"La cole" bajo la lupa
"Los judíos son cerrados": "se ayudan entre ellos" y "se casan entre ellos". "No hay judíos pobres"; "los patrones judíos son todos explotadores"; "tienen capacidad de presionar políticamente". Con varios de estos prejuicios como disparadores, Fernando Amado se lanzó a la investigación "Mandato de sangre. El poder de los judíos en el Uruguay", libro de reciente publicación en la plaza local sobre el que dialogamos con su autor en Suena tremendo.