Entrevistas

Liceo Francés: historia y presente de una institución que desde hace 115 años imparte el modelo educativo francés en Uruguay

Liceo Francés: historia y presente de una institución que desde hace 115 años imparte el modelo educativo francés en Uruguay

El Liceo Francés Jules Supervielle está conmemorando sus 115 años de vida. En la mañana de hoy, En Perspectiva se trasladó a sus instalaciones para analizar la influencia de la cultura francesa en Uruguay de la mano de Ramiro Rodríguez Villamil, presidente de la Sociedad Francesa de la Enseñanza, una sociedad civil sin fines de lucro que funciona como un comité de gestión del Liceo Francés. El entrevistado recordó la historia de la institución educativa desde su surgimiento como el Collège Carnot y analizó los cambios por los que debió atravesar para adaptarse a las nuevas influencias de la cultura uruguaya. "Nos autodefinimos como un colegio trilingüe, no bilingüe, y los alumnos que egresan del bachillerato dominan tan bien el inglés como el francés", aseguró al respecto. Consideró, sin embargo, que el Liceo Francés es "una opción que no pasa solamente por el tema de los idiomas", sino también por "los valores", la laicidad y el "respeto a la manera de aprender que tienen los franceses".


(emitido a las 9.01 Hs.)

EMILIANO COTELO:
A esta hora los estamos saludando desde un salón acristalado, que en días de sol debe de ser muy luminoso. Hoy está un poco más gris, pero con una vista espléndida sobre la rambla y el puerto del Buceo.

Rosario, ¿exactamente dónde nos encontramos?

ROSARIO CASTELLANOS:
El edificio tiene una excepcional ubicación en la rambla de Montevideo, enfrentando al puerto del Buceo, con el fondo de los barquitos. Además a ustedes los han instalado en el piso cero, el que queda exactamente a nivel del jardín anterior sobre la rambla. Es el piso de psicomotricidad, de los más chiquitos, así que de repente los han visto aprovechando la instancia para hacer algún ejercicio.

EC - El público que tenemos no es de los más chiquitos.

RC - No, quinto año de liceo.

EC - Bienvenidos, muchas gracias por acompañarnos, frente a frente en esta fonoplatea. Bienvenidos también a todos nuestros oyentes, bienvenidos a este lugar donde hemos llegado a celebrar y a aprender.

***

EC - A fines de siglo XIX, en agosto de 1897, se fundó en Montevideo la Sociedad Francesa de la Enseñanza, que tenía como objetivo difundir la educación en lengua francesa en nuestro país. Un mes después, una pequeña institución llamada Collège Carnot abría sus puertas en la calle Soriano 974, en Montevideo. Nacía el germen de lo que luego sería el Liceo Francés Jules Supervielle.

El Liceo Francés está conmemorando sus 115 años, y por eso hemos venido a visitarlo. Para conocer por dentro esta institución, que tiene sus características peculiares, y también para analizar la influencia de la cultura francesa en Uruguay, por qué era tan fuerte en la primera mitad del siglo pasado, por qué fue disminuyendo en los últimos tiempos. De esto último vamos a conversar dentro de un rato en La Tertulia de los viernes con Carlos Maggi, Mauricio Rosencof, Juan Grompone y Matilde Rodríguez Larreta, que ya están con nosotros.  

Pero antes recibimos al doctor Ramiro Rodríguez Villamil, actual presidente de la Sociedad Francesa de la Enseñanza.

Contanos qué es la Sociedad Francesa de la Enseñanza.

RRV - Desde el punto de vista jurídico es una sociedad civil sin fines de lucro, que es el comité de gestión del Liceo Francés. El Liceo funciona con dos cabezas, una es la cabeza académica, que viene de Francia –siempre tenemos un director y subdirectores franceses que se ocupan de la enseñanza y de la coordinación de los programas educativos del colegio–, y tenemos un Comité de Gestión que es la Sociedad Francesa de Enseñanza, que administra el colegio. Es la que paga los sueldos, contrata a los profesores, administra, lleva adelante toda la gestión administrativa. Esos dos grupos coordinan, funcionan adecuadamente en forma coordinada desde hace muchos años, y son el resultado de 115 años de evolución. Las cosas no empezaron tan fáciles, ahora uno lo dice así y parece que funciona con piloto automático, pero la creación del liceo es fruto de muchas circunstancias históricas que son interesantes.

