Consultora chilena Momento Cero: tanto la educación formal como la informal pueden "enseñar a ser un buen emprendedor"
¿Se puede educar para desarrollar el "espíritu emprendedor" más allá de lo empresarial? En Perspectiva conversó hoy con Elías Tefarikis, uno de los socios fundadores de la consultora chilena Momento Cero, que desde 2005 trabaja para que desde la educación formal se fomente la actitud emprendedora en los más jóvenes. Según Tefarikis, el emprendedurismo implica una actitud proactiva que excede al mundo empresarial y que es positiva en todos los entornos. "Un emprendedor es una persona que está dispuesta a tomar riesgos en aquello que la motiva, independientemente del ámbito en que lo sea", dijo al respecto. Para los profesionales de Momento Cero, es posible "enseñar a ser un buen emprendedor" y esa actitud se debe fomentar desde edades tempranas. "Si a los chicos no los dejamos probar (...) es muy probable que generemos en ellos algunas aversiones al riesgo o miedo a hacer cosas nuevas", afirmó. Fue enfático en señalar que "nadie nace emprendedor" y que "esa es una falacia que tenemos que eliminar".
(emitido a las 8.50 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Si yo hablo de espíritu emprendedor, probablemente ustedes piensen que este es un asunto que solo le interesa al mundo empresarial. Sin embargo, nuestro entrevistado de hoy insiste en que el espíritu emprendedor es fundamental en todo tipo de organizaciones, por ejemplo sociales, políticas, deportivas, culturales y hasta en las propias familias. Por lo tanto, contar con gente emprendedora es imprescindible para el desarrollo de cualquier país. Así que hay que fomentar el espíritu emprendedor dentro de las organizaciones, pero antes incluso en la escuela y en el liceo.
Momento Cero es un grupo pequeño de profesionales que nació en 2005 con el sueño de "hacer de Chile un país de emprendedores". Siete años después, esta firma ya está asesorando a varias de las más grandes compañías en Chile, pero también a instituciones educativas y hasta al propio gobierno.
Elías Tefarikis, uno de los fundadores de Momento Cero, estuvo en Montevideo la semana pasada, invitado por ACDE y la Universidad Católica, para dar dos charlas, una para educadores y otra para empresarios.
Hoy vamos conversar con él para conocer su experiencia y averiguar cómo podemos desarrollar en Uruguay ese "espíritu emprendedor".
Elías Tefarikis tiene 33 años, es magíster en Ciencias de la Educación por la Pontificia Universidad Católica de Chile, consultor en emprendimiento, creador y profesor del Diploma de Educación para el Emprendimiento y la Innovación de la Universidad de Chile.
En los últimos años se ha venido hablado mucho de hombres emprendedores y de emprendimientos. De todos modos, quizás valga la pena empezar esta conversación contigo con una definición: para ustedes concretamente, ¿qué es un emprendedor?
ELÍAS TEFARIKIS:
Para nosotros un emprendedor es una persona que está dispuesta a tomar riesgos en aquello que la motiva, independientemente del ámbito en que lo sea, y esté dispuesta a asumir tanto el éxito como el fracaso de esas acciones que puede llevar a cabo. Eso es el emprendimiento y eso es lo que yo considero y consideramos en Momento Cero una persona emprendedora.
EC - ¿Cuál es la relación entre "emprendimiento" e "innovación"?
ET - Es una interesante pregunta, porque hoy es muy relevante que podamos hacer distinciones de lenguaje respecto de los conceptos. La innovación y el emprendimiento sin duda alguna son primos hermanos, son elementos que pueden estar en conjunto y fortalecerse de una manera muy importante, pero son dos cosas distintas. Habitualmente en nuestro lenguaje decimos que conocimos una persona superinnovadora, emprendedora, o que hay una innovación superinteresante liderada por un emprendedor. Pero hay emprendedores que realizan emprendimientos de distintas características que no necesariamente son innovadores.
