La central de Rincón del Bonete, un hito mundial en la historia de la ingeniería eléctrica
En diciembre, el Instituto Internacional de Ingenieros en Electrónica y Electricidad (IIIEE) organizó un acto para homenajear a los colegas uruguayos que construyeron la central hidroeléctrica de Rincón del Bonete, inaugurada en 1945 sobre el río Negro, entre los departamentos de Durazno y Tacuarembó. El ingeniero Juan Grompone, integrante de las tertulias de los viernes, participó en ese acto. En Perspectiva dialogó con él acerca de este homenaje a la ingeniería nacional. Según Grompone, esta distinción valoró "el aporte de los ingenieros nacionales (...) que se hicieron cargo de retomar una obra" iniciada en 1938 por un equipo alemán y "el impacto sobre la sociedad, porque significó que el Uruguay pasara a consumir energía limpia". Según el IIIEE, la central de Rincón del Bonete es una de las cuatro obras de ingeniería eléctrica más importantes de América Latina.
(emitido a las 9.04 Hs.)
EMILIANO COTELO:
Hace poco más de 67 años, una madrugada, las luces de Montevideo se apagaron durante algunos minutos. Cuando volvieron a encenderse, la ciudad quedó dividida en dos: una parte seguía siendo alimentada por la central térmica que abastecía a la capital desde hacía décadas; la otra mitad comenzaba a recibir electricidad de otro origen: electricidad generada a partir del agua. Aquel 21 de diciembre de 1945 entraba en funcionamiento la central hidroeléctrica de Rincón del Bonete.
Fue todo un acontecimiento. No solo porque pasábamos a aprovechar una nueva fuente de energía, limpia y renovable, sino porque, debido al estallido de la segunda guerra mundial, el proyecto estuvo a punto de naufragar y solo pudo ser finalizado gracias a la calidad y la audacia de los primeros ingenieros industriales que se estaban formando en nuestro país.
Hace pocos días, el 13 de diciembre, el Instituto Internacional de Ingenieros en Electrónica y Electricidad (IIIEE), una asociación que reúne a más de 400.000 profesionales en todo el mundo, organizó un acto en la propia represa para homenajear a los colegas uruguayos responsables de esta obra. Se trata de un reconocimiento que en América Latina solo ostentan otras tres obras: la central hidroeléctrica de Chivilingo (Chile, de 1897), el sistema de control del canal de Panamá (de 1914) y el radiotelescopio de Arecibo (Puerto Rico, de 1963).
El ingeniero Juan Grompone, integrante de nuestras tertulias, participó en ese acto de homenaje y con él vamos a charlar a propósito de esta historia.
Juan, más de un oyente puede preguntarse qué tenés que ver tú con la represa y la central de Rincón del Bonete.
JUAN GROMPONE:
Con la represa y con la central directamente nada, pero soy miembro del IIIEE, soy senior member, vitalicio a esta altura, y participé lateralmente en el proceso para proponer la candidatura de Rincón del Bonete al instituto y para conseguir la nominación como evento. El alma mater de todo esto fue el ingeniero Míguez, que fue quien hizo casi todo, que es más joven que yo, pero es un viejo activista del IIIEE y por lo tanto se movía muy bien dentro de las tramas del aparato de la institución.
EC - Participaste convencido de que la central de Rincón del Bonete merecía tener uno de esto Milestones, como se llaman en inglés estos premios, estos reconocimientos.
JG - Por supuesto.
EC - Y además hablaste en el acto.
JG - Sí, hice un pequeño resumen sobre por qué la ingeniería nacional merece ese reconocimiento.
EC - Vayamos en primer lugar a la historia, o a algunos datos básicos de qué es la central hidroeléctrica de Rincón del Bonete.
JG - La central hidroeléctrica fue el resultado de un plan que originó uno de los más grandes ingenieros uruguayos, el ingeniero Víctor Soudriers, que lo concibió en 1904. En 1904 Soudriers formaba parte del ejército gubernamental que iba a pelear con Saravia, entonces había que cruzar el río Negro, y al hacer el puente provisorio para cruzar el río Negro porque no había un puente estable allí se dio cuenta del caudal que tenía el río y de la posibilidad de generación hidroeléctrica. En ese momento concibió la idea de hacer una represa, y en 1911 el mismo Víctor Soudriers, ministro de Industria del Gobierno de Batlle y Ordóñez, propuso el primer plan de represa.
