Un individuo, procesado por violencia doméstica, cortó con un cuchillo la tobillera que se le había colocado y la arrancó. Es la primera vez que ocurre un hecho de estas características en donde, además, el victimario amenazó a su expareja, que ahora está bajo custodia.

"Una de las señales de alarma en el protocolo es la apertura o corte de la tobillera, eso esta fuertemente protocolizado porque es una de las alarmas previstas y se ha actuado en consecuencia", expresó Lindner.

"Lo primero es la protección a las víctimas. Mientras se envía de inmediato un móvil policial para cuidar de la persona que corre peligro se van generando, en paralelo, intentos de comunicación con el agresor como forma de disuadirlo de los pasos que pueda llegar a dar", relató la jerarca del Ministerio del Interior.

El documento que fue elaborado por la Comisión Interinstitucional del Ministerio del Interior "analiza varios aspectos desde lo legal hasta las recomendaciones en materia de cuáles son las características de los dispositivos".

Las tobilleras "luego de ser colocadas al cuerpo quedan selladas. Eso no implica que no se puedan romper y es por eso que hay un protocolo de alarma", manifestó Lindner.

Consultada sobre la posibilidad de que existan tobilleras construidas con materiales más resistentes que las actuales, a los efectos de evitar hechos como los que ocurrieron, Lindner señaló:

"Es muy difícil que exista algo irrompible y que se coloque en el cuerpo más aún porque, hasta una cadena se puede romper. Es difícil pensar en un material irrompible pero las especificaciones técnicas están en el pliego licitatorio, esas exigencias fueron cumplidas por la empresa 3M, de origen israelí, de manera superior ganando la licitación", amplió la jerarca.

Al cierre de sus declaraciones a En Perspectiva, Lindner sentenció que la prioridad "es proteger a la víctima en el momento de alarma" pero además "asegurarle a esta persona que tendrá la protección policial necesaria frente a la situación de riesgo en la que vive".

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