ONG "Techo": nosotros aportamos "inmediatez" pero es el Gobierno quien puede dar la "solución definitiva"
La organización "Un Techo para mi País", dedicada a construir soluciones habitacionales transitorias para familias que viven en asentamientos, inició en junio de este año un proceso de cambio de imagen y de estrategia que también implicó un nuevo nombre: ahora se llama simplemente "Techo". En Perspectiva entrevistó al abogado Tomás Villamayor, director general para Uruguay de "Techo", quien explicó que la organización está atravesando un proceso de "crecimiento institucional". Destacó, entre otras cosas, el objetivo de buscar una mayor articulación con el Poder Ejecutivo y los gobiernos locales, puesto que la organización puede aportar "inmediatez" en la solución pero, a su criterio, es el Gobierno el que puede dar la "solución definitiva" para las familias. Mencionó también la intención de fortalecer el trabajo de la organización en el interior del país y la búsqueda nuevas formas de financiamiento mediante un aporte mensual de quienes eventualmente se quieran asociar.
(emitido a las 8.53 Hs.)
ALEJANDRO ACLE:
En tiempos en que muchos advierten sobre el individualismo que campea en la sociedad, una organización logra, sin embargo, juntar periódicamente a cientos de voluntarios que dedican algunos días a construir soluciones habitacionales transitorias para quienes están en las peores condiciones.
Estoy hablando de Un Techo para mi País, una ONG de origen chileno que en Uruguay ya ha construido más de 2.500 de esas soluciones de emergencia, la mayor parte de ellas en asentamientos de Montevideo y Canelones, pero también en Paysandú, Maldonado, Salto, Durazno, Rivera, Lavalleja, Florida y San José.
En junio de este año, esta organización inició un proceso de cambio de imagen y de estrategia que, entre otras cosas, también implicó un cambio en su nombre. Desde hace tres meses, su nueva denominación es simplemente Techo.
¿Qué implican estos cambios? ¿Cómo están desarrollando sus trabajos en Uruguay? ¿Qué responden a algunas de las críticas que se han escuchado últimamente sobre el tipo de casas que construyen o los barrios en los que desembarcan?
Vamos a conversarlo con Tomás Villamayor, argentino, abogado, director general para Uruguay de Techo.
Empecemos aclarando que Techo es la nueva denominación de Un Techo Para mi País. ¿Por dónde viene este cambio? ¿Por qué lo hicieron?
TOMÁS VILLAMAYOR:
Este cambio viene más que nada por un crecimiento institucional. Lo que era Un Techo Para mi País nació hace 15 años en Chile, con un proyecto muy concreto que era construir 2.000 viviendas de emergencia para el año 2000. Era algo muy local, no estaba pensada una expansión a nivel latinoamericano. El proyecto fue creciendo, y hoy estamos en 19 países, se han construido más de 85.000 viviendas de emergencia, han participado más de 500.000 jóvenes y nos dimos cuenta de que todo el camino recorrido también había sido un crecimiento muy fuerte en lo institucional y que teníamos que cambiar algunas cosas. Ese crecer nos obligó a esto. Por eso hace más o menos un año y medio se tomó la decisión de empezar con este proceso de cambio institucional que a nivel de imagen hoy se ve reflejado en un nuevo logo, en una nueva marca, pero que tiene atrás un enfoque más profundo.
AA - ¿Qué implica desde el punto de vista práctico?
TV - Más que nada apuntamos al desarrollo comunitario como eje de nuestra intervención. Como todos saben, construimos las viviendas de emergencia, pero luego hacemos un trabajo con las comunidades enfocado en la organización comunitaria, en planes de educación y trabajo y apuntamos a una solución más definitiva y a una comunidad sustentable. Todo esto lo venimos haciendo en etapas, apuntábamos a tres etapas de intervención, y hoy tratamos de que todas esas etapas estén enmarcadas en este desarrollo comunitario. Buscamos también como un objetivo estratégico la concientización de la sociedad, siempre fue algo con lo que trabajamos pero no era un foco tan fuerte. Consideramos que mediante la masividad que logremos con los voluntarios, mediante las acciones que hagamos con la sociedad en general vamos a hacer que todos tomemos conciencia de esta situación y actuemos en consecuencia. Y por último uno de estos focos es la incidencia política, ya sea a partir de Techo o, principalmente y lo ideal, a partir de los vecinos de los asentamientos: que conozcan sus derechos, que puedan exigir esos derechos, que sean escuchados. Nosotros podamos ser una herramienta para acercarles las oportunidades que surjan de los gobiernos locales.
