Personas sin vinculación con la droga se suman a la distribución
Inspector Julio Guarteche: Un estudio en la región arroja que la pasta base tiene presencia sólo en Argentina y Uruguay, y su explosión de consumo comenzó hace dos años, con la crisis económica. Lo novedoso es que algunos pequeños comerciantes han comenzado a distribuirla, incentivados por las buenas ganancias.
(Emitido a las 07.37)
EMILIANO COTELO:
La pasta base, esta droga que ha entrado al país en los últimos tiempos con consecuencias de distinto tipo, ha introducido también un cambio radical en ese mercado. La violenta irrupción de la pasta base de cocaína, dice un informe publicado ayer por el diario El Observador, cambió y expandió el mapa del mercado uruguayo de las drogas ilegales.
"Buena parte de las 1.600 bocas de venta de estupefacientes que, según la Policía, hay en Montevideo, funcionan en un régimen de delivery, es decir de servicio a domicilio. Pero, además, los traficantes que están pasando esta droga están lejos de la imagen del dealer tradicional, y ahora son familias comunes y corrientes o pequeños comerciantes que utilizan el negocio como fachada y que han hecho de la venta de esta poderosa y destructiva droga su medio de vida.
"Ya hay gente común y corriente que encuentra en la distribución de pasta base una forma de ganarse la vida", explicó Julio Guarteche, director de la Brigada Antidrogas. 'Un kiosco de barrio, un almacén, un boliche o hasta una ferretería pueden ser utilizados por su dueño para distribuir pasta base sin que ello signifique que a su vez consuma', aseguró".
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Para profundizar en esta nueva tendencia, estamos en comunicación con el inspector Guarteteche. Usted decía ayer que un kiosco de barrio, un almacén, un boliche o hasta una ferretería pueden ser utilizados por sus dueños para distribuir pasta base, sin que ello signifique que el propietario la consuma.
JULIO GUARTECHE:
Es verdad. Ha sucedido que últimamente nos hemos encontrado con algunos casos de personas sin antecedentes en lo que a drogas respecta, que han encontrado como medio de vida secundario, diríamos, como apoyo al medio de vida principal, la venta de pasta base especialmente, que es la droga que está de moda.
EC - Usted cita algún caso concreto, por ejemplo el de un kiosco de golosinas en plena Unión.
JG - Ese fue un procedimiento que hizo la Jefatura de Policía de Montevideo, y es efectivamente como se cuenta allí.
EC - "Es un claro ejemplo de lo que estamos padeciendo", dijo usted a El Observador. "Madre e hija, una menor de 17 años, fueron procesadas. El negocio de distribuir pasta base lo consiguió la menor como una forma de salvar el kiosco de la inminente quiebra, contaron los policías que tomaron declaración a las procesadas".
JG - Es verdad.
EC - Esto de que pequeños comercios instalados formalmente distribuyan drogas no es algo estrictamente nuevo: todos hemos escuchado en los últimos tiempos que tal o cual almacencito, minimercado 24 horas, podrían ser centros de distribución de drogas. ¿Qué cambió ahora, qué es lo nuevo?
JG - No, no: es como usted dice; no es nuevo; generalmente los hemos encontrado como lugares de venta de drogas.
Lo nuevo es que nos encontramos con personas que no tienen antecedentes relacionados con drogas, ni las consumen, y sin embargo las están vendiendo. Eso es lo nuevo para nosotros en estas circunstancias.
Esto funciona con las reglas del mercado. Nos encontramos muchas veces que, cuando alguien instala determinado tipo de comercio y le funciona bien, muchísimas personas empiezan a instalar comercios similares. Bueno: ahora está sucediendo eso. Como ven a la pasta base como algo exitoso, se están sumando individuos que no tenían relación con la droga y nos hemos encontrado con algunos casos como el que señalaba anteriormente.
EC - ¿Lo que usted percibe es un incremento de esta tendencia, digamos?
