Entrevistas

Miguel Brechner: convenio entre Plan Ceibal y editoriales "es un sacudón" en materia de accesibilidad a la cultura y el aprendizaje

Miguel Brechner: convenio entre Plan Ceibal y editoriales "es un sacudón" en materia de accesibilidad a la cultura y el aprendizaje

El Plan Ceibal acordó con varias editoriales un sistema para que todos los libros de texto de escuelas, liceos y centros de UTU y una larga colección de literatura infantil y juvenil estén disponibles de forma gratuita para ser leídos en las ceibalitas. Para conocer más sobre esta iniciativa denominada "Un mundo de libros en mi compu", En Perspectiva conversó con Miguel Brechner, presidente del Plan Ceibal, quien afirmó que el convenio "es un sacudón que Ceibal está dando" en el marco de una discusión global acerca de cómo garantizar la accesibilidad del material de estudio a todos los alumnos. Brechner también hizo hincapié en los derechos de autor. "No queremos dañar el negocio editorial", aseguró, y agregó que por ello va a estar bloqueada la impresión de los textos y la posibilidad de trasladarlos en pendrives. Adelantó, además, que en paralelo se está construyendo una plataforma que permita el impulso de textos interactivos y la posibilidad de trabajar en línea con materiales que suban los docentes. Por último, admitió que si bien lectura digital "es distinta de la del papel", es necesario que haya disponible "material diferente" porque "el mundo [de hoy] es diferente" .


(emitido a las 8.56 Hs.)

EMILIANO COTELO:
¡Adiós al papel! Sí, en plena era digital, a partir de ahora más de 500.000 alumnos de escuelas, liceos y centros de UTU podrán tener en sus ceibalitas todos los libros que necesitan para su formación.

Esta tarde se presentará en sociedad "Un mundo de libros en mi compu", un convenio entre el Plan Ceibal y varias editoriales por el cual la biblioteca del Plan Ceibal incorporará todos los textos de estudio de primaria y enseñanza media, y una larga colección de literatura para niños y adolescentes de autores nacionales y del exterior.

No es una noticia cualquiera. Por eso, nos pareció que valía la pena adelantarnos a este lanzamiento, que tendrá lugar hoy en el marco de la Feria Internacional del Libro.

Por eso vamos a conversar con el ingeniero Miguel Brechner, presidente del Plan Ceibal.

¿Qué objetivos persigue el Plan Ceibal con este nuevo paso que se da hoy?

MIGUEL BRECHNER:
Básicamente, creemos que estamos yendo a un mundo en que es importante que toda la sociedad disponga, particularmente los niños con más necesidad, de todo lo que hay alrededor de la cultura, el aprendizaje de la lectura, los textos. Después de una larga negociación, muy sana pero muy larga, con las editoriales, hemos llegado a encontrar un modo por el cual en este mundo en que todos nuestros estudiantes tienen computadora, tienen internet, puedan hacer usufructo de los textos en formato digital.

De alguna manera estamos de vuelta liderando, porque todo el mundo está planteándose en todos los países desarrollados y subdesarrollados qué hacemos para que más material esté accesible a los estudiantes. Logramos separar esto en dos, por un lado que libros de lectura, que eran los indicados por ANEP y por Prolee, estén disponibles para el Plan Ceibal, y por otro lado que los textos más importantes que se necesitan en las distintas materias puedan también ser accedidos por estudiantes del Plan Ceibal.

EC - Eso implica que se pueda acceder a ellos en las ceibalitas y además de manera gratuita.

MB - Absolutamente, se puede acceder a ellos en las ceibalitas y de manera gratuita. Es un trabajo no menor, porque hay que respetar los derechos de autor, hay que evitar que los libros se copien, hay que evitar que se usen fuera de Uruguay, hay toda una serie de trabajos técnicos. Pero por otro lado es un mundo al que vamos y de alguna manera es un sacudón que Ceibal está dando a los libros en formatos distintos, porque en los próximos años eso va a cambiar y nosotros nos estamos preparando para ese cambio.