Va por ese lado, muchas de esas cosas ya las veníamos haciendo, no son cosas muy nuevas, pero sí cambió un poco el enfoque. Creo que lo principal es el trabajo codo a codo entre vecinos de los asentamientos y jóvenes, eso se mantiene y va a ser siempre el corazón de la institución.
AA - Recordemos algunas de las características de la organización que no cambian, que se mantienen. ¿Cómo se financia, por ejemplo?
TV - También en el financiamiento estamos tratando de cambiar el enfoque. Hasta ahora principalmente fue la empresa privada. Son las empresas privadas las que nos financian, y queremos que nos sigan apoyando, pero estamos buscando que nos apoye más la gente en particular haciéndose socia y haciendo una donación mensual. De esta manera logramos involucrar a más sectores de la sociedad. Hoy contamos con 500 socios, y creemos que podemos llegar a muchísimos más en cuanto a diversidad de los ingresos. Pero principalmente es la empresa privada quien nos apoya, también hay fondos internacionales y está la colecta anual que vamos a seguir haciendo, que es una fuente importante de ingresos.
AA - ¿Reciben fondos públicos?
TV - No. En algunos países se da, acá en Uruguay no.
AA - Y cuanto a los voluntarios, que son el elemento clave de su trabajo, ¿cuántos hay trabajando en este momento?
TV - Voluntarios fijos hay cerca de 400. Además de en la construcción de las viviendas, trabajamos semanalmente en distintos planes en los asentamientos. Hay alrededor de 250 voluntarios que todas las semanas visitan los asentamientos y trabajan con las familias en planes de educación, en temas relacionados con el trabajo, en agricultura urbana, con un apoyo en lo jurídico, en salud. Trabajamos con distintos planes, todos centralizados en una mesa de trabajo que es un espacio de diálogo entre voluntarios y vecinos donde se tratan las problemáticas de cada asentamiento y se les buscan soluciones. Por otro lado hay otras áreas, como comunicación, desarrollo de fondos, finanzas, que también requieren de un equipo de voluntarios, hay muchos que participan ahí. Estos voluntarios son fijos, están todo el año, y hay otros que participan más esporádicamente, principalmente en las instancias de construcción de las viviendas de emergencia.
AA - Esas jornadas se nutren con voluntarios eventuales, pero hay todo un trabajo de voluntariado permanente que quizás no tiene tanta prensa, porque las jornadas de construcción son lo que se lleva más los titulares.
TV - Sin duda.
AA - Y con respecto a las casas en concreto, al material con el que ustedes trabajan: son de madera prefabricada, de 6,10 metros por 3, están proyectadas en paneles de madera tratada sobre pilotes de madera dura. A ver, Rosario, ayudame en la descripción.
ROSARIO CASTELLANOS:
Están separadas del piso unos 25, 30 centímetros sobre esos pilotes para evitar que ascienda la humedad del suelo, y además tienen un cielorraso de madera sobre el cual se coloca un techo de zinc. Son elementos prefabricados que se hacen en un aserradero que tuve la oportunidad de visitar que vienen en un camión y luego los voluntarios arman esa especie de puzzle utilizando también la mano de obra de los interesados.