Esos planes tuvieron muchas idas y vueltas, incluso muchos opositores. Por ejemplo, el ingeniero Calcagno, que era presidente de la recién formada UTE, se oponía, decía que era mejor la generación a carbón, cosa que hoy nos horrorizaría a todos, comparar una generación limpia y ecológica con el carbón. De modo que hubo una cantidad enorme de altibajos hasta que finalmente el hombre clave para impulsar el proyecto fue Terra. Tanto es así que la represa hoy se llama Gabriel Terra.
EC - Estamos hablando del liderazgo del ingeniero Víctor Soudriers, nombre que quizás para muchos oyentes no significa nada, y a otros les suena a estación de trenes, porque en homenaje al ingeniero Soudriers lleva su nombre la estación ubicada en Empalme Olmos, en el departamento de Canelones. Este hombre, el ingeniero Soudriers, tuvo actuación muy destacada en distintos ámbitos: fue político, diputado, ministro de Obras Públicas, por ejemplo proyectó el tramo de ferrocarril San Carlos-Rocha, es responsable de varios puentes, como el de paso Pache, el de paso de la Balsa, los puentes sobre los arroyos Solís y Pantanoso. Vale la pena, brevemente, hacer referencia a esa trayectoria y a esa obra.
JG - Pero su obra fundamental es haber concebido toda la electrificación hidráulica del Uruguay. Porque no solo se imaginó una represa no exactamente en Rincón del Bonete, sino un poquito más atrás en el río Negro, sino que también se imaginó que después seguían a lo largo del río Negro otras represas, como realmente se hicieron, se imaginó el aprovechamiento del río Uruguay e inclusive se imaginó una usina reguladora que subiera agua al Cerro de Montevideo. Porque el problema de la generación eléctrica es que es variable, se consume distinto según las horas del día, hay momentos en que se consume mucho y momentos en que se consume muy poco, entonces qué hacer con la generación de energía hidráulica, porque el río tiene que seguir pasando, mientras no se consume la energía. Él proponía subir agua al Cerro para bajarla en los momentos pico.
EC - Esa idea no se concretó.
JG - Esa idea nunca se concretó.
EC - Estábamos hablando de los orígenes, a principios del siglo pasado, de este proyecto que terminó luego en la represa de Rincón del Bonete. ¿Cómo fue el proceso que terminó en su construcción? Estábamos hablando de los años 30.
JG - Durante el gobierno dictatorial de Terra a muchos les molesta que la represa se llame Gabriel Terra por eso, quien directamente impulsó el proyecto, lanzó la licitación, contrató un ingeniero alemán para que hiciera un anteproyecto. Hubo años de discusión, hasta que en determinado momento se llamó a licitación, se presentaron tres firmas y la ganó un consorcio alemán que era Siemens, la Siemens de construcciones civiles y la Siemens de ingeniería eléctrica para suministrar toda la parte de electrificación.
EC - Las obras comenzaron en 1938.
JG - Exactamente. Un año después estallaba la guerra mundial y empezaban los problemas. La obra civil no tenía mayores dificultades, porque en definitiva se hacía con materiales de acá, había hierro importado pero era poca cosa.
EC - Cuando hablamos de obra civil nos referimos al hormigón, la estructura, etcétera.
JG - A la represa, la enorme estructura. Construir esa enorme estructura llevó unos cuantos años, porque significa cortar la mitad del río, hacer el muro, luego cortar la otra mitad, dejar pasar el agua, no se podía parar el río Negro por dos años, por ejemplo, sino que tenía que seguir fluyendo. Esa obra civil llevó unos años, y el problema iba a ocurrir cuando empezaran a traerse las máquinas, porque entonces estaríamos en plena guerra mundial, con todas las dificultades de producción de equipamiento para uso no bélico, civil, de la Siemens, que participaba en el esfuerzo de guerra alemán, y con el problema de los barcos, del transporte marítimo y la guerra marítima.