EC - ¿Qué relación tiene la Sociedad Francesa de la Enseñanza con la Embajada de Francia o con el Ministerio de Relaciones Exteriores de Francia?

RRV - Tenemos una relación de cordialidad y de coordinación de trabajo. Pero somos una entidad independiente del Gobierno francés, está formada por exalumnos en su mayoría, en forma honoraria, y tenemos un sistema muy fluido de ida y vuelta de información que pasa también por la parte académica, es decir, trabajamos en un Comité de Gestion en el que participa la Embajada, y también tenemos un Conseiller d'Établissement en el que manejamos el colegio desde dentro, la Sociedad Francesa de la Enseñanza, la parte académica, los padres, los alumnos, los profesores, cada año se eligen representantes y forman un consejo que periódicamente se reúne para analizar e impulsar la vida del colegio.

EC - ¿Qué relación tiene el liceo con la Alianza Francesa?

RRV - Son dos entidades independientes. El Liceo Francés pertenece a una red de liceos franceses del mundo coordinada por las autoridades francesas, es un liceo privado en el Uruguay pero es un liceo público en Francia. La Alianza Francesa es una entidad independiente, con la que tenemos una excelente relación, de amistad, coordinación, hacemos actividades conjuntas, pero no tenemos ningún vínculo específico que no sea un buen relacionamiento con una entidad privada que se dedica a la enseñanza del francés.

EC - Yo decía recién que el Collège Carnot, que más tarde sería el Liceo Francés, se fundó en Montevideo en 1897, hace 115 años. Ese fue el primer Liceo Francés que se instaló fuera de Francia.

RRV - Sí... En realidad es el primer Liceo Francés del mundo en forma orgánica en la que intervienen las autoridades francesas. El proceso es parecido al del Curcc y Peñarol.

EC - Claro, me temía que llegáramos a una comparación como esa.

RRV - Pero nadie duda de que es la misma institución, nadie duda de que el amarillo y negro es el mismo.

EC - Mauricio [Rosencof] no está de acuerdo.

RRV - Espero que no me reclames el decanato.

EC - Es capaz.

RRV - El Collège Carnot –cuyo nombre coincide con el de un colega de otro tertuliano de hoy; Sadi Carnot, el padre de la termodinámica, era un ingeniero como Juan Grompone– fue un colegio que se formó a instancias privadas. Funcionó hasta el año 22 como tal, y en medio de una crisis que pudo parecer terminal intervinieron las autoridades francesas de la época y se transformó en el Liceo Francés.

EC - ¿Por qué fue posible ese "liderazgo" de la sociedad uruguaya para crear este tipo de instituciones en el mundo? ¿Cómo era el Uruguay de aquellos años?

RRV - La Sociedad Francesa de la Enseñanza es la única sociedad que sobrevive de un grupo de sociedades francesas que existieron entre 1880 y 1900. Estaban la Sociedad Francesa de Socorros Mutuos, la Sociedad Francesa de Solidaridad y Ayuda, la Sociedad Francesa de Apoyo a los Inmigrantes, la Sociedad Francesa de Apoyo a los Luchadores en las Guerras, había varias sociedades francesas, probablemente integradas por los mismos. Uruguay tuvo en el siglo XIX una gran influencia de la cultura francesa, las ideas de la Revolución habían prendido desde 1789 en adelante en muchos países de América Latina, y en Uruguay muy especialmente. Pero cuando cae Napoleón empiezan a llegar inmigrantes bonapartistas al Uruguay. La primera institución de enseñanza francesa –si se le puede llamar así– en Uruguay era la Escuela de Alumnos Casa de Enseñanza dirigida por un bonapartista exiliado, que tendría tres o cuatro alumnos. En ese momento empezaron a aparecer una cantidad de instituciones fruto de los inmigrantes que se ubicaban en Uruguay y de la avidez que había por aprender aquella lengua y penetrar aquella cultura que era tan famosa, tan notoria, tan importante.

Voy a leer un trabajo que hizo un apreciadísimo exintegrante de la Sociedad Francesa de la Enseñanza que falleció hace poco, el doctor Pierre Gibert, además de médico era historiador. En un simposio que hubo en la Universidad Católica en el 2005 presentó una ponencia que está publicada en esta revista Prisma, que va a quedar en la biblioteca de En Perspectiva. Dice Gibert en su nota:
 
"La Guía de Montevideo de 1859 cita varios colegios francófonos: el Colegio Francés de Eugène Duré; el Colegio Francés y Español de Señoritas de Olimpia Godefroy; el Colegio de Varones de Ernest Griman, donde se enseñaban inglés, francés, alemán y español; el Colegio Francés de Niñas de Anastasia Jorge; el Colegio Francés de Señoritas de Elisa Juin; la Escuela Francesa y Española de Alejo Lejeune; el Collège Français de Marc Rance; el Collège Français de Marie Vaval y el Collège Français de Jean Villeneuve".
 