EC - Hay que anotar que los textos de estudio son una fuente muy importante en el modelo de negocios de varias editoriales. Entonces, ¿cómo fue que se plasmó o que se están plasmando estos acuerdos entre el Plan Ceibal y las editoriales que operan en nuestro país? ¿Los autores ceden sus derechos? ¿Ustedes los compran? ¿Cómo es la cosa?

MB - Todo esto se basa en una negociación con las editoriales y los autores. En el caso de los libros más tradicionales, de Paco Espínola, de Berocay, todos esos libros de cuentos nacionales y extranjeros, estamos comprando los derechos de ahora a marzo de 2015 de 90 libros. No tenemos un modelo para saber qué va a pasar con esto. No queremos dañar el negocio editorial, somos conscientes de que el Plan Ceibal avanzó mucho más rápido que la adecuación de muchos contenidos alrededor del Plan Ceibal a los que les cuesta avanzar a esa velocidad. Entonces nuestro planteo es: "No queremos dañar el modelo del negocio de ustedes, hagamos una prueba, pagamos los derechos de cada uno de los libros y veamos cuál es la reacción de los lectores". Ojalá tengamos un éxito rotundo y los lectores los lean y estudien y los usen.

En paralelo a esto estamos construyendo una plataforma –ya va a salir la licitación– que va a permitir subir los libros a un portal de Ceibal para que el que quiera comprar libros para otros dispositivos que no sean del Plan Ceibal, para que algunos libros que hoy no están en la lista puedan ser adquiridos por los estudiantes del Plan Ceibal u otros, para que los docentes que tengan materiales puedan subirlos. Porque hay que tener claro que hoy en la educación pública los padres compran muy pocos textos, aquello de nuestra época de ir y comprar y después llevarlos a Tristán Narvaja y cambiarlos casi despareció desde el punto de vista del volumen.

EC - ¿Cómo es lo que desapareció? ¿Qué es lo que ocurre?

MB - Hoy hay mucha fotocopia, mucha gente que fotocopia el texto, se hacen repartidos de fotocopias. Entonces por un lado creemos que no hay costos, pero hay, las familias entran en el costo de fotocopiar. Estamos hablando de que dentro de un tiempo, más adelante, un maestro o un profesor puedan subir su repartido y que los estudiantes puedan bajarlo para trabajar en él, que es mucho más sano que ir a fotocopiar una cantidad de materiales, que no le agrega nada. Y que un texto pueda estar para ser estudiado, marcado, referenciado, que pueda ser interactivo, que es otra de las cosas que estamos haciendo en llamados separados. Hay mucho que se puede hacer con esta plataforma tecnológica que hoy tenemos alrededor de la lectura digital y la educación interactiva.

EC - Vamos a eso. Ya quedó dicho: los textos que se incorporan en este sistema son por un lado libros de textos de las distintas materias: matemáticas, idioma, historia...

MB - Inglés, filosofía, literatura, etcétera.

EC - Por otro lado, libros de literatura infantil o para adolescentes de autores nacionales y extranjeros. ¿Qué más? ¿En principio son los libros convencionales, es la traslación a formato digital de las páginas comunes y corrientes de esos libros?

MB - En esta primera etapa, esto que estamos anunciando hoy es la traslación. Obviamente eso no es suficiente, pero creemos que si vamos a ir a lo óptimo no vamos a hacer ni lo bueno ni lo más o menos. Esto es una visión clara de equidad: todo aquel que necesite un material de estudio que normalmente es accesible solo mediante la compra, hoy va a tenerlo disponible en la biblioteca de Ceibal, va a poder bajarlo y va a poder estudiar, sea esto en texto o un libro de lectura.

En cuanto a los libros de lectura, cuando estén digitalizados –eso va a demorar poco– vamos a hacer una campaña de lectura. Queremos que los padres lean con sus hijos, queremos que los niños lean, ya sea en papel, en electrónico, pero que lean, entonces es importante que los libros estén disponibles. El gran problema que hoy tenemos es la disponibilidad. Una vez resueltos los libros de lectura y los textos, se están haciendo otras cosas.

EC - Vendrán entonces textos interactivos.

