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Crónica del atípico remate de las máquinas e inmuebles que pertenecieron a Paylana

Crónica del atípico remate de las máquinas e inmuebles que pertenecieron a Paylana

Informe de Javier Castro


"Bienvenidos al remate de Paylana", así decía el cartel que un grupo de extrabajadores de la textil sanducera sostenían este miércoles a un costado de la entrada del edificio central de la Asociación de Rematadores, Tasadores y Corredores Inmobiliarios, ubicada en Uruguay casi Florida.

La misma frase estaba impresa también en unas pequeñas tarjetas que algunos integrantes de la  Cooperativa de Trabajadores de Paylana (Cotrapay), vestidos de traje, entregaban a quienes circulaban por el frente del edificio, invitándolos asimismo a ingresar al evento.

Estas acciones tenían como objetivo despejar cualquier duda respecto a la actitud que los trabajadores pudieran tener sobre quienes quisieran participar del remate de las máquinas y el edificio de la antigua empresa que dejó de funcionar el año pasado.

El rematador, Enrique Stajano, un hombre que llamaba la atención por su larga barba canosa y sus ‘dreadlocks’ –rastas- también colaboró con esa tarea, pidiendo a quienes estaban en la vereda – incluso a los periodistas que ya se habían acercado – que dejaran libre la puerta para que no hubiera dudas.

Por si acaso, varios policías estaban ubicados en la puerta del edificio cuidando que todo transcurriera con normalidad, aunque nunca fue necesario que intervinieran.

Esta fue la segunda vez que se hizo el remate de las máquinas y los inmuebles que pertenecieron a Paylana. La primera vez, el 13 de agosto pasado, el mismo grupo de trabajadores había impedido el ingreso de privados interesados en participar del remate por lo que la operación fue impugnada  y debió realizarse nuevamente.

El clima ayer, en cambio, podría describirse como "alegre". Todos sonreían, hacían chistes. Nervios, algo de tensión, pero ningún atisbo de agresividad.

Tan distendido fue el ambiente que incluso permitió que antes de que se iniciara la subasta, el rematador repartiera bombones entre los asistentes, que había traído especialmente porque, según dijo, "la hospitalidad es una costumbre que cada vez se practica menos".

Finalmente, a las 16.15 horas comenzó el remate con el primer lote compuesto por 16 telares, que fue en el único lote en que hubo puja. Comenzó con 150.000 dólares y el primer postor fue un privado, que no se identificó. Unos segundos después, el representante del Banco República ofertó 10.000 dólares más y se inició la puja.

El precio final que ofertó el Banco República fue 250.000 dólares y se quedó con los 16 telares que integraban el primer lote.

El segundo lote, conformado por otras 200 máquinas que pertenecían a la empresa, fue rematado en 500.000 dólares. Nuevamente fue el Banco República el que se quedó con todo, aunque en este caso no hubo competencia.

El tercer lote correspondía a la manzana de la ciudad de Paysandú donde se levanta el edificio. Tampoco hubo puja en este caso. El Banco República se quedó con el inmueble por el que pagó dos millones de dólares.

"Dos millones de dólares... Dos millones de dólares, ¡por segunda vez! Acepto correcciones, claro que sí, ¡me encanta que me corrijan!", bromeó el rematador instantes antes de concretar el remate.

El monto total de la operación, entonces, fue de 2.750.000 dólares; 100.000 dólares más que el que se había alcanzado en el primer remate.

"Ahora, a trabajar", fue una de las primeras frases que se escuchó entre los aplausos y los saludos emocionados de los trabajadores.

Era el Director Nacional de Trabajo, Luis Romero, quien asistió al remate, alentando a los trabajadores a seguir con la próxima etapa que será conseguir los fondos para que la cooperativa se quede con la empresa y pueda explotarla. Una etapa en la que, según dijo Romero a En Perspectiva, contará con todo el apoyo del Poder Ejecutivo.

Finalizado el remate, los trabajadores y las autoridades que estaban presentes se trasladaron hasta la Torre Ejecutiva donde brindaron una conferencia de prensa de la que participó el embajador itinerante, Julio Baraibar, el intendente de Paysandú, Bertil Bentos, el diputado del FA, Gustavo Rombis, el presidente de Cotrapay, Mauro Valiente, y el secretario, Gastón Fleitas,

Durante la conferencia se reiteró el apoyo del Ejecutivo a la iniciativa de exempleados, que forman una cooperativa integrada por más de 200 personas.