JG - Sí, sí. El consumo de pasta base tiene dos o tres vertientes para nosotros, pero una de ellas es la situación socioeconómica. Lo hemos investigado en la región, y los dos únicos países que tienen este impacto del consumo de pasta bases son Argentina y Uruguay, y en ambos casos coincide con este quiebre económico que hubo hace aproximadamente dos años y a nuestro entender tiene dos puntas. Primero, que la pasta base vino como una droga inicialmente más barata, y eso hizo que muchas personas empezaran a consumirla en sustitución de la cocaína...
EC - En sustitución de la cocaína.
JG - Y en segunda instancia esto otro: que como es un negocio rentable se están sumando muchas personas que no la vendían ni tenían ninguna relación con la droga.
JOEL ROSENBERG:
Usted hablaba de relación económica. En Argentina ya se conoce otra droga que vendría a ser de residuos de la pasta base; la conocen como "paco".
JG - Sí, sí.
JR - ¿Han indicios en Uruguay de esta nueva droga?
JG - Hemos sentido conversaciones pero no hemos podido hacer incautaciones de esta droga. Incluso se ha hablado de que hay importaciones de "paco" para Uruguay, pero no hemos podido comprobarlo.
JR - Esto sería nuevo en Uruguay.
JG - Sí: estamos tratando de copiar todas las modas que aparecen por ahí, y lo que sucede en Argentina tiene mucha influencia para con nosotros.
EC - La otra modalidad de la que usted habla en esta nota de El Observador, el "servicio de delivery", ¿cómo funciona?
JG - Como cualquier otro delivery. Un individuo llama por teléfono a determinado lugar, o chateando por Internet, y sale un individuo en moto con una pequeña cantidad de droga, la que le pidieron, generalmente pequeña (tiene que ser pequeña porque, si lo detienen, puede disimularla como para consumo personal), y la entregan a domicilio del consumidor.
EC - Pero ¿motos de delivery de otros comercios, de alimentos, por ejemplo?
JG - No, no. Motos comunes de estos individuos, que no tienen identificación con ningún comercio ni nada por el estilo.
JR - Esta entrega a domicilio también tiene un tiempo.
JG - Tiene un tiempo, sí.
JR - Incluso domicilios particulares. No sé si a eso apunta la Policía también.
JG - Claro, sí. Y no es nuevo; de pronto lo es para los periodistas que hicieron la nota.
JR - Usted dice que somos país de tráfico y consumo, pero no duda que en breve seremos también productores.
JG - Me refiero a la producción de drogas químicas, de síntesis (no a drogas naturales) como puede serlo cualquier país del mundo: éxtasis, anfetaminas, metanfetaminas, que se producen en cualquier parte del mundo y que no necesitan ninguna relación con el clima para su producción.
EC - ¿Por qué prevé que eso pueda ocurrir en nuestro país?
JG - Porque es una tendencia mundial. Incluso notamos que a través de Internet existe una mayor difusión incluso de las fórmulas de producción de cualquiera de esas drogas.
EC - A partir de estas nuevas modalidades en el mercado de drogas ilegales en Uruguay, ¿qué cambios se producen en la forma de enfrentar ese fenómeno desde la Policía?
JG - ... Lo que pasa es que no se lo puedo decir. Pero estamos trabajando también de distintas maneras, tratando de contrarrestar esto. Uno de los puntales más importantes es el servicio 0800 2121, que nos permite recibir las denuncias de los vecinos, en forma anónima. Es una forma que los vecinos tienen para desahogar su preocupación, pero como es un servicio gratuito nos permite también dirigir a los vecinos para que puedan darnos determinada información que para nosotros es muy difícil de obtener, por cuanto somos un cuerpo extraño en determinado barrio, en determinado lugar. Hay lugares donde los esquemas de contravigilancia que instalan los narcotraficantes son tan buenos que es imposible hacer una vigilancia, porque hay un grupo de vecinos que está a favor de esos narcotraficantes. Pero también hay vecinos que están en contra, y ese servicio ha sido algo muy importante porque nos ha permitido toda una corriente de información con la que antes no contábamos.
