Entrevistas

Con "Luisma" Iturria, campeón latinoamericano de surf, el primer uruguayo que cobra un sueldo por surfear

Con "Luisma" Iturria, campeón latinoamericano de surf, el primer uruguayo que cobra un sueldo por surfear

Hasta hace no tanto, surfear en Uruguay era una actividad exótica. Pero en los últimos 25 años se masificó, y hoy tiene su primera estrella internacional: Luis María Iturria, actual campeón latinoamericano de surf y el único surfista profesional uruguayo que cobra un sueldo por surfear. Para lograr buenos resultados es necesario "dedicar tiempo", además de buen equilibrio, agilidad y un estado físico adecuado. "Es muy importante la tranquilidad a la hora de competir, no ponerse nervioso para no cometer errores, elegir las olas correctas", contó, entrevistado por En Perspectiva. "Hoy el surf ha crecido bastante, se está masificando, capaz que a algunos no les gusta porque hay más gente, pero en realidad es bueno. Es bueno para la industria del surf, para el deporte en sí y para la competencia", pues contribuye al surgimiento de "nuevos talentos", sostuvo el deportista.


(emitido a las 8.58 Hs.)

ALEJANDRO ACLE:
Decidir dedicar la vida al surf es una apuesta arriesgada. Tiene muchas posibilidades de salir mal, pero a Luisma Iturria, un tipo que dejó todo para correr olas, le salió muy bien: hoy es campeón latinoamericano de surf y cobra un sueldo por surfear.

En los años 80, el niño Luisma vivía junto al famoso Mariskonea, el restaurante que su abuelo vasco y su abuela gallega construyeron con sus propias manos frente a la zona de olas de Punta del Este. Su hermana, que barrenaba olas, lo fue llevando, y a Luisma, que tenía unos 10 años, le gustó tanto que no paró hasta que le compraron una tabla de surf. 20 años después logró lo que quería: dedicarse al surf como ocupación y competir y ganarles a surfistas de países con olas, clima y tradición mucho más acordes, como Brasil, sin ir más lejos.

Vamos a conversar con Luis María Iturria, campeón latinoamericano de surf, y quien además acaba de ganar este martes la tercera etapa del Circuito Nacional de Surf que se disputó en la playa de Montoya.

Supongo que no te agarramos en el agua. ¿Un día como hoy, de un poco de lluvia,  se presta para meterse igual?

LUIS MARÍA ITURRIA:
Acá en Punta del Este hay apenas un poco de nubes. Y si llueve no creo que haya mayor problema de que nos mojemos, ¿no?

AA - Es verdad, me imagino que el frío es más problema. Hablemos de tus comienzos, de cómo fue que empezaste. Supongo que toda esa infancia frente al agua, con el mar siempre con una presencia determinante ahí, pesó mucho; también estaba la influencia de tu hermana. ¿Cómo se dio ese proceso?

LMI - Sí, ella andaba en morey, en la tabla en la que vas acostado, el bodyboard, y me empezó a meter al mar. La empecé a seguir y estuve como un año corriendo en morey; eso con 10, 11 años. Ya para cuando cumplí 11 años conseguí mi tabla; Óscar Pereira, que es un amigazo mío –en ese verano éramos chiquitos–, me prestó la primera tabla en la que me paré. Me fue fácil, yo andaba bastante en skate también de chiquito, entonces el tema del equilibrio lo tenía medio dominado. Y de ahí no me bajé más de la tabla, empecé los veranos, de a poquito algunos fines de semana. En invierno no porque éramos chicos, pero año a año le empecé a dar más intensidad al surf. Era algo rutinario ya participar en campeonatos cuando era chiquito, después a medida que fui creciendo empecé a competir más y salir a competir afuera, fui a algunos panamericanos.

AA - En tu adolescencia hiciste algunos viajes buscando olas por el mundo.

LMI - Sí, a los 16, 17 años empecé a viajar para Costa Rica, para México, empecé a conocer olas con fuerza y tamaño. En Costa Rica estuve como tres meses, pero después llegué a Indonesia y ahí me di cuenta de que era ‘lo más’, en Indonesia hay tremendas olas. Básicamente trataba de zafar del frío en las vacaciones de invierno e ir a un lugar de calor, como América Central.