Hay un elemento distintivo de la innovación que tiene que ver con la agregación y captación de valor. La persona que inventó el ratón o el mouse del computador probablemente lo inventó entre cuatro paredes en su casa, pero si se hubiese quedado entre las cuatro paredes de su casa no podríamos haberle llamado innovación. Hoy lo ocupamos todo el mundo, capta un valor de mercado, es algo que está posicionado y por sobre todo soluciona un problema; ahí es cuando hablamos de innovación. Y esa persona que lo inventó también era un emprendedor y tenía un espíritu emprendedor, por eso es importante ir distinguiendo estos conceptos.
EC - El término "emprendedor" suele estar muy asociado a la actividad empresarial. Pero ustedes no están de acuerdo con una reducción de ese tipo. ¿Por qué?
ET - Lógicamente yo también he sido fundador de una empresa, no tenemos ninguna instancia negativa sobre lo que los emprendedores empresariales podemos y pueden hacer. El punto es que el emprendimiento en su complejidad no se explica solamente por la formación de una empresa. Es la consecuencia de algo que me mueve, que me motiva, que es mi sueño, que siento que probablemente puedo aportarle al mundo de esa forma. Entonces cuando uno escucha hablar de emprendimiento solamente de aquellos que han formado empresas, poniéndolo de una manera muy reduccionista, uno puede a pensar: ¿y qué pasa con todas las otras personas cuya motivación no es formar una empresa, pero que en cualquier organización donde están son tremendamente intraemprendedoras, gestionan equipos de muy buena forma, logran sacarlos adelante, motivan a la gente que está con ellas, crean valor donde están, pero no les gusta hacerlo o no tienen interés en hacerlo en sus propias organizaciones? Entonces, para que nuestros países crezcan en términos de capital humano avanzado es superimportante que las personas aporten valor en distintas instancias, que se entienda que el emprendimiento no es solamente la empresa, ese es uno de los tipos de emprendimiento.
Tú hablabas del espíritu emprendedor. Nosotros creemos que de ahí nace todo este tipo de acciones, el espíritu emprendedor es aquello que nos mueve a plasmar esas motivaciones profundas que tenemos en algo que pensamos puede agregar valor o nos satisface. Entonces está el emprendedor empresarial, que plasma su espíritu emprendedor en el ámbito empresarial, está el emprendimiento social, político, artístico, y también, cómo no, algo que es tremendamente importante, el emprendimiento familiar, la familia también es un emprendimiento muy relevante.
EC - Entonces "emprendedor" no es sinónimo de empresa ni de empresario, ninguna de las dos cosas.
ET - Ninguna de las dos cosas.
EC - Hay otras organizaciones, aparte de la empresa, que se benefician mucho si en ellas hay espíritu emprendedor, y hay personas que pueden ser emprendedoras sin ser empresarias. Por ejemplo, un empleado puede ser emprendedor.
ET - Tú lo has dicho. De hecho, cuando uno se pone a pensar y lo ve de esta forma, se da cuenta de que en su vida ha conocido tremendos emprendedores o intraemprendedores en organizaciones, que definitivamente no son empresarios pero que agregan muchísimo valor a las áreas donde están. Ahí es muy relevante. No todo el mundo quiere ser empresario, y aparte, si todo el mundo fuera empresario y redujéramos el concepto a que los emprendedores tienen que formar empresas, ¿quién trabajaría en esas empresas? Eso no sucede porque tenemos distintas motivaciones, y las buenas empresas, independientemente del ámbito en que estén, las conforman buenos equipos.
EC - La pregunta siguiente, a partir de lo que venimos charlando, es si se puede enseñar a ser emprendedor, porque tantas veces hemos escuchado decir que el espíritu emprendedor es algo innato. ¿Se puede enseñar a ser emprendedor?
