Entrevistas

El Gran Premio José Pedro Ramírez: un clásico de la hípica nacional y regional que busca renovar su público

El domingo es día de reyes, fecha muy esperada por los niños pero también por los fanáticos del turf: el hipódromo de Maroñas recibe al Gran Premio José Pedro Ramírez, un clásico que se disputa desde 1889. Se trata del principal evento hípico uruguayo y uno de los más antiguos de Sudamérica. Para saber más, En Perspectiva dialogó con el contador Óscar Bertoletti, gerente del hipódromo de Maroñas. "El mundo se está abriendo a hipódromos que sean cada vez más un parque de diversión, de entretenimiento general", dijo Bertoletti, explicando que para este domingo esperan a más de 15.000 espectadores y para eso armaron un espectáculo paralelo a las carreras que incluye un recital del Cuarteto de Nos.


(emitido a las 8.55 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Este domingo 6 de enero se corre el Gran Premio José Pedro Ramírez. El hipódromo de Maroñas espera más de 15.000 personas y prepara una serie de espectáculos paralelos, incluido un recital del Cuarteto de Nos. El contexto es una actividad turfística que sigue creciendo, y a la cual este año que comienza se reincorporará, aggiornado, el hipódromo de Las Piedras, que también será gestionado por Hípica Rioplatense Uruguay (HRU), la empresa que tiene la concesión de Maroñas desde hace 10 años.

El Estado está embarcado en la promoción del turf, ya que valora su capacidad generadora de puestos de trabajo, en especial en un sector de la población de baja o nula calificación. En el total del país hay entre 8.000 y 10.000 empleos directos y otro tanto de indirectos, en una cadena que, según el director general de Casinos, Javier Chá, abarcaba el año pasado a más de 50.000 personas si incluimos a las familias.

Hace un año, en esta misma fecha, Chá anunciaba la creación del Sistema Nacional Integrado de Turf, y en ese marco la posibilidad de recuperar otros tres hipódromos en el interior del país que se sumarían a Maroñas y Las Piedras.

De todos esos temas vamos a conversar esta mañana, sobre todo de cómo será el Gran Premio Ramírez, qué perspectivas ve HRU para este año, cómo articula el turf con el negocio de los tragamonedas.

Estamos con el contador Oscar Bertoletti, gerente del hipódromo de Maroñas.

¿Viene de allá? ¿Ya estuvo por Maroñas hoy temprano?

ÓSCAR BERTOLETTI:
Sí, hay una actividad con la prensa hoy allá y arrancamos más temprano el vareo. Y es un día muy especial, a 48 horas del evento estamos en los ajustes finales, con mucha expectativa y viviendo muy intensa la previa.

EC - El Ramírez es un premio histórico, un clásico de la actividad hípica nacional y regional. Ustedes esperan más de 15.000 espectadores.

OB - Así es. El primer Ramírez se corrió en 1889, ya van más de 115 ediciones del Gran Premio, y este año en particular es el décimo desde la reapertura. Entonces hay una serie de actividades que tienen como broche de oro el recital del Cuarteto de Nos, que nos genera la expectativa de tener más de 15.000 personas, que es lo que siempre lleva el Ramírez, unas 15.000, este año esperamos un poco más.

EC - Mirado desde afuera, parece en conjunto un espectáculo bastante complejo de montar. ¿Cuáles son los puntos más difíciles de esa coordinación?

OB - Hay tres tipos de público que tenemos clasificados: el que gusta de los caballos y va al evento por los caballos mismos, el que participa de esa actividad como un domingo en familia... las consultoras con las que trabajamos han evaluado qué tipo de público hay en Montevideo en esa fecha tan particular y qué cosas hace ese día que es tan especial, y en general surge con claridad que hay una población importante en Montevideo que ese día más de la mitad lo pasa con chicos menores de 10 años, hijos, nietos, sobrinos, primos.

EC - Es el Día de Reyes.

OB - Es el Día de Reyes, entonces en particular, sea que está de licencia, sea que está trabajando, es un día feriado. Entonces se trata de montar para ese público una serie de actividades que le permitan disfrutar un sábado o un domingo, como es el caso este fin de semana, en familia, con actividades para chicos chicos, Reyes Magos, con toda la inocencia de la infancia, y espectáculos para mayores. Este año en particular van a estar el dúo Cantaclaro, otro dúo de guitarra, algunos grupos tropicales y la Orquesta Sinfónica Juvenil de Montevideo, con más de 50 integrantes, que le va a dar un toque distinguido al Ramírez.