ROMINA ANDRIOLI:
¿Cómo te financiabas esos viajes?

LMI - Trabajando en verano, dando clases de surf, laburando en el negocio de la familia, ayudando. Mi vieja me ayudaba también, obvio. Eran viajes así también, vendiendo tablas, vendiendo ropa, vendiendo cosas. Yo en ese momento tenía patrocinadores que me proporcionaban zapatillas, ropa, lentes, entonces de ahí me iba haciendo mis pesitos y podía meter unos buenos viajes en busca de buenas olas.

AA - ¿En qué momento decidiste que el surf pasara de ser un hobby a verlo como algo más en serio a lo que te podías dedicar? ¿Cómo fueron esos pasos?

LMI - Fue como a los 18 años, por ahí. A los 18 años fui campeón nacional en la categoría Junior y en la Open, al año siguiente también fui campeón en Open, estaba compitiendo acá en el Circuito Nacional, yendo a los mundiales, panamericanos, representando al país. Ahí estaba cien por ciento para el surf, dedicándome con todo.

RA - Ahí tuviste que dejar de estudiar, tomaste esa opción.

LMI - Tomé la opción de dejar de estudiar, sí.

RA - ¿Qué fue lo que incidió en esa decisión?

LMI - Las olas, el mar, "el agua salada en la cabeza", como dicen algunos.

AA - ¿Cómo definirías la cultura del surf para alguien que no lo tiene como un deporte? ¿Cuáles son sus características principales?

LMI - El surf es un deporte muy lindo, en contacto con la naturaleza, con el mar. Para aquellos a quienes les gusta el mar es algo muy lindo de experimentar, estar en las olas, estar en ese medio.

AA - Porque tiene ese contacto con la naturaleza, y tiene por otra parte un toque de adrenalina, por el riesgo.

LMI - Un toque no, bastante.

AA - Me imagino; después te vamos a preguntar sobre algún suceso. Y también tiene esa cosa de estar uno solo, una cosa de introspección, de estar con uno mismo.

LMI - Sí, muchas veces lo digo en las notas: es una desconexión con la rutina de la vida, del trabajo, de los estudios, esas preocupaciones que tenés. Te metés al agua, te olvidás de todo y te enfocás en correr tus olas, en disfrutar.

RA - ¿En qué momento decís "por este tipo de cosas me dedico a esto"?

LMI - Los días de buenas olas son impagables, no tienen precio.

RA - ¿Y mientras estás esperando la ola o cuando ya la agarrás?

LMI - Cuando terminás de correrte una ola buena, ahí decís "ah, qué divino". O meterse adentro de un tubo, como vemos en las fotos.

RA - Es como el gol para el futbolista, digamos.

LMI - Claro, es como el gol, esa energía, esa adrenalina, esa alegría.

RA - ¿Qué hacés cuando vas arriba? ¿Gritás, por ejemplo?

LMI - No, no. Pero cada tanto se escucha, hay gente que sí. Seguramente de chico lo hacía, y mucha gente lo hace. Te bajás una ola grande y "uuuuhhh", grita la gente. Te emocionás. O te gritan tus amigos que están en el agua y te ven bajar.

AA - Recién hablábamos de los riesgos. ¿Qué tan peligroso es? ¿Qué es lo más peligroso que te ha pasado?

LMI - He tenido bastantes revolcones, bastante rato abajo del agua. Una vez me golpeé en un revolcón en una ola en Indonesia y me quebré el dedo gordo de la mano derecha.

AA - ¿Olas de cuántos metros?

LMI - Esta era una ola de unos dos metros, pero me dio contra el fondo, me rompí el dedo, me raspé la espalda, fue completito. Pero no pasó a mayores. Y después sustos de mucho rato abajo del agua. Una vez, en Indonesia también, me agarró una ola de cuatro o cinco metros, y era una ola grande de las que te agarra y no te suelta. A veces es tanta agua que por más que nades y hagas fuerza, trates de subir, es imposible, no le ganás. Son momentos que hay que tomarse con tranquilidad para no gastar oxígeno, esperar a que la ola se calme un poco y ahí sí empezar a nadar para arriba en busca de aire. Esa vez cometí un error de los que no hay que hacer esos días, y pagué el precio.