Pero yo expresamente me voy a referir al tema de nunca mencionarlas como casas, porque una de las cosas que creo que llama a confusión es llamarles casas cuando en realidad se trata de una habitación que viene a sustituir eso que es la peor de las condiciones, la casa que tampoco es casa, el rancho de latón y de cartón. Tuve la oportunidad de ver la adjudicación a una persona y que lo celebraban como si se estuviera recibiendo un apartamento. Pero esta habitación seca no tiene servicios, no tiene ni cocina ni baño ni agua ni electricidad.
AA - No hay divisiones dentro.
RC - No hay servicios, no tiene saneamiento, no tiene luz eléctrica, a menos que se cuelguen. Es una solución de emergencia. Y me gustaría insistir en ese plano, porque, ¿por qué quedarse en esta solución?, ¿por qué no avanzar? En algún caso tuve oportunidad de ver que este tipo de soluciones se utilizan por ejemplo para alojar a gente que está en procesos de construcción de autoayuda que llevan muchísimo tiempo, y ahí sí es una auténtica solución de emergencia transitoria porque lo que están construyendo es su casa definitiva. ¿Por qué Techo no avanza hacia fomentar la construcción de la casa definitiva?
TV - Primero, estamos de acuerdo, estamos hablando de una vivienda de emergencia, un módulo habitacional, no estamos hablando de una casa en el sentido técnico. Siempre queremos evitar la confusión, lo que construimos es eso y está claro que es una solución de emergencia a un problema de emergencia. Buscamos avanzar en eso, como decía, en una segunda etapa trabajamos mucho en la organización comunitaria, apuntamos a ese desarrollo comunitario con la idea de que traiga aparejado por un lado el acceso a los servicios y por otro lado el acceso a la legalización y a la tenencia regular de las tierras, porque creemos que hoy es el mayor impedimento que tienen las familias para llegar a construir una vivienda definitiva. Hay familias que pueden llegar a tener los ingresos, que se las pueden rebuscar para comprar los materiales, pero no invierten en sus tierras porque no saben si mañana pueden llegar a ser desalojadas, porque no tienen una tenencia regular de esas tierras. Estamos trabajando en eso, este año empezamos a trabajar en un área de desarrollo de hábitat que apunta exclusivamente a la investigación tanto en políticas públicas como en cuál es la situación concreta de cada uno de los asentamientos con los que trabajamos, para a partir de eso y apoyados principalmente en las familias y en los asentamientos donde las familias quieren seguir adelante, colaborar con ellos en ese proceso de regularización de tierras.
RC - Porque esa es una de las objeciones que se les han hecho, que en muchos casos han actuado sobre asentamientos ubicados en terrenos que no les pertenecían y de los cuales convenía retirar a la gente para realojarla en otros terrenos, lo que de alguna forma era perder el trabajo que ustedes habían hecho porque allí no iban a permanecer.
TV - No necesariamente queremos que la gente permanezca en esos lugares, menos si se trata de terrenos inundables o contaminados. No queremos que la gente se asiente ahí. Lejos de fomentar el asentamiento como tal, trabajamos en asentamientos instalados desde hace muchos años, donde las familias llevan al menos un año, no es que llega una familia y le construimos, no queremos fomentar eso. Pero esa situación existe, la familia está hace cinco o diez, ocho años viviendo en el barro, en la tierra. Creemos que eso es totalmente indigno y queremos ayudarla a mejorar la calidad de vida, sabiendo que hay un proceso posterior y mucho más largo que es esa solución definitiva. Ahí es que queremos articularnos con el Gobierno que es el que tiene las soluciones definitivas para esto. En ese sentido somos bastante complementarios en el trabajo.
AA - Pero para redondear el tema de las características de las soluciones habitacionales, para tener claro ese panorama, ¿qué costo tienen?
TV - El costo es de 33.000 pesos, las familias aportan un poquito menos del 10%, 3.000 pesos, con lo que se apunta más que nada al sentido de pertenencia y al esfuerzo que implica para ellos llegar a ese monto.
AA - ¿Qué pasa si en esa zona hay familias que quieren acceder a una solución de este tipo pero no pueden pagar lo que corresponde?