MB - Estamos llamando a textos interactivos, a materiales especiales, materiales multimedia, para que se incorporen a la plataforma y sean accesibles para todos los estudiantes. Tendríamos libros con distintos finales según el gusto de cada estudiante, como los que muchos padres les comprábamos a nuestros hijos, del tipo "Construye tu propia historia". Hay que encontrar una fórmula diferente de interactividad.

Estamos haciendo llamados sistemáticamente, ahora hay llamados para varios de esos libros del Plan Ceibal, para que la industria editorial cambie su visión y se suba a esto. En Ceibal podemos pivotear que una cantidad de industrias como la del software, la de los videojuegos, la de los juegos interactivos, los juegos educativos, los textos, nos aporten ideas y contenidos para cambiar la forma en que se hacen las cosas. Cuando hacemos robótica en sexto año de primaria estamos enseñando física, cuando hacemos una competencia de ajedrez, los 35.000 niños que bajaron el juego están aprendiendo lógica, razonamiento y estrategias. Son distintas formas por las que se puede motivar a un estudiante a acceder al contenido y la forma de educar tradicional del país.

EC - Yo mencioné al principio una cifra: más de 500.000 alumnos de escuelas, liceos y centros de UTU podrán tener todos estos libros en sus ceibalitas. Veamos más específicamente: ¿quiénes son los que podrán acceder a estos libros en formato digital en las laptops?

MB - Hoy tenemos computadoras del Plan Ceibal en primaria, secundaria, UTU, en lo que llamemos el ciclo básico. Después tenemos en el ciclo técnico de UTU, tenemos una cantidad de colegios privados que se han sumado al Plan Ceibal y tenemos en una cantidad de instituciones relacionadas, en lugares del INJU, en una cantidad de otros lugares donde hay estudiantes que están estudiando diferentes cosas con computadoras del Plan Ceibal. Todos ellos van a acceder a estos contenidos.

EC - O sea, todos los alumnos que formen parte del Plan Ceibal, ya sea de instituciones públicas como de las privadas que se han sumado, van a tener acceso a estos materiales.

MB - Absolutamente. Nuestra ambición es que, resueltos una serie de otros temas, todo el país, cualquiera, pueda tener acceso a estos libros; obviamente los que no son Ceibal, sean públicos o privados, con un pago por acceder a ellos. Las editoriales quieren tener un mecanismo para poder vender en forma electrónica a todos los demás. No olvidemos que hay mucha gente que tiene tabletas, hoy casi un 1,5–2 % de la población tiene tabletas en Uruguay. Ese otro público más adelante también va a poder acceder a todos esos materiales.

Y esta es la primera etapa, vamos agregando cada vez más contenidos, ya sea de este tipo o educativos. Por ejemplo, ahora estamos comprando una plataforma en matemática con miles y miles de ejercicios. El estudiante ingresa, empieza a hacer ejercicios de un tema y si no los puede resolver, la plataforma se da cuenta de dónde tiene la dificultad y le vuelve a poner problemas en los que se trabaja esa dificultad, es decir, sube o baja adaptándose al conocimiento del estudiante. El profesor del estudiante recibe a través del sistema dónde se está trancando el estudiante. Es una plataforma extremadamente sofisticada, estamos en la etapa final de adjudicación del piloto, que va a ser de acá a fin de año, y después la final para que el año que viene esté disponible.

EC - ¿De qué origen es esa plataforma?

MB - Esta tarde vamos a anunciar quiénes pasan al piloto.

EC - ¿Son desarrolladores locales o de afuera?

MB - De afuera, en el Uruguay por ahora no tenemos esa experticia. Esa plataforma va a estar accesible para todo el que la quiera usar: docentes, maestros, UTU, privados. Así como este año hicimos la evaluación en línea de la que ya muchas veces hemos hablado, en la que tuvimos 500.000 pruebas entre tercero, cuarto, quinto y sexto de primaria, los maestros ponían los ejercicios y tenían el resultado en forma automática. Participaron el 80% de los estudiantes de educación pública de tercero, cuarto, quinto y sexto, y el 60% de los estudiantes de educación privada. De vuelta, es una visión integral, todas estas cosas que hacemos son para todo el mundo que quiera subirse a ellas.

