Entrevistas

Richard Read (FOEB): encuentro entre sindicales sin participación del Ejecutivo favorece la relación con Gobierno del FA

Richard Read (FOEB): encuentro entre sindicales sin participación del Ejecutivo favorece la relación con Gobierno del FA

Dirigentes sindicales de todas las corrientes se reunieron ayer para participar de un debate convocado por la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB) e impulsado por su presidente, Richard Read, con el objetivo de analizar el rol del movimiento sindical en un gobierno izquierda. Read explicó a En Perspectiva que la idea de "dar un debate a nivel sindical sin la responsabilidad de representación del sindicato" surgió a fines del año pasado en el conflicto entre dirigentes de la bebida y el Poder Ejecutivo. En ese momento "hubo una clara definición de independencia del poder político por parte de la FOEB" que "marcó un pasar a la práctica cuando se habla de independencia de clase". Para Read instancias como esta son "un oxígeno para el movimiento sindical que contribuye a la unidad" y que también ayudan "a mejorar la relación y el debate político en el Frente Amplio". El dirigente adelantó que se va a organizar una segunda instancia para tratar temas específicos.


(emitido a las 8.38 Hs.)

EMILIANO COTELO:
La noticia había generado expectativa y curiosidad.

El portal Uypress la presentaba de esta manera: "Este martes se reúnen dirigentes sindicales de todas las corrientes convocados por la Federación y de la Bebida (FOEB) y su máximo dirigente Richard Read, para analizar el rol del movimiento sindical con un gobierno progresista. La participación", se aclaraba, era "a título personal".

La convocatoria era para ayer a las 19 horas, en el Club Cervecerías en Abayubá y Asencio. Según los organizadores, se trataba "de un debate político e ideológico y no sobre reivindicaciones o temas coyunturales", como había mencionado algún medio de prensa. Se enfatizaba que la participación de los dirigentes sería a título personal y que estarían presentes allí representantes o integrantes de todas las corrientes: Articulación, Partido Comunista, Socialista, MPP [Movimiento de Participación Popular], PVP [Partido por la Victoria del Pueblo], blancos, anarquistas e independientes.

¿Qué fue lo que ocurrió efectivamente y qué resultado dejó? Vamos a conversarlo en los próximos minutos con quien estuvo en el armado de este encuentro, Richard Read, presidente de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida.

En primer lugar, ¿por qué este debate?

RICHARD READ:
Esta idea nace en el conflicto de la bebida de fin de año, donde estuvimos rodeados de mucha gente y de todas las corrientes de opinión. Nos pareció importante a partir de ese conflicto donde hubo una clara definición de independencia del poder político por parte de la FOEB, con esta realidad que vivimos en el movimiento sindical, con tanta gente militando y con tanta cantidad de militantes nuevos principalmente, dar un debate a nivel sindical sin la responsabilidad de representación del sindicato, por eso fue a título personal.

EC – Recordemos qué fue lo que pasó en aquel conflicto de la bebida, ¿por qué tuvo que darse esa actitud que usted marcaba como de total independencia del movimiento sindical frente al poder político, dónde estuvo el nudo del enfrentamiento?

RR – El nudo estuvo en que nosotros teníamos un convenio ya firmado con las empresas del sector con un incremento salarial a tres años y desde el Gobierno se resistían a darle laudo. Eso nos generó un jaque mate muy complicado, del que no había antecedentes: habían llegado a un acuerdo dos partes en un convenio y la tercer parte, que era el Gobierno, nos estaba bochando un incremento salarial con una expectativa de crecimiento importante.

EC – La preocupación en el Gobierno era el impacto de un convenio como ese, y otros que pudieran venir a su ejemplo, en la inflación.

RR – Sí, eso fue lo que dijeron, la verdad que la razón estaba en la FOEB, si nosotros aplicábamos siete puntos del centro de la banda y hoy estamos a casi nueve no nos equivocamos mucho, esa fue la realidad.

EC – Lo cierto es que en aquel momento desde el Poder Ejecutivo se llegó a advertir que si el convenio seguía hacia adelante podía, por ejemplo, tomarse alguna medida con respecto a subsidios que recibe el sector empresarial.

RR – No son subsidios, pero sí hay una situación de apoyo a la industria que trabaje con envase nacional. Hubo una serie de amenazas, ahí la definición nuestra fue que el convenio se firmó para que sea cumplido, que se cumpla, y nos jugábamos lo que nos tuviéramos que jugar. Me parece que de alguna manera eso marcó una situación de pasar a la práctica cuando uno habla de una independencia de clase y se demostró.

EC – Bueno, pero hubo una renegociación, el convenio no terminó siendo exactamente el mismo.

RR – No, terminó siendo mejor desde el punto de vista económico.

EC – ¿Mejor?

RR – Porque los dos puntos que se variaron en el centro de la banda de siete a cinco fueron compensados con tres partidas fijas de ocho, nueve y diez mil pesos, que en el medio es mucho más que el 2%, y nos dan todo junto en la mano. Económicamente fue mejor, el tema no pasaba por ahí, pasaba por no violentar una ley que establece el ámbito tripartito y que las partes pueden resolver por mayoría.

EC – Pero de hecho terminó existiendo esa incidencia del Poder Ejecutivo en el acuerdo que ya se había firmado.

RR – Por supuesto, que fue compensado económicamente, pero sí, por supuesto.

EC – Eso es en los antecedentes, y entonces ustedes a partir de ese hecho, ¿qué les parecía que había que reflexionar entre dirigentes sindicales?