TV - Primero, buscamos de la familia que esté interesada; segundo, que tenga una necesidad, trabajamos con un proceso de designación que es bastante profundo, se hacen encuestas, se habla con las familias, se las visita donde viven. Es un proceso bastante arduo, se tienen en cuenta las condiciones en el lugar donde están viviendo, también en lo familiar, y con todo eso se determina la asignabilidad o la prioridad de asignación a las familias.
RC - ¿Qué características se priorizan? ¿Hay alguna diferencia entre la familia constituida y la familia monoparental, es necesario para ser asignable que haya muchos chicos? ¿Tienen primero en cuenta algún aspecto para asignar a unos antes que a otros?
TV - Hay distintas variables. Por un lado desde ya que se tiene en cuenta todo esto que comentás, una madre soltera, si hay gente vulnerable por enfermedad o por edad, si hay muchos niños, los ingresos de la familia, y también se tienen muy en cuenta las ganas de seguir adelante. Lo que nos determina son varias variables, no es una en particular sino la sumatoria, también en cuanto a la habitabilidad, dónde esté viviendo en ese momento, si está viviendo en un racho de dos por dos de cartón hay una prioridad frente a una familia que está viviendo un poco mejor. Todas las variables se conjugan y a partir de eso se determinan las prioridades.
RC - Creo haber conocido una familia que obtuvo dos casas, en una se alojaba a la pareja y en otra a los niños, porque también se puede plantear un tema de cierta promiscuidad en el caso de que estén todos juntos. ¿Puede ser o lo soñé?
TV - No, al menos no es lo más normal. A veces en un lugar físico viven más de un núcleo familiar, en esos casos sí buscamos separar esos núcleos familiares, cuando vemos que hay un hacinamiento importante, pero no se hacen viviendas para padres y para los hijos aparte, eso es muy raro. Puede haber algún caso en particular, siempre hay excepciones, pero al menos yo no estoy al tanto de esa situación concreta. Generalmente la asignación es a la familia y luego ellos suelen separar la vivienda de emergencia en dos partes para tener cierta intimidad los padres y que también los hijos tengan su lugar.
AA - Vayamos a las zonas donde se realizan las construcciones. ¿Cómo se elige en primera instancia el barrio adonde irán a levantar estas viviendas?
TV - En el año 2008 hicimos un relevamiento de asentamientos informales que luego actualizamos en el 2010. Eso nos nutrió de información bastante importante de dónde se encuentran estos asentamientos y las necesidades que hay en ellos. Y hoy visitamos los asentamientos que relevamos, esa es una de las formas principales que tenemos para llegar a ellos. También constantemente nos llaman familias, y si bien no trabajamos con casos particulares, no vamos y construimos a una familia en un lugar determinado, justamente porque buscamos ese desarrollo más comunitario posterior, si nos llama una persona y nos dice que son varias las familias que tendrían la necesidad, visitamos el asentamiento. Principalmente son esas dos las formas de llegar.
AA - ¿En la etapa de estudio y luego en la aplicación práctica hay algún tipo de coordinación con las autoridades municipales o nacionales?
TV - Según las zonas, hablamos con el Comunal Zonal, con el Municipio, a veces los propios vecinos nos dan información sobre la zona. Hemos tenido reuniones con el Plan Juntos en las que nos han avisado en qué lugares están trabajando, por lo tanto si queremos trabajar en el lugar hablamos con ellos para ver cuáles son los planes y en qué plazo tienen pensado desarrollar sus actividades.
RC - ¿Existe alguna posibilidad de coordinación? Sería el caso típico de asegurarle a la familia una habitación de emergencia mientras se construye, y de repente Techo puede colaborar para que la gente participe en la construcción de su propia casa.