ET - Sí, se puede enseñar a ser un buen emprendedor y también se puede enseñar a ser un buen empresario. Nosotros en Momento Cero mediante distintas acciones tanto aquí como en los países donde hemos estado hemos desarrollado metodologías sistemáticas, métodos que permiten ir desarrollando habilidades de emprendimiento en adultos, en organizaciones como empresas, en colegios o liceos en el ámbito educativo con profesores, con microempresarios, con emprendedores de aquí mismo para fortalecer lo que están haciendo.
EC - ¿Cualquiera puede ser emprendedor? ¿O efectivamente en la personalidad de algunos hay bloqueos a esos efectos?
ET - Sin duda alguna hay personas que tienen capacidades de entrada de mejor forma, pero nadie nace emprendedor, el emprendedor se hace. Eso es tremendamente relevante. Podemos nacer con ciertas habilidades o con ciertas condiciones que nos van a permitir estar más cercanos al mundo del emprendimiento. La primera es la historia familiar que las personas podemos tener, si en nuestra familia es fuerte el espíritu o las habilidades emprendedoras y si hemos estado ligados a una familia emprendedora por supuesto que lo vamos a ser. La educación formal o informal es algo muy importante, y también las redes que uno visualiza, el capital cultural o social o lo que uno concibe que es el emprendimiento. Pero hay una habilidad que es tremendamente importante, porque yo puedo carecer de las cuatro anteriores y me puedo sustentar en lo que yo mismo hago. Tenemos personas que no vienen de una familia muy emprendedora, pero que sin embargo la experiencia de vida las lleva a querer emprender y a ser emprendedores tremendamente innatos y fuertes. Pero insisto, nadie nace emprendedor, esa es una falacia que tenemos que eliminar. Yo siempre bromeo con que cuando nací y el doctor me presentó a mi madre en brazos no dijo "la felicito, señora, su hijo es un emprendedor", sino "pesó tanto" o "aquí nació una persona". Creo que es relevante verlo de esta forma.
EC - ¿En qué etapa de la formación de un niño o un adolescente se debe enseñar a emprender?
ET - Es tremendamente relevante llevarlo a cabo desde edades tempranas, al igual que cualquier aprendizaje o estímulo. Cuando los chicos son muy pequeños es muy relevante y aconsejable dejar que jueguen, dejar que hagan, por supuesto que en un contexto de cuidado y teniendo las precauciones del caso, pero si a los chicos no los dejamos probar me refiero a los juegos de la plaza, a cualquier tipo de instancia que les permita descubrir o desarrollar sus habilidades, es muy probable que generemos en ellos algunas aversiones al riesgo o miedo a hacer cosas nuevas. Ese es uno de los primeros elementos que de chico uno puede establecer.
En la medida en que uno va creciendo y va avanzando en edad es muy importante seguir con esos estímulos de diversa forma. Pueden ser actividades de distintas características, que los chicos salgan y armen sus propios proyectos, que pueden ser de complejidad baja o alta, como elaborar un producto o ir a un hogar de ancianos a ver qué necesidades tienen para gestionar cómo ayudarlos. Hay muchas instancias en las que se va desarrollando el espíritu emprendedor. Otra instancia de la que se habla poco es el deporte, y no tan solo en su rol de bienestar, sino en el rol de cómo forja la tolerancia a la frustración cuando uno es disciplinado y entrena y entrena y a veces no logra los resultados que quiere.
Eso es en términos genéricos. Pero sistemáticamente existen elementos educativos que nosotros ocupamos en organizaciones, en colegios, que denominamos por ejemplo "programas de emprendimiento". Tienen una secuencia de trabajo de un tiempo con distintos consultores y diversas actividades como comunicación efectiva, proyecto, quién soy, qué quiero, hacia dónde voy, instancias motivacionales, el uso de una de nuestras innovaciones que es el juego El Plan, etcétera.
EC - Ustedes han avanzado mucho en esta materia en cuanto a implantar cursos en la educación formal, herramientas que desarrollan el espíritu emprendedor. ¿Fue fácil eso? ¿Cómo les resultó, cómo les fue cuando empezaron a proponer este tipo de formación en escuelas y liceos?