RR – Eso motivó por parte de varios compañeros realizar una reunión, donde la mayoría son veteranos del movimiento sindical que ya tienen varias líneas a su favor. Era bueno discutir en un marco distendido todas las corrientes de opinión, tomar un tema como referencia que podía ser ese, y ver cuál es el rol del movimiento sindical con un gobierno progresista. Anoche se dio eso.

De los 55 compañeros invitados fueron 52, es un número importante, estaban todas las corrientes representadas, tres horas y media en un debate muy franco, muy frontal, muy respetuoso, que quedó con entusiasmo porque se va a armar una segunda instancia para tratar ya temas específicos, como es el del Fondo Nacional de Salud, que se va a discutir de punta a rabo, porque es un tema muy preocupante para nosotros en las condiciones que está.

No sustituye a nada, es un ámbito de discusión política para mucha gente, además había también muchos independientes que no tienen ámbito para discutir. Nos parece que es un oxígeno para el movimiento sindical que contribuye a la unidad y va a contribuir también a mejorar la relación y el debate político en el Frente Amplio.

Se especuló en lo previo con un montón de cosas, pero la realidad fue esa, 52 en 55, todas las corrientes representadas y se generó un buen ámbito para discutir política.

EC – Hay algo que usted mencionó pero que no termino de entender. ¿Cuál es la consecuencia de una reunión como la de ayer?, ¿en qué se traduce en términos prácticos lo que se discute allí? Porque usted lo enfatizaba, y la convocatoria también, quienes estaban invitados iban a título personal, entonces, ¿qué correa de transmisión puede haber entre lo que allí se acuerde, se consensue, con lo que haga de ahora en adelante el movimiento sindical en relación con el Gobierno?

RR – Eso es impredecible, pero que haya 52 personas que tienen responsabilidad de condición y de gestión en los sindicatos y que además militan en fuerzas políticas de todos los colores, y mucha representatividad –habían siete compañeros del secretariado del PIT-CNT–, por lo tanto me parece que es una polea de transmisión importante. Pero además transmite que es posible discutir entre todas las corrientes de opinión temas tan álgidos como pueden ser el rol del movimiento sindical en un gobierno progresista.

Ese es el aporte, la expectativa nuestra era esa, si luego se generó una expectativa exógena o por fuera, eso no corre por mi cuenta. Creo que ahí estaba la cuestión: dirigentes sindicales hablando de sindicalismo y sin ningún prurito. Vuelvo a repetir, creo que es la primera vez en 30 años que tengo de esto que se juntan todas las corrientes de opinión a discutir un tema puntual. Eso es lo importante en un Uruguay donde nadie discute, donde las usinas ideológicas están cada vez más apagadas, generar un ámbito de debate para mí es muy saludable. Por lo menos me parece.

EC – Es que ustedes estaban abordando ayer un asunto que en realidad está en la agenda desde el primer día que asumió el Frente Amplio el gobierno, un tema que ha dado pie a todo tipo de análisis tanto en el sistema político como en el movimiento sindical como en la academia, qué estaba pasando, cómo se estaba comportando el PIT-CNT y los distintos sindicatos ante la llegada al gobierno de un partido político con el que tiene una gran afinidad.

RR – Exacto, porque en Uruguay las experiencias estaban pero en el sector empleador. Por ejemplo, ese vínculo que puede existir entre dirigentes y militantes sindicales con el Frente Amplio, existe a nivel de las empresas. El 28 de febrero de 2005 el ministro de Trabajo era [Santiago] Pérez del Castillo, un buen ministro de Trabajo, hizo una buena gestión, el 3 de marzo estaba representando a un sector empleador en una negociación colectiva. El director nacional de Trabajo hasta el 28 de febrero a los tres días pasó a ser asesor de la Cámara de Industrias. Los vínculos existen en todos lados, el tema es cómo sincerar esa realidad, darle mucho contenido de honestidad además, pero no esconder que uno tiene su camiseta. El tema está en que cuando uno representa una institución, y yo lo demostré el año pasado con el gremio de la bebida, no hay dos lecturas, hay que representar a quien lo promueve a uno, a quien le da los votos para que sea el representante. Creo que eso es honestidad también.

EC – Usted dice que lo demostró usted mismo, supongo que está aludiendo al hecho de que en materia política usted ha militado en el Frente Liber Seregni por lo tanto ha estado apoyando a figuras como las que encabezan el equipo económico, a Danilo Astori, al ministro [de Economía] Fernando Lorenzo y en la discusión sobre el convenio usted se plantó frente a ellos y en términos muy severos.

RR – Si, claro, y lo volvería a hacer, ellos hacen su trabajo y yo tengo que hacer el mejor mío, que para eso me pusieron los compañeros. Cada uno hace su laburo, ellos hacen las cosas a partir de una visión general del país y de la economía, lo quieren hacer de la mejor manera posible, ese es mi punto de vista. Pero ahí yo tenía una opinión distinta y no tuve duda, defendí lo que yo represento, que son los trabajadores, y si estábamos encontrados, estábamos encontrados, ¿qué va a hacer? Es la vida.

Pero bueno, lo de anoche fue eso, algo muy saludable.

EC – Pero fue un punto de partida, conclusiones definitivas no hubo.

RR – ¿Anoche?

EC – Sí.

RR – No, fue un punto de partida, va a haber una segunda instancia que la convocamos para ir a la Federación Uruguaya de la Salud, vamos a discutir un tema puntual, ahí va a estar mejor, ahí vamos a rascar los temas y van a aparecer seguramente diferencias, que está bien que aparezcan. Lo que está muy bien es que se empiece a debatir en el ámbito sindical los temas sindicales, me parece que es muy bueno.

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