TV - Es lo que estamos buscando. Nos hemos reunido en dos oportunidades con uno de los directores apuntando a complementar, al menos para saber qué estamos haciendo uno y otro para no pisarnos, eso como primera medida. Y ojalá después podamos complementarnos en el trabajo, creemos que es fundamental. Como decía, nosotros aportamos algo que para el gobierno es más difícil de aportar, y ellos aportan la solución definitiva. Nosotros tenemos la posibilidad de la inmediatez, de atender esa situación de emergencia con mayor velocidad, y el gobierno tiene la oportunidad de hacerlo en el largo plazo, entonces tenemos que buscar esa complementariedad y la estamos buscando, con el Plan Juntos y en reuniones con el PIAI (Programa de Integración de Asentamientos Irregulares) apuntando a esa correlación.
AA - ¿Cómo definirían la relación con las autoridades? ¿Es buena, sienten que son escuchados?
TV - Sí, es un trabajo que se viene haciendo desde hace muchos años. Llegué este año acá, me di cuenta de cómo fue creciendo esa relación y la seguimos manteniendo y sigue creciendo. Principalmente había mucho desconocimiento, y en muchos sectores sigue habiendo desconocimiento de lo que hacemos y cómo lo hacemos. Muchos pensaban que nosotros considerábamos que la vivienda de emergencia era la supervivienda, era definitiva, o que no queríamos meternos con el gobierno. Nos parece necesario trabajar de la mano con el gobierno, si bien como institución no tenemos definición político-partidaria, sí es fundamental trabajar de la mano con el gobierno a nivel local y nacional. Ese tipo de desconocimiento lleva a veces a que existan trabas, pero a medida que vamos hablando se va destrabando esa situación. Al menos es lo que he vivido con las reuniones que hemos tenido.
RC - Hay otro aspecto que supongo que también tienen que trabajar. En muchos casos la gente a la que atienden tiene cierta tendencia a conformarse con el menor esfuerzo, es decir, ustedes le dan una casa y considera que con eso basta, dada la situación comparativa. ¿Cómo se fomenta que no se conforme con ello, que entienda que de eso tiene que salir y en muchos casos dependiendo de su propio esfuerzo? ¿Se trabaja sobre esa idea de que se puede adquirir una casa?
TV - Sí, se trabaja, ese es uno de los enfoques del trabajo comunitario posterior. Primero, creo que en el 90% de las veces que hemos construido las familias hablan de "este es el primer paso", y uno ve a la semana siguiente, a las dos semanas, cuando va a visitar a la familia que ya están construyendo el baño atrás, ya están haciendo la cocina, están ampliando la habitación. Ese tipo de cosas se ven y se notan. Y después se hace ese trabajo más lento y más cotidiano que es el desarrollo más comunitario. Pero sí se enfoca en eso, en no conformarse con la solución de emergencia y apuntar a la solución definitiva.
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AA - Han llegado muchos mensajes de la audiencia. Estábamos hablando del terreno donde se construye, y en ese sentido dice Álvaro: "Lo único que considero criticable respecto de sus intervenciones en Uruguay es que hasta el momento han actuado consolidando en los territorios lo que dicen quieren combatir. Construyen en lugares de alta sensibilidad ambiental consolidando las ocupaciones de lugares que deberíamos desocupar".
En ese sentido hace unos días se conocieron algunas declaraciones del propio gobierno, concretamente en una nota publicada el domingo de la semana pasada en el diario El País el vicepresidente de OSE y actual presidente interino de la Agencia Nacional de Viviendas, Daoiz Uriarte, dijo: "Al trabajar en forma paralela van y hacen casas cuya viabilidad constructiva genera mucha discusión, en lugares donde la gente no se puede quedar y lo mejor es un realojo. Pero como no son estatales no preguntan ni de quién es el terreno donde van a construir".
¿Qué dicen de este cuestionamiento?