AA - Pero esos momentos no te frenan, el disfrute que sentís después siempre es mayor que el miedo.

LMI - Si saliste bien podés ir a buscar otra, si saliste muy mal te vas para afuera y esperás al otro día, lo tomás con más calma. Cada persona tiene sus límites también, hay gente que ni siquiera se tira en olas grandes o que sabe que tiene que hacerlo con tranquilidad.  

AA - ¿Qué condiciones hay que tener para ser un buen surfista? Hablabas al principio del tema del equilibrio, que te había ayudado hacer skate. ¿Qué otras cosas destacarías?

LMI - Un buen estado físico, ser ágil.

AA - Cierto manejo de la tensión, de la tranquilidad, para estos momentos bravos como los que describías recién.

LMI - Sí, este es un caso especial, no todos los días hay olas grandes, entonces no todos los días vas a estar en estas situaciones límite. En Uruguay hay olas más chicas, no hay olas tan grandes. Se necesita tener un buen estado físico, dedicarle tiempo al surf, remar, meterse al agua y disfrutar, yo soy de disfrutar lo más posible.

RA - ¿Qué condiciones tenés vos para poder competir y ganarles a surfistas como los brasileños, por ejemplo, que tienen miles de kilómetros de costa, mejores olas, más tradición en el surf, pueden surfear todo el año sin preocupaciones por el clima?

LMI - Sí, tienen mejor clima, eso es algo importantísimo que acá nos frena un poco.

RA - Uno podría decir: ¿cómo puede ser que el campeón latinoamericano haya salido de Uruguay, con ese panorama?

LMI - De verdad, qué tema. Nada, dedicación, esfuerzo, entrenamiento, enfoque, muchas cosas que he ido ganando con el tiempo, con los años; experiencia. A veces las cosas se te van dando, no te digo que se me sirvió todo en bandeja para ese título, yo me esforcé, entrené a full, en cada competencia dedicaba rato antes de entrar al agua mirando dónde estaban las olas, contra quién me tocaba, cómo competir contra cada adversario –porque cada uno tiene su estilo, su técnica–, qué cosas hacer. En la parte mental es muy importante la tranquilidad a la hora de competir, no ponerse nervioso para no cometer errores, elegir las olas correctas, hay muchas cosas. Y en la parte física, entrené todo el año en un gimnasio acá en Punta del Este con mi entrenador Marcos Rodríguez, le dediqué mucho a entrenamientos funcionales, como se llaman, mucho entrenamiento con esas pelotas inflables grandotas como las que usan en yoga, haciendo equilibrio ahí arriba parado, saltando de una pelota a otra, mucho trabajo con gomas, haciendo velocidad, resistencia, fuerza. De todo un poco.

AA - Con tu profe hacés más trabajo de gimnasio.

LMI - Claro, porque no todos los días tenemos olas acá en Punta del Este o en Uruguay para entrenar.

AA - Eso te iba a preguntar, ¿en promedio cuántos días al año te podés tirar al agua en general?

LMI - Casi todos los días, pero en invierno, como está frío y hay días en que hay olas chiquititas, el frío pesa más que la ola.

RA - Ahí lo pensás dos veces.

LMI - Claro, entonces prefiero meter dos horas de gimnasio bien entrenadas que tirarme al agua y pasar frío un rato con unas olas chiquititas con las que no puedo hacer mucho. Pero también hay que ir al agua y entrenar, para el surf el mejor entrenamiento es el mismo surf.

AA - ¿Cómo es la profesionalidad en el surf? ¿Vos sos el único o de los únicos que cobran un sueldo por surfear? Porque en principio teníamos la información de que eras el único, pero después alguien nos decía que hay otros en Uruguay que también cobran un sueldo, por ejemplo Marco Giorgi.

LMI - Marco Giorgi es uruguayo, pero no vive en Uruguay. El tema es que no está patrocinado por una marca de acá, no tiene apoyo de Uruguay. Yo no lo considero un uruguayo más profesionalizado.