EC - Según esa nota, una de las maneras de detectar la aparición de un nuevo local de distribución es el estallido de la delincuencia en torno a él.
JG - Nosotros no hacemos ese tipo de detección: lo que decimos es que esa es una consecuencia de la instalación de una boca de salida en determinada zona o barrio. Generalmente, cuando se instala una boca se produce un impacto sobre la vecindad. Sabemos que la pasta base produce en los individuos una necesidad imperiosa de consumir; para obtener ese consumo primero venden sus propias pertenencias (su ropa, sus championes), roban a sus propios familiares (hay muchísimos casos de personas que han robado el mobiliario de su propia casa para venderlo) y también terminan por robar o participar en hechos relacionados con la propiedad de los vecinos. Se producen arrebatos, rapiñas, incluso homicidios relacionados con personas que tienen necesidad de consumir pasta base.
EC - ¿Es correcto que un adicto a la pasta base puede llegar a gastar $2.000 cada tres días?
JG - Sí. Esa no es un información que haya proporcionado yo: se dio en la teleconferencia organizada por la Junta Antidrogas.
JR - Ya no sería barata esa droga, entonces.
JG - No, no. Es que inicialmente es barata, pero después es mucho más cara porque el individuo que hubiese consumido dos o tres gramos de cocaína termina consumiendo 10 o 15 gramos de pasta base, que en definitiva es muchísimo más caro.
EC - Un oyente, Juan Carlos, de La Teja, pregunta cuánto hace que llegó la pasta base al Uruguay, porque parecería que fue no hace mucho tiempo.
JG - Hay indicios de pasta base desde hace por lo menos cuatro años, aunque irrumpió con fuerza hace unos dos años.
JR - ¿Puede ocurrir lo mismo con el "paco"? En las villas miseria de Argentina es lo que ahora está molestando.
JG - Sí, puede pasar lo mismo, sí; puede pasar. Estamos haciendo esfuerzos para que no suceda, pero puede pasar.
JR - Respecto a esos movimientos de mercado, usted señaló alguna vez que las incautaciones de droga que ustedes hacen y también como se mueven los mercados en América hacen que a veces sobre de una droga y falte de otra. ¿Es cierto que falta marihuana en el mercado?
JG - Durante mucho tiempo, durante este año faltó marihuana. Hubo muchas razones: a veces son climáticas, yo mencioné también que aquella huelga de los aduaneros brasileños influyó también... Influyen a veces factores externos que hacen que la marihuana no venga.
Lo que hemos notado, y nos preocupa, es que hay organizaciones tradicionalmente encargadas de traer marihuana a Uruguay que también están trayendo pasta base de Paraguay. Incluso tuvimos la oportunidad de desarticular una este año.
JR - ¿Y el público consumidor se cambia, digamos?
JG - Como el público cambia, ellos lo captan y también satisfacen sus necesidades trayéndoles la droga que les queda cerquita, allí, de Bolivia.
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EC - ¿Así que tenemos que agregar un nuevo nombre al catálogo de drogas en el Río de la Plata?
JR - Sí; veremos si el "paco" llega con el mismo nombre que en Argentina. Aparentemente, sí: allí también la pasta base se llama igual. Sería el residuo del residuo, porque la pasta base es el residuo de la cocaína y esto es el residuo de la pasta base. Pude ver un informe en el programa Punto.doc de Canal América, y hay de todo dentro del "paco": apenas residuos de cocaína y después de todo, que obviamente destroza a quien lo consume. Veremos: hace un año casi no sabíamos qué era la pasta base; quizá en poco tiempo estemos hablando del "paco".
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Transcripción y edición: Jorge García Ramón