EC - ¿Cuál es la idea con la inclusión en esa grilla del Cuarteto de Nos, que quizás sea el número artístico que más sorprende?

OB - Por eso está sobre el final. Lo que queremos, y desde el 2003 estamos trabajando en esa línea y año a año la tratamos de profundizar, es que la sociedad de Montevideo integre el hipódromo de Maroñas a su circuito de lugares a visitar o a disfrutar. Algo que por la ubicación que tiene no es fácil de lograr, porque está en una zona que normalmente la ciudad no transita en los momentos de entretenimiento. Siempre hacemos paralelismos con ubicaciones más favorables, como la zona sur de la ciudad. Entonces en esa lógica de tratar de que la gente se habitúe a pasar por Maroñas, se hacen actividades, recitales y otras, y en particular esta del Cuarteto de Nos, porque creemos que es un evento que va a mover público por sí mismo más allá del propio Ramírez.

EC - ¿Qué público están buscando, qué público les aporta el Cuarteto de Nos?

OB - Se está invitando al público a ver al Cuarteto tipo 21 horas para que pueda disfrutar el Ramírez y quedarse un rato más. Es público joven, el segmento que a la actividad más le interesa ir captando. Nuestro cliente frecuente en Maroñas es caballero mayor de 45, si bien somos el hipódromo de la región y casi del continente que tiene mayor porcentaje de mujeres y niños entre su asistencia, que llegan al 25%, igual tenemos como un desafío de gestión importante captar cada vez en porcentajes mayores público de menos de 40 años. Y eso se logra poniéndole cosas que lo atraen, como puede ser un espectáculo de este tipo o dándole mucha tecnología al producto que se genera, tanto en la televisión como en los vínculos por los cuales se llega al producto, tecnología vía celulares, vía internet y demás. En estos años Maroñas siempre ha ido un paso adelante del resto de la región y al mismo nivel de los hipódromos de Estados Unidos en cuanto al desarrollo tecnológico del producto.

EC - ¿Qué quiere decir esto? ¿Tecnología aplicada a qué?

OB - Básicamente a carreras de caballos o a eventos.

EC - Sí, pero ¿en qué se aplica la tecnología?

OB - Por ejemplo, fuimos el primer hipódromo en la región en tener la medición del tiempo de los caballos en pista en forma automática, con un sistema americano, un teletimer que tiene haces de luz cada 100 metros que van midiendo en forma automática el tiempo de los animales. Ese es un aspecto tecnológico específico para la actividad. Pero adicionalmente tenemos montado un estudio de televisión dentro del hipódromo –que en el 2003 era el mejor de Uruguay y hoy con los avances tecnológicos estamos igual que los canales abiertos– que le permiten a la gente, a las empresas, a las familias que van a una serie de eventos montar su propia fiesta con un canal de televisión y ahí hacer lo que la imaginación dé. Muchas empresas realizan muchas actividades por la instalación (el edificio muy bonito y demás) y por la tecnología que les permite por ejemplo a empresas concesionarias de autos hacer los tests drive, grabarlos con cinco o seis cámaras y mostrarlos al público. Tiene una serie de posibilidades que en Montevideo no están disponibles.

EC - Alguna vez escuché decir que ustedes buscan que el turf vuelva a ser el segundo deporte más importante para los uruguayos, como supo ser hace décadas. ¿Es un objetivo realmente?

OB - Si es el segundo o no... lo que buscamos es que vuelva a tener la trascendencia que tuvo. Por ejemplo, en el Ramírez en las décadas del 40 y el 50 la asistencia superaba las 50.000 personas. Cambió la sociedad o la gente se entretiene con otras cosas y es muy difícil, salvo en el fútbol, congregar esa cantidad de público, pero está planteado como un objetivo de gestión trabajar para captar nuevo público, sumar al hipódromo y al turf nueva gente. Si es el segundo o no es el segundo, hoy hay otros deportes que en el Uruguay han tomado una relevancia mayor, como pueden ser el básquetbol, el rugbi y algún otro que compiten en muy buena ley. Pero como gestores del hipódromo, nuestra visión de largo plazo es que es muy difícil que sea sustentable si la actividad hípica no se desarrolla de forma progresiva en el tiempo. Y para desarrollarla no podemos pensar en los 10.000 clientes que tenemos cautivos todos los fines de semana porque gustan de las carreras de caballos, sino que, por el contrario, tenemos que tratar de que eso trascienda. Es muy difícil tal vez hacerlo todos los fines de semana, por eso se ha hecho un plan para este año 2013 con el Gobierno de además de este Ramírez tener siete eventos hípicos más que permitan captar público que habitualmente no va por Maroñas. Nosotros tenemos todos los fines de semana 2.000 o 3.000 personas, el domingo van a ir más de 15.000, hay 10.000, 12.000 que tienen un móvil adicional y que se movieron; queremos que eso vaya trascendiendo.