ET - Ha sido tremendamente positivo y hemos avanzado con mucho éxito, pero no ha sido fácil en absoluto. Cuando iniciamos todo el proceso de Momento Cero ya casi ocho años atrás y llevábamos elementos relacionados con educación para el emprendimiento, íbamos al colegio y la primera respuesta era: "Señor, aquí formamos personas, no empresarios".
EC - Eso era un trancazo fuerte, distinguir la formación de personas de la formación de empresarios. Pero además ustedes ni siquiera proponían formación para empresarios, era otra cosa, había hasta una confusión en la discusión.
ET - Tú lo has dicho, ese trancazo señala de inmediato que hay una percepción y un conocimiento muy limitados de lo que es el emprendimiento. Esos colegios creían que en el fondo el empresariado es malo en sí mismo, ahí hay algo que tenemos que trabajar. Hay una percepción a veces negativa del mundo de la empresa o una reducción de este concepto. Cuando avanzábamos en algunos nos iba bastante bien, había personas que lo entendían de inmediato, pero en general este era un punto importante. Cuando fuimos a las empresas nos planteaban miedos, nos decían: "Podrá ser muy interesante esto, pero yo no quiero que mi gente sea muy emprendedora porque se me va a ir". Eso también demuestra algo. Una persona, un ejecutivo o un trabajador, independientemente del cargo en que esté, que quiera emprender y su deseo sea ese, tarde o temprano lo va a hacer, es cosa de tiempo. Pero tampoco se trataba de ir y sacar a las personas de las empresas, sino de entregarles herramientas de emprendimiento que les permitieran hacer mejor lo que estaban haciendo, beneficios tanto para las personas como para la misma empresa.
Y la tercera instancia adonde íbamos muy fuerte eran las universidades. Allí en el fondo la lógica era: "¿Qué nos van a venir a enseñar ustedes emprendimientos a nosotros? Porque aquí es donde investigamos y hacemos una serie de cosas relacionadas con el emprendimiento". También se notaba que había una percepción del emprendimiento muy ligada reducidamente a la investigación, que a veces se metía mucho en la teoría y poco en el hacer. No en todas las universidades, muchas de ellas tienen programas verdaderamente interesantes.
Eso nos fue configurando una fórmula de cómo levantar esas objeciones para poder ingresar a estos tres mundos donde hoy trabajamos habitualmente.
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EC - "Si será verdad", dice Virginia de la audiencia. "Hicimos un curso por la Intendencia de Rocha de incubadora de empresas. Nos sirvió para muchos aspectos de la vida, no solo el empresarial. Uno aprende a conocer el medio en que se mueve y, lo más importante, aprende a conocerse a sí mismo."
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EC - Estamos hablando de cómo formar espíritu emprendedor, actitud emprendedora, porque eso se puede hacer. ¿Hay alguna consulta de la audiencia en ese sentido, Romina?
RA - Sí, una oyente nos escribe: "Se puede decir que la semilla del emprendedor está dentro de cada ser y que la diferencia está en el desarrollo y trabajo. Los emprendedores más desarrollados son agentes de influencia y cambio, caso sublime: madre Teresa de Calcuta".
ET - Absolutamente de acuerdo. La oyente señala precisamente cómo entendemos el emprendimiento. En ese caso es un emprendimiento social lo ligaba a un ámbito religioso que sin duda ha solucionado o ha contribuido a solucionar una problemática en forma muy importante. Ahí te das cuenta de que la empresa no tiene que decir o que hacer, hay un espíritu emprendedor que se plasma de forma mucho más fuerte. Y esa semilla, como señalaba la oyente, estaba precisamente en esta persona, la madre Teresa de Calcuta. Casos como ese hay muchísimos en diversos ámbitos.
EC - ¿Qué es Momento Cero? ¿Cómo trabajan en esta dirección?