Y hubo otro problema adicional: en 1941 Estados Unidos entró en guerra, son famosos y conocidos el ataque a Pearl Harbor y la declaración de guerra a Japón y a Europa, a Italia y Alemania. Rápidamente se hizo un congreso en Brasil de países latinoamericanos y allí se resolvió romper relaciones con Alemania, se resolvió que los países del sistema americano acompañaran a Estados Unidos por lo menos rompiendo relaciones con Alemania. Uruguay rompió relaciones con Alemania, no entró en guerra, recién entró en guerra con Alemania en 1945, cuando ya quedaban semanas para el fin de la guerra, pero la ruptura de relaciones significó que se detuviera la obra alemana. En ese momento la comisión uruguaya que era la contraparte de la Siemens decidió que la obra iba a continuar con ingenieros uruguayos y con suministros de Estados Unidos.
EC - Se produjo un quiebre dramático en la evolución del proyecto.
JG - Dramático. Se cambiaba el contratista con la obra por la mitad, la obra civil estaba hecha, pero había que traer las máquinas y los generadores y seguir con lo demás.
EC - Había que adaptar el proyecto original a maquinaria de otro origen y había que tener profesionales que fueran capaces de desarrollar ese cambio.
JG - Pero no solo de otro origen, sino que las máquinas alemanas eran métricas y las norteamericanas eran en pulgadas, y además Estados Unidos trabajaba con otro voltaje y otra frecuencia. Era todo distinto, había que hacer un trabajo de ingeniería muy importante para pasar del diseño alemán al diseño norteamericano adaptado a los 50 ciclos nuestros y a los 220 voltios, adaptado a nuestro sistema de generación.
EC - Y los ingenieros uruguayos no se achicaron ante ese desafío.
JG - No. Y acá hay un hombre clave, otro ingeniero clave, el ingeniero Luis Giorgi. La primera gran cosa que hizo Luis Giorgi como decano de la Facultad de Ingeniería fue crear la carrera de Ingeniería Industrial en 1935. Con muy buen criterio, Luis Giorgi, que participaba de la discusión acerca de la construcción de la represa sobre el río Negro, dijo "vamos a necesitar ingenieros electromecánicos", y se creó el título de Ingeniero industrial, que en todos lados se llama Ingeniero electromecánico. Dijo: "Esta la gente que vamos a necesitar para operar la obra, para todos los trabajos, para colaborar en el proyecto y para aprender". Así, 10 años antes de que la represa entrara en funcionamiento, la Facultad de Ingeniería había empezado a producir los ingenieros que se necesitaban. Entonces cuando en 1942 se produce la ruptura, Giorgi tiene la primera generación de ingenieros industriales egresados listos, dispuestos, porque se acababan de recibir, y envía media docena de ellos a estudiar a Estados Unidos.
EC - Porque había algunos ingenieros industriales, pero acababan de recibirse, eran nuevos, tenían cero experiencia y tenían que meterse en ese baile gigantesco que describíamos recién. Se eligen cinco y se los manda a Estados Unidos a terminar de estudiar, perfeccionarse y encarar la reformulación del proyecto.
JG - Exactamente. Todo eso es la obra de Giorgi, que vislumbra la creación de la ingeniería electromecánica, que no existía hasta ese momento, el envío de los ingenieros jóvenes a estudiar a Estados Unidos, la reformulación de la obra, y finalmente la puesta en marcha de la obra, eso que se considera un hito de la ingeniería mundial.
EC - Mencionemos nombres. Esos cinco jóvenes ingenieros, ese equipo que se encargó de la reformulación, eran Antonio de Anda, Franco Vázquez Praderi, Luis Jauge, Víctor Campistrous y Luis Cagno, junto con Juan Carlos Rezzano, que terminó siendo el jefe de la misión.
JG - Dos de ellos fueron profesores míos, Vázquez Praderi y De Anda, eran excelentes profesores de la facultad.