***

EC - ¿Cómo están las cosas en el hipódromo de Maroñas a esta hora, dos días antes del Ramírez?

Virginia Ithurbide, te escuchamos desde allí.

VIRGINIA ITHURBIDE:
Se empieza a vivir, uno entra y se topa con un clima que ya hace que den ganas de que sea el domingo para poder disfrutarlo. Recién escuchaba al gerente del hipódromo; el vareo del que hablaba está terminado de a poquito. Para los que no saben –y sin que me rezonguen los entendidos del turf–, es como una puesta a punto final de los caballos que van a participar el próximo domingo. Después de esto, todos los protagonistas, que son ellos, van a descansar, es la última actividad que hacen previo a la carrera. Es un buen rato, recorren toda la pista, son ejercicios específicos que hacen con sus jockeys, y luego ya van a descansar para el próximo domingo. Se nota movimiento ya, hay gente de la prensa, hay algunos encargados de stud acompañando a sus caballos. Así que por acá ya se empieza a vivir el clima, el hipódromo está prácticamente pronto con sus instalaciones para recibir esas 15.000 o poco más que dicen que están esperando.

EC - ¿Qué te llamó la atención de algún caballo, de algún jockey?

VI - Más que nada me llamó la atención cómo se está viviendo acá el José Pedro Ramírez, porque esto es un clásico, como para quienes viven el fútbol. Por donde uno vaya, camine y haya entendido o no, ya se está hablando de quién va a ser el protagonista el próximo domingo, porque en principio son dos caballos los protagonistas, o al menos de los que se habla en la previa.

EC - Contanos cómo es eso.

VI - Según los entendidos, el primer favorito es Impérrito, un caballo uruguayo cuyo jockey será Fernando Olivera, y la gran rival es una yegua argentina, Malibú Queen, que llegó ayer a Montevideo al hipódromo de Maroñas, que va a ser corrida por el jockey uruguayo Pablo Falero. También me hablaban de Alcázar, que fue el ganador del año pasado, que no está entre los favoritos ni entre los rivales porque ya está en una edad adulta.

EC - Bertoletti, ¿algún comentario adicional a propósito de este panorama?

VI - No, veo que Virginia ha relevado muy bien la información que hay en la vuelta. La particularidad es esa, de las 115 o 116 ediciones que van del Ramírez solo 12 veces ganó una yegua, entonces hay mucha expectativa por esta que vino de Argentina, porque, como dicen los entendidos, si corre con Falero va tres cuerpos adelante.

EC - Tengo un mensaje de un oyente que dice: "¿El turf un deporte? ¿Qué están diciendo? El turf es un juego, una timba, un espectáculo, pero un deporte no".

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EC - ¿Alguna pregunta de la audiencia, Romina?

ROMINA ANDRIOLI:
Sí, Wilson pregunta si todavía se consiguen entradas para el Ramírez.

OB - Sí, pueden comprar hoy y mañana en el propio hipódromo.

RA - ¿Hasta qué hora el domingo?

OB - El domingo hasta las cinco o seis de la tarde consiguen seguro. Ya después puede que se empiece a agotar alguna de las tribunas, porque es cuando se comienza a saturar, si bien las instalaciones se adecuan para recibir más público, calculamos que después de la seis de la tarde no se van a conseguir palcos, y pensamos que fole en esa hora también.

EC - ¿A qué hora abre el Maroñas el domingo?

OB - A las 12. La primera carrera es a las 13.30 horas.

EC - El Ramírez es a las...

OB - A las 20.50 horas.

EC - Vayamos a otros temas que tienen que ver con HRU y con este sector de la actividad nacional. Hace pocas semanas la empresa en la que usted se desempeña se hizo cargo de la concesión del hipódromo de Las Piedras, anunció incluso la reinauguración para mayo; en este momento están en obras. ¿El área metropolitana de Montevideo da para dos hipódromos, para Maroñas y Las Piedras?

