Maldonado: constatan secuestro de chicas por propia familia
El caso de dos mujeres jóvenes que permanecían encerradas por la presunta discriminación de la que eran víctimas en su barrio, dio un giro en las últimas horas ya que algunos especialistas han arribado a la idea de que, de hecho, estas jóvenes estaban secuestradas en su casa desde hace 17 años.
Mónica Robaina, periodista de Fm Gente de Maldonado amplió para El Espectador el caso de dos jóvenes mayores de 20 años que han estad prácticamente 17 años "secuestradas" en su hogar.
La inquietud surgió de parte de vecinos y asistentes sociales que frecuentan el barrio en que viven estas chicas.
Luego de una primera denuncia, y según la versión judicial a la que accedió la periodista, el argumento de padre y hermano de la familia era que "sobreprotegían" a las mujeres de la casa por la peligrosidad del exterior y por discriminación racial de la que serían parte, por ser afrodescendientes.
El argumento revelaba además que esta decisión era de común acuerdo entre los integrantes de la familia, y así quedó estipulado para la Justicia.
Pero vecinos insistieron en el caso y elevaron una carta a la Policía femenina (que cumple funciones de Policía Comunitaria) detallando los hechos. Y además, dieron conocimiento a personal allegado a la oficina de políticas de género de la Intendencia fernandina.
Los especialistas de la comuna fernandina consiguieron entrevistarse con esas mujeres y "se encontraron con una situación terrible". Verificaron una situación de "secuestro" y "encierro" de parte de los padres.
El caso entonces entró en contradicción con el primer dictamen judicial y una fuente del caso confesó que la "pericia judicial fue muy primaria", por eso el fiscal Luis Pacheco envió el caso a el juzgado de Familia, pero paradójicamente, el caso no se trató por algunas meses más.
Hace pocos días el tema recobró fuerza porque fueron las propias jóvenes involucradas clamaban "sáquenos de aquí" y los vecinos que advirtieron esta situación retomaron las actuaciones.
Según pudo saber Robaina, ninguna de las dos terminó la escuela, y una de ellas tiene una malformación en la cadera a causa del encierro.
Las jóvenes continúan con su familia y la idea de las autoridades es trabajar en cómo encarar el tratamiento, porque se trata de minimizar cualquier efecto que empeore la situación.
A su vez, el caso cambiaría de carátula e ingresaría en la órbita de la unidad de Violencia Doméstica.
Foto: Flickr/Rahego