El pasado lunes el Senado aprobó por unanimidad, y a propuesta del presidente José Mujica, los nombres de quienes constituirán el Consejo Directivo Central provisorio de la UTEC, que se instalará en el interior del país. Se trata de los doctores María Antonia Grompone, Pablo Chilibroste y Rodolfo Silveira. Silveira dijo a El Espectador estar "muy entusiasmado" con el proyecto y agradeció al sistema político la agilidad del proceso y la unanimidad.

Una Universidad Tecnológica, explicó, es una institución de educación superior "con algunas particularidades". Para preparar el proyecto uruguayo los encargados de llevarlo adelante han conocido universidades tecnológicas del norte de Europa y de México porque son "modelos con lecciones aprendidas", aunque Silveira insistió en que Uruguay necesita "su propio modelo". "El objetivo principal de esta universidad, es estar cerca del sector productivo y de la sociedad civil" con carreras que estarán "muy atadas" a la realidad social y productiva de Uruguay, explicó.

Nuestro país, dijo Silveira, ya no es un país "productor de commodities", "lo que Uruguay está produciendo tiene un alto agregado de conocimiento y tecnología". Silveira explicó que los estudios relacionados con áreas tradicionales, como el sector agroganadero, estarán muy presentes en la UTEC, pero también nuevos sectores como "las energías alternativas, el medio ambiente y algunos megaemprendimientos como el puerto de aguas profundas, la megaminería, o las prospecciones que está haciendo Ancap para buscar combustibles fósiles".

La UTEC es "una oportunidad única fundamentalmente para el interior del país, es un bebé que está naciendo y tenemos que cuidarlo mucho", afirmó Silveira, quién informó que el compromiso del Consejo Directivo de la UTEC es que "en marzo del año próximo estemos largando las primeras carreras, y ese es un compromiso que exige que comencemos a trabajar de manera inmediata".

Aún se desconoce tanto cuáles serán esas carreras, como lugar que ocupará la sede de la UTEC, aunque seguro estará en "el interior". "Acá nos interesa donde están los estudiantes, y  las necesidades de esos estudiantes y del sector productivo, y después de eso vemos donde ponemos la sede", afirmó. "Las sedes en realidad van a ser los centros regionales donde se impartan los cursos que en cada región se necesiten", lo que importa, dijo Silveira, "es que vamos a estar ofreciendo la posibilidad de que alguien muy cerca de donde vive tenga la posibilidad de realizar estudios terciarios".

El modelo de universidad que defiende Silveira pasa por complementar la UTEC con la Universidad de la República (Udelar) y la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTU), así como con el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria y el resto del sistema educativo uruguayo.

Ante las dudas de que pueda haber profesores suficientes para el proyecto, Silveira explicó que es de las cosas "que menos" le preocupan, y relató que en la directiva están incluso recibiendo mails de profesores uruguayos en el exterior interesados en el proyecto.

Para SIlveira la UTEC es "una necesidad latente". "Esto es una experiencia nueva, un desafío, hay que meter inteligencia, trabajo, capacidad, compromiso y también algo de corazón, esto hay que quererlo". Concluyó Silveira.