OB - Nosotros no tenemos dudas de que es necesario, por eso ya se había presentado una primera propuesta en 2008, cuando la Intendencia hizo un primer llamado que derivó en esta licitación del año 2011, por la que accedimos en el 2012 al hipódromo. Como sucede en el fútbol, que hay un gran estadio, el Estadio Centenario, al que a todos nos gusta ir, y son necesarios otro tipo de escenarios para desarrollar otros espectáculos y que compitan otros actores. En el turf pasa lo mismo, hoy en Maroñas estamos desarrollando un aserie de carreras que no deberían ser parte de la actividad de Maroñas y sí de hipódromos del interior o del de Las Piedras.

EC - ¿Por qué? ¿Cómo es la cosa?

OB - Básicamente, tenemos un volumen de carreras que muchas veces tenemos que ajustar para atender la demanda de la actividad hípica que hay. Hay 2.000 nacimientos en el Uruguay, cuando este proyecto se retoma en el 2003 nacían 1.000 animales por año, hoy nacen 2.000 y más. Todo eso genera una pirámide que empuja mucho desde abajo, porque en la medida en que el criador tiene potrillos, que los saca a la venta, que los propietarios los compran, hay muchos peones, entrenadores, capataces, jockeys que tienen su medio de vida con esto. Entonces es algo que se va forjando desde abajo, es una cadena productiva, y necesita otros escenarios. No tenemos duda de eso, incluso ya el hipódromo de Las Piedras venía disputando competencias con una regularidad semanal, lo que se hace ahora en este proceso de licitación y otorgamiento a un privado es profesionalizarlo, adecuarlo a la normativa internacional y formalizarlo.

Como anunciaron autoridades del Gobierno en este propio medio, ha habido una partida que tiene dos caras, el Estado está aportando un monto mayor para el premio hípico a los efectos de que la distribución en los segmentos más vulnerables sea mayor, y por medio del concesionario está exigiendo la formalización. Nosotros ya desde el mes de noviembre estamos controlando y ahora en enero toma vigencia absoluta que todos los peones que participan en la actividad, todos los entrenadores, todos los jockeys estén inscritos en el BPS y tengan los beneficios asociados. Como somos una única empresa que tiene un régimen de pago de premios hípicos por número de cédula de cada persona, cuando hablamos con el directorio del BPS, con Murro en particular, fue muy rápida la instrumentación.

Entonces si bien el Estado está aportando a esa cadena mediante el premio hípico, duplicando el aporte en los últimos tres años, también le está exigiendo a la actividad la formalización. Ya está en Maroñas, en Las Piedras arranca en mayo, y en los hipódromos del interior en Paysandú ya está corriendo, el 27 de enero corre Melo y vamos por ese camino. Ese es el escenario.

EC - ¿Las Piedras va a tener un público distinto del público de Maroñas?

OB - Por lo que han podido medir empresas que nos ayudan en esto, el impacto del hipódromo de Las Piedras en el cono de la ciudad de Las Piedras y alrededores es mayor que el de Maroñas en Montevideo, porque está inserto en un área de la ciudad donde la gente se entretiene y pasa su tiempo libre. Entonces el público que esperamos para el hipódromo de Las Piedras es, por supuesto el de la actividad, como es natural, pero también el de la ciudad. Así nos lo han hecho ver el intendente Carámbula y el alcalde de la ciudad, de forma tal que el proyecto que estamos desarrollando a nivel de obras ya prevé integrar buena parte del hipódromo con una plaza, parque, parrilleros y demás al entorno del parque Artigas.

EC - ¿Qué actividades nuevas se van a desarrollar en Las Piedras, que no se desarrollan en Maroñas?

OB - El hipódromo de Las Piedras va a competir una vez a la semana, en Maroñas lo hacemos dos veces a la semana, pero va a tener un foco en el entrenamiento de los caballos que van empezando su campaña o que están terminando su campaña, porque la pista va a tener condiciones más blandas que permiten que los animales entrenen con un perfil menos exigente. Y va a tener la particularidad –es lo más relevante del proyecto– de tener una escuela de jockeys, ya está el proyecto armado con la UTU para armar un FBP.

EC - ¿Qué es eso?