ET - De forma muy simple, Momento Cero es una empresa social especializada en emprendimientos de innovación. Ese es nuestro trabajo principal. Atendemos principalmente tres tipos de públicos: las empresas de distintas instancias y distintos rubros, los colegios, liceos y universidades, y también organismos públicos y de gobierno relacionados con temas de emprendimiento e innovación. Eso es lo central. Nuestro quehacer se liga principalmente a la agendación de entornos de emprendimiento para avanzar hacia la innovación.
EC - Entornos de emprendimiento. ¿Qué es eso?
ET - Crear un entorno de emprendimiento adecuado significa influenciar culturalmente llámese una empresa, un colegio, un liceo, lo que sea con acciones concretas de implementación que permitan desarrollar estas habilidades y que en el fondo el emprendimiento se haga tema en distintas instancias, sensibilizando, capacitando, desarrollando ciertas habilidades y luego instalando esas capacidades para que se puedan replicar sin mayores problemas. Trabajamos en tres áreas centrales, un área que se puede entender como recursos humanos, por decirlo de una forma amplia, somos habilitadores de capital humano en aquellas instituciones que valoran la cultura del emprendimiento y la innovación. Por ejemplo en organizaciones empresariales muy ligado a gerencia de recursos humanos, desarrollamos distintas acciones que permitan que estos ejecutivos, independientemente de los objetivos que busquen, desarrollar habilidades de emprendimiento y que los lleven a ser equipos más efectivos, que puedan estar ligados y comprender el emprendimiento de mejor manera, que haya un clima de trabajo más proactivo, etcétera.
Una segunda instancia muy fuerte tiene que ver con lo que denominamos programas de emprendimiento. Los programas de emprendimiento en general aquí en Chile y en otros lugares están ligados a grandes empresas a través de sus gerencias de responsabilidad social empresarial o asuntos corporativos, para en comunidades de distintos lugares en Chile hemos trabajado 15 programas de emprendimiento desarrollar habilidades de emprendimiento en estas personas. En general trabajamos ahí con liceos en programas que duran del orden de dos años en un trabajo bastante extendido, pero que se desarrolla en los semestres académicos según las clases que van teniendo.
En estos programas de emprendimiento, muy apoyados por empresas en términos de responsabilidad social empresarial, se trabaja con estudiantes mediante un proceso de selección con ellos y con profesores. Con los estudiantes se busca desarrollar habilidades de emprendimiento en distintos tipos de actividades: comunicación efectiva, instancias motivacionales, desarrollo de proyectos, etcétera. Finalmente los chicos terminan armando proyectos apoyados por mentores de las empresas que nos patrocinan, presentan proyectos que van desde un ámbito netamente social, como por ejemplo arreglar su colegio, que puede estar muy deteriorado, o un asilo de ancianos en la esquina de la ciudad o el pueblo, o por otro lado algunas cosas netamente empresariales que pueden ser su espíritu. Aquí no hay restricción, lo importante es que lo lleven a cabo.
Con los profesores trabajamos para que sean los facilitadores, principalmente para generar estos entornos adecuados y sobre todo para que comprendan que el emprendimiento tiene que ver principalmente con desarrollo personal, va mucho más allá de la empresa. Es un problema que a veces tenemos con ellos pero que poco a poco hemos ido solucionando para que comprendan.
Una tercera instancia de trabajo muy fuerte que engloba bastantes elementos de lo que estamos conversando tiene que ver con una instancia fuerte de sensibilización que denominamos torneos de emprendimiento. Los torneos de emprendimiento se llevan a cabo a través de una de las innovaciones importantes que hemos desarrollado como empresa, que es un juego que se llama El Plan.
EC - Un juego que se parece a algunos juegos de mesa que todos conocimos cuando chicos.
ET - Tú lo has dicho, es un juego de mesa, está todavía en su versión de juego de mesa. Todo el mundo se imagina el Monopolio o la Gran Capital, que son clásicos que todos jugamos, pero es radicalmente distinto en términos del paradigma relacionado. Si tú recuerdas, en el Monopolio o la Gran Capital uno jugaba, como dice su nombre, a monopolizar, y básicamente yo te ganaba si lograba sacarte del juego y me quedaba con todo el dinero, eso era lo principal. Y otra cosa, yo tiraba el dado y el dado elegía por mí. Eso no tiene mucho de emprendimiento.