AA - Más allá de estos casos concretos, ¿cómo son tus ingresos por el surf? ¿Solo tenés un sponsor como Reef, o recibís dinero por ganar campeonatos, por hacer publicidad? ¿Cómo se resuelve eso?

LMI - En el año 2006 firmé con la marca Reef internacional, fue la primera vez que firmé un contrato con una empresa por el que empecé a ganar un sueldo por mes por surfear, hacer lo que me gusta. Ese mi trabajo, surfear y representar la marca en todo momento, hacer colecciones publicitarias para lentes, para ropa, para de todo un poco, videos, fotos de revistas, de todo un poco. Estuve mucho tiempo solo con Reef, y a raíz de que me fue bien este año en el Circuito Latinoamericano obtuve el sponsor de la marca Volkswagen con la automotora Lestido, y también de Uruguay Natural - Ministerio de Turismo y Deportes, que me está apoyando en mi carrera. También tengo el apoyo de las tablas de surf que uso, una marca americana de California que se llama Timmy Patterson. Son buenazas las tablas, son la herramienta principal para el surfista.

RA - ¿Eso te permite vivir del surf?

LMI - Todo lo que consigo del surf lo dedico al surf. Con el surf no es que banco toda mi familia, en conjunto con mi esposa trabajamos los dos y llevamos a cabo todo, nos llevamos adelante nosotros y a las niñas, tenemos dos hijas.

AA - Martín de Maldonado hace un rato escribía y decía: "Atrás de un gran hombre hay una gran mujer. Lo apoya cien por ciento y eso es fundamental".

LMI - Sí.

AA - Es parte de lo que estabas diciendo recién.

RA - ¿Ella surfea también o es te espera en la arena mirando atentamente cómo agarrás las olas?

LMI - Ella tiene su trabajo para nada relacionado con el surf. Le encanta ir a la playa, obviamente, lo que más le gusta es tirarse al agua a desestresarse arriba de una tabla y olvidarse de su trabajo. Te estoy respondiendo la pregunta que me hicieron hoy también, es otro ejemplo. La copa surfear, pero no lo hacemos tan seguido, porque ahora tenemos una beba de tres meses, entonces todavía estamos en esa movida.

Y sí, lo que decía Martín, Beatriz es muy importante para mí a la hora de la competencia, a la hora de entrar en razón, de competir, en el enfoque, en los momentos de tensión. Nos ayudamos mucho, ella me ayuda a focalizarme y a tener tranquilidad también cuando estoy de viaje afuera, que quedan acá las chicas solas, todo eso.

AA - Volviendo al tema de la profesionalidad, ¿qué implica tu contrato? ¿A qué te comprometés vos a cambio, por ejemplo? ¿Qué responsabilidades tenés?

LMI - Como te decía, representar la marca de la mejor manera posible, en las conferencias de prensa estar siempre con las prendas, gorros, lentes, ropa; en las tablas están los stickers de los sponsors, mostrarlos, que salgan siempre en las entregas de premios.

RA - ¿Te exigen determinados resultados, por ejemplo?

LMI - En mi contrato no, pero hay muchos contratos que lo exigen, "tenés que estar entre los top 10 en el mundo", "tenés que salir en la tapa de las revistas". Puede pasar, no sé; capaz que ahora escuchan esto y me modifican el contrato.

AA - Te complicamos.

LMI - Pero igualmente, por ejemplo, yo no lo tengo en mi contrato, pero ya por el hecho de salir campeón latinoamericano hay un premio, tengo un bonus de premio, eso te motiva a lograrlo.

RA - Pero por ejemplo, ¿el premio para el ganador en uno de estos torneos internacionales es en plata directamente?

LMI - Sí, eso es por la Organización de Surf.

RA - Y aparte tenés lo del sponsor.

LMI - De la marca, del sponsor.

RA - ¿En esos casos participás por Uruguay? ¿Tiene algo que ver? ¿O depende solamente de tu desempeño?

LMI - Solo del desempeño de uno.

RA - No te toca vestir la celeste, digamos.

LMI - No; igualmente la llevo puesta siempre. Siempre está presente, llevamos la bandera. Viajamos con Lucas y Santiago Madrid, que también son de acá de Maldonado, representamos a Uruguay en conjunto. En sí representamos a Uruguay, pero son campeonatos individuales. Es más, a veces me toca competir contra Lucas o contra Santiago en un campeonato afuera. Pero la celeste va puesta.

