Los padres acamparon el jueves con niños al rayo del sol y con frío en la noche.

Una madre que está desde ese día, manifestó su indignación a El Espectador sobre lo que está ocurriendo. Su hija acampó con otros cuatro hijos para conseguir un lugar para anotar a uno de ellos y consiguió el número para inscribir a sus hijos la próxima semana  "recién a las 8 de la mañana".

"Una indignación, realmente un desastre. Por eso hay tanta quemada de cubiertas porque la gente ya no sabe para qué lado arrancar. Supuestamente tenemos un buen nivel de enseñanza pero los que comandan la enseñanza tienen una malísima coordinación", expresó.

El Espectador intentó comunicarse con las autoridades de UTU pero los llamados no fueron atendidos.