EC - Una pregunta de tipo práctico: ¿cómo hace el alumno con su ceibalita para acceder a estos contenidos?

MB - Los va a poder bajar de la plataforma CREA, que es la plataforma de gestión de contenidos que está instalada ahora, que es otra cosa nueva que hemos hecho para facilitarles la vida a los maestros. Cada escuela tiene una plataforma de gestión de contenidos donde tiene todo, el maestro o profesor puede preparar sus clases ahí y mandárselas a sus estudiantes, están ahí los lugares para corregir los materiales. Se los va a poder bajar de la plataforma o de distintos sitios. Estamos terminando de resolver el tema técnico para que los libros no puedan ser reproducidos.

EC - Allí iba con la última cuestión de este tipo técnico: una vez que un alumno baja uno de esos libros, ¿lo puede compartir?

MB - Puede prestar su computadora a alguien para que lo lea. No puede agarrar un pendrive y sacarlo y pasarlo a otra computadora.

EC - Eso va a estar bloqueado.

MB - Va a estar bloqueado, así como va a estar bloqueada la impresión, las cosas tradicionales que los copyrights, hay que respetar los derechos de autor. Pero lo va a poder leer, comentar. Esto es todo parte de un sistema. Queremos que cada vez más se use la plataforma como método de trabajar en el aula y fuera del aula. Somos conscientes –y obviamente Primaria participa de ello– de que la manera de extender más rápidamente la cantidad de horas en que se educa o se aprende es teniendo acceso a internet y a los sistemas fuera de la escuela y en el hogar.
Dentro de un plan en el que estamos trabajando para tener internet en los hogares, es interesante que el estudiante lea, conteste, que sepamos que está trabajando. Y que el sistema lo pueda alimentar, que cuando termine un libro le diga: "Están estos libros que son parecidos a los que te gustan", las cosas tradicionales que vemos cuando compramos un libro y a la semana nos recomiendan otros. Queremos que haya una motivación sobre distintos materiales para que los estudiantes quieran leerlos.

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EC - Este sistema, en convenio con editoriales, tiene un plazo inicial, tiene una primera etapa hasta el año 2015.

MB - Para los libros de lectura, y por un año para los textos.

EC - ¿Cuánto le cuesta al Plan Ceibal? ¿Qué costo hay de por medio?

MB - En el entorno de un millón de dólares.

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EC - Tengo una cantidad de comentarios de los oyentes. Algunos recuerdan que el ingeniero Juan Grompone ya había pronosticado esto hace 10 años, hay más de uno que lo menciona.

MB - Pero tenemos que tener una plataforma para poder hacer esas cosas.

EC - Usted dice que sin la existencia del Plan Ceibal como tal esto no sería viable.

MB - Están pasando muchas cosas, la diferencia es que hoy eso les da acceso a todos. El tema de los libros digitales es una discusión en Estados Unidos, ha habido una discusión con Apple, por los precios. Acá nosotros decimos: los textos están para todos los estudiantes. Es un cambio profundo basado en la filosofía vareliana de que todo el mundo tiene que tener los textos o los libros. En una época los repartían.

EC - Otra oyente, María de Young, a propósito de una frase que usted manejó al comienzo de la entrevista –"es un mundo al que vamos"–, enfatiza: "Es un mundo en el que ya estamos, eso es ya".

MB - Está claro, muchos de nosotros tenemos lectores digitales desde hace por lo menos cinco años. El tema es que tenemos que ir con todos, no nos sirve que un 10% de la población tenga libros y lea en tabletas, nos importa que todos, cualquiera, no importa dónde esté, tenga acceso al libro, que el niño en la escuela rural más remota pueda leer el mismo libro que el niño que está frente al shopping en Montevideo. Ese es el gran cambio de equidad que defendemos y vamos a seguir buscando propuestas para que todo el mundo acceda. Que hay un porcentaje de la población que accede hoy a mucha cosa es correctísimo, pero hay una gran parte de la población que no tiene acceso a un libro digital, que no tiene acceso a una enciclopedia digital, que no tiene la infraestructura para hacerlo. Y esto debería después poder leerse en las bibliotecas, en los hogares de adultos, en cualquier lado.