Había una gran cantidad de estas instituciones, muchas de ellas impulsadas por los promotores de la enseñanza laica, a la cual no estuvieron ajenos muchos masones franceses que se instalaron en el Uruguay, que crearon una logia que se llamaba Les Amis de la Patrie, que según tengo entendido sigue existiendo, publicaban además pequeños periódicos que nacían y morían: L’Eco de Paris, Le Matin, Le Messager; algunos de ellos tenían como subtítulo "El catolicismo es nuestro enemigo". Eran grandes luchadores anticlericales con ideas liberales que promovían la enseñanza laica. Eso se fue canalizando hasta llegar a la unión de muchos de esos colegios, hubo un Institut Carnot que precedió al Collège Carnot. Obviamente muchos se fundieron, otros desaparecieron, y en ese impulso final de fines de siglo se concreta el nacimiento del Carnot, que después se transforma en Liceo Francés.

EC - En estos 115 años de historia el Liceo Francés ha tenido varias sedes. La primera fue en la calle Soriano. Pero luego hubo otros edificios: tal vez el más emblemático para muchos es el de 18 de Julio y Gaboto, al lado de la Biblioteca Nacional.

RRV - Ese es del 38, creo.

EC - Pero también hubo locales en avenida Italia, conocido especialmente para ti.

RRV - Es verdad. En 1945, cuando empecé la escuela, el jardin d’enfants como se llamaba entonces, había una vieja casaquinta allí con un fondo. Como la guerra no había terminado todavía, a los pequeños –pregúntenles a los que les  enseñan a los pequeños de hoy– nos enseñaban a cultivar legumbres, teníamos un jardín donde cultivábamos las lechugas y los repollos, nos enseñaban a cocinar puchero, a tejer, yo tejí una bufanda para un soldado francés. Por suerte la guerra se terminó a mitad del año y la vida fue bastante más sencilla, pero existía la idea de que la guerra seguiría por siempre y había una enseñanza dedicada a la sobrevivencia y  la solidaridad, dos elementos muy fuertes en la enseñanza francesa.

EC - Hubo también un local en la calle Ponce y otro en la zona de Carrasco. En 2001 se inauguró este edificio en la rambla del Buceo, donde nos hemos ubicado hoy. Rosario lo ha recorrido ya con tiempo. ¿Cómo lo describirías para los oyentes?

RC - Este edificio ocupa una manzana sobre la rambla, detrás del puerto del Buceo, abarca las callas Paiva, Grau y Riverós, es un edificio de 10.000 metros cuadrados. No es una opinión mía que es un gran edificio, ya que fue el resultado de un concurso por invitación a 15 de los principales estudios de arquitectos de nuestro país, y finalmente es el resultado del proyecto de los profesionales Jorge Gibert, Rafael Lorente y Fernando Giordano. Cuando digo que no es opinión mía, es porque la Sociedad de Arquitectos del Uruguay le dio el Premio a Obra Realizada un año después, y además obtuvo de las Naciones Unidas otro premio en un Foro Internacional de Arquitectura Educacional, allí obtuvo la Mención Especial del Jurado.

Este edificio tiene un compromiso muy grande porque su ubicación privilegiada, en la medida en que tenía que continuar esa línea de calidad frente al mar, que por otro lado le impone ciertas condiciones. Todos sabemos que en un país con viento la orientación hacia el mar es complicada. Por eso los arquitectos lo resolvieron en dos edificios paralelos, uno sobre la rambla y otro sobre la calle Grau. El más importante, el que está sobre la rambla, lo resolvieron en una planta baja llamada planta cero, y cuatro plantas altas, prácticamente todas las aulas dan hacia el patio interior que está en medio de estos dos edificios, y hacia la rambla se ubican las salas polifuncionales, la sala de música, la biblioteca, la sala de informática, los tres niveles de enseñanza tienen cada uno un piso en el cual se ubica este tipo de servicios paralelos a la enseñanza en el aula.

