Informes

¿Qué pasó con el robo en el Edificio Greenfield?

Informe de Valentina Rodríguez y Fabián Cambiaso.


(emitido a las 8:40 Hs.)

EMILIANO COTELO:
Si yo menciono el edificio Greenfield, ¿a ustedes qué les viene a la cabeza? Muchos tal vez me respondan: "Nada, no sé qué es eso".

Otros probablemente sepan que es uno de los más cotizados de Montevideo y que está ubicado en el barrio Punta Carretas, en Bulevar Artigas frente al Club de Golf. Con ese dato, ahora sí, casi todos recordarán que este edificio fue noticia en mayo del año pasado. Una noticia policial que no pasó desapercibida. Pese a que el edificio tiene un sistema de seguridad muy completo (ya que cuenta con 14 guardias, portones y rejas, cámaras de seguridad y porteros que trabajan en diferentes turnos), allí tuvo lugar un robo insólito, que dejó perplejo a todo el mundo: dos ladrones se llevaron dos cajas fuertes a plena luz del día, saliendo por la puerta principal y saludando amablemente al funcionario que un rato antes los había autorizado a entrar.

El desconcierto apareció plasmado en distintas notas, en prensa, radio y televisión. Durante varios días se informó, se especuló mucho y se esperó la caída de los culpables. Pero, como no surgían novedades, al poco tiempo el asunto se apagó.

Algunos de nuestros oyentes nos preguntaban hace poco: ¿Llegó a aclararse el caso? ¿Qué pasó con el robo del Edificio Greenfield?

A casi un año de los hechos, En Perspectiva nos dispusimos a poner al día la información.

Comencemos por recordar qué fue lo que pasó:

El robo ocurrió al mediodía. Un hombre y una mujer llegaron al edificio Greenfield y tocaron el timbre del intercomunicador ubicado en el portón de rejas. Según contaban las crónicas, la mujer le indicó al portero que era "la hija de Novino" y se dirigía al piso 19 a ver un apartamento que estaba para alquilar. ¿Quién es Novino? El apellido corresponde a la familia propietaria de la empresa Novino Construcciones, que es la que, además, levantó ese edificio.

Esas palabras ("Soy la hija de Novino") fueron suficientes para que el portero le abriera el portón a la pareja.

Una vez adentro del inmueble, subieron por el ascensor al piso 19 que habían mencionado, pero desde allí bajaron, por la escalera, hasta el piso 17. En ese lugar forzaron la puerta e ingresaron al apartamento de Bettina Etchegaray, la víctima del robo, hermana del relacionista público Alfredo Etchegaray. De esa residencia se llevaron dos cajas fuertes. Según se supo después, una de ellas estaba vacía y la otra contenía joyas cuyo valor superaba los 100.000 dólares. La pareja quitó las cajas sin demasiadas complicaciones. Se estima que la faena les insumió 45 minutos. Finalmente bajaron en el ascensor cargando las dos cajas fuertes que llevaban envueltas en frazadas. El portero les abrió la puerta, y ellos salieron a la vereda y se fueron caminando, como si nada.

Todo esto quedó registrado por las cámaras de seguridad. Los videos son nítidos, como pudo comprobarse cuando se divulgaron en televisión y en Internet. Tan claros eran que el portero, que luego dejó su puesto, anunció que denunciaría penalmente a los titulares de varios medios por haber difundido su imagen en forma pública.

La familia robada ofreció una recompensa de $100.000 a quien pudiese aportar algún dato. Como era de esperar, recibieron numerosas llamadas de personas que aseguraban haber visto o conocer a los responsables del atraco. Pero ninguna de ellas aportó información útil.

¿Cómo se procedió en el momento?

La policía le tomó declaraciones a las empleadas domésticas del apartamento, a los porteros y también a unos operarios que habían trabajado en el lugar unos días antes para desmontar las cajas fuertes a pedido de la dueña.

En aquel momento, Alfredo Etchegaray declaraba a distintos medios de prensa que, a su entender, las probabilidades de que el robo hubiera sido entregado eran "más que altas".