OB - Hay otras experiencias en otros deportes, por ejemplo en el fútbol, que se llama Gol al Futuro. Es un plan de formación profesional básico que permite que en cuatro semestres chicos de 15 a 18 años que han quedado por el camino en los procesos educativos y tienen algún vínculo con la actividad se vinculen a la educación curricular y tengan prácticos sobre la actividad. Pensamos que los chicos que salgan de ahí van a tener cuatro posibilidades: si la ergometría y la práctica se lo permiten, podrán ser jockeys, si no podrán ser vareadores, si no podrán ser capataces o peones de stud y ahí se van a formar seguramente los futuros entrenadores.

El caso lo tomamos del fútbol, que ha tenido muy buena prensa, de lo que se llama Gol al Futuro, que permite formar asistentes de campo. Aquí estamos haciéndolo para el turf, pensamos que vamos a tener 10, 12 chicos residentes del interior, en las instalaciones del propio hipódromo estamos generando un lugar para que los gurises que vengan del interior se puedan quedar durante la semana o 15 días. Tengan en cuenta que en la actividad de los jockeys y vareadores la inmensa mayoría de los que participan en Montevideo tienen origen en el interior, porque en el interior el contacto con el caballo es mucho mayor, entonces tienen una idoneidad mayor que los de Montevideo.

El proyecto de Las Piedras como primer componente va a estar enfocado en el entrenamiento, va a tener todos los procesos educativos y formativos de jockeys, peones y entrenadores, y va a tener un componente social parecido al de Maroñas pero de mayor impacto en el entorno, que va a ser un CAIF, una policlínica y un centro cultural. Esos son los tres aspectos que exceden las meras competencias que la gente está acostumbrada a ver.

EC - ¿Qué inversión requiere la puesta a punto del hipódromo de Las Piedras?

OB - La inversión va a estar en el entorno de los 12 millones de dólares.

EC - Ya dijimos que la actividad hípica es en sí misma deficitaria, el hipódromo de Maroñas se financia con los ingresos que HRU recibe de esas cinco salas de slots que opera en acuerdo con la Dirección General de Casinos. El oyente puede pensar: ¿cómo entonces es esto de que tome otro hipódromo a su cargo? ¿Qué pasa?, ¿aumenta el déficit? ¿Cuál es la fórmula, cómo es el acuerdo en este caso?

OB - La fórmula es la misma que se generó en el 2002 con la licitación de Maroñas, los gobiernos lo vieron primero en Estados Unidos y en Europa por la vía de los hechos, donde los hipódromos cierran se generan bolsones de pobreza y delincuencia importantes, donde los hipódromos están en actividad esas zonas de las ciudades tienen una actividad floreciente. Con esa lógica se armó un proyecto en el cual se subsidia una actividad deficitaria como son los hipódromos con otra que es superavitaria que son las tragamonedas. Con Las Piedras es lo mismo, son las mismas cinco salas, el Estado aumenta de 35% a 39,2% de lo recaudado en la sala como canon. Se incrementa el precio del alquiler que el concesionario recibe por las salas.

EC - No se agregan más salas, son las mismas, pero HRU recibe un porcentaje mayor de lo que recaudan esas salas.

OB - Así es, no hay más salas, son las mismas con un porcentaje mayor de alquiler.

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EC - Hace un año, el director general de Casinos anunció la creación del Sistema Nacional Integrado de Turf, y en ese marco la posibilidad de recuperar otros tres hipódromos en el interior, que se sumarían a Maroñas y Las Piedras. ¿Qué participación tiene HRU en este proceso?

OB - En los tres hipódromos del interior, que son Colonia, Melo y Paysandú –Colonia ya empezó a correr, Melo correrá el 27 de enero y Paysandú vuelve a correr el 10 de febrero y esperamos que Colonia sea en marzo–, HRU facilita todo el proceso aportando tecnología, red de agencias, satélite, televisión, viabiliza el proceso. El acuerdo con la Dirección General de Casinos fue sustentar el proyecto del Sistema Integrado Nacional de Turf, Maroñas, Las Piedras y los tres hipódromos del interior.

EC - ¿HRU va a terminar gestionando también esos otros hipódromos?

OB - No gestionamos directamente, colaboramos con la gestión local. En algunos de ellos hay operadores privados, pero estamos poniendo a disposición toda la tecnología y el know how y es nuestro equipo de gente el que está aportando su capacidad de trabajo para que eso suceda.

EC - Pero eso tiene un costo para HRU. ¿Cómo se descuenta?

