con muy poca cosa. Porque en el cine, el problema de un mimo de teatro es que siempre está sobreactuado. Éste no era el caso, tenía una condición de economía en lo que hacía, con pequeños gestos, con pequeñas cosas.
EC Es una película muda.
CM Sí.
MRL ¿De qué año es?
EC 1964. Ganó el Gran Premio del Festival Internacional de Bruselas.
CM Sí, están locos, los belgas no saben nada.
MR La Comisión Nacional de Turismo llamó a concurso, y entre los que nos presentamos estábamos Peloduro y yo. Ganó "La raya amarilla", entonces te digo, como en la canción de Atahualpa Yupanqui, que "me doy por bien ganado entrando atrás del primero".
EC ¿Qué tal si nos acercamos al final de este festejo con el Maggi letrista de canciones? Lo hemos mencionado en distintas ocasiones, pese a que no es lo más conocido por la gente. Días atrás Mauricio recordaba que Maggi escribió las letras para "El regreso del Gran Tuleque".
MR (Canta.) "Hay pueblo, pueblo, mi pueblo, / yo te prometo vivir mejor".
EC Letras de murga en ese caso.
CM Sí.
EC Ya dijimos que ahora estás escribiendo la letra de una ópera.
CM Exacto.
EC Hace unos años Carlos también escribió letras para la música popular uruguaya. No fueron muchas, pero esta se escuchó mucho.
(Audio.)
EC "Era el más joven del mundo, por eso me equivoqué". Canta Daniel Amaro, en esta grabación hecha junto con Joaquín Sabina.
CM Sí, la letra de esa canción es de Daniel Amaro, yo corregí algunas cosas, la retoqué un poco, pero la letra es de Daniel Amaro, es preciosa.
EC Qué modesto lo tuyo.
(Audio canción.)
EC Carlos, que tengas un muy feliz cumpleaños este domingo.
CM Muchas gracias. Me has hecho un lindo favor esta mañana, con todas estas dificultades de tolerancia que tuve que aplicar. "Los azoramientos del cisne entre los charcos", yo estaba de la misma manera.
MR El Pibe no cumple, siembra.
(Aplauden.)
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Transcripción: María Lila Ltaif