EC - La fecha de puesta en marcha de la central con las primeras turbinas fue el 21 de diciembre de 1945, tan solo tres años más tarde de lo que estaba previsto originalmente. Pese a todo ese terremoto que ocurrió en el camino, la demora fue de solo tres años.
JG - Y en estado de guerra, no hay que olvidar que tampoco Estados Unidos podía suministrar a pedido lo que uno quisiera, sobre todo para un país pequeño que ni siquiera participaba en la guerra.
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EC - La central hidroeléctrica de Rincón del Bonete está ubicada sobre el río Negro, entre los departamentos de Durazno y Tacuarembó, en el paraje denominado Rincón del Bonete, 22 kilómetros aguas arriba de la ciudad de Paso de los Toros. Si se quiere ir desde Montevideo por carretera, hay que recorrer 269 kilómetros.
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EC - Según los expertos, la central de Rincón del Bonete es una de las cuatro obras de ingeniería más importantes de América Latina, el IIIEE le concedió la distinción de nombrarla Milestone, una de aquellas obras que han marcado un hito en la historia por su aporte al desarrollo de la ingeniería y al bienestar de la sociedad humana. ¿Qué se valoró concretamente?
JG - Se valoraron dos cosas. Por un lado, el aporte de los ingenieros nacionales, de ese grupo de ingenieros que se hicieron cargo de retomar una obra comenzada por los alemanes y que debía ser terminada con materiales norteamericanos. Y por otro lado, el impacto sobre la sociedad, porque significó que el Uruguay pasara a consumir energía limpia, cosa que hoy parece muy sencilla, pero que hace 50 años era una cosa difícilmente visible. De modo que también hoy se valora mucho más eso, porque se lo considera un gran paso para eliminar la generación térmica.
Y de las cuatro obras latinoamericanas, el canal de Panamá y Arecibo son en realidad norteamericanas, porque el control del canal de Panamá lo hizo Estados Unidos y fue territorio norteamericano, y Arecibo está en Puerto Rico, que es estado asociado a Estados Unidos con posibilidades de convertirse en otro estado. Es decir, que en realidad la central de Rincón del Bonete es la segunda obra en América Latina verdaderamente.
EC - Comparte esa ubicación estelar con proyectos de otras partes del mundo y de otras épocas de la historia. Veamos otros ejemplos de Milestones, hitos históricos para los ingenieros eléctricos internacionales.
JG - Menciono dos de los más viejos. Uno de ellos es la cometa de Franklin, con la que Benjamin Franklin logró mostrar que los rayos eran descargas eléctricas, ese es uno de los primeros hitos de la ingeniería eléctrica. Uno de los segundos hitos fue la pila eléctrica de Volta. Y hay otros más, una sucesión: la telegrafía, las ondas electromagnéticas, las trasmisiones de radio. Comparables con estas hay grandes cosas, creo que son cerca de 200 en este momento.
EC - De la audiencia, Ignacio dice: "Eran los tiempos en los que los uruguayos construíamos grandes obras". ¿Cómo eran aquellas épocas? Porque por ese lado va una parte de tu entusiasmo.
JG - Creo que hay tres grandes momentos en los que el Uruguay se muestra como un país pujante y con capacidad para predecir el futuro. El primer gran momento es el de Alfredo Vásquez Acevedo, a quien todo el mundo conoce por el edificio, pero que fue el creador de la Universidad Nueva, fue el creador de las carreras de Ingeniería y de Arquitectura en nuestro país. Hacia fines del siglo XIX decidió que era necesario que el país contara con ingenieros y con arquitectos, y así se creó la llamada Facultad de Matemática, ese fue el primer gran hito, la primera gran visión de que necesitábamos estos técnicos.
Víctor Soudriers es egresado de la segunda promoción de la Facultad de Matemática, de modo que no es un hecho casual, aquello que previó Vásquez Acevedo inmediatamente tuvo eco en uno de los hombres que hicieron las cosas más importantes, como concebir la electrificación hidráulica de nuestro país. Este es el segundo gran hito.
