La Audiencia Opina: Sobre las luces que se instalaron sobre 18 de Julio durante las fiestas (y que ya fueron retiradas por la IMM)
Yo no digo que esté mal, al contrario, está muy bien pero .....
Es más lo malo que lo bueno y de cosas muy graves.
Vivo en Julio Herrera y Obes y Colonia desde mayo del 2007. Vengo siguiendo la evolución o involución del barrio desde ese momento...
Hace unos 45 minutos salí de mi casa camino al estacionamiento dónde guardo mi auto. Bajo solo un escalón y piso las maltratadas losas de granito rosado que la OSE canibalizó la semana pasada convirtiendo la vereda hasta la esquina de 18 de julio en un espacio peligroso para pies y tobillos y hasta diría para la vida de los peatones .Una desanimada limpiadora de la empresa que limpia el Banco Santander barre automáticamente(por quién sabe qué número de vez) la arena que aparece entre las baldosas . Sigo, cruzo, un carro de chorizos cerrado, a dos metros un indigente que habitualmente está en la vereda de enfrente desde hace 5 años, en la puerta de uno de los edificios más bellos de la ciudad, duerme todo tapado por un montón de trapos sucios desde la madrugada luego de conseguir su última dosis de pasta base. Más adelante el contenedor violentado por los hurgadores durante la noche muestra impúdicamente sus miserias.
No hacen falta más palabras.
Los jueves por la noche desde que las nochecitas son cálidas y hasta fines del otoño, en la Pasiva que está en la plaza del Entrevero, un conjunto de dudosos músicos tocan a un volumen insospechado metódicamente (los mismos temas más 2 que integraron esta temporada a su repertorio)desde las 20 hasta las 22h desconociendo y violando todas las reglamentaciones sobre ruidos molestos que existen . El ruido es tan espantoso que en mi apartamento no se puede mantener una conversación, ni mirar una película ni escuchar la música, aún con las ventanas cerradas. Los sábados se repite más o menos lo mismo pero desde las 14 horas con otro tipo de música. El día de la policía, el orgullo gay, las promesas del carnaval, el carnaval, la protesta de los trabajadores etc etc, todo es motivo para cortar la principal avenida de la ciudad y provocar el caos de automovilistas, ómnibus, carros de basura y peatones, generando ruidos y más ruidos. Bocinas, escapes de motos y de ómnibus. A eso hay que agregar una convocatoria a graffiteros y jóvenes en patineta de una cultura callejera de la decadencia que tuvo lugar hace unas cuantas semanas y nos mantuvo al enajenante ritmo de los raps hasta bien entrada la noche.
¿Y tenemos que alegrarnos por unas lucecitas navideñas?
Inés