OB - Es parte del acuerdo con el Estado, por eso se trabaja a libro abierto, los costos que se generen se resarcen del fondo para fomento del turf que tiene la Dirección General de Casinos. La Dirección General de Casinos está mandatada a fomentar el turf como un medio de acción social para los segmentos más vulnerables, y dentro de esas actividades está el proceso de los hipódromos del interior.

EC - Es un buen momento para volver a la pregunta que planteó un oyente y planteaban varios: ¿el turf es un deporte?

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EC - ¿Qué es el turf? Los oyentes plantean cuestionamientos y después polemizan entre ellos. ¿Algunos de los mensajes, Romina?

RA - Ignacio dice: "Calificar la hípica como deporte es darle un uso muy ligero al término. Un lugar cuya actividad básica es que la gente vaya y apueste dinero no debería identificarse con el deporte. Un vicio tan dañino como es el juego, lejos de ser controlado, es más bien estimulado por el Estado".

Y hay quienes van por el otro lado, quienes defienden el turf como un deporte. "Un jockey para dominar en carrera un animal que pesa 600 kilos tiene que ser un deportista de elite con una gran preparación", plantea otro oyente.

EC - Bertoletti, ¿qué responde usted?

OB - Sin duda, como surge del comentario de los oyentes, el tema genera polémica y es bueno tratarlo porque es la mejor forma de ir bajando viejos mitos y viejos prejuicios que existen para con la actividad. Nosotros estamos convencidos de que es un deporte, como porque como bien dice alguno de los oyentes, tanto para el jockey como para el propio animal, como para el entrenador, para el veterinario, para todos los que están en la cadena, la profesionalidad y la estandarización de los procesos que ejecutan son claves para el éxito.

El tema del juego, que siempre le pone un manto sombrío a la actividad, viene de la historia, de donde empieza el turf, que es un juego inglés, una actividad inglesa que arranca en el siglo XVIII y de ahí para acá siempre fue parte del propio turf. Hay que tener en cuenta que en las competencias que hoy se desarrollan en el mundo –y Maroñas está dentro de ese marco– la diferencia entre que un caballo gane o pierda es en el 50% de los casos de menos de un cuerpo. Para que tengan una referencia, un segundo son cinco cuerpos. El nivel de profesionalidad que requiere una actividad tan competitiva exige que los tipos sean profesionales. Lo vemos en los jockeys, en los entrenadores y en los propios criadores. La profesionalidad en la gestión y en los procesos que se ejecutan, más allá de los talentos individuales, es crítica para que esto se desarrolle. El tema del juego siempre le pone un manto diferente, pero estamos convencidos de que es un deporte.

EC - Está el otro cuestionamiento que va más a fondo cuando se pone la atención en la patología del juego, en la gente que termina arruinada por su pasión por las apuestas, en este caso las apuestas del turf. Ese aspecto en particular, el lado más oscuro de esta actividad, ¿cómo lo manejan?, ¿qué políticas tienen?

OB - Una cosa previa: hay determinadas conductas que son inherentes al ser humano; el juego es una de ellas. Hay experiencias en el mundo de estados que no hacen nada y dejan que opere libremente, que es lo peor, y situaciones como la de Uruguay, en la cual el Estado interviene, regula, controla y actúa en forma directa o por medio de privados que controlan, como es el caso nuestro.

En el caso del turf los niveles del ludopatía son –y en el mundo así se registra– de los más bajos que existen, porque es una actividad que tiene una frecuencia semanal. La ludopatía está asociada cuando el cliente que tiene algún problema tiene muchos hitos en los cuales puede apostar. En esto son muy pocos, a lo sumo 20 carreras en la semana. Además los tenemos medidos, es muy fácil trazarlos, y tenemos políticas concretas hacia determinado tipo de clientes con conductas un poco abusivas.

EC - ¿Qué quiere decir que tienen políticas concretas?

OB - Básicamente tenemos medidos los niveles de apuesta y tenemos sectorizado por tipos de juego. Hoy la tecnología ayuda mucho en eso. En el turf no es necesario, nosotros tenemos otra área de negocios que son las tragamonedas en las cuales sí, por la cantidad de horas de operación y la cantidad de momentos que se pueden llegar a dar, llevamos registros y demás y los clientes se excluyen. Está muy regulado y controlado.

EC - ¿Cómo se autoexcluyen?