El tercero es cuando el ingeniero Giorgi descubre que es necesario crear la carrera de Ingeniería Industrial, porque si se iba a hacer una generación hidráulica y se iba a hacer todo esto, se necesitaba un nuevo tipo de ingeniero, y ese nuevo tipo de ingeniero había que producirlo inmediatamente porque se los iba a necesitar dentro de muy poco tiempo.
Una y otra vez el Uruguay miraba hacia el futuro y anticipaba los acontecimientos. Estamos hablando de dos grandes acontecimientos educativos, la Universidad Nueva o la carrera de Ingeniería Industrial son la obra de visionarios en la educación que se anticipan a su tiempo y dicen "esto es necesario". Es muy diferente de lo que está pasando hoy.
EC - Son los tiempos de la construcción del Estadio Centenario, por ejemplo.
JG - Sí, en medio de todo eso. Todo eso tiene que ver con la Universidad Nueva.
EC - Y hablando de la historia de la central de Rincón del Bonete y sus virtudes, hay que agregar que 12 años después de su puesta en marcha se vio sometida a un desafío de dimensiones importantes, las inundaciones de 1959, que le pegaron muy fuerte. La creciente del río Negro provocó el desborde del lago, la sala de máquinas quedó sepultada por el agua, la central debió paralizarse durante casi un año. Pero se sorteó esa catástrofe.
JG - Sí, ahí nuevamente la ingeniería nacional dio muestras de que podía reacondicionar todo eso, desarmar las máquinas, volver a armarlas, ponerlas en condiciones y volver a hacerlas funcionar. Es impresionante, hay una marca en la sala de máquinas, quedaron totalmente cubiertas las máquinas por el agua, y el agua pasó por encima de la represa. Un punto que se discutió mucho en el diseño fue cuál debía ser la altura de la represa, había quienes querían hacerla más baja. Ahí aparece otro punto muy interesante, que es la discusión posterior que decía para qué queremos ese enorme lago, sobre todo de la gente que vio inundados campos, porque eso significó inundar muchos campos, entonces decían: "Estamos perdiendo recursos ganaderos". Recuerdo que el ingeniero Maggiolo un poquito antes de la llegada de la dictadura había hecho un estudio y había demostrado que las hectáreas más productivas de nuestro país eran las del lago de Rincón del Bonete. Es decir que si esas hectáreas estuvieran produciendo carne y lana producirían muchísimo menos que lo que producían como electricidad.
EC - Hay más comentarios y preguntas de los oyentes. Alberto hace notar que las máquinas de Rincón del Bonete van a cumplir 67 años y pregunta: "¿Cuántos años más de vida puede tener esa obra?". Hay que anotar que las máquinas ya fueron renovadas.
JG - Sí, las máquinas han sido renovadas.
EC - "Entre 1994 y 1997 se llevó a cabo la renovación y modernización de las instalaciones electromecánicas de la presa bajo un contrato con un consorcio francouruguayo", dice la información oficial en la propia web.
JG - Además, si uno visita Rincón del Bonete, pueden verse algunas de las hélices de los rotores de las turbinas y se pueden ver en el museo algunas de las bobinas y de las restauraciones, el cambio de aislantes y ese tipo de cosas que se hicieron. Las máquinas de una represa no están hechas para que funcionen cinco años, como las heladeras, están hechas para que funcionen casi siempre, todo es renovable. Además el edificio tiene dos enormes puentes grúa que permiten armar y desarmar las máquinas, de modo que se puede armar y desarmar todo lo que uno quiera. No creo que se pueda decir cuánto va a durar la represa, pienso que más bien se va a llenar el lago antes de que las máquinas sean un obstáculo.
EC - Mirá lo que dice un oyente creo que este mensaje no es inocente: "Qué lindo setting para una novela policial de Grompone, la represa, ¿no?". Este sabe de lo que está hablando.
Otro mensaje: "¿Es esa la represa escenario de una de las novelas de Juan Grompone?".
JG - Por supuesto que sí.
EC - Estamos hablando de "Chau, Napolitano".
JG - Sí, en la que buena parte del centro de la acción pasa en la obra de Rincón del Bonete.
EC - Tú no estuviste en el equipo de ingenieros que llevaron adelante este proyecto...
JG - No, no soy tan viejo.