Los más chiquitos tienen además una salida directa a su patio, que está resuelto también con distintos niveles de manera de separar esos distintos niveles de enseñanza. Los salones de los más chicos dan directamente al patio y los otros tienen un salón intermedio en un nivel intermedio, tienen además su propio comedor en el otro bloque sobre la calle Grau, y sobre la calle Riverós tienen una zona de canchas. Todos los aspectos que los adolescentes pueden necesitar los resuelven puertas adentro de este edificio, que lo ha previsto todo.

EC - Un edificio que reúne todos los servicios del Liceo Francés, ya no hay otros locales.

RRV - Sí, tenemos un campo deportivo que complementa lo que ha descrito Rosario.

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EC -  Ramiro, no solo tú cargás con esos recuerdos del local de avenida Italia. Martu dice: "En la época de la casona su frente daba a 8 de Octubre y terminaba en avenida Italia. La recuerdo como si fuera hoy. Ahí cultivé rabanitos".

RRV - Las maestras toleraban que subiéramos a los guayabos que había en el jardín, y nosotros trepábamos como monos, bajábamos las guayabas, las partíamos con las uñas, las comíamos como monitos y llegábamos de vuelta del recreo absolutamente impresentables. Entonces nos rezongaban. Teóricamente, porque nos habían dejado ir a bajar guayabas y comerlas así como animalitos.

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EC - Hace ya varias décadas que en todo el mundo tiende a verse al idioma inglés como la segunda lengua imprescindible para acceder a un puesto de trabajo, para comunicarse con gente de otros países, para especializarse en determinadas carreras terciarias, para navegar en internet, etcétera. Esa es la sensación, la idea generalizada. En ese contexto, ¿cómo hacen ustedes para reclutar estudiantes para un Liceo Francés?

RRV - Lo hacemos de diversas maneras. La primera es la toma de conciencia de que el inglés no es un idioma, es una herramienta, y como tal no hay colegio que no sea de habla inglesa que lo evite, al contrario, todos lo incorporan más o menos. En el Liceo Francés el inglés empieza en tercer año de escuela, quiere decir que nos autodefinimos como un colegio trilingüe, no bilingüe, y los alumnos que egresan del bachillerato dominan tan bien el inglés como el francés.

EC - ¿Siempre fue así, o es un cambio introducido hace poco para enfrentar esas contingencias?

RRV - No, evidentemente es un cambio táctico fruto de la realidad que describiste antes, no podíamos estar ajenos a ese hecho. Como elemento anecdótico pero muy interesante, tenemos exalumnos del Liceo Francés que han ganado becas Fullbright en inglés y se han ido a estudiar a Estados Unidos en inglés. No obstante lo cual, el francés es nuestra lengua madre y lo tenemos que enseñar como tal.

La difusión del Liceo Francés como opción de enseñanza tiene a veces algunas comunicaciones públicas que son notorias, algunos avisos que hemos hecho, pero nos basamos mucho en la conciencia que tienen los exalumnos que son padres ahora de alumnos y esa difusión que va en el boca a boca y en el conocimiento que cada uno tiene. A veces nos preocupaba la cifra de alumnos, la comparábamos con la de otros colegios y de pronto veíamos que estábamos un poquito estancados, siempre en un crecimiento muy lento. Pero para darles una idea, hace tres semanas estuvimos reunidos en Bogotá los presidentes de los liceos franceses de América Latina con los tesoreros y los directores, convocados por la AEFE (Agencia para la enseñanza del Francés en el exterior) para coordinar la gobernabilidad de los colegios, porque si bien la conducción académica es la misma, centralizada en Francia, las realidades de los comités de gestión son muy distintas, la nuestra es muy distinta de las de otros países.

En una ciudad de 1,3 millones habitantes como Montevideo tenemos 1.000 alumnos, y en Bogotá hay 8 millones de personas y 1.900 alumnos en el Liceo Francés. Y hay otras cifras que se comparan de la misma manera. Quiere decir que nosotros tenemos proporcionalmente, con relación a la cantidad de habitantes de nuestra ciudad, más alumnos que otros liceos franceses. Hay 481 liceos franceses en el mundo, hay 350.000 chicos que asisten a estos establecimientos, 50.000 de los cuales están en América Latina. De modo que no estamos tan mal, estamos bien, y creemos que somos una opción que no pasa solamente por el tema de los idiomas, pasa también por el tema de los valores, por el tema de la laicidad, del respeto a la manera de aprender que tienen los franceses. El razonamiento del francés cuando a uno le enseñan de pequeñito le va a servir toda la vida, si estudia medicina, si estudia ingeniería, si estudia abogacía o se dedica a ser técnico electrónico en un taller. Porque el análisis lógico es algo que se prende en la mente del estudiante que sale de este colegio, y muchos lo saben.