OB - Una de las políticas que existen en los casinos o en las propias tragamonedas le da al operador la posibilidad, y en el caso nuestro nos lo imponemos como obligación, de excluir a los clientes con altos niveles de consumo. Hay centros de ayuda para este tipo de clientes y son derivados.

EC - ¿Y en el caso del hipódromo?

OB - Como decía, son muy pocos los casos que se dan.

EC - ¿Pero cuando se dan?

OB - Aplicamos la misma política de derivarlos a los centros de apoyo y ayuda.

EC - Hay oyentes, como Juan del Centro, que dicen: "No tendría que permitirse la entrada de los niños al hipódromo. Ni levantar en el interior centros que dejan a la gente en bancarrota".

OB - Ahí está la otra línea. Nosotros visualizamos el turf como una oportunidad de ganarse la vida para mucha gente que si no tiene esa oportunidad queda marginada de la sociedad o delinque. Lo vemos día a día, nos pasa, muchachos que por algún motivo quedan fuera del circuito formal de empleo en el turf los vemos después en el barrio Ituzaingó consumiendo droga o delinquiendo, es algo tangible. Tal vez la solución ideal para esa gente no sea el turf, pero es la mejor y en la práctica está funcionando. Que los chicos asistan o no asistan es responsabilidad de cada uno, de los padres, el que tiene hijos sabe cómo manejarse, y en general –doy fe por mi propia familia– los chicos vinculados a la actividad del turf lo disfrutan muchísimo, porque ven animales que no están acostumbrados a ver, preparados para una competencia, muy puestos y demás. Y es un paseo que tiene un matiz familiar, el mundo está yendo a eso. El mundo no está yendo a hipódromos cerrados solo para mayores adultos, al contrario, el mundo se está abriendo a hipódromos que sean cada vez más un parque de diversión, de entretenimiento general que un lugar cerrado para hombres mayores de 50 jugando a los caballos de carrera.

EC - Vicky, un último aporte desde el hipódromo de Maroñas a esta hora.

VI - Escuchaba lo último, estaban hablando sobre el tema de los chicos, y es uno de los apuntes que les iba a dar. Los adultos que vengan el domingo tienen también la posibilidad de venir con sus niños, hay muchas actividades pensadas para los menores, para que puedan divertirse. De hecho el domingo, más allá de que es un día especial en el hipódromo de Maroñas, es el Día de Reyes y está pensado que por acá también pasen los reyes, así que los niños que vengan van a tener la posibilidad de verlos. Hay muchas atracciones, acá están bien instalados siempre, hay un sector de juegos de madera, como para que sea una jornada familiar –sin entrar en la polémica–, para que aquellos que quieran pasar un domingo familiar acá puedan hacerlo.

Es una jornada muy extensa, hoy escuchaba que la primera carrera va a ser 13.30 horas y la última va a terminar cerca de 22.30, y luego los espectáculos que ya escucharon que van a estar. Entre los destacados de estas 22 carreras –es una jornada extensa–, aparte del José Pedro Ramírez, que pertenece al grupo 1 en la escala internacional del turf, hay otras carreras muy atractivas también por el grupo 1, como el Gran Premio Ciudad de Montevideo y el Pedro Piñeyrúa, clásico de las carreras turfísticas, y el Gran Premio Maroñas, perteneciente al grupo 2. Para aquellos que quieran ser partícipes de la parte lúdica, no es necesario tener muchísimo dinero, pueden venir simplemente a divertirse, porque la apuesta mínima es de 30 pesos, y capaz que el domingo simplemente por diversión y por ser parte pueden hacerlo.

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EC - En el último mensaje que llega viene la lectura positiva. Dice Jorge de Malvín: "Al turf puede ir el que quiere, sin jugar un peso. Es un gran espectáculo y sin problemas de barras bravas".

OB - A los que no somos de la actividad, al comienzo nos llamaba la atención cómo hay algunos códigos que se respetan y nos sorprenden. En el fútbol todos sabemos los problemas de seguridad que hay, en el turf convive gente que está una al lado de la otra vivando caballos distintos, el consumo de alcohol es libre dentro de los parámetros que establece la normativa municipal, puede haber apuesta vinculada. Estarían todos los elementos para que fuera un lugar inseguro y con problemas, y es digno de destacar cómo la gente se comporta y tolera y aplaude. Puede haber diferencias entre Uruguay y Argentina, porque en Uruguay gritan el caballo y en Argentina el jockey, pero más allá de eso no hay problema de tipo alguno.

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Transcripción: María Lila Ltaif