"Más de 14 personas destinadas a la seguridad en uno de los edificios más caros de Montevideo. Fueron robadas dos cajas fuertes de un piso muy alto de Bulevar Artigas frente al Club de Golf. Esto fue el sábado, 45 minutos después de que se retiraran los dueños de casa, obviamente les avisaron a los ladrones, que entran tan campantes (sin nada, como se ve en las imágenes), abren los porteros, suben y se retiran con las dos cajas fuertes en los brazos, envueltas en las mantas robadas en el mismo departamento con joyas por más de 100.000 dólares", había dicho Etchegaray en ese entonces.

¿Qué novedades hay al día de hoy?

Lo único que se puede decir once meses después es que el caso sigue abierto. Nos comunicamos esta semana con Bettina Etchegaray, y ella respondió que no ha tenido novedades.

Relató, además, que cuando ocurrió el robo, Policía Técnica se hizo presente en el lugar y se llevó algunos elementos, entre ellos unas cajas, para trabajar a partir de las huellas dactilares. También retiraron un collar de la dueña de casa (de poco valor) que no quedó registrado en la planilla. Pero nada de esto aportó nuevas pistas.

Según la señora Etchegaray, unos meses después, cuando consultó por las cajas, en la Policía le respondieron que no las encontraban; simplemente "desaparecieron". El collar de escaso valor tampoco le fue devuelto. Dice que es como si nunca se lo hubiesen llevado, ya que no hay constancia de que lo hayan sacado de la casa.

Bettina Etchegaray agregó que durante varios meses trató de averiguar qué juez estaba a cargo de la investigación. El comisario de la seccional 5ª que actuó aquel día, cuatro meses después le comunicó a la señora Etchegaray que ya no estaba vinculado con el caso; todo quedaba en manos de la Jefatura de Policía de Montevideo.

Además, dice que se dirigió a distintas autoridades pero no pudo conseguir información concreta. En noviembre envió una carta pero tampoco tuvo éxito.

Ahora maneja la posibilidad de iniciar una investigación de forma privada y alguna otra opción.

"La única opción que creo que me quedaría sería contratar a un constitucionalista para hacer valer mis derechos constitucionales de que si a mi me asaltan yo tengo derecho a que se investigue, cosa que no se ha hecho", dijo en declaraciones a En Perspectiva.

¿Qué dice la otra parte? ¿Cuánto pudo avanzar la Jefatura de Policía de Montevideo?

Uno de los encargados de investigar el robo en el edifico Greenfield es el comisario Richard Da Silva.

Este funcionario nos confirmó que aún no hay novedades pese a que uno de los ladrones, el hombre, está identificado. Se trataría de un ciudadano uruguayo, radicado en Argentina, que posee antecedentes penales. Sin embargo, no han podido capturarlo.

De la mujer, en cambio, todavía no tienen datos.

Ante el requerimiento de En Perspectiva, desde el Ministerio del Interior no pudo ubicarse el caso en su Sistema de Información, que es donde se registran todas las actuaciones de la Policía.

Por su parte, el Poder Judicial, según dijo su vocero Raúl Oxandabarat, no posee un sistema informático que permita conocer el paradero de determinado caso en la maraña de los juzgados penales. De todos modos, Oxandabarat aclaró que la actuación judicial recién comienza cuando hay algún detenido.

"Ocurre un robo, la policía concurre a tu domicilio, verifica el robo, se realiza una pericia, le informan al juez y el juez ordena a la policía que investigue. Y cuando la policía determina algún presunto responsable, que se lo informen, el juez evalúa las pruebas que se tengan en relación a ese responsable. Entonces ahí puede haber o no procesamiento. Esa es la etapa que judicializa el caso, lo cual no quiere decir que el juez no esté enterado", señalaba Oxandabarat.

Otras preguntas apuntan al personal del edificio. ¿Algunos de los empleados pudieron haber estado ligados al robo?

El comisario Da Silva indicó que no obtuvieron pruebas concretas que los responsabilicen, incluyendo al portero que habilitó el ingreso de la pareja de ladrones y les cerró la puerta. Tampoco Policía Técnica "encontró nada relevante", según dijo Da Silva.

¿En conclusión?

Ustedes dirán: ¿Qué hay de raro? Seguramente son decenas los delitos que no se aclaran.

Hoy retomamos uno de ellos, que en su momento resonó por su espectacularidad. Nadie entendía muy bien cómo podía haber ocurrido. Pero muchos suponíamos que, a partir de los videos disponibles y del testimonio del portero, sería fácil de investigar.b Por lo visto, nos equivocamos.

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