EC - Además supongo que pesa la doble titulación, porque en el Liceo Francés al graduarse los estudiantes obtienen lo que se conoce como Baccalauréat, una certificación de estudios que es la misma que obtienen los estudiantes franceses en Francia.

RRV - Y que les abren las puertas de universidades en el mundo, no solamente en Francia.

EC - ¿Cómo es eso? ¿Los alumnos hacen las dos carreras simultáneamente?

RRV - Sí.

EC - Pero ¿las dos implican que a cada una hay que dedicarse por completo, es decir, de mañana es la uruguaya, de tarde es la francesa? ¿Cómo se relaciona una con otra?

RRV - Hay clases que son en francés y español simultáneamente. Las técnicas pedagógicas  me desbordan, me gustaría tener al director al lado, pero lo que hay es una mezcla, una combinación muy adecuada y muy pensada de la enseñanza en francés y en español y la coordinación internacional que permite que un chico que está estudiando en el Liceo Francés hoy y sus papás son diplomáticos o funcionarios de una empresa internacional y se trasladan mañana a Singapur, el nene entre al Liceo Francés allí y al día siguiente siga en la misma altura del curso en que estaba aquí. Esa coordinación pedagógica es muy importante y está hecha pensada en una red mundial de enseñanza que se coordina siempre sobre la base del idioma francés.

EC - Pero yo apuntaba a este otro aspecto, los oyentes pueden preguntarse: física, ¿la estudian en español y también en francés?

RRV - Sí, que me auxilie algún director que ande por ahí. ¿Cómo es? Mónica Pena, directora de Estudios Primarios del Liceo Francés.

MÓNICA PENA:
La física y las ciencias en general se estudian en francés, el acuerdo que tenemos con las autoridades uruguayas de enseñanza es que se puso sobre la mesa la propuesta francesa de enseñanza, se analizó que todos los contenidos están comprendidos en la currícula uruguaya, entonces nuestro complemento, el complemento uruguayo, es hacia la cultura y a la lengua del país. En el resto se acepta la propuesta francesa tal como se hace.

EC - ¿Eso siempre fue así, o es algo reciente?

MP - Es reciente, de acuerdos que se han tenido tanto en primaria como en secundaria a lo largo del tiempo. En una época teníamos dos horarios bien separados, había un divorcio total entre la enseñanza uruguaya y la enseñanza francesa y una carga horaria muy extensa para el alumno.

EC - De esta forma el doble turno rinde mucho más, ahora pueden aprovechar algunas de esas horas para otro tipo de materias.

RRV - Cuando yo iba a la escuela, al Liceo Francés, era francés de mañana y español de tarde.

EC - Una paliza.

RRV - Sí.

EC - ¿Cuándo descansaban, cuándo jugaban?

RRV - Teníamos un recreo.

EC - Pero después, cuando salían.

RRV - Teníamos que hacer deberes en español y deberes en francés. Era duro.

EC - Ahora esa exigencia aflojó un poco, profesora.

MP - Claro, ahora se atiende a una mejor calidad de vida del estudiante, porque los tiempos están mejor aprovechados. No valía la pena dar dos veces física, una vez en español y otra vez en francés, cuando los contenidos son los mismos. Entonces se da en francés, porque la currícula uruguaya está contemplada, y el horario que se dedica al español es el que se necesita para que se comprendan la lengua y la cultura de este país.

EC - Ramiro, ¿desafíos que el Liceo Francés tenga por delante en un año como este, casualmente el de los 115?

RRV - No, vamos a cumplir los 116 y vamos a cumplir los 230. Sabemos que no tenemos que bajar la guardia, mantener informada a nuestra sociedad de manera transparente como lo estamos haciendo. La mejor demostración de transparencia del colegio es mostrarle a la sociedad cómo somos, mostrar nuestros valores, lo positivo de la educación francesa en el Uruguay, la importancia que esto tiene para el futuro de nuestros chicos cuando terminen sus bachilleratos y tengan caminos abiertos en la vida mejores que los que les pueda brindar otra opción.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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La continuación de esta entrevista con la participación de los integrantes de La Tertulia de los viernes estará disponible aquí a partir del lunes.