En cambio, El Plan busca desarrollar habilidades de emprendimiento a través de un juego que es un método simulador. Es un luego que, primero, que todo no tiene dado, por ende tú eliges, segundo, tienes que elaborar una estrategia y gana aquel que es capaz de hacer la mayor cantidad de ideas innovadoras. Y no solamente administras dinero, sino que tienes personas, energía, dinero, como parte de ese tipo de acciones.
Esto como innovación fue lanzado en el año 2009 en su primera versión, hoy estamos próximos a lanzar nuestra tercera versión, y hemos desarrollado grandes actividades públicas tanto para grandes como para chicos. Los torneos escolares han tomado una tremenda fuerza en Chile, este año hemos desarrollado nuestra segunda edición del torneo escolar. Participaron ocho regiones, más de 5.000 jóvenes jugaron a través de El Plan a elegir quién es el mejor emprendedor. Lo interesante del juego no es solo que uno la pasa bien, lógicamente porque es un juego y es una buena experiencia, sino que también permite desarrollar habilidades de emprendimiento y fortalecerlas a través de distintas cosas. Entonces el juego es una de nuestras herramientas englobado con un objetivo de desarrollar habilidades de emprendimiento. Esa instancia, el torneo de emprendimiento, fue premiada por el presidente Piñera con el Premio Pymes 2012 por su colaboración al desarrollo del entorno emprendedor en Chile.
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EC - "En Uruguay por un lado se estimula y por otro lado se mata el emprendedurismo con las condiciones que existen para apoyar los emprendimientos. Acá todavía es difícil la autogestión", dice Alejandra de Colón.
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EC - ¿Qué más dicen los oyentes, Romina?
RA - Alejandro de Parque Batlle dice: "¿Se puede conseguir ese juego de emprendedores en Uruguay? ¿Cómo se llama? ¿Cómo me dirijo en Chile para adquirirlo?". Varios oyentes van por ese lado.
EC - ¿Qué dice Elías?
ET - Encantado, pueden escribirnos a contacto@momentocero.cl y les hacemos llegar toda la información necesaria respecto al juego.
EC - Por ahora no existe acá en Uruguay.
ET - Existen algunas copias que hemos dejado por esa invitación que nos hicieron ACDE e Isede, estuvo muy interesante y lo agradezco muchísimo porque por eso estamos pudiendo hablar y comentar más temas de emprendimiento. Y también hay algunas copias dando vueltas con algunos, pero más que nada como muestra. Estamos en un proceso que esperamos vaya avanzando para poder implementar acciones ya más concretas en Uruguay.
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EC - ¿Cómo fue la experiencia acá en Montevideo la semana pasada en esas dos conferencias, una para empresarios y otra para educadores, sobre todo esta última?
ET - Insisto, creo que ACDE fue tremendamente estratégico en invitar a los dos públicos. Como comentábamos recién, el tema del emprendimiento es una cosa sistemática y que en el fondo está en cadena, no es que pueda ser solo de un lado sin el otro. Si queremos cambiar y fortalecer el espíritu emprendedor en Uruguay o en cualquier país y no partimos de los que toman decisiones o de los que mañana tienen estar haciendo cosas distintas, estamos en un problema, es una cosa bastante sistémica en ese sentido.
La instancia de los educadores fue bien interesante sobre todo por la perspectiva de mostrarles que el emprendimiento y lo que hemos venido haciendo en Chile y en otros países se hace con el espíritu emprendedor en la formación de personas en distintas instancias. Les llamó la atención que no hablara solamente de programas netamente empresariales. Yo les presenté algo que es distinto en este sentido: no es solamente para los chicos a los que les gusta la empresa, sino para fortalecer el emprendimiento en su ámbito genérico. Utilizamos una metodología que es escalable, que puede crecer a través de distintos actores, que es perfectamente transferible, que distintas organizaciones y empresas en Uruguay pueden liberar posteriormente a un trabajo conjunto con nosotros, lo cual es muy positivo. Es absolutamente replicable, se puede hacer en distintas instancias, y es internacionalizable, por algo hemos podido implementar cosas en ocho países de distinta forma con bastante éxito, dado que el espíritu emprendedor es algo que hace sentido no solamente aquí.