EC - Edgar dice: "Es la noticia más importante de los últimos tiempos. Bien por el Plan Ceibal".

Otro dice: "Qué bueno para los niños y para los mayores, que así podremos aprender un poquito más".

Otro destaca: "Genial, excelente iniciativa, ya que los niños y jóvenes tendrán en un solo lugar todo lo que precisan".

Un último mensaje de esta serie: "Positivo. Menos papel, menos árboles, menos peso en las mochilas, más accesibilidad y mejor monitoreo de lo estudiantes. Ojos y orejas abiertos. Hay que leer todo para estar informados y ser críticos".

¿Algún comentario de su parte sobre esto?

MB - Totalmente válido. Esto es un comienzo, estamos tomando 90 libros de lectura, ya tenemos más de 1.500 libros generales, pero estos son los libros de lectura que los maestros dijeron que es imprescindible que los niños lean.

EC - Otra pregunta importante: ¿esta medida ha sido consultada con los docentes, con los pedagogos?

MB - Absolutamente, no hacemos nada que no esté validado antes por los propios desconcentrados. Para que a todo el mundo le quede claro: el Plan Ceibal funciona en una extremada buena relación con UTU, Primaria, Secundaria, Formación Docente. La lista de estos libros la hizo la ANEP, la hicieron los docentes en una comisión que se llama Prolee, en la que nosotros participamos también. Ahí se eligieron los 90 libros, porque en algún momento hay que elegir.

EC - Está bien, pero ¿cómo se evaluó en ese ámbito el siguiente detalle: de algún modo se está fomentando que estos niños y adolescentes dejen de leer en papel?

MB - No estamos diciendo eso, lo que estamos diciendo es: vamos a hacer una prueba para ver cuánto leen los que no tienen acceso a esos libros porque no se los compran. Hay libros de lectura que de repente se venden 6.000, 7.000 en un año, ojalá que podamos llegar a que 30.000 lean esos libros, o 50.000. No hay forma de comprar esos libros en papel y entregarlos a todo el mundo, no hay presupuesto que resista. Esta es una manera de decir: vamos a pagar los derechos de autor para que estén en digital, y veamos cuánta gente los lee, cuánta gente los baja, y ver qué dificultades tiene, dónde se tranca. Porque cuando uno piensa en la extensión masiva del Plan Ceibal, tiene que pensar en todas las opciones, no solamente en aquellos que pueden leerlos. Si queremos que 50.000 personas lean un libro de lectura, ¿cómo lo vamos a lograr en el Uruguay de hoy si no es a través del Plan Ceibal?

EC - De todos modos, ¿se está buscando eliminar la presencia del papel como soporte de la enseñanza?

MB - Para nada. Somos muy agnósticos desde el punto de vista filosófico-institucional.

EC - ¿Cómo es eso?

MB - Claro, porque la gente nos pregunta: ¿y tal sistema operativo? El sistema operativo no es relevante en esto, tiene que haber material disponible diferente, porque el mundo es diferente. Uno mira cómo interactúan los jóvenes que están todo el día con sus dispositivos, sus celulares, etcétera, tienen otra forma de interactuar. Entonces hay que hacer libros interactivos, pero tiene que haber libros en papel. Hay fotografías que en una pantalla de 10 pulgadas nunca van a tener el efecto sobre el hombre que tienen en 20 por 15. No hay cosas buenas ni malas, si el contenido es atrayente y el estudiante lee en digital o en papel, bienvenido sea.
Aquellos que usamos la lectura digital desde hace muchos años sabemos que es distinta que la del papel, tiene ventajas y desventajas.

EC - Hablando de las desventajas, de los riesgos. Dice Cándida: "Mi hija de 15 años sacaba de la biblioteca cuatro o cinco libros por semana. Hoy con la ceibalita perdió ese hábito y se distrae con todas las banalidades de la compu. Las madres tenemos una lucha a brazo partido contra esa nueva adicción".