EC - ... pero has tenido más de una vinculación con Rincón del Bonete, no solo esa de tipo literario vale la pena recurrir al libro, pero ¿por qué elegiste situarlo allí?
JG - Porque la acción pasa en 1939-1940 y es una novela de espías. ¿Dónde estaba el centro de la actividad alemana en el Uruguay? En Rincón del Bonete, ahí había cientos de alemanes, de modo que era bastante natural que ese fuera uno de los focos de una novela de espías que pasa en 1939.
EC - ¿Todo ficción?
JG - Sí, casi todo ficción.
EC - ¿Otros contactos que has tenido en tu vida con la represa, por ejemplo cuando eras estudiante?
JG - Sí, el campamento de ingeniería industrial, que era un campamento de práctica, consistía en visitar la represa de Rincón del Bonete y la del Rincón de Baygorria y hacer distintas cosas. Por ejemplo, se ensayaba la represa, se hacían una gran cantidad de mediciones similares a las que se toman normalmente, para tomar contacto con la represa en el sentido de operación. Cosa que me parecía bastante inútil y se lo hice saber al ingeniero Delacoste, que en aquel momento era el jefe de la represa.
EC - ¿Por qué inútil?
JG - Porque no hay mucha diferencia en tomar medidas, ¿qué puedo aprender yo con que me pongan durante tres horas a anotar la lectura de un instrumento con una agujita? Da lo mismo que sea Rincón del Bonete o cualquier otra cosa, yo quería ver algo que tuviera que ver con la represa. Entonces el ingeniero Delacoste me dijo: "¿Y qué querrías hacer?". "Yo quiero conectar una máquina", le dije.
EC - ¿Cómo, conectar una máquina?
JG - Claro, la puesta en funcionamiento de una máquina, de una de las turbinas, es una operación delicada y compleja. Entonces le digo que quiero hacer eso, quiero poner en marcha una máquina. Entonces me dice: Sentate. Me hizo sentar en la consola y me dijo: Vas a hacerlo, pero la orden final la va a poner el operador, quien la va a poner en marcha va a ser el operador, vos nos vas a decir cuándo te parece que está lista, y él decidirá si la pone o no la pone.
Para ponerla en marcha lo primero que hay que hacer es darle velocidad a la máquina, hacer entrar agua para que empiece a girar toda la máquina, y hay que llevarla hasta la velocidad de giro correcta, porque eso tiene que generar 50 ciclos, entonces hay un indicador de velocidad que muestra qué frecuencia está generando esa máquina, y uno la coloca hasta que está generando 50 ciclos. En ese momento la máquina está en velocidad, pero no alcanza con eso, la máquina tiene que estar generando la misma onda que se está generando en las demás, hay que hacer lo que se llama ponerla en fase, es decir que cuando está en el máximo de la corriente alterna, la otra también. Entonces el segundo paso es tocar nuevamente el control de velocidad, pero muy despacito, para que la máquina empiece a generar a la misma velocidad, hay que mirar un indicador de fase que muestra cuál es la diferencia de ángulo entre las dos ondas eléctricas, hasta que pasa por cero.
Cuando pasó por cero le dije "ya está" y levanté las manos del tablero. Entonces el operador apretó el botón. Y ahí pasó una cosa que no voy a olvidar nunca en mi vida, que no vamos a olvidar ni yo ni nadie de los que estábamos ahí presentes: el ruido que hizo la máquina y la vibración de la central en el momento en que entró una máquina en operación. Es lo que técnicamente se llama la corriente de sincronismo, algo que habíamos estudiado teóricamente, en las ecuaciones, sabíamos todo sobre eso, pero no sabíamos el ruido, el efecto y el temblor que producía una máquina de ese tamaño cuando entraba en operación.
EC - Qué estremecimiento y qué satisfacción al mismo tiempo.
JG - Fantástico.
***
Transcripción: María Lila Ltaif
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Fotos del acto en el que se entregó el reconocimiento del IIIEE
Presentación realizada por Pablo Thomasset Trakalo, jefe de mantenimiento eléctrico de la Central Hidroeléctrica Dr. Gabriel Terra
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