TV - Primero, lo que decía hace un rato, nosotros no buscamos que la gente se asiente en esos terrenos, trabajamos con familias que ya están asentadas hace un tiempo considerable, no es que generamos nuevos asentamientos o buscamos que nuestra oferta acerque gente a esos lugares. Por otro lado, reconocemos que trabajamos con la emergencia, con las familias que están viviendo esa situación de pobreza extrema y no preguntamos por la propiedad del terreno. No nos interesa en ese caso en concreto quién es el dueño de ese terreno, porque son familias que están hace mucho tiempo instaladas ahí y si están viviendo en esa situación es porque no tienen la posibilidad de comprar un terreno, con la inversión que eso implica. Igualmente, como también decía hace un rato, lejos de buscar que nuestra oferta sea la solución o algo duradero, después trabajamos en que puedan regularizar su situación. Esto lo hacemos a nivel de servicios, que como asentamiento puedan acceder a los distintos servicios, entonces los vecinos se organizan y a OSE le piden el agua, a UTE electricidad, piden que se mejoren los caminos, que se trabaje en todo lo que hace a la regularización de esas tierras.
Y en caso de que vaya a haber un realojo, si el realojo va a ser en el corto plazo no construimos. Nos ha pasado en ciertos barrios que hablamos con autoridades y nos dijeron: "En tres meses van a ser realojados", y obviamente no construimos porque sabemos que eso después va a dificultar la salida. En otros casos hay un realojo programado pero en un tiempo mayor, un año, dos años, y articulando con el propio gobierno hemos llegado a la conclusión de que era mejor construir para ciertos casos particulares porque la situación era crítica y comprometernos tanto nosotros como Techo como las familias a que a la hora del realojo vayan a su nuevo hogar.
RC - Y si está estipulado el lugar del realojo, aunque haya una demora, ¿no convendría hacer esas casas en el lugar definitivo y no consolidar a esa familia en un lugar del que luego va a ser desalojada? ¿No se puede hacer eso?
TV - Lo que nos ha pasado, al menos nos pasó en un caso concreto, es que en ese momento no estaba determinado el lugar donde iban a ser realojados. Por otro lado, en el lugar donde se hace el realojo antes se hace un trabajo muy fuerte de infraestructura por lo que difícilmente las familias puedan vivir ahí, porque se trabaja en toda la parte de saneamiento, hay muchas máquinas trabajando y es complicado. Sería ideal, sin duda, que estuvieran bien cerca para evitar toda la movilización posterior.
AA - ¿Cómo se hace el seguimiento después de la construcción? Por ejemplo, ¿tiene una fecha de vencimiento? ¿Hasta cuándo siguen en contacto con esa familia?
TV - No tiene una fecha de vencimiento. Desde el momento en que llegamos al asentamiento buscamos hacerlo con toda la comunidad, se construyen algunas viviendas, se los invita a participar en ese espacio de diálogo entre vecinos y voluntarios en el que se plantean las problemáticas particulares del barrio y se trabaja en las soluciones. A partir de eso van surgiendo planes que son promovidos por los propios vecinos y por los voluntarios, y se trabaja en eso apuntando primero a temas concretos de apoyo, como temas de educación, de apoyo a los niños, temas de microcréditos, capacitaciones en oficios, por ejemplo estamos trabajando con la UTU. Eso es algo muy lento, es difícil poder decir: "Hasta acá sí, hasta acá no". Apuntamos a que los vecinos lleguen a una situación de autogestión en la que no nos necesiten más en ese asentamiento en concreto. Vemos que algunos asentamientos sí van teniendo acceso, no solamente por nosotros sino porque ellos mismos van creciendo y van madurando ese liderazgo.
RC - ¿Cómo evitan que aparezca el vivo de turno que de pronto le ofrece a la familia que ha obtenido una casa determinada cantidad, y esta, acuciada por la situación o por algún tipo de adicción, acepta, se va, lo deja, y este a su vez la venda? ¿Cómo se hace para evitar algo que se dice que se hace incluso con las viviendas definitivas? ¿Cómo evitar ese tránsito de un intermediario que no puede aparecer en este tipo de soluciones?
TV - Es difícil, ha habido casos, pero por suerte han sido muy muy pocos. Con las familias firmamos un compromiso, y uno de los compromisos principales es no vender la vivienda, tienen que usarla estrictamente como habitación. Después, como seguir visitando a las familias y estamos con la mesa de trabajo nos vamos enterando de las cosas que pasan en el barrio en general, si surgen este tipo de cosas nos enteramos y tratamos de interceder, de hablar con la familia.