MB - Esa nueva adicción se puede llamar computadora, se puede llamar tableta, se puede llamar celular, se puede llamar Facebook, Twitter.

EC - La oyente apunta a que la ceibalita es una gran ventaja, abre el acceso a una gran cantidad de posibilidades de estudio, de formación, es una ventana al mundo, pero al mismo tiempo es una oportunidad de distracciones.

MB - Sin ninguna duda. En el mundo se están haciendo muchos estudios muy serios sobre el impacto de estos dispositivos en el nivel de distracción que tienen los jóvenes. Hay varios estudios muy interesantes sobre la preocupación sobre la distracción, el déficit atencional y la dispersión que puede provocar estar constantemente jugando, interactuando, intercambiando mensajes de textos con el dispositivo electrónico. Son problemas que pasan a nuestro alrededor y sobre los que tenemos que tratar de incidir de la mejor manera posible. De la misma manera que cuando uno se sienta frente al televisor hay cosas buenas y cosas horribles. Una de las cosas que hemos notado en nuestro trabajo de investigación en Ceibal es que una cantidad de jóvenes de bajos recursos hoy ven mucho menos televisión que antes, porque le dedican más tiempo a su computadora. Pero pasa lo mismo con la televisión, de repente alguien está sentado frente a la televisión tres horas y para rescatar de esas tres horas hay muy poco. Pero ahí es donde volvemos a decir: por algo existen los papás, las mamás, la familia, el entorno, la educación, la escuela. No tener disponibles los materiales sería más riesgoso que tenerlos disponibles. Tienen algunos riesgos, creo que lo que dice esa mamá, que hay gente que leía más que hoy, es cierto, y hay gente que hoy lee cosas que nunca en su vida habría leído. Ahí está el rol de los padres.

EC - La última, para poner un límite, porque las preguntas y los comentarios siguen llegando.

MB - Si me los mandan por mail los contesto con mucho gusto, es una cosa que siempre hago. Después usted los publica en la página de En Perspectiva.

EC - Elijo el mensaje de Carlos de Tacuarembó, que dice: "Felicitaciones, es una noticia excelente, pero por favor, que ese anhelo de equidad llegue a los alumnos de las escuelas rurales, donde ocurre muchas veces que no hay luz o no hay acceso a internet". Allí sigue estando uno de los puntos críticos.

MB - Siempre decimos una cosa: a la física no le podemos ganar. Hay dificultades para llegar a ciertos lugares. De todas maneras, hoy 99% de nuestros estudiantes tiene internet en su lugar de estudio, y hay un 1% que no tiene. Igual, ese 1% son varios miles de personas, o sea que hay que tomar en cuenta eso. Los que no tienen acceso a internet o tienen alguna dificultad igual van a tener acceso a esos libros. Estamos buscando una manera de que muchos de esos contenidos estén en los lugares más remotos, porque somos conscientes de que son pocos estudiantes en el total, pero son tan importantes como cualquier otro. Es parte de los desafíos a resolver. Nos encantaría que en algunos lugares pudiéramos tener luz eléctrica e internet y no hay, y nosotros no tenemos capacidad de llevarla. En otros lugares –para que la gente entienda la complejidad– tenemos estaciones satelitales para escuelas de siete alumnos.

EC - Hay escuelas que tienen siete alumnos y para ellas se montó un sistema de recepción de internet satelital.

MB - Absolutamente, una parte importante de nuestro presupuesto es internet satelital para ciertas escuelas a las que no se llega de otra manera. Pero si justo no hay luz además en esa escuela, la internet satelital no va a funcionar, y no podemos poner un generador, porque el mantenimiento de ese generador es más complicado que la propia solución. Pero en muchísimas escuelas tenemos internet satelital.

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EC - Agrego un último mensaje de la audiencia: "Que tomen nota países europeos que nos siguen catalogando como tercermundistas".

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Transcripción: María Lila Ltaif

Foto: presidencia.gub.uy