***

AA - Están llegando mensajes de la audiencia, y quiero destacar este que dice: "Yo vivo en Punta, es un placer verlos en el agua a cualquier altura del año. El agua se llena de puntitos negros en cuanto hay unas pocas olas". Esto tiene que ver con algo que te quería preguntar: ¿qué tan desarrollado está el surf en Uruguay como hobby y como deporte? Porque según algunos compañeros en el equipo que son surfistas, antes un surfista podía elegir un lugar para estar tranquilo en el agua, disfrutar el momento, estar en contacto consigo mismo, pero en los últimos tiempos es una especie de hormiguero, de cabecitas esperando para pelearse por la misma ola. ¿Te parece que se pierde un poco la esencia del surf así, o te gusta que se haya popularizado tanto?

LMI - Hace dos años yo no estaba en esa parte tan competitiva, en la parte comercial del surf, de las marcas, con sponsors, representando y siendo la imagen. Ahí me encantaba la idea de que fuéramos pocos en el agua, porque disfrutábamos más. Esto va a sonar un poco egoísta, pero estaba buenísimo lo que pasaba acá en Maldonado o en Rocha, que podías encontrar tu playa para surfear solo o con tu grupo de amigos. Hoy el surf ha crecido bastante, se está masificando, capaz que a algunos no les gusta porque hay más gente, pero en realidad es bueno, es bueno para la industria del surf, es bueno para el deporte, es bueno para la competencia, porque van a salir nuevos talentos, va a haber más Luisma, más Lucas Madrid, más Sebastián Olarte, más George Acosta. Todos estos son buenos surfistas uruguayos.

RA - Al dedicarte a una actividad lúdica como el surf, pero ya como forma de vida, ¿no se corre el riesgo de que se desgaste un poco la esencia del asunto? ¿No extrañás esa época en que surfeabas solo por placer y no para ganarte un sueldo?

LMI - Lo sigo haciendo, capaz que a veces no lo hago durante la competencia, pero cuando llego a casa de un campeonato me tiro al agua, a veces en la playa donde están las mejores olas y está lleno de gente, o hay días que me busco una playita más tranquila para mí para pasar un buen momento. Yo lo comparo con la gente que sale a correr, a alguna gente le gustan las maratones o las corridas que se corren en Montevideo, en Punta del Este, llenas de gente, y a otros les gusta salir a correr solos, tenés las dos caras. La esencia del surf sigue estando, porque podés surfear tranquilo, te podés ir para Rocha. A veces no es tan tranquilo, porque hay más gente, ha crecido el surf, pero si es un día de buenas olas, hay olas para todos.

AA - Recién decías "las mejores olas", ¿cuál es el mejor punto en Uruguay para surfear para vos?

LMI - Me gusta mucho la desembocadura de la Barra, la boca de la Barra, es una playa de las que más me gustan de acá en la vuelta, porque tiene mucha variedad. Al ser una desembocadura, el arroyo está constantemente sacando agua y el banco de arena es bastante cambiante, entonces tiene varias opciones de olas. Y es una playa ancha, grande, entonces si se te llena de gente te podés hacer para un costadito para estar más tranquilo esperando tu ola. También para el lado de Rocha obviamente me encanta ir, capaz que no puedo todos los días, pero cuando entra un buen suelo y hay una buena tormentita de olas, me gusta ir para allá, para el lado de La Paloma, La Pedrera, Santa Teresa también.

AA - ¿Y en el mundo, de lo que has recorrido, qué punto te gustó?

LMI - He conocido muchos lugares.

AA - Hablabas de Indonesia hace un rato.

LMI - Sí, Indonesia es un lugar increíble, es como Disneylandia.

AA - Para los surfistas es como un parque de diversiones.

LMI - Sí, es un parque de diversiones, porque son olas de fondo de coral, eso lo hace peligroso, pero también las hace perfectas, una atrás de otra, como si fuera una máquina que las manda, como una máquina que saca churros. Saca olas así, una atrás de otra y todas con la misma formita, con agua saliente, con tubos, tremendas olas.