RC - ¿Pueden desalojar a la persona?
TV - No hemos tenido casos concretos. Tuvimos un caso en que la familia no la necesitaba tanto como parecía en su momento, nos ha pasado varias veces que las propias familias nos llaman y nos dicen: "Me mudé a una casa de material, estoy viviendo mejor", y a veces piden permiso para cederles la vivienda a otros vecinos o nos las devuelven. Pero no hemos tenido casos de desalojo, afortunadamente.
AA - ¿Cuáles son los próximos planes que tienen como organización? ¿En qué otras zonas prevén construir? ¿Qué prevén afianzar de todo esto que se está llevando a cabo?
TV - Por un lado, a nivel territorial queremos fortalecer el trabajo que estamos haciendo en el interior, principalmente en Paysandú y en Salto. Queremos abrir una oficina en Paysandú y fomentar el voluntariado desde allí, también para Salto, apuntamos a llegar en un futuro a Rivera y Artigas, donde tenemos pensado construir en los próximos enero y febrero.
Por otro lado, fortalecer este trabajo de desarrollo comunitario es un camino lento. Tenemos mucho que aprender todavía, estamos trabajando fuerte en eso y en este camino también de la incidencia en política, nos parece que es importante que este tema sea parte de la agenda pública, ser escuchados nosotros como Techo, pero principalmente que se escuchen las necesidades de los vecinos y que los vecinos sean conscientes de cuáles son sus derechos, trabajar mucho con ellos en ese liderazgo.
Y después el trabajo en red, que es fundamental y que queremos fortalecer con el gobierno, con otras instituciones, con la empresa privada y con la sociedad en general. Hay muchísimo para aportar, la solución a la pobreza está ahí en la medida en que todos como sociedad nos demos cuenta de que cada uno tiene que aportar lo suyo y que entre todos se va a poder. No es una responsabilidad de uno o de otro, está en todos poder hacerlo. Vamos para ese lado.
RC - No hay más que ver a Tomás para saber que es un hombre muy joven. En ese sentido me gustaría terminar con una reflexión: ¿en qué medida todo este movimiento voluntario no es fundamentalmente un movimiento de gente muy joven y bienintencionada? Me da la impresión de que hay un alto porcentaje de gente por debajo de los 30, por ejemplo, ¿no?
TV - Sí, si no somos todos somos el 99,9%. Apuntamos más o menos a ese rango, entre 18 y 30 años.
RC - O sea que también para ustedes hay un trabajo de formación.
TV - Muy fuerte, sin duda, nos parece fundamental. Como decía al principio, a nivel de América Latina pasaron más de 500.000 jóvenes por la institución, en Uruguay cerca de 25.000. Y pasar por la institución implica estar cara a cara construyendo con una familia que vive en una situación de pobreza, conocer una realidad completamente distinta de aquella a la que uno está acostumbrado. Creo que el simple hecho de conocer y acercarnos a esa realidad nos ayuda a superar esa pobreza que está más que nada en la indiferencia y en la exclusión, que es lo que más nos aleja.
RC - ¿Adónde van a buscar a esos jóvenes para que se unan a la patriada? ¿Dónde se encuentran?
TV - Es bastante diverso, las universidades suelen ser un lugar donde se suman mucho. Ahora con las redes sociales la gente se va enterando vía Facebook, Twitter, la página de internet, las convocatorias se hacen por ahí. También se hacen algunas campañas en universidades, y también se trabaja con los últimos años de los liceos; allí se hace un trabajo distinto porque son menores de edad, y se trabaja con el liceo en conjunto también.
RC - ¿Públicos y privados?
TV - Sí, estamos intentando trabajar más fuerte con los públicos. A veces es más difícil entrar, pero nos interesa mucho trabajar con ellos.
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Transcripción: María Lila Ltaif
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