EC - Por ejemplo, yendo a la enseñanza y a esas inquietudes que surgían en el intercambio con educadores, ustedes proponen líneas de acción para desarrollar el emprendedurismo, la actitud emprendedora de los jóvenes, ¿para qué tipo de proyectos no empresariales, ya que aparece esa preocupación por no centrarse en lo empresarial? ¿Por qué otros lados?
ET - Los colegios o liceos en general realizan muchas actividades que no necesariamente llaman emprendimientos. Son muy comunes los trabajos de invierno o los trabajos de ayuda social a campamentos o en lugares de personas más desposeídas adonde muchos chicos son invitados y van, visualizan problemáticas y desarrollan habilidades que les permiten forjarse como emprendedores en distintos ámbitos, van plasmando aquellas motivaciones ahí. Muchos colegios lo hacen, solo que probablemente no le dan la fuerza necesaria para poder vincular los ámbitos de emprendimiento.
EC - Sí, yo conozco esas actividades, pero pocas veces he visto asociarlas con el espíritu emprendedor. Más bien se habla del desarrollo de la solidaridad, de la inmersión del joven en su entorno, de que conozca el país en el que vive, etcétera.
ET - Son elementos complementarios, pero también es importante que se las vea desde el punto de vista del espíritu emprendedor. Esos chicos en general tienen que salir a gestionar, es decir, conseguir víveres, alimentación, tienen que poder convencer a otras personas para que los acompañen y los sigan. Es decir, influenciar en ellas, tienen que tener buenos argumentos comunicacionales para poder hacerlo; luego tienen que organizar a los equipos de trabajo para poder hacer trabajos efectivos y eficientes en el ámbito donde vayan a trabajar o en las comunidades; muchas veces tienen que levantar desconfianzas y objeciones respecto del trabajo que pueden realizar, etcétera. Si tú lo miras de esa forma, obviamente la solidaridad sigue siendo importante, pero hay una serie de otras habilidades que se desarrollan en el mismo proceso. Esas son por todos lados habilidades de emprendimiento que yo voy a utilizar y plasmar en distintas acciones en el día de mañana. En este caso es algo bastante utilizado, como puede ser un tema social.
Incluso lo puedes llevar a un ámbito un poco más lúdico, muchas veces vemos que los chicos en sus colegios quieren hacer alguna fiesta por ejemplo para recaudar dinero, y las problemáticas vienen por el lado de que hay desconfianza de que salga bien. Si tú analizas esa instancia, hay muchos elementos. Primero, estos chicos tienen que ir, tener un muy buen argumento y comunicar adecuadamente al director o la directora del colegio para solicitar el permiso necesario e instalar y desarrollar este tipo de evento. Tienen que tomar precauciones del caso, convencer a las personas, comunicarlo para que la gente llegue, etcétera. Si te fijas, en eso que puede sonar tan simple como una fiesta hay muchísimas acciones en las que me vinculo al emprendimiento, desarrollo planificación y organización, tolerancia a la frustración, comunicación efectiva, etcétera.
EC Creo que son buenos ejemplos y dejan las cosas un poco más claras.
ET Gracias por el tiempo y por el espacio de poder conversar de lo que estamos haciendo. Para los que quieran seguir un poco más lo que estamos realizando e informarse de lleno, los invitamos a comunicarse a través de las redes sociales. El twitter es @MomentoCero y el mío personal es @Tefarikis.
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Transcripción: María Lila Ltaif
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Foto: Twitter de Elías Tefarikis