AA - ¿Cuál fue tu mejor ola? ¿Dónde fue?

LMI - Es difícil, por ejemplo ayer en una entrevista me hacían esa pregunta, pero fue "tu mejor ola del 2012". En el 2012 fue un tubazo en Ecuador, una ola en la que me metí adentro de un tubo muy bueno. Pero si voy años para atrás tengo olas de Australia, de Indonesia, de Sudáfrica buenísimas, del País Vasco, de El Salvador, de México. A veces te agarrás una buenísima y decís "esta es la mejor", y al siguiente año te metés otra mejor, y al siguiente otra. También estuve en Tahití, capaz que allí no encontré "las olas", pero fue el mejor viaje o la mejor experiencia que tuve.

RA - Cambiando un poco de tema, recién decías que tenés una hija de tres meses y otra de tres años; ¿la paternidad cambió un poco tu forma de encarar la profesión, por ejemplo cambió tu forma de abordar el riesgo en el deporte?

LMI - No, en el tema del riesgo creo que le sigo dando igual, me la sigo jugando igual a caerme, a golpearme, a todo eso. Pero uno es mucho más consciente en muchas cosas, uno tiene una conciencia mucho más grande de que tiene que andar cuidando a las niñas, que no podés faltar en casa y tenés que estar ahí. Me cambió un poco para el tema del entrenamiento, o de viajar. Antes tenía mucha más libertad para viajar, si bien con Bea éramos novios, nos casamos el año en que nació Agostina, pero cuando éramos novios yo me iba de viaje más tranquilo. De repente decía "vengo tal fecha", y si había buenas olas me quedaba cinco días más, diez días más. Hoy voy a competir y vengo rapidito porque quiero estar acá, me gusta estar acá con la familia y con las niñas.

AA - En algunas entrevistas anteriores que estábamos viendo decías que no te gustaba mucho proyectarte, que preferías vivir el ahora. Eso con la paternidad, por lo que estás diciendo, al menos en algo cambió.

RA - Porque eso tiene mucho que ver con la filosofía del surfista.

LMI - Claro, sí, yo me proyecto a corto plazo. Con las niñas ahora no es tan fácil proyectarse, pero igual la venimos llevando bien; cuando digo "la venimos" es el tema familiar todo, venimos bien. Este año viajé bastante, pude obtener buenos resultados, las niñas vienen creciendo bien.

AA - Estás en un buen momento de tu vida.

LMI - Sí, estuve dedicándole cien por ciento. Ahora no estoy entrenando, desde que llegué en noviembre de Nicaragua, que fue cuando obtuve el título latino, aflojé un poco el entrenamiento, pero ya arrancó el Circuito Uruguayo, ya estamos por la tercera fecha, es una rutina que vuelve. Mañana me voy para Mar del Plata a otra competencia.

RA - ¿Cuáles son tus próximos planes? Porque te quedan unos cuantos años para seguir compitiendo, estaba viendo que hay campeones mundiales que tienen hasta 40 años, 40 largos, se puede seguir surfeando tranquilamente.

LMI - Sí, claro que sí, hay que mantenerse en lo físico y mantener el nivel, que no es lo más fácil. Pero claro que quiero seguir viajando, compitiendo, representando al país, obteniendo títulos, ganando campeonatos. Este año ya arranca el Circuito Latinoamericano nuevamente, también hay más competencias del Circuito Mundial que van a ser en Panamá, en Perú, en Chile. Quiero participar en ellas, seguir aprendiendo, seguir mejorando, buscar nuevas metas; tengo ganas de correr olas más grandes o de meter algún viaje con olas de tubo, olas buenas. Y siempre trabajando con revistas o con videos, haciendo fotos y videos, eso está muy bueno.

AA - ¿Te vas al agua ahora? ¿Qué hacés?

LMI - Tengo que hacer unas cuantas cosas, como me voy mañana de viaje estoy dejando todo pronto. Capaz que me doy un bañito más tarde, después del mediodía, para aprovechar.

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Transcripción: María Lila Ltaif

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Fotos: Twitter y página de Facebook de "Luisma" Iturria, twitter de la Unión de Surf del Uruguay.